Labbé:
Con Onetti y Cortázar
José
Giménez Corbatón
Artes & Letras,
HERALDO DE ARAGON, 3 de mayo de 2007
Carlos
Labbé es un joven escritor chileno (Santiago, 1977), estudioso de Onetti
y de Bolaño, músico de pop, guionista de cine y de televisión,
crítico literario, antólogo, editor y profesor universitario,
según nos informa la solapa de esta su segunda novela, “Navidad y Matanza”,
que publica por primera vez la cacereña Periférica. El volumen se
presentó en Zaragoza en la librería Los Portadores de Sueños.
En
efecto, las huellas deOnetti, pero también las del Cortázar más
experimental, se vislumbran en esta novela corta. Labbé la define, de un
modo marcadamente explícito, como “novela juego”, fruto del lúdico
entretenimiento literario que mantuvo con un grupo de amigos dedicados a pergeñar
borradores de una novela fragmentaria siguiendo el compás aleatorio del
juego de la oca. Los capítulos de “Navidad y Matanza” aparecen encabezados
por números que no guardan correlación y lo cierto es que, al menos
hasta la mitad de la novela, el lector podría leerlos en el orden que le
viniera en gana.
Una
mentira, un reto, el riesgo
El experimento es original, arriesgado,
y exige mucha entrega por parte de ese mismo lector que desde el comienzo ha de
aceptar formar parte de la lid, pues recompondrá él mismo una historia
de la que también se le hurtan muchas claves, pero de las que, al mismo
tiempo, se le brindan las suficientes para que su imaginación pueda desbocarse.
La voz narrativa principal admite que se debería escribir “como un niño”,
y aboga por un público “esencialmente indefinido y tendente a los desbordes”.
En
otro momento admite incluso “escribir sobre la marcha”, es decir, dando la máxima
autonomía a los personajes -y al propio lector, que así podrá
llegar a sentirse protagonista al albur de la lectura. La literatura ha llegado
a ser, sentencia el narrador -el propio Labbé-, “una mentira”. Pero aún
puede salvarla el juego sometido a determinadas reglas.
Un reto, en definitiva,
muy estimulante, que llama a la aventura. Vale la pena correr el riesgo.
Carlos
Labbé: Navidad y Matanza
En
Calle 20, Madrid.
Un descarado, alegre y
vehemente. ¿Un maldito más? Veremos.
De momento, firma una
de las citas literarias del año. Navidad y Matanza son dos pueblos con
trampa, como esta fantástica novela de Carlos Labbé (Santiago de
Chile, 1977). Ves el ardid nada más empezar: historias que se cruzan, vidas
que se solapan, fórmulas cíclicas que confluyen en un todo. Lo mejor
de este libro es que es un juego sin cartones del que no quieres salir una vez
que lo has empezado; te conduce con suavidad hacia el clásico "todas
las piezas encajan", desde el empresario perverso y el músico vividor
a la nínfula tormentosa, la orgía internacional y la droga enigmática.
Sí, esto es un thriller a veces, otras, un relato sin historia (sólo
con reglas); o también un reportaje de periódico; o un drama de
familia extravagante; y, de vez en cuando, una novela que encierra otra novela.
Total, que para gritar que "la literatura es una mentira", Carlos Labbé
monta un divertido tinglado con una pregunta de regalo: ¿sólo lo
que sucede existe?