..... Su nombre está llamado a escribirse con mayúscula, no porque
suene a grandilocuente o vinoso, sino porque hablar de Pía Barros, es
referirse a una verdadera activista de nuestra literatura. Directora de
varios talleres en los que sus alumnos (mayoritariamente mujeres) han
obtenido prácticamente todos los premios que se otorgan en nuestra
pequeña república Literaria. Durante los últimos años la hemos visto
junto a los integrantes de sus talleres ofreciendo sus libros-objetos,
envueltos en cajitas, o en una micro, que contenía precisamente
¡micro-cuentos! Pero su labor va más allá de los talleres. Su primer
libro fue "Miedos Transitorios" (1986). Su nuevo título "A
Horcajadas" (Mosquito Editores, 1990) contiene toda una cosmovisión
de la erótica, desde el punto de vista de la mujer, aunque ella ha
manifestado que su narrativa no es femenina ni feminista, sino que se
trata simplemente de literatura para mujeres.
..... Al leer estos cuentos uno tiene necesariamente que rememorar los
oscuros años de la censura, donde simplemente estos relatos no habrían
llegado jamás a ver la luz. Afortunadamente, ellos aparecen en nuevos
tiempos, en los que, un número importante de jóvenes escritores están
produciendo cuentos y novelas que están oxigenando nuestras letras. Pía
Barros es una de las buenas cultoras del cuento. En este caso se trata
de breves, pero concisos relatos. En el primer cuento titulado
"Prefiguración de una huella", la autora no acepta el rol pasivo
y transforma eros receptivo en un eros activo: "Lame mis rodillas,
devocióname, los muslos, lengua a lengua, lame mi pubis aguardante,
sométeme, succióname, lame mi deseo y el dolor, asciende por mi vientre,
sube, estremece tu piel al roce de la mía, abrázame, muerde mis hombros
y tiembla, deja que te invada el temor, la ansiedad, reconoce la huella
secreta de mis poros, anhélame... yo besaré tus ojos, morderé los
vértices de tu boca, te dejaré temblar desfallecido, rasguñaré el
descanso de tu espalda para hundir mi cabeza en tu pelvis, restregaré mi
rostro en tu angustia y tendré que sostenerte con fuerza ante la
involuntaria flexión de tus rodillas, no debes aún, no debes; luego con
lentitud, pasearán mis pezones por tu vientre, hacia arriba, arriba,
pero no me abrazaré, estarás llorando y yo seré poderosa e invencible
ante ti y no podrás tomarme, ahora que eres vulnerable, doblarás las
rodillas y llorarás sobre tu deseo temblando, siempre estremecido,
derrotado... entonces, sólo entonces, abrazaré tu cabeza a mi pubis,
descenderé hasta tí, desplegaré los muslos abiertos y asilaré tu
angustia de mar y arenas que se reventará en mis costas poderosas ahora
que habrás comprendido, ahora que el rostro del tiempo se te ha
mostrado, ahora que mi huella es indeleble e imposible"
..... En "Iniciaciones", vemos a dos jóvenes que se inician en
el amor: "Nos andarán buscando", susurró ella. "No, creerán que jugamos
en el granero, que aún fabricamos barquitos de papel para los charcos".
"Preguntaste si tenía miedo, sólo para llenar la magia de agujeros y
verguenzas, pero ella había dicho no, ya no, y te buscaba con las manos,
te encontraba a trazos y tú la nombrabas descubriéndola con la yema de
los dedos, la ibas haciendo como ella te dibuja a ti. Creo que nos
dolerá, había musitado alguno, ya no sabes quién, y el cielo afuera
lanzaba dardos contra la precariedad de las ventanas".
..... Pía Barros ha escrudiñado en lo más íntimo de la erótica
femenina, para plasmar sus relatos de un erotismo pleno, sin tapujos. Un
tipo de literatura que desde mucho tiempo se hechaba de menos. Se trata
de un muy buen comienzo en el tema, al que seguramente seguirán otros de
tanta calidad como los cuentos de estas páginas.
En Renacer, Angol, 5 de
febrero de 1991