A más de treinta años de publicadas,
las dos primeras colecciones de cuentos de Skármeta siguen
resultando insuperables.
En 1967, Antonio Skármeta había obtenido algunos
premios en varios concursos y se decidió a recopilar todos
los cuentos galardonados en el volumen titulado El entusiasmo,
nombre
que
no corresponde a ninguna de las historias de la colección.
Sin embargo, pocas veces en la literatura chilena un libro ha sido
denominado en forma más adecuada. Como el mismo autor lo ha
dicho, él sentía entonces que nuestra narrativa era
conservadora, formal y que su repertorio de héroes consistía
en burgueses o empleados. En su primer texto, Skármeta expresó
algo tan sencillo como el asombro de estar vivo, conviviendo con la
realidad de manera gozosa, sin intentar cambiarla, sin criticarla
o clasificarla. El resultado fueron ocho aventuras donde predomina
un lenguaje sensual y pleno de imágenes, una escritura lírica
donde se exponen personajes jóvenes, sin prejuicios, abiertos,
sin rebeldías impostadas y, en general, disfrutando tanto de
la existencia como su propio creador parecía hacerlo en aquellos
momentos.
Se ha exagerado bastante con respecto a la influencia anglosajona
en la obra temprana de Skármeta. La verdad es que se trata
más de un estilo de vida, pues el narrador fue un trotamundos
comparable con Kerouac y ello se refleja, naturalmente, en estos relatos.
Pero además fue un lector omnívoro y adquirió
una sólida formación académica, lo cual es imposible
de ignorar. La diferencia entre Skármeta y sus predecesores
reside en lo que él ha llamado "estética de la
promiscuidad"; es decir, la mezcla de elementos de una alta cultura
con otros callejeros y populares, como el rock, los boleros y los
comics. La pasión por el fútbol, la hípica, la
vida de barrio, la pertenencia a un grupo, la iluminadora alusión
a rincones de Santiago o ciudades de provincia, son factores que,
pese al estilo en apariencia norteamericano, hacen tan chilenas a
estas crónicas.
El entusiasmo es una de las raras selecciones dedicadas al
género breve, de la década del 60, que ha soportado
bien el paso del tiempo. Algunas piezas son ya de antología
y se han editado y reeditado en numerosos tomos sobre las letras actuales
en Latinoamérica: "La Cenicienta en San Francisco",
"Días azules para un ancla" y "Nupcias".
En 1969, Skármeta repitió la hazaña anterior
con Desnudo en el tejado, que
contiene la más célebre de sus contribuciones al arte
cuentístico : "El ciclista del San Cristóbal".
Como sucede en el conjunto previo, aquí se manifiesta la totalización
de un universo en un microcosmos, un ambiente pequeño y absoluto,
donde, al parecer, no hay nada fuera de él. Y se repite el
programa vital de Skármeta con respecto al arte literario,
en cuanto a la apropiación del intelecto, para después
hacerlo descender a las plazas y comunas, combinándolo con
los fenómenos plebeyos de aquellos años. En Desnudo...
hay epígrafes de Gabriela Mistral o Samuel Beckett e innumerables
referencias a intérpretes como los Ramblers, Ray Charles, Lucho
Gatica... Y aunque aun produzca placer la lectura de estos notables
trabajos juveniles, a más de 30 años desde que vieron
la luz, se advierten en ellos rasgos que después predominarían
en el Skármeta maduro: un narcisismo galopante, un culto hacia
la juventud, casi una fijación obsesiva por lo adolescente,
un experimentalismo a ratos gratuito.
Cuando se tienen 26 o 28 años, eso carece de importancia y
ésta es una de las razones, aparte de las artísticas,
gracias a las cuales El entusiasmo y Desnudo... se han convertido
en clásicos y siguen perviviendo como recurrentes ejemplos
de lo mejor que la prosa nacional generó durante la segunda
mitad del siglo pasado. Tiro libre (1973), la siguiente compilación
de Skármeta, es inferior y en el futuro abandonó la
narración corta, proyectándose en una multiplicidad
de actividades de la más variada índole, entre otras,
la producción de novelas. En realidad, la carrera de Skármeta
ha sido tan diversificada, que resulta un milagro que todavía
pueda seguir escribiendo, aunque nunca superó sus dos primeras
series de cuentos.
EL ENTUSIASMO / DESNUDO EN EL TEJADO
Antonio Skármeta,
Random House.
Barcelona, 2004.
Precio de referencia: $5.950 c/u.