Tres
poetas importantes del Ecuador actual
Por
Augusto Rodríguez*
Los
poetas aquí reunidos han publicado varios libros. Pertenecen a la misma
generación. Su poesía está traducida a varios idiomas. Han
ganado varios premios por su poesía. Pero son sobre todo, tres de los más
importantes poetas del Ecuador actual. Aquí una breve reseña y mirada
a sus trabajos poéticos.
Ramiro Oviedo
(Chambo,
1952) Profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad del Litoral, en
Francia. Ha publicado Serpenciclieta, Esquitofrenia, y en francés:
Hiéroglyphe, Semaine Sainte, Fanesca, La nature
se méfie de la vitesse, Les poèmes du Colonel (Prix Trouvères
et Prix Georges Sernet).
El
hombre tragado por la lluvia
Un nubarrón se había
colgado sobre Macondo.
El cielo se agitaba como diablo en botella.
El viento
mostraba sus dientes de perro.
Entonces
Sentí aterrizar en mi
nariz una gotita de terciopelo.
Luego flotaron en mi sombrero dos o tres pasos
de bailarina,
Que remataron mis hombros con un besuqueo de agua.
Para torear
la lluvia entré a la cantina de Catarino
Desde ahí pude ver a
Isabel mirando detrás de la ventana.
El último rayo de sol
iluminaba el mantel de la mesa
Mientras la sombra de un hombre penetraba en
la lluvia.
Ya éramos dos los espectadores.
Veíamos las
huellas.
De sus pasos de lobo.
Su corazón de tambor
Sus ojos de
candela.
Con una alegre ignorancia iba entrando en una selva de agua,
En
una lluvia podrida por la bruma
Mientras las nubes se arranchaban las tripas.
Y
entonces, Dios se puso a mear parado.
Llovía arañas.Llovía
diesel
Llovía nudos y uñas
Llovía mariposas negras
Los
aretes de todas las vírgenes llovía.
El hombre
Quería
asirse de un retazo de aire
Cortar la lluvia con sus manos ciegas
Pero llovía
jeringuillas.
Tropezando con esas sogas de agua
Abrumado por esta lluvia
de alfileres
El hombre se zambullía en el hocico de la bruma
Lo vimos
permanecer suspendido entre los labios del torrente
Como un espantapájaros.
Y
luego
Dios se puso a vomitar su resaca.
Llovía sangre
Llovía
pena
Llovía café en Macondo
Llovía trago puro sobre
la misma lluvia.
Al fin
Fusilado por la lluvia
Lo vimos atado por
las cuerdas del diluvio
En pleno centro de la sábana blanca del siguiente
día
Tal un charco de nube en carne y hueso.
De su boca recogimos
un poema muerto.
Asfixia,
no me quieras
Querida as fixia mía te
escri
bo para de cir-
te dos
pala bras : última-
mente me quieres dema-
siado.Sobre
todo desde el vier nes úl-
timo.Ya vamos mar
tes y nadfie rexuxita.
A
pan y a-
gua me tie nes
( a mí que no soy
místico) y me
mue ro
porque no
mue ro de ver güen za
si no de ma-
che ta zo
ecuatoriano
de re sa ca
depoe mapo drido mue ro
mue ro de mu cha gen
te
que me quiere como
nun ca
para siem pre mudo.
Mar tesya
Yniunaputasílaba
Nisisisisisiquiera
la no.
El aire se derrite
Las palabras son un líquido rojo
-poesía
en regla-
cerca del tío vivo y sus caballos
de palo popular.
Las
palabras
buscan la orejaqueseasfixia
en un abrir y errar de ojos
como
la mano ciega del que vota
como la boca tuerta del que lee.
De
huesos lleno estoy por todo el cuerpo
Sí. De pies
a cabeza los huesos se apoderan del escombro
y vuelve a dolerme el hueco de
la muela.
Este cacahuete con necrosis,
esta muela mía.
Una
caries de luz
invade mi esqueleto que se muere de risa
los ojos hinchadísimos
de aire
en la caja betunera de la noche.
