RECETA PARA EL
AMOR
(Del
Libro "Maula")
Para males de amores
dormir tres días,
dormir con
ropa puesta
y luz prendida.
¿Y
luz prendida?
Dormir tres días,
sus manos y sus ojos
que
desvivían,
desprender su fragancia
con agua fría,
en la
mañana
de los tres días.
¿De los tres días?
¡De tres mujeres
con que dormiste estos tres
días!
TEMA 14
(Del Libro "Epifanías").
LA
EXTRAÑA NOCHE DE MI SANGRE, LA EXTRAÑA PATRIA
ninguna mesa me
es tan silenciosa
ninguna pradera me es tan sola
mirar en
ella es engendrarme, reconocer mi cuerpo
yo elijo mis muertos
al vivir, mis parientes terribles.
Somos los más poseídos, los más conquistados
los seres
más lentos que contemplan el cielo
me esperan los
desconocidos
los convidados más rojos de este sol
me esperan
en el lecho mis eternas formas
mis sueños, hijos de un desierto
sin nombre
mi carne es un caballo pastando
cuya soledad me
aterra si despierto.
Lo
asombroso del mundo es este cuerpo lento
con cada uno de sus
órganos parecidos a mi rostro
en un lugar la noche es igual a
la luz
desde la sombra aparecieron los que amo
como si mis
ojos los crearan
como repetir un gesto total como las
manos.
Una noche es cada ser que recupero
una puerta cuya
entrada son todas las puertas
yo estoy aquí donde se tuvo la
sombra
como una mesa en lugar de mis muertos.
De
esta sangre, de esta noche ecuatorial
voy a morir de algo más
dulce que un pájaro
del único valle imborrable de la
tierra
donde nadie habita, donde esta casa no existe
voy a
morir sin jamás atravesar mis aguas
sin vivir todo el rumor de
mis árboles
voy a morir de un fruto más desconocido que mi
cuerpo
de una leche más pura que mi madre.
CANTO A
ESTA MUJER
(Del
Libro "La Compañera")
Canto a esta mujer que me acompaña
hija, hermana y madre
ella misma,
tierra de donde me alzo al sol primero
y después
dulzura que llena mis frutos.
Canto a esta mujer que está en silencio
como millares de
hijos en el vientre,
pero que silenciosa viene y va
más
liviana que un pájaro en el viento.
Canto a esta mujer que está tejiendo,
a esta otra que
está amamantando,
canto en ellas a la fertilidad
y a la
eternidad de mis huesos en la tierra.
Canto a esta mujer que ahí me espera
como puerta en la
inmensidad del mundo,
a estos cabellos donde se enreda el
viento
que empuja nuestras banderas al combate.
Canto a esta mujer de larga cabellera
y a estos de donde
nace el agua,
canto a su sexo de donde volveré a nacer
y a
su sangre que regará sin término.
Canto a esta mujer que me acompaña
con los senos
henchidos por mi anhelo.
Canto a esta mujer, todas las
mujeres,
y dejo la esperanza perseguida del hombre
en la
tierra sagrada de sus vientres.
SI HE DE
TENER CONTIGO UN HIJO
(Del
Libro "La Compañera")
Si
he de tener contigo un hijo,
que éste llegue
cuando nuestra
casa sea toda la tierra.
Si
hemos de dejar un heredero,
que éste venga
para mirar sin
asco nuestro mundo.
Si
he de hacerte madre,
que sea con amor
y no con verguenza de
vivir y de ser hombre.
Si
hemos de traerlo, conquistemos para él
el derecho de ser
libres
para que después no nos maldiga.
Conquistemos la tierra donde habrá de crecer,
para que
después no nos olvide
al no encontrar nuestras
raíces.
Conquistemos la paz en que habrá de construir,
para que
después no nos desprecie
al impedírselo sus propios
hermanos.
Que nuestro hijo rasgue en dos tu vida
y tu grito de
dolor conmueva las estrellas;
hienda en dos mi canto, y por mi
herida
entre el sol a todas las conciencias.
PUERTAS DE
CHINA
(Del
Libro "El Viento de los Reinos").
Extranjero, detente en mis murallas
contengo tantos
muertos que entera soy de cal y espinas
mi tempestad será de
cenizas extinguidas hace siglos
te quemaré como al caballo de
la estepa.
Sarmentosa soy como la más pura claridad
fiera como un
terrible leprosario
no verás mi desnudez que el viento
cuida
conmigo dormirás sin conocerme
en mis rodillas
dormirás el sueño devastado del invierno
oirás sólo el
tifón
el puñado de los huesos enemigos que en mí no encuentran
el reposo.
