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Entrevista
a Anibal Beça para "Encuentro de Escritores"
por
José P. di Cavalcanti (h)
En
medio de tantas lianas en la floresta y si no tenemos cuidado, nos
enredaremos sin claridad en los claroscuros de la selva, que no es
selvaggia. Ahí perderemos la oportunidad de servir en la difícil
bandeja de la sencillez. Aquella que ofrece el simple pasto en el
repasto simple. He llegado al juego de palabras, recreándome con
ellas, y es así como edifico mi poema. El mismo que vengo construyendo
desde hace 55 años. Rigor recurrente en mi ejercicio de
poeta.
Anibal Beça
-di Cavalcanti: Leí mucho de su obra para elaborar
preguntas inteligentes, y me he retrasado. Tropecé de manera frontal
con mi vanidad porque me pareció que existe una simplicidad monumental
en todo lo que he leído. ¿Qué poder es éste? ¿Es deliberado o es algo
ligado a la convivencia con esta vastedad amazónica? -Anibal Beça: Todo
hombre tiene su porción de vanidad. Todo poeta se mira en las mismas
aguas de Narciso. Es natural y consustancial con el ser humano. Con su
sospecha confirmando la existencia de la simplicidad en mi obra,
usted, generosamente, acaba de poner más leña en la hoguera de mi
propia vanidad, siempre de buen humor. ...
Hace 55
años que persigo lo simple que existe en mí. Mejor dicho: lo simple
que reside y vive conmigo. Es un proyecto y un ideario de vida, en
búsqueda continua. En algunos momentos sé que alcanzo ese objetivo.
Pero ese bosquejo teórico, en el plano de la estética de una
simplicidad ansiada, premeditada en ese sentido, refleja los hábitos
de un hombre de vida simple. Con respecto a mi costado gourmet, soy
una persona de hábitos simples: en el vestir, en el hablar, en el
convivir. El único refinamiento que me exijo es en aquello que yo
hago: literatura, poesía, música, teatro, televisión. Allí busco y me
auxilio de la obsesión compulsiva -es parte de la leyenda de ese gran
genio de la humanidad: Leonardo Da Vinci: "Ostinato rigore".- Todo lo
que realizo tiene que ser hecho con obstinado rigor, en base a mucho
trabajo. En fin, sólo se llega a lo simple con mucho trabajo.
... Siendo un habitante de esa inmensa
planicie amazónica envuelta por la floresta, con su multiplicidad
intrincada de lianas, de verdores; navegante de las aguas grandes y
bajas de las vegas y, sobre todo, aprendiz de ese mágico mundo
habitado por entidades vivas y sembradas de sueños en el imaginario
colectivo, todo el que se cree grande, pasa a ser pequeño. Es un
sentimiento de impotencia delante de tanta grandeza. Primera gran
lección de humildad en esta convivencia. Y como estamos cerca, muchas
veces no vemos esa realidad. Una paradoja interesante. De ahí que la
vista del extranjero de paso, viajando a cielo raso, muchas veces se
beneficia más con las cosas que observan por aquí. Es natural, todo lo
que mira es novedoso, es sorprendente. Todo lo que miramos, se queda
con nosotros todos los días. Sin embargo, nos sorprendemos todos los
días. ¿Quiere un ejemplo de ello en poesía? El bellísimo poema "Cobra Norato",
escrito por el poeta gaucho Raul Bopp. ¡Cómo me hubiera gustado
haber escrito ese poema! Para los interesados de la cábala judaica,
remito mi santa envidia a la Cábala de la Envidia...con la reserva del
ingenio y el talento del poeta gaucho. Está claro que con sólo su
mirar extranjero, no hubiese sido suficiente para realizar esa obra de
arte.
-di: Después de leer su poesía no me pareció lógico
establecer una secuencia de preguntas interconectadas. A medida que
leía, llegaba a claros de comprensión de la obra y, para mi sorpresa,
de mucho que hay en mí. ...
¿Tiene
usted conciencia de eso, usted, poeta amazónico que termina por
llevarme a interconectar preguntas, tal como parecen estar
interconectados todos los igarapés (riachuelos)? ¿Es a propósito o
viene de la intuición natural de un habitante, usted mismo, de un
claro en medio de la densidad de tanta floresta? -AB: El río es un
poema de corriente serena y, cuando llega al mar, se mira a sí mismo
llevado hasta el cuello mecido en los brazos de las olas. Es danza de
conflictos en un ritmo de confrontaciones. ¿Si en él, desde los muchos
riachuelos, veo vino, moluscos de venas lánguidas, lamiendo y llevando
historias de orillas en su sueño de arena? ¡Ah!, ahí la sabiduría se
hace marítima porque intima con la gran danza en el ritmo de las aguas
abismales, y allá, en el fondo del alma, en el piélago de lo inaudito,
se revela el mágico traductor del misterio hablador de los malditos y
del sueño cantante de los benditos. Una disgresión bretoniana, para
responder armado de la locura poética: la metáfora. ... En la floresta, en medio de tantas lianas y
si no tenemos cuidado, nos enredaremos sin claridad en los claroscuros
de la selva, que no es selvaggia. Ahí perderemos la oportunidad de
servir en la difícil bandeja de la simplicidad. Aquella que ofrece el
simple pasto en el repasto simple. He llegado al juego de palabras y
me he regocijado con ellas. Es así como edifico mi poema, el mismo que
vengo construyendo desde hace 55 años. Rigor recurrente en mi
ejercicio de poeta. ... Nunca hago
planos de estructura para mis libros, mas desde el primero, Convite
Frugal (1966), sé cuando llego al final de cada uno de ellos.
