Ángel Valdebenito
Un poeta de avanzada
Por Felipe Ruiz
Contra las fáciles intervenciones en la poesía, es decir, contra la afirmación escurridiza a partir de lo rizomático y fragmentario del texto poético y, su “matriz”: el límite exterior del verso, es decir, la tangencialidad de la escritura, Valdebenito ofrece no un contra punto, ni siquiera un sesgo aclarativo al lector: ofrece la pernocticidad del recorrido antes de llegar a casa. Lo que punza en esos versos no es únicamente la desazonada corazonada de la huída de la ciudad o, seamos sinceros, de su invasión por el desmedido y desacreditado avance de lo local. Todo aparece bajo la rubricada de la localidad y esa palabra que Heidegger ocupara, el lugar como localidad del lugar, hoy parece topar su fin. Por eso es que la poesía de Valdebenito aparece en las certezas de la poética nacional recién descubierta: una que no tiene antecedentes en la literatura ni del sur ni la céntrica.
Not, urgencia, indica que el poema de la patria está en la construcción proporcional de un sesgo de verdad armada, de una parte importante de la defensa nacional en torno a los límites como zonas de intercambio y experiencia comunitaria. Esas zonas de intercambio no son ni agresivas ni hacen sentido del pólemos griego: por el contrario, son experiencias de ficcionalización del combate, donde se juega, a partir del reto, del campo de pruebas.
Si nos atenemos a este sentido de la poesía, Valdebenito ofrece, desde luego, muchas aventuras literarias. Su posicionamiento es de avanzada en el sentido de que los límites de producción del poema no son dados a partir de la experiencia del militarismo, sino como poyesis, es decir, como producción en el sentido del Polla de Antígona: lo más violento y pavoroso.
Es de este modo que su obra no se escruta simplemente con el nombramiento del militarismo represivo, hemos dicho: esta poética no tiene antecedentes. Por el contrario, Patria, el gesto de nombrar la Patria, posee una reminiscencia más honda que cualquier matriz que busque anclarse en el origen ex temporal de la condición del poema en la literatura chilena. No, por supuesto: el poema tiene un origen bien datado, posee una identidad de origen y el autor posee una interioridad que lo inquiere a posibilitar sistemáticamente el traslado del hombre desde los límites extra territorializados por los media y la propaganda hacia la salida de ese exponente de verdad que sigue siendo la Patria y lo patrio, es la poesía de Ángel Valdebenito.
Para empezar a entender la bastedad de esta parada, en la que se encuentran Ernesto González, Felipe Moncada y otros, habría que posiblemente desinventar la crítica, y volver a inventarla con todos los papeles arrugados de todas las críticas desechas de los años 90´. Quizás allí aparezcan los papeles maché con los que lanzar a aquellos que aún buscan descorrer el velo de la belleza de estos poetas.