ARMANDO 
              URIBE ARCE, DISTINGUIDO Y CON NUEVO LIBRO
              Monsieur odio
              
              
              Por Javier García
              La Nación, Domingo 7 de agosto 
              de 2005.
          
          El poeta que se considera “visceral 
            y miserable” a los 14 años publicó sus primeros versos. 
            Acaba de lanzar su libro-objeto “Desdijo”, y este martes será 
            distinguido con la Orden Oficial de las Artes y las Letras de Francia. 
            “Los premios son abejas que te pueden picar”, afirma desde su departamento 
            donde recuerda su amistad con Nicanor Parra, habla de la muerte como 
            un tanatólogo y le retuerce el cuello a las palabras. 
          Alguna vez dijo que el diablo existía gracias 
            al cura Raúl Hasbún, Hermógenes Pérez 
            de Arce y Juan de Dios Vial Larraín. Pero se acabó el 
            personaje que interpretaba Armando Uribe, el polémico, el hombre 
            que disparaba sus diatribas contra la escritora Isabel Allende y los 
            gestores 
del 
            Golpe Militar de 1973. Ahora quiere ser AUA (Armando Uribe Arce). 
          
          No dejará de polemizar ni se olvidará de Pinochet, 
            pero mejor es conversar de la muerte como quien respira. Y lo hace 
            en su departamento frente al Parque Forestal, desde donde dice estar 
            “enclaustrado desde hace siete años”. 
            
            Retorcido en su sillón como una gran sombra, su voz profunda 
            y ronca es lo único de su cuerpo que parece estar vivo, aspira 
            su pipa como un último aliento y su encierro le ha permitido 
            escribir con mucha más calma. “Por eso aparezco como una persona 
            que publica demasiado. Lo que puede ser visto como un desenfreno de 
            publicación”, expresa. 
          Armando Uribe habla de la muerte como si fuese un tanatólogo 
            o un cura que ha dado cientos de veces la extremaunción. “Concibo 
            la muerte en mi conciencia racional”, espeta. 
          El autor de títulos como “Transeúnte pálido”, 
            “Los ataúdes”, “No hay lugar”, “A peor vida” y “De muerte”, 
            el martes será distinguido con la Orden Oficial de las Artes 
            y las Letras de Francia. “Los premios y elogios no agregan nada a 
            la obra que uno ha realizado. Lo importante es no ser influido por 
            bajas pulsiones de vanidad y soberbia. Los premios son abejas que 
            te pueden picar, un enjambre alrededor de la cabeza. Rechazarlos produciría 
            más escándalo, soy partidario de lo pintoresco”, señala 
            con el gusto de la rabia que tienen sus frases. 
          Parece un tic cada vez que pronuncia ciertas palabras, deletreando 
            sobre todo los nombres. Las enfatiza, las desarma, les tuerce el cuello, 
            las domina. Como el del consejero cultural francés que le avisó 
            de la condecoración en Francia: “¡Monsieur C-o-u-f-f-i-g-n-a-r!”, 
            dice en un nuevo esfuerzo de encender su pipa. 
            
          
          NOBLE PERSONAJE 
            
          Uribe nunca había fumado, hasta los 34 años. Esto, 
            debido a “un accidente del trabajo”, como aclara, siendo representante 
            de Chile en Naciones Unidas tuvo que realizar un informe para una 
            conferencia internacional en Suiza. “Entonces hice ese informe en 
            dos días, y para mantenerme despierto me di cuenta que el café 
            no bastaba. Descubrí que si fumaba cigarrillo y me adormecía, 
            iba a despertar cuando me quemara los dedos”. 
          Quien se considera “visceral y miserable”, a los 17 años escribió 
            los versos: “Suelo ser olvidado, quedo solo en mi casa/ vestido como 
            noble personaje”. Condición que Uribe no ha cambiado, “estoy 
            enclaustrado esperando leer ‘2666’ de Roberto Bolaño, de quien 
            admiro su talento, pero no me gusta la forma de su espíritu”, 
            cuenta mientras instala en su equipo de música las sonatas 
            de Beethoven tocadas por Claudio Arrau. 
          De pasada da un consejo para que las relaciones de pareja perduren 
            “el amor y el odio entrelazados deben estar en el uno y en el otro, 
            como Catulo que decía hace más de dos mil años: 
            Te amo y te odio”. 
          Uribe cree que los grandes olvidados de la poesía chilena 
            del siglo XX son Venancio Lisboa, que publicó en los años 
            ’50 y aparece en la “Antología crítica de la nueva poesía 
            chilena”, de Jorge Elliott. El otro es David Rosenmann-Taub, “que 
            es el único poeta del mundo que por una beca puede vivir de 
            la poesía hasta su muerte”.
          Gonzalo Rojas, Armando Uribe y Nicanor Parra deben ser los mayores 
            poetas vivos de Chile. Con Parra dice tener amistad desde los años 
            ’50, incluso antes que publicara “Poemas & antipoemas”. “Me lo 
            presentó el crítico literario Jorge Elliott. En esa 
            época Parra vivía en una casa pareada, como de población 
            de empleados públicos, a dos cuadras del canal San Carlos. 
            Con Parra tenemos en común el interés por la obra del 
            poeta ingles Robert Browning, que debe ser una de las fuentes principales 
            del estilo que Parra ha cultivado en su poesía”. 
            
