Carpentier o la doble
adivinación
|
.......... Las novelas de
Carpentier son dialécticas porque son trágicas, en el sentido que Lucien
Goldman atribuye a Pascal: "...la dialéctica trágica responde a la vez
sí y no a todos los problemas que propone la vida del
hombre y sus relaciones con los demás hombres y con el
universo..."
.......... Sí y no. O más
bien, sí con no. A primera vista, las estructuras narrativas de
Carpentier parecerían tenderse de un génesis a otro. De un amor perdido
a un amor encontrado. De una promesa violada a una nueva anunciación. En
Los Pasos perdidos, el narrador abandona a su mujer y a
su amante para salir al encuentro, oscuro e inconsciente, de Rosario,
mujer primigenia, espejo andrógino de la Tellus Mater capaz de engendrar
solitariamente. En El siglo de las luces, Sofía abandona a Esteban,
encarnación de las exigencias puras del ideal revolucionario, para
unirse a Victor Hughes, el pragmatista que en medio de las
contradicciones concreta una parte mínima del ideal.
(...)
.......... Las novelas de Carpentier
pertenecen, de pleno derecho, al movimiento universal de la narrativa.
Movimiento de renovación que sustituye la convención crucial,
personajes-argumento (similar al cruce vertical-horizontal de melodía y
armonía en la música) por una fusión en la que personajes e intriga
desalojan el centro para convertirse en resistencias a un lenguaje que
se desarrolla, a partir de sí mismo, en todas las direcciones de lo
real. Así como la música ha ganado el derecho a ser sonido total o la
pintura una facultad semejante en el orden visual, la novela reivindica
la necesidad evidente de ser ante todo escritura, conexión del lenguaje
con todos los niveles y orientaciones, no de la "realidad", sino de "lo
real".
.......... Carpentier es el primer
novelista en lengua española que intuye esta radicalización y su
corolario: todo lenguaje supone una representación, pero el lenguaje de
la literatura es una representación que se representa. (...) Como en
Cervantes, en Carpentier la palabra es fundación del artificio:
exigencia, desnivel frente al lector que quisiera adormecerse con la
fácil seguridad de que lee la realidad; exigencia, desafío que obliga al
lector a penetrar los niveles de lo real que la realidad cotidiana le
niega o vela.
.......... Gracias a esta
representación de la representación, Carpentier revoluciona la técnica
narrativa en lengua española: pasamos de la novela fabricada a priori a
la novela que se hace a sí misma en su escritura. (...)
..........
Lejano en todo a la improvisación -ya hemos hablado de su
profesionalismo- o a la gratuidad, Carpentier sabe que las revoluciones
culturales no son enemigas de las revoluciones sociales, sino que ambas
se complementan e iluminan -el lenguaje de estas novelas cumple también
la función obsesiva del autor: designar el mundo anónimo de América,
apelar al pájaro y a la cordillera, al árbol y a la madrépora. En
Carpentier, el verbo vuelve a ser atribución, y el nombre,
fundación.
Carlos
Fuentes
en La Novela Hispanoamericana.
Editorial Joaquín
Mortiz, México, 1969.
(texto abreviado)