Un mapa a completar
1.-
La prosa se lee en los diarios, dice G. Apollinaire.
Desde mi parcialidad abordaré y diré cuáles son
los autores de la poesía en el Norte que merecen, a lo menos,
consideración; a partir de la "poesía", es
decir, desde mi experiencia estética, a partir de mi amor por
el terruño y a partir de las formulaciones canónicas
de Iván Carrasco y de Harold Bloom. Todo esto, a pesar que
no nos ven, no nos ve el otro país del mismo "Estado".
Sin embargo, en estos días, la antología latinoamericana
"Poesía en Altura", publicada en Bolivia (2004)
incluye a varios poetas del Norte y la antología "Poetas
del Desierto" (2004), compilada por Osvaldo Ángel,
reúne a 39 jóvenes de menos de 36 años, y que
no tienen mucho que envidiarle a los de la antología urbana,
publicada recientemente por Raúl Zurita.
2.-
La historia de la literatura chilena es reciente. Los textos: "La
Araucana", "Arauco Domado" y "Purén Indómito"
nos dieron aparentemente la partida épica; y además,
trágica, porque el genocidio también operó desde
la amenaza. Se creó el mito de un "pueblo indómito";
y así siempre resulta fácil actuar contra un enemigo
suficientemente válido. Curiosamente esto ha contribuido a
una nación con fuerte arraigo y a una saga de historiadores.
Sin embargo, el verdadero inicio de la poesía parte, a lo menos
en Chile, con la "poesía visual" de la cerámica
de nuestros padres tutelares.
El esplendor de la poesía chilena no nace aquí, sino
mucho después: con Balmaceda se democratiza y se reforma la
educación, y allí aparece esta gran poesía. Y
en esto participan algunos poetas del Norte, especialmente del Valle
de Elqui: Julio Vicuña Cifuentes, Manuel Magallanes
Moure, Carlos Mondaca y la entonces muchacha llamada Lucila
Godoy. Allí, también nace una poesía "subjetiva,
íntima y delicada", de la cual los poetas del Norte tampoco
se han desligado. Somos parte de una falsa tradición nacional,
porque no nos olvidemos que esta nación, al decir de Góngora,
nació desde el Estado.
3.-
La poesía del Norte es muy reciente. Obviamente este Norte
es desde la Guerra del Pacífico. De todas maneras, en el Valle
de Elqui nace la Generación Literaria más importante
del país, la Generación Naturalista (Goic) y/o mundonovista
(Nómez). Pero también se han publicado más de
veinte antologías de poesía chilena en los últimos
años, y casi no aparecen obras y autores del Norte, inclusive
en aquéllas que reúnen a los poetas del '80 y del '90,
prácticamente no aparece nadie. En un importante estudio de
Iván Carrasco, especialista de la poesía de "provincias",
sólo consigna a uno en su Canon. Me parece tremendamente injusto,
por decir lo menos.
Claro, también hay responsabilidad de nosotros, que nos hemos
desgastado en luchas innecesarias. En cambio en el sur ¡qué
provecho le han sacado a la unidad!; y eso les ha permitido apropiarse
en parte del espacio cultural chileno, creando un eslabón,
que viene desde Neruda, Teillier, Quezada, Trujillo, Rosa-Betty Muñoz.
¿Dónde están los maestros del Norte? ¿Dónde
está nuestro eslabón? Tal vez, la narrativa no lo requiera,
pero sí la poesía.
4.-
En estos días, me parece: estamos asistiendo a una época
más alentadora para la literatura del Norte. En la narrativa,
no sólo han ganado, autores jóvenes, los premios más
importantes del país, sino que han sido publicados por editoriales
significativas. También tenemos que señalar que Hernán
Rivera Letelier se ha convertido en el narrador más importante
de la literatura del Norte, y su "generosidad" está
siendo muy útil para otros escritores del Norte. Los recientes
Congresos de escritores en Calama, Chañaral, Coquimbo, Antofagasta
y Copiapó demuestran que se dan verdaderos pasos para salir
de la marginalidad: para ser sinceros, esta marginalidad dada por
lo antes dicho; pero también, por la falta de profesionalismo,
de riesgo y de no creer suficientemente en la propia historia del
Norte.
