Las
vidas intermitentes de las revistas culturales
Augusto Rodríguez*
Director-editor
de la revista el quirófano
Releyendo un
artículo publicado en el año 2004 por el diario EL UNIVERSO sobre
las vidas intermitentes de las revistas culturales, me encontré de golpe
una vez más con la gran problemática y triste realidad sobre el
tema de las revistas literarias en nuestro país. Y sí, muchas nacen
con grandes augurios
pero de a poco fallecen de muerte lenta. La gran mayoría llegan al número
5 y de ahí no pasan.
Cito un párrafo de este artículo
donde se intenta dar varias definiciones sobre lo que es una revista cultural,
y dice así: “Es un segunda vista de un acontecimiento; es un examen crítico
de una creación; es una puesta en posición de los hechos, casi militar,
para que alguien los examine; es un espectáculo, solamente que no está
compuesto de distintos cuadros o escenas sueltas, sino de distintos artículos
autónomos”.
En la actualidad hay pocas revistas culturales en el
país. Sigue saliendo cuando pueden las revistas El Búho, País
Secreto, Anaconda, Eskeletra (está por volver a salir), pero es triste
constatar que todas estas revistas se financian y salen en la ciudad de Quito.
Por desgracia en Guayaquil no tenemos ninguna de este tipo. La única revista
que cumple en gran parte la función de dar espacio al arte, la literatura,
el cine, la poesía, la música es la revista Podium (que dirige
muy acertadamente el crítico, escritor e intelectual ecuatoriano Carlos
Calderón Chico) pero es ante todo una revista académica que tiene
también otras prioridades, necesidades y tiempo.
En Guayaquil han
existido revistas como Catedral Salvaje (que era dirigida por los poetas
guayaquileños Mario Campaña, Fernando Itúrburu y Jorge Martillo),
una de la Universidad Católica y uno que otro intento que ha muerto de
paro cardiaco casi en el primer momento. Y no lo niego, conseguir el financiamiento
para que una revista cultural, que genere debates o que hable en sus páginas
de arte (desde otras perspectivas y enfoques), de cine (no de Hollywood), de pintura
(no de pintores comerciales), de literatura (no del canon de siempre), de música
(no necesariamente comercial y de esas que la gente baila en las discotecas) o
de poesía (no del canon de siempre), es algo que a la empresa privada,
de partida, no le interesa. Pero no lo niego he recibido el apoyo desmedido de
los medios de comunicación, como del lector común y de a pie, y
ha sido de total apoyo a este desafío que cada vez va creciendo más
y más.
Llevado por esa necesidad (llamémoslo capricho y voluntad)
es que nació El quirófano (revista sobre arte y literatura)
que intenta condensar el pensamiento de los creadores guayaquileños y también
del Ecuador entero, tanto los que viven en el país o como los que viven
en el extranjero. Y para eso he reunido un gran grupo de escritores para que me
acompañen en esta iniciativa, y por supuesto me asesoren y sobre todo colaboren
como lo son: Leonardo Valencia, Solange Rodríguez, Fernando Cazón
Vera, Rafael Díaz Icaza, Miguel Antonio Chávez, Ramiro Oviedo, Carmen
Váscones, Diego Cazar, Fernando Nieto Cadena, Fernando Itúrburu,
Edwin Madrid, Xavier Oquendo, Iván Oñate y Alex Tupiza. Todos ellos,
como muchos sabrán, son destacados escritores del país.
Muchos
se preguntarán por qué se llama el quirófano la revista
que yo soy el Director-editor, las interpretaciones pueden ser varias, pero yo
sólo les puedo decir que si no leemos, no incentivamos nuestro espíritu,
no desarrollamos un pensamiento crítico o no cuestionamos el mundo que
vivimos, estamos en posibilidad de caer en estado de descomposición y de
simplemente morirnos.
Por eso es hora de que agarremos el bisturí
y tratemos de revivir al enfermo que está en estado de emergencia, en el
mismo quirófano o en terapia intensiva. Porque sino el enfermo se nos morirá
y nosotros sólo seremos aves de rapiñas de este país, de
su arte, de su gente y su cultura que se está dividiendo y fragmentado
en una forma muy peligrosa y no sé cual puede ser el desenlace final, pero
me temo que no será nada digno de admirar.
*(Guayaquil,
Ecuador, 1979) Licenciado en comunicación social. Ha publicado los poemarios
Ausencia, Mientras ella mata mosquitos, Animales salvajes y La bestia
que me habita. Sus textos aparecen en varias antologías locales y del
extranjero. Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vásquez,
el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo y
Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía César
Dávila Andrade. Es uno de los fundadores del grupo cultural guayaquileño
Buseta de papel. Parte de su obra poética está traducida al inglés,
al catalán y al francés. Poemas suyos han salido en importantes
periódicos y revistas impresas o virtuales de Ecuador, México, Canadá,
España, Argentina, Perú, Colombia y Uruguay. Editor de la revista
literaria El quirófano.