Guiado por el afán estético de encontrarse con la belleza, Adolfo
Couve Rioseco -premunido de su experiencia visual como pintor y de su
pasión por el lenguaje- conjuga plumas y pinceles en "Balneario"
(Editorial Planeta, 1983), su décimo libro, recién publicado, donde
reúne cuatro novelas cortas y más de una decena de
"Fragmentos".
.......... Parece débil e
indefenso en esa enorme villa italiana de principios de siglo, enclavada
en Cartagena, lugar que, hace diez años, escogió para vivir por esas
sinrazones que habitan en el hombre. "Esta casa me deprime y los papeles
floreados ingleses me tienen aburrido", dice rompiendo el silencio
impresionante que guardan las paredes altas del comedor oscuro, mientras
la cuchillería de plata labrada, el mantel de hilo y el señorial
aparador, permanecen estáticos frente al paso del tiempo que les carcome
la vida. Allí, muebles vetustos, arrinconados bastones sin dueño y
ánforas de fierro agreden, a cada instante, con su ostentoso pasado. Sin
embargo, la primavera, la vida, bulle en el exterior. En ese jardín
cubierto de heliotropos, cochabambinas, rayos de sol, hibiscos... que
conviven amistosamente con flores silvestres; en ese papagayo,
Valentino, quien, pese a las insistencias de su dueño, se niega a
saludar, y en ese perro negro, bravísimo, que aúlla cual lobo al acecho.
Y, desde el mirador trizado por los años, Adolfo Couve se encanta con la
naturaleza: recorre el mar, el cielo, el infinito... "La mejor oración
que uno puede brindarle al Creador es describir su obra", medita
extasiado.
.......... Así, en su
balneario, este profesor de estética e historia del arte en la
Universidad de Chile, pintor y escritor de intensos ojos azules, hace
suyas la vida y la agonía que lo rodean y, pese a que se niega a hablar
de sí mismo porque "todas las entrevistas a la persona me dan naúseas y
nadie tiene derecho a implantar frases para el bronce", al ritmo de una
extensa conversación ve develando las luces y las sombras de una vida,
de una literatura, de un hombre. Habla del pánico que le producen los
aviones, de la correspondencia que sostuvo con Marguerite Yourcenar, del
cariñoso gesto del Padre Hurtado cuando le acarició la cabeza en el
patio del Colegio San Ignacio -"debo haber estado muy desvalido",
comenta- y de su angustiosa permanencia en la estatua de la Libertad
cuando el vértigo lo hizo sentarse en las escaleras aterrorizado de ver
"los ojos por dentro, los pechos por dentro, la nariz por dentro. Ahí
perdí la libertad", dice con humor.
..........
-Bastantes cortas sus novelas, parecen cuentos ¿no?
.......... -Yo detesto el
cuento, es un género muy frívolo, es como los chistes: el verbo trabaja
para un desenlace. A mí, en cambio, me gusta ser el engranaje entre el
lenguaje y el contenido, un trabajo muy difícil. Por eso no puedo
escribir una obra de quinientas páginas y me adhiero a la novela corta.
Los relatos míos no apuntan a un desenlace sorpresivo, sino que se van
desenvolviendo en el tiempo de ellos mismos. Por lo tanto, no son
cuentos.
..........-¿Cuál es el
mayor desafío de esta obra?
..........-Mi trabajo más difícil fue encontrar un
tema universal. Yo no puedo escribir sobre algo que me aconteció a mí,
eso no me lo permito porque no ayuda a nadie. Lo que importa, es el
rescate de lo que nos pasa a todos.
..........-¿Y piensa que la
historia de un balneario tan local como Cartagena es
universal?
..........-Claro, es un
balneario y una mujer en decadencia, ella es el balneario. Si una
persona de edad está viva y no tiene la posibilidad de amar, es una
contradicción patética. Y también si un balneario ha tenido una historia
y no puede levantarse, ocurre lo mismo. En esas dos situaciones yo
encontré un tema universal, por eso nos toca.
..........-¿Qué
dificultades le acarreó esa extrapolación?
..........-Lo difícil era lograr que ni el
balneario se comiera a la mujer, ni la mujer se comiera al balneario y
ambos fueran la misma cosa. Yo tenía miedo a esa novela de caer en lo
patético, en lo anecdótico. Por eso tuve que poner la realidad: la rueda
de Chicago, las dormilonas, la ciudad. Mi lucha fue contra el mal gusto
y tuve dudas hasta el final...