Durante mi estadía en Antofagasta en 1980, publiqué
un pequeño texto de "Jóvenes poetas del Norte".
Después, Juvenal Ayala publicó otra antología.
Ahora, José Martínez Fernández publicó
una antología de 10 nombres claves de la poesía del
Norte; donde recoge, entre otros a Guillermo Ross-Murray y
a Luis Araya Novoa. Aristóteles España amenaza
con una antología de los '80, más rigurosa.
Este "volcamiento", este irse al Norte desde el Norte resulta
tremendamente provechoso. Algunos poetas han intentado como "la
Carmela" volverse capitalinos, pero han sido patéticos
los resultados.
Hace poco, en El Mercurio, Véjar hizo un recuento de la poesía
visual chilena y ni siquiera nombró a Guillermo Deisler.
Si Deisler es uno de los artistas más importante o, a lo menos,
el más creativo del Norte es iluso esperar consideración
desde Santiago-Chile.
5.-
Pero no nos quejemos tanto, porque se ha recorrido una etapa. Hay
hombres notables en el Norte. Y hay escritores que seguirán
viviendo a pesar del olvido central y a pesar del desconocimiento.
El otro día, conversando con Naín Nómez, me dijo
que si hubiese tenido la información a tiempo, Neftalí
Agrella, sería parte de su antología crítica.
Indudablemente el camino ha sido sinuoso, ¿pero quién
sentó las bases tremendas en cuanto a profesionalismo, incorporación
y generosidad?. Fue Mario Bahamonde. Me parece que el prólogo
de su "Antología de la poesía nortina"
-la única, y publicada hace 38 años-, ha sido la más
enjundiosa que se ha publicado en el desarrollo de la literatura del
Norte.
Tres proposiciones que hace Mario Bahamonde son fundamentales para
la literatura del Norte: un "ser" del Norte, dado por lo
que él dice: "un paisaje de pétrea empuñadura"
y "el esfuerzo con que el hombre se vio obligado a enfrentar
la adversidad del paisaje". Lo segundo es el vislumbre de algún
ethós estético en el Norte, y que resulta fundamental
para tener opción artística en el mundo globalizado.
La tercera proposición de Mario Bahamonde, en su arriesgado
recuento o Canon de la literatura del Norte, donde claro su parcialidad
está presente; por ejemplo, donde coloca a María
Elena Durán también debió poner a Silvia
Villaflor. Pero reconoce tempranamente a Oscar Hahn y a
Nelly Lemus. El recuento que hace en el prólogo también
resulta importante, donde considera a tres notables poetas copiapinos:
Valentín Magallanes, Ramón Escuti Orrego y al
"pope", Juan José Julio.
Lo cierto que hacer un Canon es tremendamente arriesgado, pero si
sólo con esto se logra llamar la atención sobre una
sola obra ya es bastante para justificar las piedras de los que prefieren
la comodidad del silencio.
Esto lo vengo haciendo hace 25 años.
6.-
Respecto a "mi lista" solo nombraré algunos autores:
aquéllos que conozco y más admiro y otros dados por
mi interés en la cuestión histórica y el apego
de éstos a la "nortinidad", por opción o nacimiento.
Tanto Goic como Nómez y otros antologadores y estudiosos no
se han puesto de acuerdo en lo referente a las generaciones. Yo prefiero
hablar de "momentos" literarios. Nómez, para ordenar
la literatura, parte con las fechas de publicaciones, donde Goic lo
hace con lo temático. Por ello, también en el Norte
hay que tener cuidado con lo que llamamos "lírico";
porque, para mí, Matta es un versificador y Jotabeche mucho
más poeta.
