Perinola
de Víctor Vimos
Por
Augusto Rodríguez
Víctor
Vimos nació en Riobamba en el año 1985. Es miembro fundador
del Colectivo Artístico El Noctambulario; ha participado en la organización
del Primer Encuentro Nacional de Poesía Sarandearte
(2006); ha sido merecedor del Segundo Premio Provincial de Poesía (2004);
primer lugar en el Concurso Provincial de Cuento (2005); sus textos han sido leídos
en diversos encuentros nacionales como el Encuentro Latinoamericano de Poesía
Garganta Profunda (Quito, 2006). En este año ganó el Primer Premio
de la Bienal de Cuento de Ambato (2007.
Comentario
Leyendo
el libro de microcuentos llamado Perinola del riobambeño Víctor
Vimos podría empezar diciendo que estamos ante un interesante narrador.
Ante un joven escritor que entra con un discurso sólido golpeando puertas
y ventanas de nuestra literatura ecuatoriana, a ratos tan venida a menos.
En
definitiva, nos encontramos ante un libro sobrio, bien trabajado, lleno de humor,
de imágenes sexuales, que se mezclan con la infancia del personaje-observador
que constantemente recuerda a muchachas enloquecidas, vírgenes insolentes,
putas en camas ajenas; todo un libro de textos cortos desenfadados y muy bien
estructurados que giran acerca del principio de la vida, el sexo, el descubrimiento
bochornoso del amor y de varias fantasías que se quedarán impregnadas
en la pupila-cerebro-corazón del lector de estas páginas.
Desde
ya le doy la bienvenida al escritor Víctor Vimos al mundo del papel impreso
y le aliento desde este puerto maldito, que siga trabajando y viviendo su escritura
al máximo, como lo ha venido haciendo hasta hoy. Y sólo me resta
por decir: Si así llueve en nuestra literatura, pues que no escampe.
DESPUES
DE TODO, TAMBIÉN HAY BUENAS NOTICIAS
Cuando desperté
tenía el cuello hasta los topes de esquirlas húmedas que habían
incrustado en mí, las furiosas ráfagas de sus labios. Solo entonces
comprendí que las piedritas que arrojé a su ventana, tambaleando
en medio de la oscuridad, no fueron en vano.
ADVERTENCIA
PARA UNA INTRUSA
Claudelè: cuida que tus senos no me sigan
bailando en los ojos, como dos libélulas desnudas en medio del vuelo, por
que te juro que un día de estos me armo de valor y de un solo flechazo,
limpio hasta la última esquina de esa absurda dignidad que duerme en el
jardín de tus muslos y, a la que tus padres han estado cuidando con tanto
celo, para que sea humedecida por el rocío de algún caballero en
tu noche de bodas.
SONÁMBULO
Encendió
la luz y me di cuenta que tenia más arrugas de las que había imaginado,
mientras estaba cabalgando sobre ella.
UNA
RAYA MÁS AL TIGRE
Mi vecina, doña Lupe,
ni siquiera sospecha que ya empecé a saborear la frutilla que le creció,
a la más pura de sus hijas, en medio de las vellosidades.
¡Ah
mi suegrita! Apuesto que sigue convencida que lo único que hacemos juntos,
es salir de la mano a romperle la cara a la luna a punta de versos.
PAYASO
Angustiado
Doroteo, dile a tu amiguito, el de la gorra chistosa, que no se vuelva a cruzar
en mi camino, por que ciego como estoy, soy capaz de arrancarle de un solo zarpazo
los pulmones, para que no le quede aire en ese cuerpo de chapulete.
¿Cómo
que por que? Acaso te parece poco que haya llenado de mentiras los oídos
de mi amadísima Leutera, queriendo separarme de ella, a sabiendas, de que
la llave de su calzoncito es el tesoro más grande que poseo.