Se extinguió la tinta descreída y la
lengua iconoclasta de Roberto Bolaño
Apenas 50 años
y una novela, su obra maestra como vaticinaba, a punto de culminar.
Pero no pudo más. Enemigo del consenso, agudo y crítico casi por
gusto, el novelista, cuentista y poeta dejó un legado literario que
pasó del culto under al respeto unánime de críticos y lectores,
dejando en el camino una estela de seguidores y también detractores,
sobre todo escritores que, sencillamente, jamás soportaron la
desfachatez del ahora eterno Roberto Bolaño.
por Gabriel Agosin O.
...
Resulta extraño hablar de él y hacerlo en pasado. Demasiado joven y
demasiados proyectos aún en mente. Una vida, además, que al fin le
estaba sonriendo. El hambre y el desconcierto que fueron sus
compañeros durante buena parte de su existencia ya eran sólo
recuerdos.
...
Conocido por unos pocos, salió, si puede decirse, del anonimato
literario cuando en 1999 obtuvo el premio Rómulo Gallegos, para
algunos el Nobel latinoamericano. La obra galardonada fue Los
Detectives Salvajes, una monumental novela coral con casi tantos
personajes y voces como historias que reconstruyen o deconstruyen, si
se quiere, el proceso “posmodernizador” de América Latina mediante la
vida de su alter ego, Arturo Belano y Ulises Lima.
...
Pero Roberto Bolaño es -¿estando tan viva su presencia, se puede decir
"fue"?- mucho más que Los Detectives Salvajes. Se le ha
emparentado con los beatniks, mas la complejidad de las estructuras de
sus creaciones lo distancian de los Kerouac o Ginsberg, pues Bolaño es
mucho más que desenfreno y escritura visceral. La edición minuciosa de
sus novelas y cuentos son tan claras como su militancia en la
literatura por la literatura. Nada de panfletos, nada de panegíricos
por causas perdidas o ganadas. Su mundo es demasiado rico y sutil en
sus posturas como para haber caído en abanderamientos “políticamente
correctos”.
...
Pero era de izquierda. Y a tal punto que viviendo en México se vino a
Chile para apoyar a la revolución con empanadas y vino tinto. Tuvo mal
ojo, porque pocos meses después vino el Golpe y hasta ahí llegaron sus
sueños revolucionarios, sueños que después reconstruyó con cierta
ironía en sus novelas y cuentos, como Estrella Distante y en
menor medida en algunos pasajes de Nocturno de Chile.
...
Enemigo del consenso de forma radical. Tanto es así que si en su casa
en la pequeña localidad de Blanes, en España, todos hinchaban por el
Barcelona, él, fanático del club catalán, de forma inmediata pasaba a
apoyar al otro por puro joder, por el simple hecho de romper con la
unanimidad, con la uniformidad que siempre rehuyó y que lo terminaron
erigiendo en un personaje siempre impredecible.
...
Como prueba de su tozudez y de que siempre iba contra la corriente, en
una conversación que tuvo con nosotros en enero de este año, dijo que
si tenía que pronunciarse sobre el conflicto que se avecinaba en el
Oriente Medio, se manifestaría a favor de la guerra. Sus argumentos,
por cierto, iban más allá de lo mediático y inmediato, pero lo más
significativo de su postura era el atreverse a ser distinto a lo que
podía esperarse de un hombre libertario. Como en su labor literaria,
rompía siempre con los esquemas.
Sus “colegas”
... Su
honestidad y desfachatez le costaron la enemistad del mundo literario.
La última vez que pisó territorio nacional fue en el 2000, logrando
conquistar a muchos que desde entonces serían sus lectores fieles, mas
no a Hernán Rivera Letelier, Luis Sepúlveda e Isabel Allende, de lejos
sus principales contendores.
...
Entre los pocos aliados que logró conseguir en ese mundo, quizás los
más destacados y significativos sean Jorge Edwards, Nicanor
Parra y Pedro Lemebel, quien Bolaño se ocupó en llevar a España y
presentar con Jorge Herralde, el afamado editor de Anagrama.
... Con
el tiempo sus opiniones se fueron haciendo cada vez más recurrentes en
la prensa chilena. Sin quererlo ni proponérselo, se fue transformando
en una voz respetada por su siempre falta de pudor en decir lo que
pensaba. Cuando el Premio Nacional de Literatura, por ejemplo, estaba
discutiéndose, no tuvo reparos en etiquetar de “tonta” a Isabel
Allende y como un hombre de “derechas” a Volodia Teiltelboim por sus
“dogmáticas y estalinistas posturas”.
...
¿Qué podía en realidad preocuparle a un hombre que se hizo solo y más
encima fuera de Chile? No le debía nada a nadie, lo que le daba una
libertad total a la hora de expresar lo que pensaba y sentía.
... Esa
forma de ser lo hicieron estar en una “lista negra”, según comentó a
El Mostrador.cl la crítica literaria Patricia Espinosa. Esto lo
corroboró al pedir, en su calidad de editora de un libro crítico que
está próximo a publicarse en torno a la obra del autor del poemario
Los Perros Románticos, la colaboración de escritores al
proyecto Territorios en fuga. Homenaje a Roberto Bolaño,
quienes se negaron a participar porque lo encontraban “mala persona”.
Para Espinosa, pura envidia no más.
... No
importa en realidad cuán bien o cuán mal podía caerles al mundillo
literario criollo. El conjunto de cuentos Llamadas Telefónicas
(Premio Municipal de Santiago) o Las Putas Asesinas, o las
novelas Nocturno de Chile, La Literatura Nazi en América
y Estrella Distante, son muchísimo más, incluso en su
particularidad, que la obra entera de varios de los “envidiosos” que
lo critican.
...
Sabemos que Bolaño se encontraba terminando lo que siempre decía
llegaría a ser su máxima obra: 2666, novela de más de mil
páginas inspirado en los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez,
México, y que se desplaza entre Europa y América Latina entre fines
del siglo XIX y comienzos del XXI.
... Su
empeño en escribir un mamotreto de tantas páginas cuando cada vez se
lee menos y además según su amigo, el español Enrique Vila-Matas, la
novela del futuro debe ser cada vez más breve, es otro signo de la
personalidad siempre contraria a los designios de la moda o lo
socialmente establecido.
... Con
la muerte de Roberto Bolaño se extingue quien fuera la voz más potente
y con más proyección de la literatura no sólo chilena, sino
Latinoamericana. Darío Oses, sin ir más lejos, auguraba un futuro
lleno de novelas y cuentos que los lectores agradeceríamos. Pero ya no
más. Se fue otro grande de las letras nacionales, otro grande que dejó
este mundo sin recibir el Premio Nacional de Literatura. Como Jorge
Teillier, como su admirado Enrique Lihn. Ahora Bolaño comparte ese
extraño honor criollo de pertenecer a la selecta constelación de
monstruos literarios que no obtuvieron el máximo reconocimiento a
nivel nacional.
... Sea. Al menos su prosa autobiográfica, sus relatos nutridos de
tanta realidad y nervio lo harán revivir en cada lectura de sus fieles
y los que de seguro se sumarán de aquí en más, los que en cada repaso
de las letras que con sudor y sangre, con esa pasión tan transparente
que caracterizaron a Bolaño, le harán el honor y la posibilidad de
vivir en mundos que jamás imaginó, en tiempos que ni siquiera soñó, en
manos que nunca tocó.