La
calle
por la que hemos pasado,
nos ha mirado
como si no nos conociera;
tal
vez el polvo
la volvió ciega.
*
* *
Préstame, Verano,
El leño
con que atizas,
Para darle una zurra
Al Invierno que, demente,
Se pasea
ligero de ropas.
* * *
Es
el calor tan intenso
Que después de haberme
Quitado las ropas,
Me
dispongo a despojarme
De la carne.
*
* *
-En un cajón blanco
Llevan a
la tarde.
¡Ha muerto la tarde!
Cayó, al oeste, el Sol.
*
* *
A tu velorio irán
Tus amigos
y también
Tus enemigos.
Estos últimos para
Comprobar
Si
el cuerpo que yace
En el ataúd
Corresponde realmente al cadáver.
Textos
del poemario inédito "Puerto azul con matices de blanco y negro"
(1965).
UN
VALS PARA JUAN GONZALO ROSE, EN LA DISTANCIA
Porque
calló tu voz/ Gonzalo, en el dolor/
así / tan repentinamente.
La
rosa derramó/ tu cáliz; y el amor,
quedó tendido, para
siempre, siempre.
Gonzalo, vuelve aquí/
que el Río, habla de ti,
y son sus aguas/ tu única presencia;
ya
el viento se llevó/ tu palabra, tu voz/
y en tus canciones, / murmuró
la ausencia.
Gonzalo, para qué/ nos
diste un ayer,
y en ese ayer/ nos colgaste un nido;
un nido, para qué/
si te queremos ver,
somos polluelos: las aves del olvido.
Gonzalo,
vuelve ya/ renace otra vez; /
hazte presente en algún niño que
nazca, /
o verte con la flor, / la rosa en su botón;
hazlo Gonzalo/,
antes de que yo parta.
(poema inédito,
1988)
EL
VIENTO
(Poema en tres
planos)
¿Qué haría con
los mil nombres del viento?
¿Qué haría con el viento en
mi costado?
Ponerme a meditar si es tan violento,
que pasen la borrasca
y el tornado.
¿Qué haría
con el viento en mi camino?
¿Qué haría con el viento y
cualidades?
Trocar la brisa suave en torbellino,
mudar el estival en tempestades.
Yo
siento junto a mí muy cerca el cierzo;
el simún que en el Sahara
es un infierno;
los dos vientos contrarios y el disperso,
el viento que
me abate el yo interno.
A veces me visitan
los tifones,
el viento de este norte y el de oriente,
pues debo poseer dos
corazones
y un céfiro en el alma que los siente.
Del
poemario "El laberinto" (1995)
TESTIMONIO
ANTICIPADO
La muerte de la mosca no es mi muerte
mi
muerte es con el día que termina
agónico y nublado por la espina
de
horas y minutos de tal suerte
que vengo de
muy lejos para verte
araña reposando en esta esquina
Tu red por las
paredes se encamina
En busca de alimentos y al hacerte
mi
cómplice hoy día te confieso
lo mucho que he pensado en ese beso
de
la mujer araña y en tu estilo
Parece
que te hubieras ovillado
y me llevas contigo así colgado
pendiendo
finalmente de tu hilo
MARÍTIMO
ES MI SER
El
mar se halla en mí golpeando suave
las rocas de mi eterno acantilado
y
miro a ese barco que ha encallado
allá de donde emerge siempre el ave
Viviendo
estoy en la vida en esta clave
cual símbolo del sol en mi costado
pues
esta tarde gris en mí se ha dado
la comunión del pez y de la
nave
Por eso cuando posen en cubierta
las
chuitas y el zarcillo estaré alerta
para observar el vuelo tan cimbrante
del
guanay que ha encontrado otra terraza
donde alisar sus plumas mientras pasa
el
tiempo en el navío agonizante
Del
poemario "El universo del ser" (2003)