Pleno de asombro y sorpresa en verdad porque, sin planearlo, los
poemas se me presentan ligados como si fueran un único y largo poema,
con principio, medio y fin. Y para mi alegría, se acrecientan de una a
otra lectura enriquecedora. En forma aleatoria, todos los poemas
pueden ser leídos separadamente, como un monobloque, sin perjuicio de
la comprensión en su lectura. Pero no es difícil de entender por qué
se da eso. Existe un secreto y reside en la unidad temática: El hombre
y su historia; el mundo y sus misterios; tratados dialécticamente. La
universalidad acontece a través de los temas comunes: muerte-vida,
tiempo, alegría-tristeza. Ello ocurre tanto en los poemas
confesionales, o en otros de aliento épico. El amarre siempre es
lírico. El tratamiento del verso es dinámico. Juego con versos libres,
blancos, rimados o metrificados, siempre apoyados en el trípode de la
tradición: melopéia, fanopéia y logopéia.
-di:
Arte, poesía y música en todas las formas del canto, tal como los
diversos cantares de su rica tierra. Eso fue lo que leí, lo que es
universal. Además usted suma regionalismo y continúa por todo el mundo
aún más universal. ¿Siente que es dañina la contaminación..., o
reunirse en ciudades o conjuntos habitacionales, y por ello traduce en
soledad tanta floresta, tanta agua, tanta belleza y tanto misterio? ¿O
esto representa poco, siendo apenas una condición inherente al
hombre-poeta, o tal vez simplemente al hombre en deseo y, sin embargo,
en permanente poesía? -AB: Sólo cuando cumplí 40 años me
asumí como poeta, no porque me auto-afirmase en la época, en un
poema-testamento dedicado a mis 3 hijos, sino porque ya me estaba
incomodando con los otros, los amigos, los críticos, que así me
rotulaban: poeta para acá, poeta para allá. "Invita el poeta para
hacer una conferencia" y cosas así. Entonces me dije a mí mismo: es
tiempo, camarada, no sirve huir. Me ha recordado al poeta Thiago de
Mello, que siempre dice: "Quien nace marcado con la tara, no escapa a
su destino". Palabras que él siempre me recordaba y aún
recuerda. ... La cuestión de ser o no
poeta nunca me ha incomodado. Lo que me incomodaba es que la poesía
fue la tercera de las artes que se manifestó en mí. Antes que la
poesía ya existían las artes-plásticas y la música. Yo me consideraba
más pintor y músico que poeta. Y no concordaba, como no concuerdo
hasta hoy, con la creencia de que el artista no se hace, ya nace. Al
contrario, creo que el artista sólo se hace con mucho trabajo. Sudor,
sudor, sudor. La vieja cuestión de la transpiración versus
inspiración. Sólo que yo no me dedicaba tanto a la poesía. La he ido
estudiando, trabajando. Ya con las otras dos manifestaciones era un
esclavo del trabajo duro y, con el tiempo, cambié los valores y
preferencias a favor de la poesía, la música se quedó en medio como
coadyuvante y, en cuanto a la pintura, he jubilado los pinceles. Para
mi alegría, mi primogénito es hoy el pintor Turenko
Beça, quien ha desarrollado una excelente carrera. Mas las dos
están muy presentes en la elaboración de mis poemas. Como soy
multimedia, también ellas me acompañan en el teatro, en la publicidad
y en el video. ... El regionalismo presente en
mis libros (evidenciados más en Convite Frugal, 1966, Filhos
da Várzea, 1984, Noite Desmedida y Mínima Fratura,
1987), no se expresa en lo nativista a la manera armoniosa del genio
Ariano Suassuna. Pero está próximo a él por la verticalidad
universal. ... La soledad no es un
sentimiento sólo de aislamiento, cosa que nunca he sentido, no
obstante morar en plena Amazonia, distante geográficamente del eje de
los acontecimientos brasileños: Río-San Pablo. La soledad es inherente
al ser humano. Lo que hace diferente al escritor, es que el propio
acto de escribir es solitario. Cantar la soledad del Hombre es otra
recurrencia en mi obra. Hoy tenemos hasta una soledad muy especial, de
la cual nosotros dos somos copartícipes: la soledad de Internet.
-di: La presencia de tonos verdes es fuerte en su obra.
Igualmente, los sonidos y los caminos de las aguas. Puedo estar
equivocado, pero fue la impresión que recibí a medida que sus
personajes iban surgiendo de las hojas, de las torrenciales lluvias
pasajeras, de la cuasi impenetrabilidad de la floresta, de todo este
mundo vasto y restricto en esa parte del mundo donde usted mora.
¿Usted podría verse como poeta, como compositor, enteramente
distanciado de eso? ¿Cuánto necesita de este entorno? Puesto que
sabemos que el poeta sobreviviría ¿cantaría, entonces, esa
saudade? ... Esta pregunta pareciera sin
propósito, pero me ha surgido a partir de la lectura de sus versos: "Y
la palabra de piedra / en piedra se afirmaba" ocasión en que yo,
lector, he sido impregnado de las ideas de cantos indígenas y de
sonidos de selvas vírgenes bañadas por aguas mágicas y traducidos en
poesía por un hombre que vive donde no existen piedras así.
