.......... Uno de los proyectos más riesgosos de la poesía hispanoamericana
de las últimas décadas es el poeta peruano Carlos Germán Belli (1927).
Desde sus primeras publicaciones, y sin ningún temor a ser leído
erróneamente, Belli ha elaborado un discurso poético inconfundible, que
en gran medida se funda en formas y referencias que provienen de la
cultura greco-latina y que en la actualidad se encuentran
fosilizadas.
.......... Que el mismísimo año 2000
Belli se atreviera a publicar un libro con el anacrónico título de
Salve, Spes!, habla por sí solo. Pocos lectores actuales se
animarían siquiera a abrir una obra con un título como ése, que suena a
folios apolillados y a retórica neoclásica del siglo XVIII. Sin embargo,
ahí está el Belli de siempre: sólido, imperturbable, materializando su
sorprendente estética, y completamente inmune al qué dirán.
.......... Salve, Spes! es un saludo a la esperanza. Esta idea o
sentimiento adquiere la figura de una deidad romana a la que se le rinde
tributo. Sospecho que el tema algo tiene que ver con el hecho de que
Belli haya traspasado la barrera de los setenta años. Lo que el poeta
parece percibir al frente suyo, y cada vez más cerca, es la presencia de
la muerte. Su esperanza sería entonces una manifestación de fe cristiana
en un modo superior de existencia: "Y es ésta la mejor / manera para
hacer frente a la Parca, / como que satisfecho / se pase del buen vivir
al buen morir", dice. El buen morir representa un cambio radical con
respecto a su poesía anterior. En ella Belli sentía que estaba
"empedrado / de millares de carlos resentidos", como consecuencia del
"apachurramiento" al que lo sometían los poderosos, y era más bien un
desesperanzado. Pues bien, en la séptima sección asistimos justamente a
un debate entre un "esperanzado" y un "desesperanzado". El primero es un
devoto de Venus, la diosa del amor; el segundo, sin saberlo, termina
siendo un cómplice de la muerte.
.......... El nuevo libro de Carlos Germán Belli no es una colección de
poemas breves, como sus volúmenes precedentes, sino un solo poema largo,
regido por el simbólico número 10. Son diez secciones (no creo adecuado
llamarlas "cantos"), compuestas de diez décimas cada una, es decir, de
unidades de diez versos. De esta manera Salve, Spes! dialoga con la
tradición humanista y particularmente con las diez églogas de Virgilio
llamadas "Bucólicas", en las que también hay un homenaje a la
esperanza.
.......... Uno de los temas bellianos que reaparecen aquí es el de la
condición de su hermano Alfonso, paralítico de nacimiento. Ya en algunos
textos de Oh, hada cibernética Belli había abordado ese difícil
tema, de una manera digna, conmovedora y exenta de patetismo. Esta vez
recurre al mito de los dioscuros Cástor y Pólux, hijos de Zeus y Leda.
Entre otras cosas, oh ironía, los legendarios gemelos se destacaron por
sus proezas atléticas. Carlos Germán Belli realiza una muy original
relectura del mito. Pólux es un invalido: "el inmóvil sempiterno" que
"está en un mismo sitio resignado / como un árbol que no camina nunca".
En cambio Cástor, el dioscuro andante, "pisa fuerte el duro suelo / con
las plantas ligeras"; pero lo agobia un sentimiento de culpa, porque
siente que le ha robado el movimiento a su propio hermano. La esperanza
de Belli reside en que "en los confines siderales", Pólux y Cástor, vale
decir, Alfonso y Carlos, se fundan con sus padres para formar una unidad
y un todo. Muchos podrían pensar que poetizar hechos biográficos
recurriendo a la mitología clásica, y nada menos que en los albores del
tercer milenio, es una empresa artificiosa, destinada a la burla. Pero
no es así, porque Belli es una especie de Quijote al revés. Ahí donde
otros ven figuras de la mitología, él ve personas reales. Y lo dice con
un candor y con una naturalidad que son muy convincentes.
.......... Hay lecturas que se rigen por la ley del mayor esfuerzo y otras
por la del menor esfuerzo, con todas las gradaciones posible. No cabe
duda de que Salve, Spes! demanda una extraordinaria, y a veces
agobiante, colaboración del lector. Pero la pluralidad de la poesía es
vasta, y en ella hay variados proyectos; y por cierto, para una poesía
tan inusual, compleja y exigente como la Carlos German Belli.
en El Mercurio , sábado 10 de
noviembre de 2001