Paolo
de Lima:
“Oquendo creó un universo entero,
una cosmovisión individual de sólidas raíces
culturales”
Entrevista Roxana Chirinos / agenciaperu.com
Septiembre 2005
Con motivo del centenario del
nacimiento de Oquendo de Amat, la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos realizó el Congreso Internacional “Oquendo de Amat y
Abril y la Vanguardia Hispanoamericana”. A propósito agenciaperu.com,
conversó con el poeta peruano Paolo de Lima.
- ¿Por qué el ingreso de Oquendo de
Amat a la literatura peruana es tardío?
- La literatura peruana (entendida como literatura “nacional” en castellano
culto) es un concepto que comprende a una institucionalidad, a un
aparato de poder teórico y discursivo y de legitimación
estético-ideológica que valora positivamente y resalta
la producción cultural, en este caso poética, de un
determinado autor o libro. En el caso de Oquendo de Amat y
sus 5 metros de poemas (el resto de la producción total
de Oquendo se restringe a sólo unos cuantos poemas más
publicados en revistas como Amauta de José Carlos Mariátegui)
es cierto que su “ingreso es tardío” a la literatura nacional
ya que se da de manera plena y sin miopía a partir de la mención
realizada por Mario Vargas Llosa en su discurso de agradecimiento
por la obtención de la primera versión del entonces
muy prestigioso a nivel hispano latinoamericano Premio Rómulo
Gallegos.
Esto, sumado a la conjunción del proclamado, difundidísimo
y muy verdadero en términos de Lo Real lacaniano boom
de la novela latinoamericana (el Grupo de los Cuatro básicamente,
es decir, MVLl, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes
y Julio Cortázar) piloteado específicamente desde Barcelona,
entre otras ciudades, hizo que el discurso de Vargas Llosa tuviera
una resonancia y nivel de aceptación impresionante. Estamos
hablando de un momento (año 1967, casi en el mes paralelo a
la aparición magnífica, impredecible e imparable de
Cien años de soledad en Buenos Aires) en el que la Revolución
Cubana gozaba del aprecio, entusiasmo, adhesión plena y total
de casi la mayoría de intelectuales, periodistas e incluso
políticos de, precisamente, nuestra América. En su discurso
VLL realizaba una metáfora del significado de la literatura
y del escritor latinoamericano (“la literatura es fuego”) tomando
como ejemplo nada menos que a nuestro poeta vanguardista y político
comunista Carlos Oquendo de Amat.
Por todo ello, no es una casualidad que el tardío y pleno ingreso
de Oquendo a la literatura peruana se dé a través del
discurso de agradecimiento de un escritor peruano (de origen arequipeño,
departamento en el que Oquendo fue secretario general del Partido
Comunista) muy vinculado en esa coyuntura precisa a la revolución
de corte socialista que estaba dando sus primeros pasos en Cuba. Los
dos hechos resultan coincidentes y vinculantes: la extraordinaria
calidad literaria (el poemario 5 metros de poemas y la novela
La casa verde ) y el vínculo político-ideológico
de corte revolucionario radical de izquierda (el naciente PC peruano
de los años veinte y la naciente Revolución cubana de
los años sesenta). Décadas, por lo demás (la
del veinte y la del sesenta), asociadas a proyectos culturales de
vanguardia (la poesía –pero también la novela- en la
primera de ellas, la novela –pero también la poesía-
en la segunda).
Por último, un detalle que habría que considerar también
es el que tiene que ver con un primer intento comprehensivo de incorporación
de Oquendo al canon literario por parte de Jorge Eduardo Eielson,
Sebastián Salazar Bondy y Javier Sologuren, quienes en 1946
publicaron un volumen que incluía estudios críticos
sobre lo que dieron en llamar como La poesía contemporánea
del Perú , en el cual Oquendo es el último de los
poetas analizados (once años después, en 1957, Salazar
Bondy y Alejandro Romualdo incluyeron también a Oquendo en
su Antología general de la poesía peruana ).
