"En los
Desórdenes de Junio"
por Adolfo Couve
(Zig-Zag 1970)
... Uno de los pocos cuentos que en este libro traen el detalle
local, donde se nombra con todas sus letras la calle San Diego, se llama
"La MUsa de Darío", y esboza el dibujo de dos figuras huidizas. La
obrita, muy breve, 60 páginas, se compone de pequeños trozos fugaces,
fantásticos, a menudo de intención irónica, señalados por la delicadeza
del rasgo y el jugueteo de las imágenes.
...Constantemente hacen recordar algo de alguien, como casi siempre
ocurre con las primeras producciones de los jóvenes muy
jóvenes.
...Pero ¿quién, cuál?
...En este cuento, si tal puede llamarse, más exactamente en ese
título está la hebra del ovillo.
...Así empezó Darío en Chile, así ensayó las alas que tanto debían
volar, con ese ánimo despreocupado y curioso, con la misma mirada en que
lo real y lo imaginario se mezclan, orientados por una sola intención:
darse gusto. Ninguna gravedad, ningún problema. Eso se lo deja a los
demás, a los que toman la vida como un drama, a los apasionados y los
comprometidos. Esa hora no llega todavía para él ni quiere precipitarla,
uniéndose a los que luchan y tiemblan.
...Ya tendrán tiempo de venir los dolores y de arreciar.
..."Por la calle San Diego andaba errabunda y envuelta en velos una
musa antigua. Suelen los siglos tener sus musas y así Adelina, célebre
en tiempos remotos, no encontraba oídos prestos a escucharle ahora. Y
cuando se arrimaba a los poetas modernos éstos desoían su canto
argumentando que aquellos requiebros dulzones estaban ya
escritos".
...Diriáse una autocrítica, un sarcasmo. El autor habla como podrían
hacerlo, en el peor sentido de la palabra, sus críticos, los de Adelina,
la pretérita, la anacrónica, obsoleta sombra entre velos de
sombra.
...Cuidado. Las cosas de la juventud nunca son tan sencillas. Ojo
con la sombra de la sombra que puede reencarnar.
..."Así Adelina desistió de intervenir en este siglo y se dio a
vagar por las calles estrechas. Pero este deambulaje sin sentido le duró
poco tiempo, al cabo del cual entró para ocupar sus horas al servicio de
un taller de zurcido invisible".
...La realidad, si no el realismo, torna a la carga y asoma su
perfil, trabada por la fantasía de un zurcido invisible.
...¿Sería nuestro escritor un novelista en cierne?
...Porque es allá donde, tarde o temprano, van a parar las
vocaciones indecisas, los temperamentos múltiples, las voluntades que
vacilan entre varios géneros, ensayando en esta y en aquella dirección
sus fuerzas principiantes.
...Las de Adolfo Couve se anuncian vivaces, promisorias, a ratos de
una sorprendente madurez, tanto que se diría un artista fogueado,
próximo al refinamiento y ya de vuelta en recursos, malicias y
destrezas.
...¿Quién podrá decirlo? ¿Cómo darle un consejo?
...Esto no puede brotar sino del mismo que lo pide, nadie sino él
contestará sus preguntas y únicamente se le puede insinuar que las
busque ahí, en su interior, en sus aficiones predilectas, en su íntimo
placer. Todos los secretos del mundo exterior se encuentran en el
recinto interno que los escoge y valoriza, en sus apremiantes voces, en
su determinación oculta. Descubrirse, conocerse, realizarse, llegar cada
uno a ser quien es. Tarea para la vida de cada cual, trabajo arduo,
inagotable empresa y manantial profundo. ¡Y que fuente de curiosidades!
Nunca se acaba de saber.
...Es la novela del novelista y la poesía del poeta, la historia del
historiador y el drama del dramaturgo, como los pensamientos del
pensador y la crítica del crítico.
...Junto a Adelina, la del zurcido invisible, numerosos y distintos
embriones de personajes se acumulan bajo ese vago y caprichosos título
"En los Desórdenes de Junio"; un viejo hugonote arribado a Valparaíso en
1850; el Gobernador colonial Meneses, ese demonio; Juansa de Leona,
madre soltera; un pirata en acción armada; un Ministro de Estado; un
incrédulo que recita su breviario, un célebre profesor y hombre de
letras, un rey de leyenda, ninguno tratado al modo naturalista o en
plano de simple realidad, todos medio entrevistos, medio soñados,
coherentes, verosímiles, increíbles y significativos; en suma, una danza
de temas, un carnaval de escenografía abigarrada, gérmenes, alas,
plumas, sinotra pasión que la de ver y contar, a traves de un velo de
sonrisas insinuadas con cierto despego, como para indicar que de nada
serio se trata, aunque podría ser, aunque podría ocurrir...
...Curioso, bien curioso, pequeño libro revelador de corrientes
vagabundas que así podría canalizarse en un sentido único o perderse
derramadas al azar sobre una ilimitada superficie.
...¿Quién sabe?
...Es el sigo mismo de la juventud que se busca y aún no se conoce,
aunque ya dispone, como Adolfo Couve, de las palabras, las frases, las
imágenes.
...................................................................................ALONE
en Revista Paula Nº 208 Santiago 23 de Diciembre de
1975