Querida muerte
siéntese
aquí,
no joda,
le leo unos poemas.
Escáner
Mi
cuerpo ha perdido la gamuza y ya no huele a mango.
Toda la manzanilla que traía
la perdí en una apuesta
con una bruja de cuento.
Mis pies son un
zig-zag de puntos suspesivos.
y las lágrimas que nunca lloré
se me escapan solitas
de par en par.
Me queda la memoria
como clavo
de olor
para la muela huequeda que sigue respirando.
Duele como respira
esta muela maldita.
En unos años más
36 piezas dentales
relucientes
como una sucursal de la General Motors
sonreirán en mis
dos maxilares.
(Por favor
tengan lista toda la caña de azúcar
de la costa
para el país de bambú que respira en mi boca).
Roy
Sigüenza
(Portovelo, El Oro, 1958) Ha publicado los poemarios:
Cabeza quemada, Tabla de mareas, Ocúpate de la noche y
La hierba del cielo. Más allá de que asume como pocos su
identidad sexual; su poesía es un canto al deseo, al cuerpo, al silencio,
a la ternura y a la desolación. Su poesía está llena de imágenes
y de sensaciones simplemente inolvidables.
PIRATERÍA
Iré,
qué importa.
Caballo sea la
noche.
EN
EL HOTEL
I
Una cama es todo lo
que hay aquí
sobre ella innumerables cuerpos se recuerdan
II
"Está
prohibido escribir en las paredes"
señalaba un edicto en la pared
del cuarto,
"todo
lo demás está permitido",
le agregamos él y yo, riéndonos
III
Alguien
estuvo antes de mí
en este cuarto
solo
y supo
que alguien estuvo
antes de él
en este cuarto
solo
FELICIDAD
Bebimos
cerveza
de a poquito
(tomémosla como si fuera vino,
te propuse)
tú
dijiste que la bosta de vaca
elevaba
(la fumamos)
estaba claro que
los dos buscábamos
abandonar este mundo.
MARES
DEL SUR
Para L. David
Las
estrellas perdidas que viajan en los barcos,
son para ti.
Las Jibias hechas
de nada o de lenguas quemadas,
son para ti.
Las piras de sal que arden al
viento en noches
de naufragio,
son para ti.
El frágil cuerpo de
un bañista envenenado por la espuma,
es para ti,
muchacho que las
aguas pronuncian una y otra vez.
Fernando
Iturburu
(Guayaquil, Ecuador 1960) Ha publicado los poemarios: Maitines
y laúdes, Vástagos, El camino tomado y Contra
sí mismo y poemas prosaicos. Sus textos han aparecido en varias
antologías y revistas del Ecuador y del extranjero. Iturburu cansado de
leer poesía aburrida, según sus propias palabras, publicó
su último libro Contra sí mismo; poemario iconoclasta, desenfadado,
maduro, irreverente en el quehacer poético del país.
las
solemnidades en poesía
los universalismos
son como los discursos
de los políticos
no
sirven para maldita la cosa.
Los poetas escriben
para conquistar el amor
de una muchacha
o explicar los misterios de la vida o de los sueños
y
si el tiempo es benigno
ser nombrados por los siglos
sólo tú
escribes para la alabanza pública.
Itúrburu cuenta malos chistes,
río
aburre a los otros con su vida, lo escucho
no tiene puta idea
del ajedrez, siempre pierdo
me invita a comer platos desabridos, lo acompaño
pero
rehúsa darme un dinerito que necesito
con seguridad, confunde trabajo
con amistad.
¿Cuál es la diferencia entre el plenario del
Congreso
y el último congreso de escritores?
no te excuses en el
amor fallido
ni en la decandencia
por ser mal poeta
¡deja tranquilos
a los románticos!
sólo trata de escribir un buen poema.
*(Guayaquil,
1979) Licenciado en comunicación social, poeta, miembro fundador del grupo
cultural Buseta de papel y editor de la revista literaria El quirófano.