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El gótico moderno en La pista de hielo de Roberto Bolaño

Por Carmen Martin
Purdue University



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La pista de hielo del autor Roberto Bolaño, publicada en España en 1993 y en Chile recién en 1998 –en pleno proceso de Transición, período especialmente conflictivo en el país- aparece como un texto que presenta múltiples complejidades en términos formales y temáticos como también, y especialmente, al momento de intentar una clasificación estilística o genérica de la obra.  Considerando lo anterior surge la pregunta: ¿podría entenderse La pista de hielo como una novela gótica? En el presente ensayo se intentará establecer aquellos dispositivos narrativos que permiten una lectura de La pista de hielo en tanto novela gótica moderna.

Rosemary Jackson, en su obra Fantasy: literatura y subversión, define lo gótico en los siguientes términos: “El gótico es entendido como una reacción a los acontecimientos históricos, particularmente al desarrollo del industrialismo y la urbanización. Se trata de una forma compleja, situada en los bordes de la cultura burguesa, que establece una relación dialógica con esa cultura” (98). Junto a esto, Louis Vax, en una obra considerada como fundacional dentro de los estudios sobre lo fantástico en la literatura, Arte y literatura fantásticas (1965), acota ciertos elementos temáticos que definen los relatos y novelas góticas clásicas.

En primer lugar, Vax se detiene en los espacios en los que este tipo de novela transcurre, definiendo el factor espacio como  elemento clave del gótico. Así, el escenario donde la novela gótica clásica transcurre es, por lo general, un lugar abandonado y sórdido –Vax ejemplifica con el castillo medieval, presente en la gran mayoría de las obras góticas clásicas-. Este espacio se define por su carácter siniestro[1] y lúgubre, que influye sobre quienes los habitan conduciéndolos a estados mentales perturbados y anómalos. Otro elemento característico de la novela gótica señalado por Vax es la presencia de una mujer fatal, es decir, un personaje femenino que, de manera sutil pero poderosa, mueve los hilos de la acción y que, por lo general, termina por aniquilar o destruir a los personajes masculinos que han caído bajo su belleza medusea, su inmenso y frío poder de seducción.

Considerando lo anterior, se hace posible establecer relaciones entre los principales mecanismos  narrativos y temáticos de La pista de hielo y aquellos definidos como constitutivos del gótico clásico. En la novela de Bolaño, dichos elementos son sometidos a un proceso de relectura o bien, a un procedimiento de “actualización” conceptual y espacial al situar a la obra dentro del contexto correspondiente a la situación de aquellos sudamericanos en exilio, como también de los seres marginados y excluidos dentro de la sociedad  española de los años ochenta. La elección de este escenario aparece como  un primer gesto que refiere a lo siniestro, en tanto la narración se organiza en torno a personajes y situaciones no aceptadas como partes constitutivas de la realidad oficial.

Así, dentro de este marco sociopolítico esencialmente excluyente, aparece el primer dispositivo que permite establecer una relación directa con el gótico: el camping, la locación donde transcurre gran parte de la acción de la novela. El camping, en tanto dispositivo narrativo, permite una doble lectura. Por una parte, debe considerarse que es un camping en invierno, un lugar de vacaciones que justamente, para el tiempo de la narración, se encuentra por lo general vacío y solitario. La imagen del camping invernal conduce inmediatamente a una sensación de cierta incoherencia, a una incomodidad inicial. En segundo lugar, el camping, por definición, es un lugar de tránsito o de paso, lo que intensifica el carácter de desarraigo y no-pertenencia de los personajes que circulan por él.

El segundo escenario de la novela funciona como un vínculo aun más directo con el gótico y sus elementos constitutivos centrales: El castillo Benvingut. Este castillo es una construcción moderna y, lejos de tener las almenas y mazmorras de los castillos medievales, contiene aquello en torno a lo cual se organiza la narración, esto es, la pista de hielo construida –a través de oscuros procedimientos administrativos- por Enric Rosquelles. En este punto puede establecerse una nueva línea de conexión con el gótico tal como lo define Rosemary Jackson: el palacio Benvingut y su absurda pista de hielo operan como dispositivos que cuestionan y critican, desde la marginalia, a las esferas del poder y la oficialidad. Rosquelles es, dentro de la novela, el único ciudadano europeo “legal”. Además ostenta un cargo público medianamente importante, lo que le permite desviar los fondos necesarios para la construcción de la pista de hielo. Puede establecerse, así, una primera crítica directa –o bien, la primera instancia “dialógica”, en palabras de Jackson-, entre las dos esferas sociales (los europeos “oficiales” y los proscritos, vagabundos e ilegales sudamericanos) que conviven en la narración y que dan forma a la obra por medio de tres discursos  en contrapunto.