          
          CUCHICHEOS DE 
            LA MUERTE
          Dice entenderse con los jóvenes, quienes lo visitan habitualmente 
            en su departamento, “cuando Chile era civilizado, antes del golpe 
            de Estado del ’73, la relación entre distintas generaciones 
            se producía en forma natural y eso se quebró”. 
          -Un crítico dijo que no había visto en poesía 
            tantos ataúdes en sus últimos libros desde la “Antología 
            de Spoon River”, de Edgar Lee Masters.
            -En el inconsciente del recién nacido también hay una 
            pulsión hacia la muerte. Los porrazos, errores, malentendidos, 
            enfermedades, son todos anticipos cotidianos de la muerte. Desde que 
            era niño quería ser defensor de nonatos, que significa 
            ser partidario de la vida de aquellos que han sido concebidos, pero 
            que todavía no nacen a la luz, porque son más indefensos 
            que los pobres. La mayor imperfección del cuerpo y de la psiquis 
            es la muerte. La muerte es un asunto que me ha seguido toda la vida, 
            y va a ser así hasta que me muera. 
          
          
            Lengua dura
           
          El amor, la religión, la rabia, el demonio, Pascal, la Concertación, 
            la burguesía, El Mercurio, Neruda, la muerte, son tópicos 
            que Uribe ha tocado con frases agudas, pronunciadas desde la estampa 
            sincera y rabiosa del poeta. Pase, lea y juzgue.
           
           
          “La poesía no sirve para nada. Es un lujo de las almas ¡pero 
            a quién le interesan las almas!”. 
            La Tercera, 28 de octubre de 1990. 
           
          “Creo en el demonio con cachos, cola, pezuñas y diente de 
            oro”.
            Las Últimas Noticias, 27 de octubre de 2002. 
           
          “Desde la muerte de mi hijo hace cinco años decidí 
            enclaustrarme, siguiendo un pensamiento de Pascal que dice que los 
            mayores problemas de los seres humanos vienen de no poder quedarse 
            tranquilos en su pieza”. 
            La Tercera, 2 de noviembre de 2002. 
           
          “En Chile, en general, no hay debates públicos en que se discutan 
            ideas o posiciones intelectuales, lo que es una gran falla y una prueba 
            más de la decadencia intelectual chilena de los últimos 
            decenios”. 
            Las Últimas Noticias, 31 de marzo de 2002. 
           
          “¿Para qué quiero dientes, si yo no necesito sonreír?”.
            Las Últimas Noticias, 5 de septiembre de 2004. 
            
            
           
          RABIO COMO RABIO
          “La dictadura, esa concentración de la tontería pública, 
            que en la democracia está equitativamente distribuida”. 
            La Tercera, 28 de octubre de 1990.
           
          “En Chile hay lumpen burguesía, lumpen nuevos ricos, lumpen 
            empresarios, lumpen políticos y lumpen cultural. Son lumpen 
            porque se manifiestan como lumpen: groseros y vulgares”.
            La Tercera, 6 de febrero de 2000.
           
          “La calidad de las personas que pertenecen hoy al Parlamento en Chile 
            es mucho más baja que la del pasado. El Mercurio publicaba 
            las actas de las sesiones del Senado y ahora las dejaron de publicar. 
            Por 12 años en el Parlamento no ha habido ningún debate 
            interesante”.
            La Nación Domingo, 18 de agosto de 2002. 
           
          “Soledad Alvear me parece una persona intelectualmente mediocre”.
            Las Últimas Noticias, 11 de marzo de 2003.
           
          “La Concertación, que no es de centro izquierda sino de centro 
            derecha, desechó la mayor parte de los grupos que la compusieron 
            en sus inicios y se quedó con apenas cuatro partidos”.
            La Nación Domingo, 14 de diciembre de 2003. 
           
          “La señora Isabel Allende escribe para el mercado. Esto lo 
            digo sin un ánimo de envidia. ¡Qué le voy a envidiar 
            a la señora Isabel Allende! Hay toda clase de pruebas y la 
            más reciente es que con el éxito de los Harry Potter 
            ahora ha escrito tres libros para niños. Sus obras me aburren”.
            La Segunda, 30 de agosto de 2004.
           
          “Pablo Neruda era un ególatra consumado”. 
            Las Últimas Noticias, 25 de abril de 2004. 
           
          Al recibir el Premio Nacional de Literatura 2004:
            
            -¿Se siente merecedor del premio?
            -“No, ¡cómo se le ocurre! Por falsa modestia debo 
            decir que no soy merecedor, de ninguna manera...” 
            La Segunda, 30 de agosto de 2004. 
           
          “He seguido escribiendo porque veo el fin de mi mundo; lo veo como 
            una cosa pronta. Quiero evitar dejar el clavo a mis hijos: libros 
            enteros de textos inéditos”. 
            La Tercera, 2 de agosto de 2005.
          
          
          
            
              Fotografía: Dig. 
                sobre una fotografía de Mario Ruiz