GRUPOS
LITERARIOS
O UN MOVIMIENTO OCULTO EN EL ECUADOR
Por
Augusto Rodríguez
"La poesía ha dejado de ser la hermana menor de
otros géneros literarios,
como muestra está la inmensa cantidad
de jóvenes poetas en lengua
española con que cuenta en la actualidad
el mercado literario".
José Emilio Pacheco
Después
de hacer una exhaustiva investigación y rastreo a jóvenes poetas
de diferentes puntos del Ecuador, pudimos al fin reunir a 40 autores del país
(la mayoría inéditos) en el I Festival Nacional de Poesía
Joven Hugo Mayo que se realizó en la Casa de la Cultura, Núcleo
del Guayas por parte del grupo cultural Buseta de papel (colectivo literario al
que pertenezco).
Lo
primero que me doy cuenta es que no hay una tendencia o un estilo definido a la
hora de producir sus textos, por parte de las nuevas camadas de escritores. La
misma antología poética del I Festival Hugo Mayo es un ejemplo claro
de esto. Basta acercarse a este libro para encontrar una gran gama de cualidades,
de ritmos, de precisiones, de temáticas, de señas muy particulares.
Algunos se orientan a recrear desde sus respectivos puntos de vistas: lo urbano,
lo cotidiano, el sexo, el erotismo, los vericuetos de la vida y de la muerte,
el tiempo; en definitiva, los temas de hoy y de siempre. Eso sí, con una
total libertad creativa pero con el sello del humor y del sardonismo.
También
creo que la nueva generación de poetas ecuatorianos viene menos contaminada;
seguramente por el ambiente de la época en que vivimos y sin ninguna preocupación
mayor que su propio trabajo poético. No hay afanes de ocupar ciertos territorios
ni de imponer sus arbitrarias presencias como los eternos viejos caciques literarios
de siempre como muy bien lo dijo
el poeta quiteño Javier Cevallos, en una entrevista para diario Expreso
de Guayaquil:
"Nuestra generación, es una generación
que asiste, tranquila, al proceso de desacralización de las vacas sagradas,
por las que, al mismo tiempo, siente respeto. Por suerte ha muerto en nuestra
generación la idea del parricidio, matar al padre, desconocer todo lo que
hay antes, vamos a fundar la literatura del Ecuador, etc., eso ya se ve como una
idea ridícula. Más bien hay un respeto, un homenaje al movimiento
que nos precede".
EL
SILENCIO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Realmente creo que
la actividad y el surgimiento de los actuales grupos literarios del Ecuador, es
sin duda, uno de los movimientos más trascendentes, novedosos y valiosos
que están sucediendo en el Ecuador de hoy.
Hay escritores como
Javier Ponce, Fernando Iturburu, Mario Campaña, Edwin Madrid, Iván
Oñate, Fernando Cazón Vera o Jorge Dávila Vásquez,
entre otros, que han notado lo que está sucediendo y han hablado de estos
grupos culturales, artísticos, literarios de nuestro país, pero
de un modo aislado.
Pero me pregunto: ¿por qué los medios
de comunicación, escritores y críticos literarios no hablan o no
han hecho mayor comentario sobre este importante suceso? ¿Será acaso
pereza, prejuicio o alguna extraña razón que desconozco? ¿Cuál
será realmente el motivo para su mutismo?
LOS
GRUPOS LITERARIOS DE AYER Y DE HOY
La historia de los grupos literarios
en el Ecuador viene desde hace mucho tiempo atrás: Los Tzántzicos,
Caminos, Umbral, La Mosca Zumba, Matapiojo, Lapequeñalulupa, Balapalabra,
Contextos, Pablo Palacio, La Pedrada Zurda, La bufanda de sol, Tientos y Diferencias,
entre otros, por los años 80. En Guayaquil existieron grupos literarios
como El Grupo de Guayaquil o Sicoseo, entre otros.
En la década
de los 90 casi no se registra mayores movimientos y grupos literarios (muy escasos,
en todo caso), es mas podríamos hablar de una generación que prefirió
trabajar desde la individualidad.
La tendencia que está marcando
a las nuevas generaciones actuales de poetas es que están volviendo a concentrase
en diferentes grupos literarios, artísticos o culturales. Ahora sí
podemos hablar nuevamente de un gran auge de grupos que están trabajando
en diferentes rincones del país, tenemos el caso de colectivos quiteños
como Fe de Erratas, Locomotrova, Machete Rabioso, etc.
En
Cuenca tenemos a los grupos La Pileta, La Esponja, El Club de Literatura de la
Universidad de Cuenca, entre otros. En Riobamba al grupo Quetzal y a más
grupos en Ibarra. A los grupos Buseta de papel y Re-verso en la ciudad de Guayaquil.
Sabemos que en estos momentos están surgiendo y seguirán surgiendo
más agrupaciones en la escena cultural del Ecuador.
LA
POESÍA, UN OFICIO ARDIENTE
Quiero recalcar que
la poesía en nuestro tiempo goza de una extraña vida. En nuestro
país se publica poca poesía, se lee poco es verdad, pero se escribe
en buena cantidad o por lo menos con una gran calidad.
El poeta Juan Gelman
dijo: "La poesía es un oficio ardiente en el cual uno trabaja mientras
espera que se produzca el milagro del maridaje feliz de la vivencia, la imaginación
y la palabra". Yo creo que la poesía debe intentar ampliar las posibilidades
expresivas del idioma, descomponerlo y recomponerlo, un poco con sentido lúdico
para volverla más dúctil, más rico al verbo poético;
actualizarlo para que pueda comunicar cualquier vivencia, desde las más
trivial hasta lo más profundo.
Los poemas deben brotar de todos
los estímulos circundantes, sin desdeñar los más comunes,
que son aquellos provenientes de las situaciones ordinarias. Se debe servir de
todo lo que está a su alrededor para crear, destruirse y volverse a crear
nuevamente.
Para finalizar quiero citar a uno de mis poetas favoritos de
Chile, Jorge Teillier, que creo resume de gran manera, la función de la
poesía y del poeta:
Tú sabías que la poesía
debe ser usual como el cielo que nos desborda
que no significa nada si no
permite a los
hombres acercarse y conocerse.
La poesía debe
ser una moneda cotidiana
y debe estar sobre todas las mesas
como el canto
de la jarra de vino que ilumina
los caminos del domingo.
Sabías
que las ciudades son accidentes que no
prevalecerán frente a los árboles
que la poesía no se pregona en las plazas ni se
va a vender a los mercados
a la moda
que no se escribe con saliva, con bencina, con muecas
ni con
el humor de los que quieren llamar
la atención como payasos pretenciosos.
La poesía
es un respirar en paz
para que los demás
respiren.
Un poema debe ser leído por amigos desconocidos
en
trenes que siempre se atrasan
o bajo los castaños de las plazas aldeanas.
Un poeta derribado
es sólo el árbol rojo que señala
el comienzo
del bosque.
Augusto Rodríguez:
(Guayaquil, 1979) Licenciado en Comunicación Social. Ha publicado los poemarios
Ausencia (Santiago de Chile, 1999), Mientras ella mata mosquitos
(2004), Animales salvajes (2005) y La bestia que me habita (2005).
Sus textos aparecen en varias antologías locales y en países del
extranjero. Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vásquez,
el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo y
una Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía César
Dávila Andrade. Es miembro fundador del grupo cultural Buseta de papel.
Editor de la revista literaria El quirófano.