Salazar Bondy es quien se ocupa del poeta puneño en La poesía
contemporánea y en la “Nota de autor” escrita a modo de
pie de página de la selección de los poemas de Oquendo,
el autor de Lima, la horrible sostenía lo siguiente:
“En estas transcripciones hemos prescindido de la disposición
caprichosa de los versos pues no es precisamente en ella donde reside
el encanto de los poemas de Oquendo” (153). Ese querer pasar por alto
la “disposición caprichosa” de los poemas de 5 metros
nos está diciendo claramente, y por decir lo menos, de la incipiente
comprensión crítica que aún entonces se tenía
de la poesía de Oquendo. Si bien el capricho no es un pecado
capital, sí resulta absolutamente nocivo para efectuar adecuadamente
la edición (o transcripción) de un texto literario y
más aún para la construcción y afinamiento de
la mirada crítica sobre todo en lo concerniente a textos de
vanguardia. Otros intentos tempranos son los de Luis Alberto Sánchez
tanto en Mundial en junio de 1931 como en su Índice
de la poesía peruana contemporánea , publicado en
Santiago de Chile en 1938, los cuales son también muy insuficientes.
- ¿Cuáles cree que fueron los motivos de dejar su
tierra natal, vivir en Lima y después España, donde
muere joven y tuberculoso?
- Los motivos de entonces, de siempre y de ahora: conocer, viajar,
ser absoluta y radicalmente moderno. El hecho de morir joven es circunstancial,
como lo es también el hecho de morir tuberculoso, aunque es
necesario señalar que esta enfermedad la desarrolló
en los calabozos del penal del Frontón en el cual estuvo encerrado
en calidad de preso político. Después de salir de esta
prisión, Oquendo “quedó mortalmente herido de tuberculosis”
(Ayala 174).
- ¿Cómo fue su vida en Lima, su amistad con Xavier
Abril y el acercamiento a la revista Amauta ?
- Su educación primaria la inició en 1911 “en una pequeña
escuela particular en Barrios Altos”, pero ese año y el resto
de su primaria los continuó en Tayabamba, aunque con constantes
idas y venidas a Lima. Sus estudios secundarios los realizó
“en el colegio de Nuestra Señora de Guadalupe en Lima, entre
1917 y 1921” y posteriormente ingresó a la Facultad de Letras
de la Universidad de San Marco s (Ayala 87, 89 y 110). En Lima hizo
vida de artista, intelectual y político. De Xavier Abril escribió
“buscándome yo mismo no sé hasta qué punto soy,
y dónde comienza en mí xavier abril” (revista Rascacielos
número 3 publicada en Lima en noviembre de 1926). Por su parte,
en un testimonio Abril escribió que Oquendo era su “hermano
de la juventud con quien más me había identificado a
través de lecturas de Eguren, Vallejo, Baudelaire, Mallarmé
y Rimbaud” (Ayala 322). En la clausura del Congreso Internacional
“Oquendo de Amat, Abril y la vanguardia hispanoamericana”, Marco Martos
dio lectura de un poema de Xavier Abril dedicado en su integridad
a Oquendo. Se trata de un texto inédito que Carlos Meneses
hiciera llegar a Martos en calidad de primicia. En cuanto a la revista,
Oquendo “estuvo presente durante la elaboración e impresión
del número uno de Amauta ” (Ayala 140). La identificación
de Oquendo con Mariátegui y su proyecto era total, fundamentalmente,
como ha señalado Luis Felipe Alarco, porque apreciaba en él
“su limpieza moral, inteligencia, su rigor mental y fe en sus ideas”;
y es que, como expresara Alberto Tauro del Pino: “El poeta entendió
que Mariátegui había traído al Perú un
nuevo mensaje, que estaba imbuido de nuevos instrumentos de análisis,
que además de ideólogo podía nuclear y teorizar
para cambiar el Perú” (Ayala 149).
- ¿Dejó Oquendo la poesía para incursionar
en política?
- Eso siempre resulta difícil de determinar. Por lo demás,
¿dejar de escribir poemas significa dejar la poesía?
En cualquier caso, y en opinión de José Luis Ayala,
su biógrafo más autorizado (conjuntamente con Carlos
Meneses), “Carlos Oquendo de Amat, a los 23 años de edad, y
después de ver la edición de su libro 5 metros de
poemas , decidió dejar de escribir poesía en forma
sistemática y años después convertirse en un
agitador, militante y pensador socialista” (168).
- Desde su punto de vista literario, ¿qué es lo
que le conmueve de la poesía de Oquendo?
- Acabo de terminar la lectura de un ensayo de Cynthia Vich publicado
en Dedo crítico , cuyo reciente número está
dedicado a Oquendo de Amat por sus cien años de nacimiento.
