Poesía de Franklin Ordóñez
Versos que vuelan como pájaros ardientes de sexo
Por Augusto Rodríguez
Franklin Ordóñez (Loja, 1973). Licenciado en Lengua
y Literatura; en el 2002 hizo un curso de especialización en Filología
Española en la Universidad Complutense de Madrid. Es autor de los
libros Mapa de Sal (1991) y A la sombra del Corsario
(2004) y acaba de salir en el 2007, recién de imprenta, su último
poemario llamado A Cambio de Monedas o Palabras. Trabajos poéticos
suyos han sido publicados en revistas de España, Argentina y México.
Siempre he pensado que el lojano Franklin Ordóñez es una pequeña isla
dentro de la poesía más reciente del Ecuador; este autor suele trabajar
poemas directos, frontales, que como navajas o pájaros ardientes de
sexo, de semen, se posesionan de los deseos más profundos de sus amantes
y de sus amores más ocultos. Ordóñez sigue trabajando en silencio
una de las obras poéticas más sólidas de los últimos años en el Ecuador.
Manuel
Vale la pena haber nacido / sólo por oír pasar el viento,
dice
Pessoa;
yo prefiero las cadenas de tus labios,
tus manos como garras,
tu esperma por mi sangre.
David Ledesma
Soy sauce,
... .. .. .. . mis raíces trepan al aire.
Baja,
... .. .. .. . te ofrezco mis frutos,
deja en mí tus pájaros agonizantes.
*
Déjame leer los versos de tu carne
... .. .. .. .(Como golpes
o gotas de sangre
... .. .. .. .tu nombre
... .. .. .. .cae malherido en mis labios)
Déjame leer los versos de tu carne.
*
Besé tus ojos, el mar espeso de tus labios.
Te susurré:
-Cabrón.
Con fuerza:
-Hijo de puta.
Deslicé mi lengua por tus piernas,
lamí tu trasero, las axilas con sabor a tierra fresca.
Bebí tu marea blanca y turbulenta.
Nico, aprisióname con la violencia de tus cielos.
Bar del Infierno
A Oscar Villegas
Unos pasean sus falos. Otros estamos en calzoncillos.
Abajo, en el sótano, el semen da volteretas: escucho sus
pasos,
su cansancio al trepar las paredes.
Me atrevo y bajo. Abro mis puertas.