..........-¿Angélica Bow,
el personaje de Balneario representa, entonces, una
metáfora?
..........-Sí, ella es la
ciudad maltratada, esas casas maravillosas del siglo pasado que no las
han cuidado y que los veraneantes de Santiago las convierten en
pensiones, las dividen con tabiques, les botan los torreones, echan
abajo araucarias de ¡cien años!... Angélica no reacciona porque la
ciudad no alcanza a reponerse. Yo quiero mucho a Cartagena, deseo
defender los árboles y que la gente cuide las casas. Pero esa es una
lucha imposible (angustiado). El tema es el problema del tiempo y de la
edad de este balneario.
..........-¿Cartagena es su
laboratorio de trabajo?
..........-Este lugar es como mi segunda patria. No
tengo claro por qué vivo aquí o si me voy a quedar para siempre. Hay
silencio, tranquilidad y la violencia de Santiago me es ajena: me asusta
cruzar las calles, me cuesta dormir con el ruido de las unidades
coronarias, las alarmas, las bocinas, las "cucas", las motos. Santiago
en diez años ha cambiado enormemente y Cartagena por el contrario, se ha
ido durmiendo.
..........-"Si estoy viva
no es posible que no me ocurra nada", afirma la protagonista de
Balneario.
..........-Significa que
está vieja. La tercera edad me preocupa, pienso que hay que prepararse
para llegar bien a esa etapa donde no funciona ni el sexo, ni las
emociones fuertes, ni la cuerda floja. Si estamos vivos quiere decir que
para esa edad nos está reservada alguna satisfacción. ¿Cuál?
..........-Esa mujer no
tenía familia y nada que hacer..., Usted, por ejemplo, no va a jubilar
de escritor ni pintor...
..........-Pero voy a jubilar de joven. La juventud
se va.
..........-¿Se encuentra
viejo?
..........-Siento que no soy
joven y añoro la juventud. Tengo nostalgia de esa época maravillosa...
La vida a los cuarenta años cambia profundamente.
..........-En sus nouvelles
aparentemente no suceden muchas cosas...
..........-Pero tienen todos los ingredientes de
una novela: hay descripciones, climas, atmósferas, muchos planos y
personajes distintos. En las novelas no importa el desenlace, importa
recrear un tiempo y un espacio.
..........-Sin embargo,
suele romper ese esquema donde no se produce acción.
..........-Claro, de repente me gusta el
contrapunto. Hay violencia en la batalla de Las Salinas y en esa
tremenda balacera que se produce el El parque. Pero otras veces no pasa
nada. Y es que lo entretenido está en lo aburrido. La literatura
latinoamericana y los García Márquez venden un estereotipo de América
que no es América.
..........-¿Cómo
así?
..........-Yo nunca he conocido
Macondos. Sólo he visto contrapunto en el Cuzco, entre la parte indígena
y la española. Esas son las cosas que hay que describir. Cartagena es un
enredo entre un balneario antiquísimo y estas casas inglesas, francesas
traídas de afuera. Como nosotros vivimos en esta contradicción, tenemos
que aprender a entenderla. Así nos va a gustar vivir en Chile. Si tu
abres esa puerta, sales al campo. Esa dicotomía es más rica que una casa
italiana en Toscana, donde todo es coherente. Eso es América, ahí
comienza la literatura americana.
..........-"Mamparas del
Sagrado Corazón" se desarrolla en un escenario campestre.
..........-Es una vuelta a la novela criolla. En
realidad la novela misma está ausente, porque la única novela es el amor
que le acontece a la hermana del protagonista y está puesta en una sola
línea. "Fue así como ese verano Antonia conoció el amor". Todo lo demás
sobra. (Riéndose).
..........-¿Una novela
podría escribirse en una sola línea?
..........-(Tajante) ¡Por supuesto! Sobre todo al
final de siglo donde no hay tiempo para leer novelas largas.
..........-Al parecer tiene
mucho de poeta, Adolfo.
..........-¡A
mí me encantaría haber sido poeta! Fue mi gran aspiración, pero no tengo
condiciones. Yo soy un poeta frustrado porque me gusta mucho trabajar
con el lenguaje. Mi incapacidad de llegar a una síntesis mayor me ha
hecho adecuarme a la novela corta. Pero en esas obras hay un trabajo de
poesía.
