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          Perteneciente a una generación guitarrista-eléctrica-motonetista de 
          los años sesenta y tantos. José Angel Cuevas (1944) testimonia textual 
          y gestualmente esa generación en su bien poético y bien comprometido 
          Adiós muchedumbres (Editorial América del Sur, 1989).
..... Libro personal del yo del poeta y múltiple 
          del nosotros desaliñádos y locos del rock. Epoca de Elvis 
          Presley y de Los Beatles, de la guerra de Vietnam y de Neil Armstrong 
          poniendo los pies en la Luna, del mundial de fútbol en Santiago de 
          Chile (nosotros muchachos del ' 62 / qué perdidos estuvimos entre 
          la gente / el día del jolgorio) y de los tragamonedas en los 
          wurlitzer de las canciones de moda. Resuelta generación 
          -vivencialmente resuelta- que no sospechaba aún lo que nos iría a 
          pasar y nos pasó después.
          Decir la 
          historia
          ..... 
          Adiós muchedumbres tiene, en consecuencia, su historia. Es la 
          historia misma de una década reciente con toda una generación diezmada 
          de la noche a la mañana, que de romántica y nostálgica pasó a los 
          exilios, las soledades y las penurias del sistema.
..... Una manera de poetizar el dolor de Chile 
          dentro de Chile a través de un lenguaje singularísimo y revelador: 
          entre los recuerdos y el Estado de Emergencia. Así el autor y con él 
          toda una generación, canta cuando está a punto de llorar; reflexiona 
          cuando está en la imprecación misma; reivindica el amor cuando todo 
          parece condenado a la derrota. La vida de un hombre en la vida de 
          muchos.
..... José Angel Cuevas reúne en 
          esta obra sus varios poemarios que había publicado entre 1979 y 1988: 
          Efectos personales y dominios públicos, Introducción a Santiago, 
          Contravidas, Canciones rock para chilenos. Poemarios que no 
          pasaban de ser ediciones artesanales, de la peor artesanía imprentera 
          de barrio, y que sólo algunos pacientes amigos hacían circular de mano 
          en mano. Marginalidad y cladestinidad, a la vez como signos 
          referenciales de una época. Este libro salva ahora a su autor de la 
          ineditez, rescata oportunamente valiosos textos e incorpora a la 
          poesía chilena lo humano-dramático-testimonial de estos 
          tiempos.
..... Los poemas de Cuevas, 
          generalmente extensos, escritos a la manera de una relación 
          cronística, tiene la sencillez de un lenguaje cotidiano: usual, 
          directo, objetivo. No hay complejidades conceptuales ni golpes a la 
          cátedra. La palabra hecha discurso lírico del hombre-ciudadáno común y 
          corriente: la tribu en su muchedumbre, en sus dolores, desamparos y 
          soledades.
..... Lo significativo e 
          interesante está, además, en el tratamiento de una escritura ajena a 
          todo mito. Más bien épica, alegórica, onírica, real (de realismo 
          maravilloso), trágica, apocalíptica y, sobre todo, conciencia en 
          plenitud de un cambio de vida o contravida.
..... Aun cuando cada poema, de los 34 que 
          configuran el libro, mantiene una autonomía, Adiós muchedumbres 
          viene a ser un solo texto en unidad de tema y en semejanza de 
          escritura: la historia personal (de un hombre autor) y general (de un 
          país patrio) que pasa nostálgicamente maltratada en estas 
          páginas.
..... Importa ver el libro como 
          un todo, como una meditación nacional sobre una silla de paja ( 
          en la exacta y definitoria frase-verso del autor). Un texto 
          relacionándose siempre y armónicamente con el otro en tiempo y espacio 
          similares.
..... Tal vez Introducción 
          a Santiago podría ser el capítulo-textual más marcadamente 
          significativo de esta obra. No sólo una realidad humana y urbana de la 
          gran metrópoli, sino en una proyección universalizada de martirio y 
          holocausto: Puras brisas te cruzan también Santiago vía Conchalí / 
          tus 4 1/2 millones más o menos / ronda el Helicóptero encima de mi 
          cama... / Yo sueño que vamos por 1973 tranquilamente / y abrazo la 
          cordillera ardiendo.
..... En este 
          contar su (la) historia, tan de autenticidad a borbotones, caben en el 
          discurso de Cuevas todos los recursos literarios: la crónica, la 
          epístola (No importa Jack / no importa créeme / no estamos aún 
          viejos verdad y / quizás todavía es tiempo), el soliloquio (éste 
          sobre todo), el diálogo, la comunicación e incomunicación con el 
          otro.
..... La ciudad misma consumida 
          por el becerro de plata y por el oro luciferino -entre la Bolsa de 
          Comercio y el Zeppelin-, y salvada por el cántico amoroso y por 
          una mirada o visión casi naif. También lo vernacular cercano a 
          lo prosaico; de los ciruelos y aromos en flor a las grandes cantidades 
          de empanadas fritas.
          Presencias
          ..... 
          No solo por estas grandes cantidades, sino por otras atmósferas de 
          muchedumbre-multitud, la presencia de Pablo de Rokha (Propuesta de 
          chicha y empanadas) tiene sus gemidos, abandonos y referentes. 
          Algo semejante ocurre con lo poético-antipoético de un Nicanos Parra 
          (alguien que pasea por la historia) que tiene su evidencialidad 
          en muchos de estos textos. Circunstancias tutelares que no restan 
          mérito, por cierto, a una obra que sobradamente lo tiene.
..... Un libro patrio, también, en el más puro 
          rescate del suelo nutricio y de sus hombres. La patria sin la 
          convencionalidad chovinista sino en la realidad cotidina de paradigmas 
          imborrables (Aquí mismo los vencedores de Chacabuco / se tomaron 
          una cerveza helada / la gente les tiraba claveles rojos). Lo 
          pretérito en la sobrevivencia del hoy y de mañana con lo irreverente 
          del decir y lo devoto de su sentido. Amor patrio como arte poético del 
          autor, o arte de vida y/o de compromiso.
..... De la literatura poética de estos años, 
          Adios muchedumbres quedará como una obra testimonial, no ya de una 
          generación blue - jeans - casaquilla de cuero (mis amigos no están, 
          murieron, se extraviaron... / y no hay ya tiempo para sentarse a hacer 
          recuerdos), sino también de un tiempo - país - Chile con todo su dolor 
          y desesperanza.
..... Libro poético y 
          ciudadano de entusiasmada validez: Nosotros cantaremos la Canción 
          de los Pobres Carboneros / la canción de las Capas Medias / vamos a 
          juntar las cumbres andinas / las voces de nuestros 
          muertos.