-AB: Es interesante esa cosa de colores y sonidos. Ya mi
poesía fue analizada desde ese prisma por el crítico Oscar D'Ambrosio
(argentino que vive en San Pablo). Para quien muestre interés, sugiero
la lectura de ese ensayo, que se encuentra en mi página personal www.portalamazonia.com/anibal
... El
universo del poeta, sea de la Amazonia o del desierto del Sahara,
siempre es transgresor en su inventiva, en el sentido de huir a las
características del entorno donde el poeta vive. Es evidente que en la
mayoría de sus poemas, al igual que en la minoría, la naturaleza de su
ambiente siempre aparece aún cuando el tema, aparentemente, no sea
convocado por ese motivo. El inconsciente se encarga del afloramiento
de esos registros de su memoria visual, olfativa, sensorial, como un
todo. Aunque no siempre ello concuerde con lo que el poeta desea para
su obra. Pero el poeta no es dueño del poema. En la mayoría de las
veces es dominado por él, o guiado por él como si fuera un caballo de
algún santo de santería... Y eso nada tiene que ver con el
espiritismo. Es apenas la tentativa de ejemplificar algunos aspectos
del proceso creativo. El trabajo del poeta aparece en el arte final.
Que es el arte de cortar los excesos o de acrecentar el que su estro
le dice que falta. Y eso es transpiración encima de la
inspiración. ... Claro, existen situaciones
en que esa influencia ambiental es requisito para la base del poema.
¿Cómo abstraer de "Muerte y Vida Severina" la atmósfera del nordeste
brasileño? O, para citar otro bello poema, "Yacala", de Alberto da Cunha Melo,
que amplía esa influencia porque retrata realidades
socio-económico-culturales comunes a muchas ciudades del mundo. La
trayectoria de ese "Hombre-Yacala", podría muy bien haber ocurrido en
la "Favila de la Marea" en Río, en los palafitos del "Bodó-na-lama" de
Manaus, en ciudades de África, de la India, o hasta en los guetos de
New York. De la misma manera, la presencia de las muchas minas en
Drummond, en el gauchismo de Nejar, de la amazonidad de Elson Farias,
Astrid Cabral y João de Jesus Paes Loureiro, de la Saciologia Goiana y
los romances goianinos de Gilberto Mendonça Teles y Affonso Felix de
Souza, de los "nordestinados" de Marcus Accioly, de la Playa del
futuro del taxista Espínola. Los ejemplos son muchos. Pero es bueno
que no olvidemos que existen poetas que construyen su obra con temas
que no participan de esa atmósfera regionalista. Nos quedamos sólo en
Brasil: Abgar Renault, Ivan Junqueira, Luiz Bacellar, Lêdo Ivo, Bruno
Tolentino, Affonso Romano de Sant'Anna, Jorge Tufic, Alexei Bueno,
Nauro Machado entre otros. ...
Adoro mi
ciudad, Manaus, mi Amazonia. Por eso moro aquí, pero he vivido muchos
años en Río de Janeiro. Mis estudios se fueron dando entre Nuevo
Hamburgo y Puerto Alegre, en Río Grande del Sur, y nunca me ha faltado
la visita de la poesía. La cita del verso con el ícono "piedra", es
parte de un gran poema sobre el descubrimiento de la palabra. Pero no
quedaría descolocado si se tratara de un poema ambientado en la
Amazonia. No se olvide que nuestra región es inmensa. La región del
Alto Río Negro es muy rica en piedras, tanto en las cascadas como en
los montes. Además, es donde se halla el punto culminante del Brasil
(Pico da Neblina) en Roraima. El único Estado amazónico pobre en
piedras es el Acre. Pero, en ese caso, los poetas de allá sabrán cómo
hallar las piedras de sus caminos poéticos.
-di: ..."Las manos inventan vientos dóciles"...; ..."las
manos siembran las nervuras"... Otro aspecto de su poética, para mí
por lo menos, es no saber nunca con certeza (ahí reside un
indiscutible encanto) si usted, el artista-poeta, canta más de
tristeza o de alegría. Entonces, esta trivial pregunta: ¿cómo le
surgen los versos, cómo le llegan las palabras-piedras que su alma,
sus manos, transforman en nervuras, en vientos? -AB: Cito a nuestra
gran Cecília
Meireles, que en este año se conmemorará el centenario de su
nacimiento: "No soy alegre ni triste: soy poeta". Se llegó hasta la
banalidad de decirse que el poeta es un fingidor. Todo por cuenta del
genio de "Tabaquería". Pero las cosas caminan más o menos así: Hay
mucho de verdadero en el fingir. Y siempre hay reciprocidad en ello...
disimulada. ... Depende mucho, mi estimado
di Cavalcanti, del humor con que despertamos. En mi caso, procuro
imponerme una disciplina de escribir todos los días. No siempre lo
consigo, por varias razones, de salud inclusive: Soy un diabético
rebelde y usted, que es médico, sabe muy bien lo que representa esa
rebeldía. Otras veces es la poesía quien se rebela y decide darme un
descanso. Luego, generalmente, ella es quien me busca. Es más, tengo
un pequeño poema inédito sobre eso. Aprovecho para
mencionarlo:
INMERSO
No sé vivir sin
palabras sonando en mis oídos de ahogado en los
piélagos.
¡Está
bien!
Me preocupo
cuando no quiero emerger
¿Qué
hacer? Sólo caer en lo que exige mi destino, ese destino
sinuoso.
Aprendí la dura
vida, en penoso aprendizaje, llamar claro a lo
claro claramente sin mentir, mas llevando en el
capote, escondido entre las mangas, la magia de
fingir.
