.......... Ahora nos llegan dos
volúmenes de cuentos que sorprendentemente se solapan el uno al otro,
pues el de Alfaguara contiene los tres libros de cuentos publicados por
el autor más dos inéditos y el otro volumen consta de una tercera parte
de los mismos cuentos sin añadir ninguno.
.......... Coloane,
contemporáneo de Onetti, Cortázar, Rulfo o Borges, escribe un tipo de
libros que poco tienen que ver con los de los autores citados, pues en
él prima la narración aventurera alejada de todo intelectualismo, aunque
algunas de sus descripciones de la naturaleza recuerdan las de Rulfo e,
incluso, se podría decir que el autor chileno es la cara oculta de
Borges. La vida aventurera y al borde de la muerte que Borges soñó,
Coloane la muestra de forma clara y rotunda.
.......... Coloane de muy joven
se fue a la Tierra del Fuego, fue pastor de ovejas y cazador y viajó en
los barcos que cruzaban el cabo de Hornos. Después, al igual que Joseph
Conrad, creyó llegado el momento de poner por escrito sus experiencias.
Y lo hace con un lenguaje sencillo y diáfano en el que las virtudes
literarias, que son muchas, brillan en la exactitud con que describe los
escenarios, en el uso de las comparaciones, en la habilidad con la que
dosifica la aparición de elementos tenebrosos y en la capacidad para
transmitir la emoción de la aventura. Coloane combina el extremado
realismo de algunas situaciones con el lirismo de otras, pero siempre
teniendo presente la simplicidad esencial con que deben transmitirse las
grandes gestas.
.......... El libro (y me
refiero sobre todo al reseñado en primer lugar) tiene dos formas de
disfrute que el lector percibe al mismo tiempo. Se lee con la
continuidad propia de una novela y se disfruta de los momentos álgidos
llenos de dramatismo y a continuación de los pasajes remansados,
descriptivos y líricos, de pura contemplación de un mundo primigenio y
alucinante e, incluso, de los momentos más prosaicos, de transición, que
también los tienen las buenas novelas, pues el conjunto posee el afán de
totalidad propio de la novela.
.......... "Donde hay
gaviotas, hay lobos y donde hay lobos, peces", se dice muy pronto en el
libro. Y a los animales hay que añadir inmensas llanuras, descomunales
acantilados, tormentas de nieve, hielos y tempestades, y los hombres,
ovejeros, marineros o aparceros moviéndose en este mundo dantesco, un
mundo sin mujeres cuya hiriente ausencia se remarca significativamente
en algunos momentos. Como dice un personaje, "la naturaleza primero lo
desintegra a uno, y luego lo integra a ella como uno de los elementos".
Ésta es una idea central de la obra, donde el viento puede aullar como
una mujer y recordar al protagonista el asesinato que ha cometido o las
olas del mar pueden convertirse en elefantes "ágiles y blandos", la luz
de la luna participar en una tortura o el mar, "viejo barbudo", cobrar
venganza de un marinero que no lo ama.
.......... Pero el libro se lee
también como cualquier libro de cuentos en que cada pieza tiene su forma
propia, se goza con la perfecta construcción de muchos de ellos y se
paladean los hallazgos estilísticos que refulgen como el sol en los
hielos antárticos. Así, el titulado La gallina de los huevos de
luz, donde Coloane saca mucho provecho de unos pocos elementos,
un faro, los dos fareros y una gallina, y donde un cuento muy sombrío en
su desarrollo se trueca en un desenlace optimista. O Témpano
sumergido, una de las joyas de un libro que tiene muchas, un
prodigio de sugerencia y ambigüedad donde vemos nacer la idea tan humana
del paraíso perdido narrado con una asombrosa capacidad de síntesis y de
observación. Otros cuentos tienen carácter folclórico como Teresa
Tekenika, que presenta una variación de la historia de Polifemo
y Galatea, o Proceso al Trauco, que posee rasgos
valleinclanescos y algunos toman el aspecto de crónicas; Pascua salvaje,
la de unos días de fiesta en un lugar aislado lleno de hombres solos que
produce desasosiego y compasión en el lector, y De la región
Antártica famosa, la de una navegación por los hielos
polares descrita con gran belleza y emoción. Una lectura más que
recomendable que puede completarse con la de El espejo del
mar, el libro de recuerdos de Conrad para compulsar similitudes
y diferencias. Un ejercicio muy provechoso.
Cuentos
completos
Francisco Coloane
Alfaguara, 484 páginas
1999
por
Lluís Satorras
en El Pais,
1999