Estos grandes momentos han permitido al Norte tener un Premio Nobel,
varios premios nacionales y tener la agrupación o generación
más importante de Chile, cosa que también dijo Mario
Bahamonde. Y, además, en esta misma antología, señala:
"Sin embargo, a pesar de estas muestras y de muchas otras que
han surgido en esta región, no hay una conciencia sobre la
poesía nortina ni en su acontecer histórico ni de su
calidad literaria. Apenas, a veces, suena algún nombre de algún
poeta como un recuerdo curioso o como una referencia pintoresca".
7.-
Veamos:
a) Después de la Independencia, surge el primer momento y está
conformado por algunos intelectuales-poetas fulgurosos de Chañarcillo,
y de las revoluciones de 1851, en La Serena y en la de Copiapó,
en 1859: José Joaquín Vallejo, Mercedes Marín
del Solar, Manuel Concha, Valentín Magallanes, Rómulo
Mandiola, Carlos María Sayago, Guillermo Matta, Manuel Antonio
Matta, Pedro León Gallo, Román Fritis, Francisco San
Román, etc. Además, de las figuras influyentes de
Argentina, Felipe Varela y Domingo Faustino Sarmiento.
b) Un segundo momento, apegado al anterior, y desplegado antes, durante
e inmediatamente después de la guerra del '79: Rafael Torreblanca,
Juan Gonzalo Matta, Ramón Escuti Orrego, Carlos Walker Martínez,
Hilarión Marconi, Pedro Pablo Figueroa, Juan José Julio,
Juan S. Lois, Delfina María Hidalgo, Rosario Orrego, entre
otros.
c) El tercer momento está conformado por el despertar de la
gran poesía chilena y básicamente nace en el Valle de
Elqui: Julio Vicuña Cifuentes, María Isabel Peralta,
Carlos Mondaca, Manuel Magallanes Moure, Gabriela Mistral, David Perry
(Ovalle), Víctor Domingo Silva, etc. Y, paralelamente,
agrego al copiapino, Romeo Murga y a Neftalí Agrella.
d) En la segunda década surge un cuarto momento, donde destacan
Salvador Reyes, Sady Zañartu, Oscar Sepúlveda (Volney).
Y, a mi modo, está conformado también por poetas que
están en estos días cerca de los 100 años, y
muchos de ellos aparecen en la Antología de Mario Bahamonde:
Fernando Binvignat, Antonio Rendic, Manuel Durán Díaz,
Roberto Flores, Ernesto Murillo, Luisa Kneer, Antonio Rendic, Andrés
Sabella, muy favorecido éste en la antología de
Pablo de Rokha; Erasmo Bernales, entre otros. Sin aparecer
en la antología, tienen méritos: Benigno Ávalos,
Mahfud Massis, Silvia Villaflor, Benjamín Morgado, Braulio
Arenas, entre otros.
e) Un quinto momento -está conformado- por los más jóvenes
de la antología de Bahamonde; y ¡claro! no aparecen en
las antologías nacionales, pero que tienen mérito de
sobra: Alberto Carrizo, Nelly Lemus (Dalmar), Pedro Humire
(Humeres) y Jorge Zambra. Y, además, este grupo se completa
con los nortinos de la revista Tebaida, acercándonos
a los '70: Luis Araya Novoa, Guillermo Ross-Murray, Oliver Welden,
Alicia Galaz, Luis Moreno, Ariel Santibáñez; Oscar Hahn,
de factura internacional, Hugo Ramírez, Nana Gutiérrez,
Miguel Morales y Eduardo Díaz; y, sobre todo, el artista
más completo o, al menos, el más creativo del Norte:
Guillermo Deisler, el cuál recién estamos reconociendo
en el Norte; ya que es una figura suficientemente reconocida en ámbitos
iberoamericanos de la poesía experimental. Y los más
jóvenes de Tebaida, que también son los primeros
de la generación siguiente: José Martínez
Fernández y Héctor Cordero. Además,
es necesario reconocer al poeta Ariel Santibáñez,
asesinado por la Dictadura, cuyo cadáver aún no ha sido
encontrado. Además, de Miguel Squella, Tussel Caballero,
Hugo Enrique Ramírez, José Morales Salazar, etc.