Si tengo algún
compromiso es con ese encantamiento.
Si me concedo,
me asesinan. Ese es mi rito suscripto asesinando esos
signos de costado cartesiano.
Entre el Bien y
el Mal me encuentro: ¿rejas o la calle larga? Sigo la curva en
la vida (Pessoa me dio la consigna) y no frecuento
desdichas.
En tanto dígome
mal bienvenido, pues maldito, tengo mi bien por
aval.
-di: Algunos podrían decir: No hay regionalismo en la
obra de Anibal Beça. ¿Estaría en lo correcto si digo que ellos no
conocen el calor sofocante y las fuertes lluvias torrenciales, los
colores y sabores de la fruta que evoca lo profano y lo religioso, las
leyendas locales y el sol y, aún mas, la luna que invade la floresta?
¿Estaría, así, directamente relacionada la exuberancia de la tierra en
que usted vive con el contenido sensual de su obra? ¿O ésta es sólo
consecuencia del autor, sin importar que viviera en alguno de los
Polos? -AB: Como ya dije en las primeras respuestas, tengo
publicados libros de temática regionalista: Convite Frugal y
Filhos da Várzea. Mas el telurismo amazónico está presente
también en otra de mis prácticas poéticas: los haikus. Está
próximo a editarse, en el mes de mayo, mi libro Folhas da Selva
(Hojas de la Selva). Un título con sabor emblemático y de homenaje a
dos grandes poetas. Uno, Walt
Whitman, con su Leaves of Grass, y el otro, el magistral Matsuó
Basho, con su Sendas de Oku. Dos andantes-poetas. Folhas
da selva, es el resultado de mis andanzas por la Amazonia,
luchando, registrando y denunciando en tres versos la belleza y las
agresiones a esa región, a través de incendios, instalación de
aserraderos, la contaminación de los ríos por los mineros. No se trata
de poesía engagée, pero es testimonial, a través de la contemplación
de la naturaleza, de todo aquello que mis ojos han podido registrar.
También trabajo en otro libro, resultado de mi actuación como
poeta-andante, titulado Norte/ando. A continuación transcribo un
poema-síntesis de lo que el libro trata:
NORTE /
ANDO
Donde norteo
mi muerte voy norteando mi canto en el canto encanto de la
suerte barriendo bajíos de pasmo.
Aguas altas,
cabeceras, Viento-General atraca; soy río-mar de
altiplano Amazonas pororoca: dorso entrañable que
monto donde el riacho desemboca.
Corcoveando
por las olas la corriente de las aguas es mi canoa
audacia de leguas-magulladuras en los desmames
mamorés parecis que el lago alaga.
Barriendo
bajíos de pasmo en el canto encanto de la suerte voy
norteando mi canto donde norteo mi muerte.
Encajero
Pacaraima almohada donde reposo nubes del monte
Roraima peinando mis cabellos en curvas de
Anavilhanas visco del caucho Acreano. La cantoría
encharcada me deja el alma lavada el perfume de quien
tiene cuñantaís de Belem misterios de los piélagos en las
morenas de Manaus.
-di: Hay quien habla del amor, hay quien habla sobre el
sexo, hay quien mezcla los dos, mas Anibal Beça, para mí, casa uno con
el otro y los coloca, unidos, en un altar donde las luces necesitan
ser rojas, festivas, al son de ritmos fuertes, de boleros, ahora para
guardar vivamente la atmósfera diáfana, casi al lado de lo que
podríamos llamar angelical. ¿Así vive el poeta, así ve la vida el
poeta, o se trata apenas de una creación aislada? -AB:
Pasión, sexo y amor, es una tríada muy antigua, mas todas las veces
que nos acercamos a ella, sea en la literatura, en la lectura, o
intentando recrearla en el poema, caemos en el remolino de la
constatación de cuan vasta y peligrosa es. Cierto tiempo después de
leer un poema de algún poeta ya con cierto reconocimiento del público
y la crítica, queda la duda: ¿será que acabo de leer un poema
pornográfico, o se trata de un reporte ginecológico? Y vea mi estimado
di, no tengo pruritos hipócritas, leo con deleite tanto literatura
erótica como pornográfica. ... Un libro
que no aparto de mi cabecera, es la Biblia. Releo siempre los cantares
de Salomón, los salmos de David. Son matriz que ningún poeta que se
quiera aventurar en el tema puede desconocer. La poesía sáfica, los
poetas sufis, o el kama-sutra, los trovadores medievales, la poesía
luso-árabe, la poesía hebraica antigua y contemporánea, Khayam,
Bocage, nuestro Boca de Inferno, Vinicius, Florbela, Drummond, son
mucha gente. Ahora mismo estoy traduciendo algunos poemas del poeta
mexicano Jaime
Sabines para una antología y estoy muy feliz por haber descubierto
su poesía, altamente creativa y singular. En fin, he encontrado a un
poeta que construyó toda su obra en la vivencia de la pasión del sexo
y del amor, con una visión propia: cáustica, dulce, sardónica, lírica,
llena de humor. Ha sido un gran "regalo" descubrir y traducir su bella
poesía. ... Hay una tendencia
universal de atribuir a los escritores latinoamericanos esa decoración
pintoresca de lámparas lilas, luces rojas y ritmos calientes. Eso fue
glamourizado por Hollywod de la peor y de la mejor manera. Doy dos
ejemplos: los filmes de Xavier Cugat y el bellísimo West Side History.