..........-Usted
busca rescatar el campo, un balneario, ¿es un nostálgico, un utopista,
un iluso?
..........-No,
yo busco la verdad. A mí me interesa saber de qué se trata la vida,
porque es una cosa muy seria, muy fuerte. No puede ocuparse así no más.
Cuando miro el cielo me pregunto: "¿qué será este misterio tan grande?"
Yo soy una persona que se ha convertido y el cristianismo me interesa
profundamente. A lo mejor soy impúdico, pero mi conversión ha sido mi
vida porque la muerte es muy seria.
..........-¿Ha encontrado
la respuesta?
..........-Sí, para mí
la literatura y la belleza han sido sólo experiencias de conocimiento.
Vivimos en una situación, pero debajo existe otra realidad -de la cual
hacemos vista gorda- y nosotros, los artistas, podemos
palpar.
..........-¿Y de qué se
trata la vida?
..........-De encontrar la paz y entender que
debemos tener la conciencia limpia. El triunfo de la vida no es el
éxito, sino morir sin miedo. Yo hice un camino a través de la belleza,
del arte y esa es mi mística. Buscar la belleza es un trabajo arduo, el
lenguaje es muy peligroso...
..........-¿Peligroso?
..........-Sí,
porque es prestado y hay una lucha tremenda entre las fuerzas del bien y
del mal. Lucha que está violentamente fuerte en Rubén Darío. El demonio
hila fino. Existe la tentación de no ser positivo, de criticar aspectos
que no se conocen a fondo, de ser resentido... Por eso los artistas
sufren cuando publican y caen en depresiones cuando trabajan. El
lenguaje es sagrado. Los Evangelios no están pintados , están escritos.
Uno es muy inconsciente de ponerse a escribir: hace sentencias, narra
historias, habla de la muerte, del amor. Un mal escritor puede hacer un
daño enorme porque en literatura existe un problema ético muy
profundo.
..........-¿Son muchos los
asedios interiores que sufre?
..........-Sí, el artista es un ser muy débil que
está tomado por estas fuerzas que luchan a muerte. Uno solamente las
ordena. Después de la euforia por escribir, descubres que el borrador
está lleno de errores. En la corrección pierdes la seguridad. Como nadie
sabe donde se pone una coma, porque es una cosa de respiración personal,
hay que jugárselas por ellas. Por eso algunos autores piensan que
escribir es corregir.
..........-Sin duda, el
lenguaje está muy trabajado en sus novelas.
..........-(Modesto) Bueno, eso de que la prosa mía
es tan perfecta es mentira. Yo escribo lo más claro posible y con
bastante ayuda del diccionario, de los sinónimos, de los amigos, de
volverlo a hacer, porque tengo esa manía. En el fondo, nadie escribe
bien. Uno nunca es original. A lo más que puede llegar es a traducir lo
que ve.
..........-¿Qué le ocurre
frente a la obra terminada?
..........-Ahí me da la pataleta. Porque no sé si
ganó el bien o el mal. Si la hice en forma correcta o no. ¿Qué va a
pasar?
..........-¿Aún siente los
efectos de la depresión post-libro?
..........-Cada vez que nace una obra uno se
resiente, queda un vacío. No es depresión sino un estrés muy fuerte.
Porque uno se entrega demasiado, las correcciones son muy violentas y
también se espera mucho.
..........-¿Se mejora
escribiendo una nueva obra?
..........-Claro, yo tengo otra reposando hasta
que la solucione. Se llama La comedia del arte. Y está trabajada
en el infierno, el purgatorio y el cielo. Muy difícil, la he escrito
tres veces. Pero la voy a publicar en muchos años más... quiero
descansar un tiempo.
..........-Usted utiliza
con frecuencia el recurso de la descripción.
..........-¡No hay nada más maravilloso que
describir! Si describo la grandeza de Dios con el lenguaje adecuado,
estoy orando, esa es mi mística. Yo creo que a Dios lo que más le gusta
es que le admiren su Creación.
..........-Los claroscuros
de la pintura están presentes en sus escritos.