Este número fue presentado en el marco del reciente y ya mencionado
Congreso Internacional dedicado a Oquendo y Abril. Este ensayo de
Vich me parece una de las lecturas más ricas, estimulantes
e interesantes de nuestro autor (junto con otro de Juan Zevallos Aguilar
que mencionaré más adelante), desde el ensayo que Raúl
Bueno le dedicara como capítulo final de su libro Poesía
hispanoamericana de vanguardia , publicado hace veinte años,
es decir en 1985. En la conclusión de su texto, Vich sostiene
lo siguiente: “El consumo y la producción de un mercado de
imágenes le da sentido al vagabundear del migrante andino en
la ciudad, organiza su nostalgia y libera sus limitaciones culturales
y territoriales. De esta manera, el sujeto es un flanneur que
circula frente a escaparates que él mismo ha construido para
reemplazar lo que le falta y para definirse a sí mismo de otra
manera. La transformación de sus vacíos –o de sus ansias-
en realidades concretas en el espacio imaginario de la creación
poética satisface su necesidad de ser sujeto, le da agencia,
le da poder. Esta transformación del romántico en sujeto
consumista y productor de bienes de consumo le permite ante todo elegir
su identidad, construirla en base a su pertenencia a una nueva comunidad
con la que comparte intereses, sueños y sublimaciones. Como
está ocurriendo cada vez más en nuestros días,
lo que se construye es una comunidad virtual de sujetos y objetos
donde lo que se comparte es la posibilidad de soñar, de superar
al menos en la imaginación las limitaciones de la vida cotidiana.
Es en este estado de ‘globalización imaginaria' donde un sujeto
híbrido como el de Carlos Oquendo de Amat se nos hace contemporáneo,
confirmando su fabuloso poder de sugerencia” (31-2). Creo que con
esta cita del texto de Cynthia Vich estoy respondiendo a la pregunta.
Por lo demás, para apreciar las múltiples formas y maneras
con que la poesía de Oquendo nos interpela, emociona, conmueve,
gusta, etcétera, sólo basta atender a las múltiples
significaciones que permite el título de su poemario. En su
texto citado, Raúl Bueno escribe lo siguiente: “Por comparación
con los títulos de poesía convencionales, el que nos
ocupa se muestra como una digresión, como una infracción
a la norma poética de las titulaciones afirmadas por la tradición.
Este hace referencia a algo más o menos comercial. En apariencia,
se ofrece cinco metros de poemas como si se tratara de cinco metros
de tela o de cualquier otro producto continuo y extenso; tal como
si el armado de los versos y el montaje de los poemas obedecieran
a un programa industrial” (116). Está también lo que
Ricardo González Vigil llama el “espectro de sugerencias” que
el título del poemario sugiere. Dos de esas sugerencias, la
“exageración burlesca de la mentalidad capitalista que todo
lo contabiliza y comercializa, hasta tornar posible que se expendan
poemas por metros [y] un orden de valores deshumanizado en el que
predomina lo externo y se elimina lo subjetivo” (336), tienen que
ver con una serie de imágenes poéticas de corte económico
que recorren el libro. Así, una “aldeanita” ofrece al sujeto
poético “dos reales [de] ojos nuevos”, se nos dice que una
calle “está mendiga de pasos”, que “la luna está de
compras” o que se “compró para la luna 5 metros de poemas”.
Hay ciclistas que “venden imágenes económicas”, el tiempo
es dinero (“TIME IS MONEY”), las mañanas se alquilan, se cambia
“un tapiz antiguo” o se “firma un cheque de cielo”. También
“[e]l Horizonte […] / se exhibe / en el hotel Cry”, un doctor de apellido
Leclerk “obsequia pastillas de mar”, se imprime “una sonrisa en papel
japón”, “los expendedores disminuyen el precio de sus mercancías”,
se siembra un beso, “la lluvia es un íntimo aparato para medir
el cambio” o se distribuyen “signos astronómicos [en las] tarjetas
de visita”.
- ¿Cómo fue publicado 5 metros de poemas ?
- Oquendo “buscó a José Carlos Mariátegui para
pedirle que lo apoye en su edición” y éste “habló
a su hermano Julio César para que procediera a publicar el
libro […] Debido a la situación económica ideó
‘Bonos de Suscripción', sistema del cual es precursor, para
publicar su libro después de haber pactado el precio con Julio
César Mariátegui La Chira, gerente de la Editorial Minerva
” (Ayala 155).