Mas, lo que aparentemente puede parecer exótico y pintoresco, o hasta
de mal gusto, es una lectura colonizadora aferrada a los prejuicios de
una ética protestante. No sé si los latinoamericanos son los más
apasionados, pero de una cosa si estoy seguro, son mas explícitos, no
se avergüenzan de mostrar su sensualidad. ... Viví y asistí a eso la vida entera, en mi
adolescencia por los dancings manauaras, por las desveladas fuera de
Brasil, y últimamente, por mis muchos viajes a Cuba, Venezuela,
Colombia. Todo es igual, somos todos parientes. No se puede olvidar
que aún siendo diabético, no abdiqué a mi condición de noctámbulo y
bohemio. Sólo que ahora me incluyo en una nueva categoría: la de
bohemio abstemio. ... A propósito,
tengo poemas que realzan ese colorido, mas con una característica en
mi poesía que usted aún no ha mencionado: el humor cáustico. Los
poetas de mimeógrafo, llamados "porra-locos" no llegan a estar
relacionados, en Brasil, con una estética de lo pillo o lo libertario
de la generación del 70. Nada tendría yo en contra, pero agredían los
tabúes del más sagrado altar, inclusive el de la poesía misma. Doy un
ejemplo con otro texto inédito, movido por la constatación de que
llegamos a 2001, pasamos por el cinematógrafo, burlamos el Bug del
milenio, pero seguimos siendo discípulos de Onán, igual que en los
tiempos de los descubrimientos y los juegos
infantiles.
DEL
CINEMATÓGRAFO AL BUG DEL AÑO 2000 Para
Marcio Souza y Djalma Limongi Batista, hermanos de generación en
el arte del Cine y Teatro
Hoy me
siento repleto ancho de alegría: Cínico de un cinismo
incómodo. Cinematográfico & glauberístico. Al contrario
del amante aprendiz, que una y otra vez se sentía
inhabitado vacío un sin-techo infantil habitado de
irremediable tristeza presa de pasionarias siluetas reflejadas
en las paredes al recorte de manos apasionadas: un actor de
teatro de sombras bajando y subiendo palcos en un folletín de
gestos bruscos soñando divas dadivosas recostadas en sofás
Pel-Mex bajo la luz lila de una obscena lámpara. ¡Para este
distante inhabitado amante apasionado! Sólo como guillotina de
lágrimas (ojos decapitando magulladuras) y un acento
castellano en la palmita de la mano. Todo era de una
sinceridad juvenil (con toda la carga de tragedia y mucha
sangre) ¡Ah, películas complacientes del Cine Guarany! (ya no
se hacen hímenes como antes) Hoy, no. Soy un amante de la
globalidad hijo de Beckett y discípulo de Artaud saco mi sexo
como la navaja de Un chien andaluz (en takes de 3D by
Spielberg) cortando el ojo de la voluptuosidad, (al son del
clarinete de Woody Allen), y todas las mujeres del mundo están a
mis pies, (y se arrastran implorando, suplicantes
fogosas), y me llaman a través de los números que pasan en la
TV, y mi teatro viene de las sombras de Zé Celso Rei da
Vela: soy un actor asumidamente canastón y dulce de un
medicine show y apache de las putas de Copacabana. Pongo
banca escojo a quien quiero soy amo de la transa y amante
experto y actor desenvuelto y protagonista del film y
galán y chivata y guapo desempeñando el cínico papel en la
cinta: "las vírgenes de Onán
virtual".
-di: En cierta poesía, Fernando Pessoa interroga a
quien lo lleva hacia lo alto de la montaña, pues sabía que él, allá,
aún no sabía respirar. ¿Por qué, después de atravesar todos los sitios
por donde vive el poeta, y lanzarse en forma de agua al Atlántico, le
da importancia a la altura de los Andes? ¿Aprendería la respiración
necesaria a fin de entender el bello canto de los cantos bellos que de
allá le llegan? -AB: Me gustaría saber respirar en los más
altos desafíos, aspirar profundo y aprovechar el vacío templado de las
zonas calmas, como el cóndor de los Andes. Mas de allá me llegan las
nubes de Vallejo filtradas en la lluvia de Góngora. ... Una
cierta visión crítica apurada me vio neo-barroco, por el trato con las
palabras exiliadas, un neo-surrealista casi solitario en el suelo
brasileño. Con lo cual estoy de acuerdo. ... Tengo un sendero de dos
manos con mis vecinos: colombianos, peruanos, bolivianos y
venezolanos, ampliado con los ecuatorianos, mexicanos, panameños,
argentinos, uruguayos, paraguayos (el guaraní es pariente de nuestro
tupi-nheengatu) chilenos y todo el caribe hispánico. He traducido
textos de poetas antiguos y nuevos, y mi obra a sido publicada también
allá . Ahora mismo, en la Revista Casa de las Américas, en su
más reciente número, aparecen dos poemas míos. ... Además de la proximidad
poética andina, hay también una proximidad física y geográfica, regida
por los fenómenos del deshielo. Todos los años, en junio-julio, Manaus
se transforma. Experimentamos, aunque sea por sólo una semana, una
temperatura que oscila entre los 6 y los 12 grados. ... Hay toda una historia y
tradición del caucho ligada a Perú y Bolivia. La misma música popular
de aquí recibe influencia andina. Usando inclusive instrumentos
andinos: quenas, cuatros, charangos y otros instrumentos. La
Ayahuasca, quechua, se transformó aquí en Santo Daime y União do
Vegetal. Por tanto, amigo di, son muchas las aguas que me llegan antes
de alcanzar el Atlántico. Ruego porque Brasil no de más la espalda a
las costas, a sus vecinos. La integración económica propuesta por el
Mercosur, sólo tendrá pleno éxito si en el paquete se incluye la
propuesta de intercambio cultural.