..........-¡La luz y la sombra!, que es lo más
importante. Yo conozco bien el oficio de la pintura... Pero soy un
pintor estancado, porque no me interesa progresar, me gusta la pintura
en sí misma. En literatura, en cambio -que me atrae más, pero me es más
difícil-, pude avanzar . Pero nunca dejé de pintar y la pintura me ayudó
en las descripciones. Mi frustración pictórica me sirvió en la
vanguardia literaria.
..........-Aparecen también
elementos arquitectónicos, escultóricos.
..........-Son descripciones concretas. Lo
importante es que te crean. Muchas veces el detalle de una fachada sirve
para introducir a una persona en la historia. Es bonito deslizarse por
las cornisas, las puertas... y los lectores pisan el palito.
..........-La belleza es un
tema que le preocupa.
..........-En
El parque hay dos capítulos que corresponden a una meditación
sobre la belleza tradicional, de lo que es lo inmóvil o imperecedero -el
arte-, y lo perecedero -la naturaleza-. El mármol y la verdura se van
dando la mano en una oración casi decimonónica de lo que es la belleza.
Yo quería plasmar eso. Aparece siempre en todos estos relatos el tema de
la muerte, el amor y el tiempo, que son los problemas del
hombre.
..........-En esa misma
obra, la naturaleza termina integrando al hombre.
..........-Ah... es que me gusta la naturaleza. Me
preocupo de mi jardín, lo riego y me demoro cuatro horas diarias. Y,
cuando estan aserruchando un árbol... peleo con toda la gente que lo
echa abajo. Yo soy panteísta. En el mar y en la espuma encuentro el
altar.
..........-Usted se refiere,
en La casa de la palmera, a la feliz confrontación de elementos
opuestos.
..........-La belleza convencional
se ampara en contrarios. Por ejemplo, lo inmóvil del frontis con la
palmera viva que se asoma por detrás, establece un contrapunto de
elementos de distinta naturaleza. Ahí se produce el cortocircuito de la
belleza. Todos los artistas se nutren en esta dualidad.
..........-Sus personajes
rescatan seres anónimos.
..........-En
mis libros no hay nunca gente importante, sino del montón. No me gustan
los ganadores, los que triunfan. A mí me conmueven las personas que
tienen confianza en la vida, que no aspiran a nada... y eso se nota en
un par de zapatos, en una espalda, en un moño, en un gesto.
..........-¿Por qué sus
protagonistas no tiene afanes?
..........-(Riéndose) ¡Pero si los personajes de
las novelas no se ganan la vida ni van al baño! Ellos son un pretexto
para usar el lenguaje.
..........-¿Cuál es el
trasfondo de su literatura en último termino?
..........-Hay tres cosas que me interesan, por eso
escribo: el lenguaje, el aislamiento de Chile y el problema de América,
porque esa maravillosa fusión entre lo autóctono y lo europeo, nos queda
grande. Y el aislamiento de Chile se debe a la cordillera. Entonces
nuestra cultura y nuestras competencias quedan en familia. Eso produce
grandes problemas a la juventud. Porque una cultura enclaustrada, por
muchos aviones y revistas que lleguen, no logra quitar la altura de la
cordillera ni la extensión del océano.
..........-¿Y está contento
con su nuevo libro?
..........-Bueno,
yo quería llegar a esa colección de Planeta, donde está la taquilla,
porque no he sido reconocido como debo. No sé por qué soy un escritor
que no llega al gran público. No lo entiendo. Tampoco sé lo que pasa con
los libros en los veladores...
..........-Porque se
aísla...
..........-Yo no estoy
aislado, voy a la Universidad dos días a la semana -cumplí treinta años
de docencia- y tengo 140 alumnos. He formado miles de personas... Sin
embargo, parece que nadie me conoce o no está de moda la literatura.
Además, mi apellido francés parece que no pega... Tengo problemas, algo
anda mal.
..........-No obstante,
La lección de pintura (4 ediciones) y EL tren de cuerda (2
ediciones) aparecen en el plan de lectura del Ministerio de Educación.
Estimulante ¿no cree?
..........-(Emocionado). Que los niños de una
escuela rural de provincia, que están mirando el potrero, la primavera
por la ventana, lleven mis libros en sus bolsones, es más que recibir el
Premio Nobel.
en El Mercurio, 24 de Octubre de
1993.
Fotografías : Homero Monsalves
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Couve: un enamorado de la belleza
mail : oso301@hotmail.com