- El quiso ser original con la edición y lo logró,
¿no?
- Lo logra salvo por unos cuantos centímetros, por decirlo
en los propios términos concretos y de alusión a la
mercantilización que comprende la lectura del título
del poemario. Como expresa Juan Zevallos Aguilar en el ensayo que
leyó en el Congreso Internacional dedicado a Oquendo y Abril:
“Oquendo de Amat concibe Cinco metros de poemas como un libro
objeto en el que sí se puede llevar a cabo la modernidad que
tanto desea. A causa de la situación del Perú, país
periférico en pleno proceso de modernización, su simulacro
de modernidad es un proyecto fallido a medias. Su deseo es frustrado
por la intervención de sus editores que no entienden su propuesta
y no concretan sus indicaciones. El libro no mide exactamente los
cinco metros que deseaba el autor. Tampoco Oquendo de Amat logró
alcanzar el prestigio social que una institución literaria
moderna debería otorgar a un escritor innovador. Se conoce
la precaria vida que tuvo como un joven adulto en Lima y la muerte
solitaria que terminó con una vida sufrida en España.
Aunque se puede considerar un proyecto fracasado Cinco metros de
poemas contiene un proyecto de modernidad alternativa. Es alternativa
en cuanto critica la modernidad capitalista [...] y propone una nueva
realidad más humana y llevadera”.
- ¿Considera a Oquendo un poeta de la vanguardia? ¿Por
qué?
- Como ya lo ha venido diciendo y dejado claramente establecido la
crítica, por los elementos cubistas, surrealistas, futuristas
e incluso creacionistas que comprende la estructura de sus poemas.
Su visión suele ser, eso sí, demasiado personal e intransferible
como para agotar los postulados de Oquendo dentro de algunas de estas
facciones de agrupaciones vanguardistas y sus propuestas estético-ideológicas.
- En su poesía, ¿existe espacio para la metafísica
del dolor?
- Hablar de metafísica del dolor me suena demasiado abstracto.
Podría responder que sí o que no y no sabría
a ciencia cierta si estuviera diciendo la verdad. ¿Qué
significa hablar de una metafísica del dolor, en cualquier
caso? Lo que sí, se suele asociar la poesía de Oquendo
con una idea de alegría u optimismo, en contraposición
a difundidas lecturas conservadoras que quieren ver por ejemplo en
César Vallejo a un poeta del dolor, del sufrimiento y del abatimiento.
- ¿Encuentra un gran manejo de imágenes sensoriales
en su discurso poético?
- Sí. Como muestra, nada mejor que ir a los textos mismos;
por ejemplo, al “Poema del mar y de ella”: “Tu bondad pintó
el canto de los pájaros // y el mar venía lleno en tus
palabras / de puro blanca se abrirá aquella estrella / y ya
no volarán nunca las dos golondrinas de tus cejas / el viento
mueve las velas como flores / yo sé que tú estás
esperándome detrás de la lluvia / y eres más
que tu delantal y tu libro de letras / eres una sorpresa perenne //
DENTRO DE LA ROSA DEL DÍA ”.
- ¿Su poesía es feliz y armoniosa?
- Dar como conclusión de la lectura de la poesía de
Oquendo estas dos calificaciones (feliz y armoniosa) puede resultar
excesivo o distorsionador. Evidentemente, existen imágenes
o momentos en la poesía de Oquendo que se adecuan muy bien
a estas denominaciones (versos como “ataré mi corazón
/ como una cinta a tus trenzas”, “ah y tus sonrisas maravillosas sombrillas
para el calor”, “yo sé que tú estás esperándome
detrás de la lluvia” o “el paisaje salía de tu voz /
y las nubes dormían en la yema de tus dedos”), pero, como en
la vida, las síntesis resultantes de las contradicciones suelen
ser de cal y de arena. Lo mismo pasa con la poesía y el arte
en general.
- ¿Hizo innovaciones?
- Creó un universo entero, una cosmovisión individual
de sólidas raíces culturales, latinoamericanas, peruanas
y andinas. Eso se traduce en sus innovaciones formales. En opinión
de Carlos Meneses, “Oquendo halló en la libertad tipográfica
que le ofrecía el dadaísmo primero, y los ismos siguientes,
hasta llegar al surrealismo que es su principal fuente, un punto de
apoyo a su desesperada necesidad de sentirse libérrimo. Encontró
en la rotunda sinceridad de la palabra, en el automatismo o en la
posibilidad de no limitación con respecto a las reglas poéticas
el camino apto para sus afanes de hombre independiente, de espíritu
indiferente a toda catalogación” (119-20).