-di: De la estatuaria de Rodin me conmueve la delicadeza
revelada por la pulida frialdad de los mármoles, siendo el paso del
tiempo el autor de la pátina que se deposita como relato de vida que,
viva, no ha habido ni habrá. También en los lirios, desde el lodo, o
el sentido de las ironías. O sensaciones de tal y cual repulsión en
Rodrigues ó Genet cuando hacen florecer lo que sarcásticamente
desfloran. En sus poemas más formales, Anibal, en los más próximos al
regreso de las normas, encontré algo que me sugirió inmersiones más
profundas en aguas que solamente parecieran tranquilas, y ello me
conmovió pues cuando es necesario se contiene, y digo necesario porque
también es bello lo que leí en forma libre, suelta, muchas veces con
una irreverencia en las entrelíneas que dan lugar a otros poemas como
si fueran escritos por otros Anibal coautores ¿Es mejor su alianza con
el verbo o con el grito? ¿O no hay grito? ¿Sería eso su despedida,
bañarse en agua bendita? ¿O no tiene, poeta del mundo y siempre
ribereño, también sus aguas del Ganges? -AB: En verdad, di,
usted acierta en relación a una asepsia inmersa en los poemas en los
que regreso a mí y en los poemas en que utilizo las formas y las
estructuras tradicionales. Ese es el Ganges en el que me purifico, en
el que no me arrepiento sino me perdono por mis excesos, desvaríos y
la vida licenciosa de los muchos Anibal que me pueblan. Pero soy un
trasgresor nato y un convencido de que las leyes se hicieron para
violarlas. Me gustó esa aproximación nelsonrodrigueana. A veces siento
que el santo baja. Vea sólo un poema del libro Hora Nua (1984)
(Además, el título es anterior al romance de Lygia Fagundes
Telles):
EL SUEÑO
DE LOS JUSTOS
Bajo el calor
húmedo y sofocante en la villa pequeñita del trópico todos
duermen la siesta. Solamente el loco de la ciudad Pasea al sol
su desventura Y en su jerga musita: "Cuando yo muera ¿de
que lado quedarán mis talones?" ¿Al Oriente, Sur, Norte o
Poniente? "Mi cuerpo en cruz y la Rosa de los
vientos Tatuada en mi cabeza y en cada falange una luna
azul gravitando".
Extraña obsesión del loco de la
ciudad: ¿para qué lado quedarán sus talones? Y en ese ir y
venir (deambulando en vuelo delirante) ¿se arropa en lo que no
ve y se despoja de lo que ve El suspiro de la hija de
María entre las barbas del confesor capuchino; El carnicero
de la esquina que acaba de descuartizar la pasión de su
vida;La
lengua del pastor -de la 1ª Iglesia Pentecostal- humedeciendo
las caderas (hablando el lenguaje de los hombres) y
administrando el diezmo del día.Mas es la noche (bajo
el signo de la luna) en que el loco de la noche se despoja en
lo que ve y se cobija en lo que no ve: el prefecto se
desliza entre las sombras en pos de los senos de doña
Justina que, entre otras cosas, es Presidente de la Junta
Municipal y mujer de su mejor amigo.
-di: Leí versos rimados y poesías que parecían si rima;
leí trechos absolutamente modernos y lindos, y hermosos fragmentos que
parecían obras arcaicas, como si estuvieran escritas en pergamino; leí
obras de fuerte contenido latino, brasileño, amazónico, y piezas que
me dieron la impresión de estar escritas en lugares distantes, muy
extranjeras. De todo lo que leí escrito por Anibal Beça, me saltó a la
vista un detalle: tiene, quizá, felizmente obsesiva, una preocupación
por armonizar. ¿Será por eso, entonces, que en algunos poemas, como si
fuesen música, tiene partes de especial disonancia? -AB: Los
acordes consonantes de mis versos se armonizan, de hecho, entre la
tradición y la modernidad. Creo, firmemente, que esa será la partitura
que seguirá siendo ejecutada en el siglo que se inaugura, espero.
Tengo una obsesión por el ritmo y por el sonido de las palabras.
Muchas veces la melopéia se distancia de la fanopéia y de la logopéia
y da lugar a una "nueva" música. De allí la disonancia de acordes
bordeando la música aleatoria. Eso se da no sólo en la estructura de
los versos, tornándolos más prosaicos, sino y principalmente, en los
temas escogidos, generalmente de manera oblicua, pesimista y amarga.
Allí aparecen los golpes que da la vida, los miedos, las debilidades,
las limitaciones. Todo es materia para la poesía a fin de purificarse
a través del sacrificio, en la epifanía de la catarsis. De esa manera,
nos deprimimos menos. Es un ejercicio que practico para estar menos
triste, sin llegar al estado de hipomanía, que también me frecuenta.