Esta particular técnica formal de La pista de hielo, en tanto novela polifónica cuya trama gira aparentemente en torno a un crimen -en este caso, el asesinato de Carmen la cantante- ha llevado a múltiples lecturas de la obra en tanto novela negra. En su ensayo “Roberto Bolaño y las relecturas de la novela negra: La pista de hielo”, la Dr. Miriam Pino arguye que las mencionadas características composicionales de la obra deben comprenderse como mecanismos ambiguos que, por medio de una suerte de parodia de la novela negra, replantean y actualizan el género negro canónico. Sin embargo, este argumento cae al momento de revisar qué es lo que Pino comprende por “negro canónico”: las novelas policiales de Edgard Allan Poe. Teniendo esto en consideración, La pista de hielo se distanciaría radicalmente de la novela negra al momento de, en primer lugar, no existir un detective o personaje que actúe como tal –es decir, como un Dupin bolañeano-. En segundo lugar, la trama de La pista de hielo no gira en torno al crimen en sí –tal como lo propone Pino-, sino más bien en torno a las circunstancias que conducen a que dicho crimen acontezca. Conviene detenerse en este punto.

El crimen que subyace la narración en La pista de hielo es enunciado la mayoría de las veces de manera tangencial[2]. La función de la pista de hielo dentro de la novela es la de denunciar, por una parte, la corrupción e inescrupulosidad de Enric Rosquelles y, por otra, la de introducir y justificar el segundo dispositivo narrativo central del gótico tal como lo señala Vax: la mujer fatal.

Es a través de la construcción de la pista de hielo y de la refacción del palacio Benvingut que Nadia, la femme fatale, es introducida en la novela. Nadia es, a lo largo de la obra, una sombra, una presencia insinuada. Nadia casi no habla y cuando lo hace su discurso es siempre parcial y fragmentario. Es un personaje que no tiene voz pero que a través de su silencio es capaz de llevar a la cárcel a Rosquelles y también de conducir a Morán a un estado cercano a la desesperación.

La importancia de Nadia, en tanto personaje, no está en lo que dice sino en lo que calla. Es en su silencio enigmático donde se condensa la oscuridad gótica de La pista de hielo: el personaje de Nadia es, de este modo, el dispositivo gótico por excelencia ya que en ella confluyen y cristalizan todos los indicios que permiten una lectura de la novela como texto gótico moderno: ella es la mujer fatal y también, por medio de un mecanismo narrativo semejante a la metonimia[3], es, también y al mismo tiempo, la pista de hielo y el palacio Benvingut. Y lo es en la medida en que, tanto la pista como el palacio, cobran sentido cual dispositivos siniestros (y góticos) sólo al momento en que Nadia los habita. Se produce, de este modo, una relación de interdependencia entre personaje y espacio, en la que uno determina al otro, formando un sistema de conexiones simbióticas en la que la destrucción de uno conducirá irremediablemente a la caída del otro. Por esto, cuando el escándalo de la pista sale a la luz pública, Nadia comienza asimismo un proceso de decadencia y alienación en el que buscará reconstruirse a través de la claramente autodestructiva relación “amorosa” con Remo Morán.

La aparición de lo que debiera haber permanecido oculto – la pista de hielo, la corrupción de la oficialidad, el desamparo y abandono de los personajes marginales- finalmente acontece, llevando la novela de manera cada vez más determinante, a medida que la acción avanza y comienza a cerrarse, al terreno del gótico, en este caso, el gótico contemporáneo, comprendido como la versión moderna de un género narrativo que parte de una reacción ante elementos culturales puntuales, cuyo sustento se encuentra en la violencia y la negación del otro.

La pista de hielo propone una nueva manera de denunciar y subvertir, desde las posibilidades de la novela en tanto texto ficcional y gótico, aquello que la esfera del poder y los discursos oficiales se empeñan en silenciar. Y, al mismo tiempo, abre la pregunta: ¿qué es lo que se oculta realmente bajo aquellos acontecimientos históricos que el gótico moderno amenaza con develar?

 

 

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Notas

[1] Siniestro en el sentido que le otorga Freud en su ensayo “Lo siniestro” (Die Unheimlich). Freud define lo siniestro como aquello que debiera permanecer oculto pero que sin embargo, aparece. Junto con esto, un elemento indispensable `para que lo siniestro, así entendido, se manifieste, es la ausencia en tanto sustrato narrativo. La ausencia, dentro de La pista de hielo, se ajusta de manera bastante adecuada a la definición freudiana.

[2] Lo que propicia el ambiente de la novela para que lo siniestro freudiano se desarrolle.

[3] Tal y como la entiende Geràrd Genette en Figuras III, es decir, como aquello que es enunciado no directamente sino por medio de procedimientos alusivos y de referencia tangencial. 

 

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Bibliografía

- Bolaño, Roberto. La pista de hielo. Santiago: Planeta, 1998. Impreso.
- Freud, Sigmund. “Lo siniestro”. Obras completas. Buenos Aires: El Ateneo Editorial, 2001. Impreso.
- Genette, Geràrd. Figuras III. Barcelona: Lumen, 1989. Impreso.
- Jackson, Rosemary. Fantasy: Literatura y subversión. Buenos Aires: Catálogos Editora, 1986. Impreso.
- Pino, Miriam. “Bolaño y las relecturas de la novela negra: La pista de hielo”. scielo.cl Scielo Chile. Web. 2 de diciembre 2010.
- Vax, Louis. Arte y literatura fantásticas. Buenos Aires: Eudeba,1965. Impreso.



 



 

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