- Como poeta joven, ¿podría decirnos cómo
la gente de su generación interpreta a Oquendo?
- El último número de la revista de literatura Dedo
crítico incluye trabajos de varios escritores y críticos
de mi generación como Victoria Guerrero y Enrique Bernales,
Cynthia Vich, Selenco Vega, Jannine Montauban, José Pancorvo,
Gabriel Espinoza o Allan Silva. Estos dos últimos realizaron
entre junio y julio del presente año una intervención
a cinco cerros de la periferia de Lima en los que escribieron “con
yeso y en formato gigantesco algunos versos del único libro
de Carlos Oquendo de Amat” (149), como relata el propio Espinoza.
Uno de sus propósitos consistía, como anota este mismo
autor, en “descentralizar la cultura y las expresiones del arte culto
-como la poesía- y llevarlas a los lugares geográficos
y sociales donde se produce o consume esa ‘otra' cultura, la popular
y masiva, para así crear un circuito más amplio y democrático
que el de los tradicionales a la literatura y el arte” (152). También,
hace dos años la revista Intermezzo tropical dedicó
su primer número a Oquendo. En la editorial, firmada por los
directores de esta publicación (los arriba mencionados Guerrero
y Bernales, este último sólo lo ha sido hasta el segundo
número de la revista), se manifestaba lo siguiente: “Oquendo
se enfrentó a una sociedad precapitalista y aristocrática,
de gustos pseudomodernistas epigonales, que vivían en un eterno
canto geórgico, instalados en las selvas garcilacistas de los
latifundistas y propietarios, opresores del indio y del obrero. [...]
Elaboró a partir de su propia heterogeneidad convulsionante
andina e hispánica un nuevo canto, acorde a los nuevos tiempos
que vivió, y en los cuales luchó por la libertad, por
la justicia social, por la revolución, como por un nuevo discurso
artístico”. Por otra parte, la interpretación que da
Cynthia Vich para entender la poesía de Oquendo como una ‘globalización
imaginaria' me parece una de las más acertadas ofrecidas hasta
el momento sobre nuestro autor. Por lo demás, no sé
de ningún poeta peruano que no aprecie y respete a Oquendo
de Amat.
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METROS DE POEMAS
Carlos Oquendo
de Amat
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Bibliografía
consultada
• Ayala, José Luis. Carlos
Oquendo de Amat . Cinco metros de biografía, crítica
y poesía de un poeta vanguardista itinerante . De la subversión
semántica a la utopía social Lima: Editorial Horizonte,
enero 1998, 475.
• Bueno, Raúl. Poesía
hispanoamericana de vanguardia . Lima: Latinoamericana Editores,
1985, 140.
• Eielson, Jorge Eduardo, Sebastián
Salazar Bondy y Javier Sologuren. La poesía contemporánea
del Perú . Lima: Editorial Cultura Antártica, 1946,
156.
• Espinoza Suárez, Gabriel.
“Crónica acéntrica de la intervención urbana
‘5 cerros de poemas' (Lima, junio-julio 2005)”. Dedo crítico
XI.11 (Lima, agosto 2005): 149-53.
• Gonzáles Vigil, Ricardo.
Poesía Peruana siglo XX Tomo I . Lima: Ediciones Copé,
1999, 769.
• Meneses, Carlos. Tránsito
de Oquendo de Amat . Las Palmas de Gran Canaria: Inventarios provisionales,
1973, 227.
• Oquendo de Amat, Carlos. 5 metros
de poemas . Lima: Editorial Universitaria de la Universidad Ricardo
Palma y Asociación Cultural Brisas del Titicaca, [1927] junio
2005. [edición facsimilar]
• Vich, Cynthia. “De la nostalgia
al consumo: una lectura de 5 metros de poemas ”. Dedo crítico
XI.11 (Lima, agosto 2005): 27-32.
• Zevallos Aguilar, Juan. “Compresión
de tiempo/espacio, mundos posibles y modernidad alternativa en 5 metros
de poemas ”. Leído en Congreso Internacional “Oquendo de
Amat, Abril y la vanguardia hispanoamericana”. Lima: Facultad de Letras
y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marco s,
18 agosto 2005.