También son figuras importantes los poetas nacidos en Norte
y que fulguran en el contexto nacional: Ángel Pizarro, Estela
Díaz Varín, Ludwing Zeller y Raquel y Alejandro
Jodorowski.
Esto me hace pensar que en la nomenclatura casi torpe de ciertos académicos,
porque es notorio que estos últimos poetas están ligados
con Raúl Zurita que publicó Purgatorio el mismo
año que La Ciudad de Gonzalo Millán y que también
pertenece el poeta de Punitaqui, Tristán Altagracia,
Doris Araya, Juana Baudoin y los vallenarinos, Jorge Vargas
Naranjo y Jaime Anselmo Silva. De este mismo "momento"
son los poetas académicos avecindados en La Serena y que ahora
publicaron un texto de poesía: Jorge Salgado, Julio Piñones
y Walter Hoefler.
f) Respecto a los '80 y a mi generación: resulta significativo
las publicaciones hechas por el grupo Jotabeche de Copiapó,
Salar y Recital de Antofagasta, Extramuros de Arica,
La Añañuca y Lapislázuli de La Serena
y otras revistas, especialmente desde el ámbito de la universidad
y de la población.
Componen esta promoción desde Arica hacia el sur: José
Martínez, Hernán Rivera Letelier, Mayo Muñoz,
Carlos Amador Marchant, Juvenal Ayala, Jaime Ceballos, Fernando Martell,
Cecilia Castillo, Pablo Anuary, Wilfredo Santoro, Héctor Prieto,
Naja Shandré, Galvarino Santibáñez, Luis Kong,
Omar Monroy, Nélida Baros, Eduardo Aramburú, Juan García,
Ricardo Rozas, Samuel Núñez, Ramón Rubina, Susana
Moya, Óscar Elgueta, Cristina Larco, entre otros.
También resulta significativo que algunos poetas del ´80
tuvieron que practicar la diáspora interna y externa: Thomas
Harris, Teresa Calderón, Sergio Olave, Rodrigo Durand, Dinko
Pavlov, etc.
8.-
Ahora cuando empieza el nuevo siglo me llama la atención; por
ejemplo, la antología de jóvenes poetas realizada por
Osvaldo Ángel, me llama la atención la nueva propuesta
de género en lo estético y ético que hacen algunas
mujeres del Norte; me llama la atención que todavía
algunos otros poetas de los '80 persistan, cuando despunten ya los
del ´90, lo que puede hacer crecer ¡como nunca antes¡
la poesía en el Norte. Del ´90 hacia delante destacan:
Julio Miralles, Ana Leyton, Jorge Collao, Eloy Nédito, Carola
Pizarro, Andrés Pulgar, Manuel Tapia, Guillermo Gálvez,
Nancy Mendoza, Sebastián Villalobos, Osvaldo Ángel,
Juan Malebrán, Víctor Santoro, Markos Quisbert,
etc.
Ahora podría hacer las preguntas claves respecto al Norte.
¿Existe una literatura del Norte?
La respuesta es tremendamente implícita, porque es un poeta
del Norte el que pregunta.
¿Para dónde vamos, entonces? ¿Qué hacer?
Esto ya fue respondido en una publicación de Ediciones Mimbre,
por el antropólogo, Michel Romieux: "En la vanguardia;
porque sin vanguardia no hay cambio". Una vanguardia que dé
cuenta de nuestro ethós; una vanguardia que no busque como
objetivo llegar a Santiago-Chile, sino que atraviese el mundo echando
a volar poemas y autores del Norte.
Y en la medida que este basamento crezca, también se alentaran
y se alzarán no sólo la obras de nuestros "héroes
y hospitales", sino que el mundo también querrá
saber quiénes cresta somos.
Altos de La Recova,
diciembre, 2004;
Arturo Volantines