... Un día de ésos, aquí mismo en las
Escritas, se discutía la posibilidad de psicoanalizar los textos de
los escritores. Cosa imposible, en el sentido freudiano-lacaniano. Yo,
por ejemplo, tengo poemas alegrísimos que fueron escritos sobre el eje
de acontecimientos trágicos. Dirían los psicopatologistas de la
escritura: "el claro rasgo de un histriónico", o "carácter inestable,
un perverso, sin duda". La peor cosa en la vida es atribuir a otro un
juicio basado en meras suposiciones elevadas a la categoría de
"verdades". ... Esos señores se olvidan
que el compromiso del artista es con la obra de arte, y es lo que el
artista persigue durante toda su vida. Puede hasta no llegar a
alcanzarla, mas él tiene muy en claro esa intencionalidad: aproximarse
siempre a lo mejor. Emocionar y conmover a un gran número de
espectadores. Tal vez esa sea una función digna, si es que existiera
una valoración palpable para la poesía. Por ejemplo, ¿es lo que quise
resaltar en el poema comentado por usted, "Para que sirve la
poesía?" ... En mi libro próximo a salir
Cinza dos Minutos, hay una parte que titulé de "Dissonância
cotidiana". Reservé ese lugar para los poemas que hablan de esos
momentos insalubres, permeables a nuestras vidas. Son poemas en que me
lanzo, abastecido del silicio del humor sardónico, casi sin ninguna
censura. Y no dejan de ser verdaderos, en sus situaciones inusitadas.
Muchas veces esos poemas me llegan en sueños, retrabajados en una
vigilia especial. Ahora que reflexiono respecto a ellos, llego a una
interpretación personal, probablemente un insight, de que el "sarro",
la satisfacción con que escribo esa carga de humor agresivo, no deja
de ser una defensa. Para que el lector que nos acompaña se envuelva en
esa atmósfera, transcribo dos poemas inéditos de ese
jaez:
DOBLE DE
ALMA El infierno al alcance de la
MANO. JORGE GUILLÉN
Ando errando por
la vida recogiendo pedazos de lo que sobró de la
caminata. Pedazos olvidados por ahí evanescentes en la
soledad de las brumas. Hay un desierto de cosas y
palabras albergado en el bazar de una casbah donde anuncian
mi precio en una subasta de partes remanentes de este
cuerpo.
Pregonan mi
precio mínimo Y ni así consigo que me compren. He perdido
las alas en Alabama en una sesión de blues y ragtime: el otro
tenía un Royal straight flush; de los pies sólo me quedan las
uñas estas que ves como collar arañando mi cuello. De las
manos apenas los muñones con los cuales rasguño mi escritura
en el barro. Los ojos los lancé a los peces para aumentar la
carga de fosfato; la lengua que hablo ahora me fue
concedida en los fuegos de santelmo. -¿ Y el cartel en la
frente? -Escrito en sánscrito, pero traduzco: Se vende el
cuerpo, y el alma va de yapa.
ARREGLO
Esta ribera que
amamos -la inevitable- cierto, nos bañaremos en aguas no
agendadas el compromiso de la partida. Inevitable
(des)encuentro combinado: no habrá atrasos ni renegociaciones
del plazo ni cheques posfechados. Lo mismo que nada sea
acordado el prestamista vendrá con su alfanje a cortar con
presteza la hora a empalidecer crepúsculos a oscurecer
auroras a cegar los ojos de ver a enmudecer la voz del
habla a detener el gesto, el beso, la mano que aparta y
recoge la piedra del trabajo, puesto que ella es el fin y no
es posible oponérsele.Hipócrita soy si digo que la quiero
ahora. ¿Quién ha de hacerlo?No es por nada que de nada nada
hice y muy mucho no se si mucho aún haría. La melodía que me
toca viene con sones, de un adagio lento
y obstinado, reacios a los cambios y a las
velocidades.
Siempre me supe
en mi ritmo y todavía me faltan muchos versos. Por tanto,
entrañable amiga, noche de mi noche, aún me encuentro lleno de
deudas y no tengo vocación moratoria. (Por lo que hasta hoy he
vivido en concordato) No. No es por nada no. Es que hoy
desperté con un sentimiento
tan insolvente
-di: Al leer sus versos dedicados al Día Internacional
de la Poesía en el poema cuyo título es "Para que serve a poesia?"
pensé en tres preguntas: 1) ¿En qué fuente de inspiración poética cree
usted que un pueblo hambriento busque la poesía? 2) ¿En sus poemas más
serios, sus ironías más finas que casi, y digo casi porque son
generalmente de buen tono, son francamente sarcásticas? ¿Le es difícil
armonizar la crítica contundente y tajante con el expresionismo a
veces intencionalmente ingenuo? 3) ¿Hay algo que el poeta Anibal Beça
no escribiría o compondría de nuevo, en la misma forma?
