Mención
poesía en Casa de las Américas
CLEMENTE
RIEDEMANN ASALTA EN EL CARIBE
Coronación de Enrique Brouwer
es el título del libro con el cual el chileno Clemente Riedemann
fue distinguido con la mención de Poesía de la 47ª
edición del Premio Literario Casa de las Américas
de Cuba, uno de los más importantes de América Latina.
Un total de 546 obras participaron de la versión 2006, dividiéndose
en las categorías de poesía, cuento, ensayo histórico
social, literatura brasileña y literatura del caribe.
El premio de Poesía - donde concursaron 292 obras - fue otorgado
al poeta peruano Arturo Corcuera por su libro A Bordo del
Arca, mientras que la Mención recayó en el poeta
chileno Clemente Riedemann, por su libro Coronación
de Enrique Brouwer, una crónica poética inspirada
en el viaje que hiciera el navegante holandés homónimo
a mediados del siglo XVII entre Recife (Brasil) y Valdivia (Chile),
ciudad natal de Riedemann, ubicada a mil kilómetros al sur
de la capital Santiago.
La importancia de la expedición de Brouwer -
según Riedemann - radica en que a raíz de su llegada
a las costas del sur de Chile en 1643, la corona española ordenó
la construcción del formidable sistema defensivo emplazado
en la desembocadura del río Valdivia en el Pacífico,
uno de los sitios históricos que recibe el mayor número
de visitantes cada año en esa parte del país.
Corsarios en el sur de Chile
La historia relata que Hendrick Brouwer era almirante de las flota
holandesa de las Indias Orientales, principal transnacional de la
época y que llegó a ser gobernador en Batavia (Indonesia).
La corona hace un llamado a sus mejores navegantes para iniciar una
expedición a América con el objetivo de establecer una
colonia en la ciudad de Valdivia y disputarle a España el control
de la navegación en el Pacífico. Brouwer, de edad ya
avanzada y quien durante su vida había recibido los más
altos honores y riquezas, decide embarcarse en esta nueva empresa
explicándole al Rey que lo hacía por el gusto de navegar.
Luego de una travesía iniciada en Texel, los expedicionarios
arriban a Pernambuco, continúan hacia el sur por Mar del Plata,
doblan hacia el oeste por el Cabo de Hornos y suben hasta el golfo
de Ancud, donde el marino holandés enferma y muere en medio
de un tempestuoso invierno. Impedido de poder llegar a su destino,
en la agonía pide a su tripulación que continúen
viaje a Valdivia y lo sepulten allí.
Basándose en esta historia, Clemente Riedemann inició
en 1994 el proyecto de escritura de "Coronación de Enrique
Brouwer" comenzando por el estudio de la bitácora de navegación
del marino holandés, en una copia de microfilm habida en la
Biblioteca Nacional de Santiago. "Me fascinaba el espíritu
aventurero de esos navegantes que emprendían la exploración
de nuevas rutas por lugares ignotos, con tan alto sentido del deber
profesional y de empresa, de noble espíritu y haciendo acopio
de los conocimientos de la época. Luego surgió la idea
de contra partear ese rol con el que cumplen los corsarios de los
sistemas de comunicación electrónica en la actualidad."
Un tema local con valor universal
El libro distinguido en La Habana consta de cuatro capítulos:
el primero se titula Infancia de Henry Brouwer y refiere escenas
basadas en la niñez del poeta transfigurado en el personaje
("¡Brouwer, levántate y vete a hacer fortuna!
- le decía su padre con voz de trueno"); el segundo
capítulo, Delirios y profecías, es una reflexión
sobre su relación con distintas mujeres a lo largo de su vida.
("El deseo de la carne es hijo del alegre movimiento: basta
un poco de viento para desatar el esplendor de las velas. Ninguno
quiere hacerlo con las chicas tristes"); el tercero se denomina
El Mar de la locura, donde el autor reflexiona sobre los avatares
de la navegación ("Viajar es renacer erguido sobre
el charol descascarado y las velas se hinchan con el aliento que ya
no recordaba nuestra respiración. Mis certidumbres son dudas
que confían en sí mismas") Por último,
el capítulo Coronación, dedicado a reflexionar
sobre la muerte y la trascendencia del espíritu ("Porque
sentí el rayo luminoso de la dicha, es que el universo permite
que mi alma abandone el barco de la muerte. Os saco la lengua desde
el más allá"). El libro cierra con la escena
en que el capitán español Alonso de Mujica, una vez
recuperada la plaza de Valdivia, ordena desenterrar y quemar el cadáver
de Brouwer, a fin de que "sirva de escarmiento para herejes
y lenguaraces".
Contexto literario del sur de
Chile
Riedemann se siente parte y continuador de una tradición literaria
iniciada en los años 60 por Trilce, grupo de poetas
universitarios de Valdivia que -en su opinión- contribuyeron
a la descentralización de la actividad y las comunicaciones
literarias y establecieron los cánones de la poesía
contemporánea en esa parte del país. "Un aspecto
relevante del libro es que aborda un tema histórico y social
del sur de Chile que reviste dimensión universal. Además
significa que la obra que estamos escribiendo entre todos acá
adquiere un cierto valor en el ámbito latinoamericano, pues
proviene de un contexto rico en información literaria y cultural,
con diversos autores y autoras que están escribiendo obras
de interés", concluye Riedemann.
El poeta y sus claves
Riedemann vive actualmente en Puerto Montt, capital de la región
de los lagos, a unas dos horas en automóvil al sur de Valdivia,
donde dirige el capítulo regional del recientemente creado
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Anteriormente ha publicado
"Karra Maw'n" (1984); "Primer arqueo"
(1989 y 1991); "Santiago de Chile" y "Wekufe
in NY" ( 1995); "Gente en la carretera"
(2001); e "Isla del Rey" (2003).
También es conocido su trabajo de colaboración con el
grupo musical Schwenke y Nilo para el que ha escrito medio
centenar de canciones, populares en todo el país; y una interesante
colección de crónicas y artículos de reflexión
sobre arte y cultura publicada en distintos medios en los últimos
años.
En su juventud fue prisionero político de Pinochet, lo que
no le impidió sacar adelante sus estudios de pedagogía
y antropología. Recibió el premio de la Fundación
Pablo Neruda en 1990 y formó parte de la representación
chilena en la Feria del Libro de Guadalajara (México) en el
año 2002.