El sentido de la
historia en la obra de
Alejo Carpentier
.......... (...) hasta el momento,
podemos afirmar, basados en las obras analizadas, que la Historia actúa
como una red que aprisiona al hombre en ciertas estructuras que se
reiteran de una época a otra (Semejante a la noche), de un día
a otro (Los pasos perdidos y El Reino de este mundo), de un
hombre a otro (El acoso). Sin embargo, a pesar de la existencia
de un retorno cíclico, la Historia también está formada por un retorno
cíclico, la Historia también está formada por un desarrollo cambiante de
épocas, que se diferencian de cada presente (Los pasos perdidos). El ser
humano quisiera huir del momento actual, pero no puede, y cae
perpetuamente en el tiempo.
.......... Estas aseveraciones aún nos
dejan problemas sin resolver: si encontramos diferencias entre una época
y otra, ¿cómo puede haber un ciclo? Y si todo período repite la misma
estructura, ¿cómo puede existir progreso, o por lo menos movimiento en
alguna dirección que no sea circular? Y si una época se separa de la
otra, ¿cómo se efectúa este camino? ¿Y en qué medida el hombre participa
de lo histórico?, ¿dónde está la ligazón entre mi acto y el de los
demás? (...)
.......... La obra de Carpentier se basa
en el anhelo de destruir el tiempo, pero en realidad lo que secretamente
se desea es que el tiempo se cumpla, que el tiempo cese por medio de su
propia extenuación, que todas las etapas se desarrollen como modo de que
el tiempo se detenga. (...)
.......... Esta es la forma arquetípica
mediante la cual se lleva a cabo la historia, la dialéctica del
movimiento que se detiene y se expande. Entre la búsqueda de la Tierra
de Promisión y la traición a esa busca, se desarrolla la humanidad, y en
ella se repite la caída Bíblica o el Mito Griego, encontramos las formas
genéricas, originarias, de lo que somos. La reiteración de estos motivos
en los más diversos contextos nos permite adentrarnos en el estilo de
Carpentier, sus mayúsculas, su vértigo de concreciones, su
despersonalización del individuo, su paralelismo mitológico. En toda su
obra, temática y lingüísticamente encontramos la misma tensión, entre lo
intemporal, que se impone como Forma, como Género, como Ciclo (todos los
hombres repiten ciertos idénticos esquemas de Búsqueda y Traición), y la
presencia sensual de las cosas, su maduración corporal, su danza
demoledora, recreada por un frenético instalarse dentro de cada objeto.
La forma pendular de su estilo, es la corporización de su mirada
cósmica, que entrecruza lo temporal y lo intemporal, lo concreto y lo
arquetípico, un momento y toda la Historia.
.......... Lo que finalmente importa es haber descubierto una dimensión
esencial del hombre: la historia que aprisiona, la tendencia a huir de
ese presente de esclavo, el uso de la imaginación como modo de escape y
la creación de la Historia en esta búsqueda, que s e va trocando en
desengaño y cae en la traición, la segunda pérdida del Paraíso,
estructura que se repite de una a otra época, ciclo que retorna,
imposibilidad de evadir el presente, buscar la salida, y así, la
calesita de la historia gira y gira. Lo que importa en todo este
portentoso esquema es el hombre.
Ariel Dorfman
en Imaginación y Violencia en
América
Editorial Universitaria, Santiago, Chile, 1970.
(texto
abreviado)