Para tí seré ausencia de raíces
un río turbio, un fruto
descarnado
en mi manto hay un tambor que batiré por ti mientras
existas
hueso contra hueso morderás el arroz podrido del
esclavo.
Olvidarán los hijos y los padres
todo aquel que en mi
pecho exprimido se formó
en ti seré siempre este fragor del
tifón en las estepas milenarias
la sequedad, el frío de mis
uñas
el coro de mi hambriento en tus oídos.
En
el hombre encontrarás refugio
en el templo hallarás el aire que
te niego
junto a Buda la oscuridad de mi memoria
de mí
saldrás como has venido
no verás sino mi anchura
inabarcable
no tendrás otra cosa que el
silencio.
EL
ANTIHOMBRE
(Del
Libro "El Viento de los Reinos").
Tú, sacrificador impuro
verás surgir la mirada del dios
terrible de los brazos amputados
del rostro más humano que nos
has visto nunca
has roto algo tibio, suave nocturno
has
provocado el corazón secreto de la tierra
has desgarrado el
lienzo de los vivos y los muertos
has negado al hombre su
condición divina
poseerás el mundo
jamás la muerte de los
inocentes
esta es más grande que ninguna patria
conocida
debajo de cada muerto hay una estrella de
fuego
debajo de cada estrella hay mil signos
extraños.
Hombricida, te irás cubriendo de rugosas escamas
tus
manos se convertirán en tenazas
tus pies en pezuñas
la boca
se te alargará con la blasfemia
los dientes te cubrirán como
armadura
crecerá tu cuerpo como cápsula gigante
lleno de una
materia blanda, pegajosa, que arrastrarás como una cola
te
rodeará una niebla gaseosa
un plasma blanquecino se derretirá
como un amanecer ante ti
estarás solo, rodeado de aletas
metálicas
solo en un mundo de máscaras, de escafandras, de
cicatrices volcánicas
sólo un salar, en una tierra de
raíces.
Como los boxeadores jadeantes masticas, masticas
goma
con tu uniforme de jugador de rugby golpeas las ventanas,
las puertas
eres el molde, el recipiente donde fermenta un
licor dulzón desvaído
eres un engendro de niño y de arma
moderna, de perro faldero y
de mujer hombruna
eres el
violador de los muertos cuyo sexo adornas con trajes de
muñeca
cuerpo deforme alimentado con hormonas
ídolo rodeado
de ancianos cancerosos
paloma con pestañas postizas,
carnívoras
tus ciudades son la armazón de un monstruo
inútil
manicomio, prisión de cavernosas carcajadas
la
soledad es tu tesoro
la soledad es un jardín de endurecidas
flores
donde los niños juegan con los avaros un juego
reglamentado, triste
los locos son las piezas sueltas de un
gran artefacto que gobierna el mundo
tu crueldad irritada como
un órgano
quiere hacer de la mujer una fuente de energía
mecánica
quiere ambientar los genes en una redoma de
vidrio
en esa vasta cámara de hielo llena de peces
humanos
estás solo y armado con tu rostro de goma, tus manos
radioactivas y azules.
De
violencia te acuso
de resucitar a Cristo con otras ropas
no
desnudo, sangrante, dulce
no colgado en una cruz
extendido
en un mesón
carne blanca, negra, cobriza
toda carne de
animal terrestre era la suya
todo paño obscurecido de sudor era
su rostro
todo vendaje de enfermos
toda sábana nupcial
a
todos nos miraba desgarrado por los clavos
nos miraba con cada
parte de su cuerpo
con su vientre, con su sexo, con su pecho,
con las palmas de sus manos
con su larga, poderosa, quebradiza
delgadez
con el peso del madero, el silencioso espanto de sus
rasgos
nos miraba con su cuerpo
nos hablaba con su
cuerpo
en él luchaban la rebelión, la dulzura, la piedad, la
cólera
era joven, viejo, sereno, triste
incorruptible como
el sol, como el fruto, como el pan
era lo más desnudo que pudo
existir.
OBRAS
DE EFRAIN BARQUERO
1. La
Piedra del Pueblo (1954) 2. La Compañera ( Edición
definitiva en 1969) 3. Enjambre (1959) 4. El Pan del
Hombre (1960) 5. El Regreso (1961) 6. Maula
(1962) 7. Poemas Infantiles (1965) 8. El Viento de
los Reinos (1967) 9. Arte de Vida ( Autobiografía
1969) 10. Epifanías
(1970)
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