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Retrospectiva con obra
inédita de Couve
A cinco años de su muerte, el
mundo de la plástica rinde homenaje al artista con una exposición y
el lanzamiento de un libro
Elisa Cárdenas
Ortega
Adolfo Couve vivió
persiguiendo dolorosamente el ideal de la pintura, una consecuencia
del espíritu romántico que inscribió tanto en sus telas como en su
obra literaria y en las clases de teoría en la U. de Chile, que sus
alumnos atesoran casi como episodios históricos. ..... Pese al voluntario
silencio en que mantuvo su obra plástica de los últimos años, Couve ha
sido incorporado a las recientes lecturas oficiales del arte chileno
del siglo XX. ..... Desde el 3 de septiembre,
ese reconocimiento se traducirá en una muestra antológica en el Museo
de Bellas Artes y en el lanzamiento de un texto de investigación
escrito por la historiadora Claudia Campaña, su ayudante y heredera de
su cátedra, quien también se encargó de reunir y catalogar las ochenta
pinturas dispersas de entre los años 60 y fines de los 90 que estaban
mal documentadas. Recuperó fotografías del creador y elaboró un
análisis de su propuesta artística desde sus circunstancias
históricas: ..... "No tiene sentido
separar al escritor del pintor, como si se tratara de dos personas
distintas. He optado por privilegiar el estudio de uno de sus talentos
sin olvidar que los gestos del pintor ayudan a leer al escritor y
viceversa", señala Campaña.
-¿Cómo se
explica su alejamiento de la pintura en los años 70? ..... "Couve dejó de pintar durante diez años
(entre 1973 y 1983), porque pensaba que la pintura estaba en una crisis que él no
era capaz de superar. Pero ello no implica una renuncia total. Si bien
no practicó el oficio, jamás dejó de reflexionar. Durante su
abstinencia pictórica ejercitó el análisis de obras de arte en sus
cursos teóricos de las universidades de Chile y Católica".
-¿Cómo cobra
actualidad hoy su "realismo nostágico"? ..... "Si bien hoy el panorama de las artes
visuales está aún dominado por las manifestaciones cercanas o
derivadas de lo conceptual, son muchos los creadores que proponen la
reivindicación de la pintura. Couve fue uno
de ellos. Su nostalgia no es del todo disonante y, por cierto, ayuda y
forma parte del debate del problema del arte actual. Se le ha
reconocido como parte de una tradición pictórica gestada al interior
de la U. de Chile. No temió proponer, a fines del siglo XX, la
recuperación del gesto pictórico, una postura que puede ser
considerada audaz. Muchos de sus óleos son verdaderas lecciones de
pintura".
-¿Habla el
libro de su reclusión en Cartagena? ..... "En el capítulo "Autoexilio en Cartagena:
el retorno al gesto pictórico". Durante los años que Couve permaneció
sin tocar un pincel, confesó que sentía deseos de volver a pintar,
sobre todo en los veranos, por la luz. Y fue en Cartagena, en enero
del 84, cuando retomó los pinceles, motivado por la tranquilidad y la
atmósfera del balneario" ..... "Couve
enseñó durante treinta y cuatro años pintura, estética e hisoria del
arte. Le gustaba enseñar, aunque era un profesor de actitud distante.
En sus clases de teoría, por ejemplo, no había espaio para preguntas,
y una vez que terminaba de mosrar las diapositivas, daba por concluida
la sesión con n seco "se van". Su discurso breve, preciso y enérgico
impactaba a los alumnos".
en El
Mercurio, Viernes 23 de agosto de 2002
Adolfo Couve, Pintor
.......... Quien, en junio de
1985, enfrente por primera vez un conjunto de pinturas de
Adolfo Couve tendrá derecho a hacerse más de una pregunta. ¿Se
trata de una posición arcaizante la que se busca con estas
telas de tamaño pequeño? ¿Resulta legítimo insistir hoy en día
en proposiciones impresionistas, en el intimismo de Bonnard,
en traer como modelo al siglo XIX francés, en proclamar la
adhesión a nuestro Pablo Burchard? ¿Dónde se encuentra aquí el
reflejo del cambiante mundo contemporáneo? ¿Los
cuestionamientos estéticos de este final de centuria no han
dejado huella ninguna en un expositor de 45 años?. ......... Son paisajes, bodegones muy
simples, figuras en interiores y al aire libre. Tenemos pues,
cielos nubosos; rostros escurridizos; el azucarero azul; el
peso de la atmósfera sobre el balneario a mediodía.
(...) .......... Dentro del
peculiar lenguaje que materializa estas obras, nada hay de
artificioso, de manera o receta. Couve opera con toda
naturalidad, como si no hubiera otra forma de expresarse para
él. La sensualidad del trazo ancho diluido y de la sencillez y
refinamiento del marcado cromático, las soluciones luminosas
admirables constituyen el intermediario preciso de visones
suyas que nos transmiten sensaciones experimentdas durante el
ayer de un rápido instante. Su argumento se limita así al
momento evocado y no pretenden contarnos nada más. Y a esa
evocación, con el regulado lirismo que la inflama, le
basta. .......... Sin embargo,
¡de qué modo parece controlar el autor la fuerte carga emotiva
del propio temperamento! Hasta la más menuda mancha dentro de
la tela suelta destreza de factura dentro del sólido vigor
estructural, se halla sujeto a una voluntad de forma bien
definida. De ese modo, se mantiene a raya un elemento esencial
que caracteríza y otorga especial actualidad a estas pinturas:
la violencia emocional que late desde bien adentro en cada
lienzo. La violencia harto más evidente, que se manifiesta a
través de la posición estilística asumida por el artista.
(...) La violencia, por último, de la soledad que impregna,
con la dosis justa de melancolía, sus lugares geográficos -la
playa, la mesa-, los cuales, además, nunca se apartan del
ámbito más cotidiano.
Waldemar Sommer Junio de 1985
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