-AB: Eso es una cosa que siempre me ha preocupado. Mas
puedo contestarle afirmativamente. Es impresionante cómo las personas
simples del pueblo, de nuestro sufrido pueblo tercermundista, aprecia
y prestigia a sus poetas. Sean ellos callejeros o, como luego se dice,
clásicos. ... Cuando era niño me gustaba
ir al mercado central sólo para escuchar a los cantantes y poetas de
la calle. Manaus, como usted sabe, por causa de los "soldados del
caucho", tiene una colonia muy grande de nordestinos. ... Después, cuando empecé a ir
a escuelas públicas de la periferia, fui observando que, además de los
alumnos, había un público muy grande que asistía a esos encuentros, y
muchas veces ni tenían parientes estudiando en esas escuelas. Estaban
allí para escuchar poesía. Y, por aquí, vuelta y media, hacen
recitales de poesía en plazas públicas. Siempre con buena
asistencia. ... Le puedo dar un emocionado
testimonio de esa extraña fuerza humanizadora, ese misterio en torno a
la poesía. Hace dos años, fui invitado a participar en el Festival Internacional
de Poesía de Medellín. Conocía el gusto de los colombianos por la
poesía desde 1969, la primera vez que estuve en Bogotá, participando
de un festival de música. Mas creo que Medellín es un fenómeno único
en el mundo. ... Millares de personas,
durante 10 días, abarrotando teatros, auditorios, canchas acústicas,
calles y penitenciarías, escuchando en el mayor silencio a 80 poetas
de los cuatro rincones del planeta. Los recitales fueron hechos
simultáneamente por toda la ciudad, con grupos de 5 poetas en cada
lugar. Después de las audiciones se hacían largas colas para solicitar
autógrafos. Muchos, con la antología del encuentro en la mano, (que
tiene un tiraje de 10 000 ejemplares), esperando pacientemente por
nuestra firma. Me sentí como astro de fútbol o de rock. Un cosa
impresionante. ... Todo ello aconteciendo en
medio de una guerra civil que ya lleva más de treinta años, y no sólo
cubre Medellín, sino también las principales ciudades: Bogotá,
Villa-Vicencio, Barranquilla, Cartagena y algunas pequeñas y distantes
como Quibdo en la provincia de Chocó, en plena selva, adonde llegamos
en avión. En todos los lugares en que estuve, hay una especie de
tregua con la guerrilla. En los once años que lleva la celebración del
festival, no se han tenido noticias de ninguna agresión en contra de
los poetas visitantes. ... Respecto a su tercera
pregunta, respondo con un poema del libro Suite para los Habitantes de
la Noche:
CZARDAS PARA SERROTES CON ARCOS DE VIOLÍN Y BIRIMBAO DE
LATA
Esa
anábase es de hora abierta desnudada Tan desmedida como fue mi
vida De nada me arrepiento, apenas me perdono Porque mi vuelo ni
siquiera despegó
Y de esas nubes
que me espacian desgarrando Trapos y cuerdas disonantes de esa
lira Son accidentes de trayecto en que recurro Como Zenón en
espiral desde ese vuelo Así, en esa colmena, en zípper me
socorro Como zángano en zig-zag de los hexágonos: Ando a la
busca de una abeja descarriada Que me acompañe en la aventura por
pantanos Exorcizando la sinrazón de esos escorzos Esa no-ave
desgarrada de mi nada.
-di: Si me preguntaran qué encuentro en lo que leí en
los escritos del poeta Anibal Beça, yo diría que él escribe como
Chagall pintaba: alguien que consigue hacer que el rojo rutilante gane
aires de sugestión lírica descubierta en suaves colores pasteles;
alguien que, por otro lado, puede gritar con un pálido trazo de azul
claro. Pregunto ahora, esperando que el propio poeta se describa, que
nos cuente algo que quiera de sí mismo, de su vida: ¿Quién es Anibal
Beça? -AB: Mi querido di, llegamos al final. Gracias por su
extrema generosidad, por su interés en mi poesía. Sus inteligentes
preguntas me han ganado la voluntad: Esta es una de las pocas
entrevistas en las que me he sentido gratificado. Usted me dio
oportunidad de responder preguntas que nunca antes me habían hecho.
Además, está claro, me dio pie para incursionar en mis santas
digresiones. Que el lector me perdone. -Anibal Beça, es un poeta
amazónico, brasileño, latinoamericano, devenido en cyberpoeta y, por
lo tanto, ciudadano del mundo. Et por cause, terminemos la entrevista
con un poema inédito más:
IDEARIO EN 7
PECADOS
Esa piedra se
asoma en la leveza a la busca de un verbo en la
distancia: suavizado, frágil son de pluma. Nada que pese
habita ese silencio: cava vacía, sombra, brisa escasa débil
tembloroso en pozo estagnado.
Un viejo espejo
de agua se armoniza: soplo incontenido inventa nervios curvos, la sinuosa
elipse en trazos plácidos. Mis aguas se arrugan, pliegues
crespos: mano Narciso me aparta la belleza sabe que el diario
atisbar me ahoga.
El tiempo que
aún tengo piensa el tiempo y, en tanto, perenne me
enciendo: en cenizas del destiempo aún hay fuego, me calienta
la piedra leve, brasa poca, surcándose graffiti por los
callejones: en blancos muros clavo mi enigma.
El limo de esa
piedra es mi opuesto, Ahora musgoso, seda de serpiente, un
filtro transmutando muchos vientos. Pero siempre alimentando en
el resquicio: Trabajo un pie de verso grandioso, una pala
revolviendo caligramas.
Sin olvidar la
cifra de mi tiempo: humor, o chiste, la jerga, todo cuenta en
el canto de hablar cotidiano. El sol del prejuicio no me
abraza, de jaula abierta me sé pajarillo, desde Quintana
conozco al grande pájaro.
Importa en la
jaula buen alpiste que sólo regurgito esparciendo
estrellas: en el suelo exuberante cristal funde. Mi meta es la
lengua derramada líquida cantera en tono de llanura que con
tan sólo plantarse todo da.
Y así me asumo
piedra diferente calcinado de múltiplas facetas: concreto fui
en la praxis de sintaxis, viajé linossignos y haiku, enamoro
instinto que Breton me dio, y junto al sueño el barro de la
metáfora.
La
transcripción al castellano de la entrevista y las versiones de los
poemas, son del poeta mexicano E. Antonio Torres Glez.
ver
también: "La
melodía poética de Anibal Beca", por Hildeberto Barbosa
Filho.
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