Dos enes ocuparon mi ciudad
sitiada.
.......... Dos enes ocuparon
mi ciudad sitiada.N.N. fue escrito en el patio México del Cementerio
General. N.N. fueron las bolsas de plástico en el fondo del mar
Pacífico. N.N. fue la mujer ensacada del norte. N.N. diseminado en la
torre de alta tensión. N.N. fue la transmisión oral y clandestina. N.N.
tuvo la familia chilena. N.N. transformó la prensa nacional. N.N. se
borró en el registro civil. N.N. se quemó en la ley. N.N. hizo regional
tu nombre. N.N. fue el prisionero de mi memoria. N.N. fue el simulacro
de tu nombre verdadero. N.N. te hizo irreal. Una envestidura de cal ha
engastado tu nombre.
.......... Si te encontrara
escribiría solamente N.N. en las cortezas de los árboles; enamorada
hasta encontrarte, dibujaría corazones en el aire con tu nombre. Y mi
lengua diría: N.N. hasta despapilarse. Se despedraría por un beso tuyo.
Un beso más en mi lengua rendida la haría aullarte. Y quizás
ahuyentándote, agotaría su reserva salival y rayaría en el norte tus
iniciales. Raparía N.N. en mi nuca. Borraría N.N. en mis muñecas.
.......... Haría que no dejara
de rumiarte porque mi cama está caliente. Usaría radicalmente tu nombre
completo. Te nombraría tal vez, de una forma furtiva y a toda prisa
viviría sólo por eso. No para que volvieras, sino para que yo volviera.
Por eso y sólo por eso, haría una legua de nombres en mi Sur. Con tu
nombre borraría el Sur. Con tus iniciales haría una escritura de la
ausencia. Con tus huellas reharía la caminata de mi vida. Encima de tu
cuerpo me restregaría hasta sentirte. Encima de ti reanudaría aquellas
escrituras muertas. Encima de ti retrasaría la hora. Así, esta pasión de
encontrarte haría pública tu ausencia. Así, esta pasión haría pública la
inhibición de haberte perdido, irremediablemente. Mi memoria recorrería
nuestro desorden. Móvil, con un invisible ademán te diría: Adiós amor
mío. Así de enamorada, vería vertiginosa descorrer nuestra historia. Tu
oreja en la postal de la muerte. Aquella frenética ilusión de progreso.
Aquel desenfadado ideal. La misteriosa soledad de un privado. La
engastadura de un anillo de bodas. Nuestro perfil fotográfico de familia
onerosa. Los pasajes de Goulag, Viet Nam, Cuatro Alamos y Campos de
Marte.
.......... Yo y tú sin retorno
apasionados. Yo y tú, huéspedes de una morada imaginaria. Tú y yo
enamorados. Yo en el mayo de las flores. Rehenes. Morando el olvido te
diría una noche, que no te lloraría, porque si no estuviera viva, quién
respondería por nosotros. Quién podría reconocerte si no yo. Quién
impediría negociaciones en tu nombre. Quién podría privatizar nuestra
fragoroso memoria. Quién te habría llevado atado en mi cuello,
sabiéndote ido. Quién me habría humillado, una vez más. Quién viviría
inalterable esta osadía de vivir una lengua exiliada, el atrevimiento de
nombrarte y hacerte vivir en la muerte. Vivirte me haría escribirte, me
haría decir: que nunca te has ido. Mi osadía ha sido pensar lo
imposible.