.......... Salta caóticamente de un tema a otro, deja frases a medio
terminar, y confía -¿cortés o tímido?- en el efecto dudoso del
sobreentendido. A veces, cuando está a punto de caer en el pozo de la
autocompasión, estalla en una risa bronquial y sus ojos brillan con
picardía. Lo terrible pierde, entonces, sus contornos ásperos y se puede
dar crédito a la palabra "mañana" y hasta comprender que alguien como él
-¡precisamente él!- decida bautizar su último libro de poemas así:
Proyecto de país.
.....
-Curioso título para una obra que parece revisar el pasado reciente de
Chile, más que pensar en su futuro.
..... -Sí, me lo han hecho notar
varias personas, pero también se debe a que este libro es la primera
parte de una trilogía. Por eso al final dice "continuará".
.....
-¿Cuál es la imagen de país que usted propone?
..... -Chile como un gran hospital, donde todavía
estamos descansando y curándonos las heridas: por ahí anda un cojo, a
otro le quitaron la casa, el de más allá estuvo preso y a ése le
rompieron la cabeza (ríe). Es una cosa para la risa y espantosa a la
vez.
.....
-Usted inventa un alter ego poético: Sepúlveda Fica.
..... -Exacto. Es un enfermo más dentro de este
sanatorio, pero que advierte, como en los testamentos antiguos, "estoy
enfermo en cama, pero en mi sano juicio", para que no se crea que está
hablando leseras.
.....
-¿El ex poeta de sus libros anteriores?
..... -Sí, porque Sepúlveda Fica parece que ya no
es nada. Se desvanecieron su escenario y las miles de trabazones que lo
hacían sentirse parte de algo. El país que conoció ya no existe. Sólo
queda de él una gran masa de descomposición social y sin identidad, que
se puede apreciar en el crecimiento espantoso de las
ciudades.
.....
-¿Por eso usted hace, en cierto punto del libro, un llamado a
abandonarlas?
..... -Mira, yo soy un
poeta urbano, escribí un largo poema sobre Santiago, pero vivir
aquí
se ha hecho es-pan-to-so (categórico). No es sólo el terror del
lumpen y del asalto. También es el abigarramiento de objetos, la
densidad humana. ¿Esta es una ciudad con una de las tasas más altas de
depresión! Yo invito a despoblar Santiago, a que se devuelvan al campo
esos terrenos que ahora están llenos de poblaciones. Y no es que tenga
algo contra la gente que vive en ellas. Todo lo contrario: me gustaría
que todos lleváramos una vida llena de belleza.
.....
-Es una gran esperanza para alguien que utiliza un lenguaje tan
desesperanzado en sus poemas.
.....
-No es una cuestión de esperanza. Yo no espero nada. Sólo me conformo
con vivir el día. Me hace feliz mirar el río, caminar por un barrio
bonito, conversar con gente que vale, ese tipo de cosas. En todo lo
demás, mantengo un escepticismo absoluto.
..... -En todo caso, no le ha ido mal con los premios: obtuvo la Beca
"Fundación Andes" 1995 y el Fondo Nacional del Libro apoyó sus dos
últimos libros.
..... -Sí, es cierto. Mucha gente
se ha portado maravillosamente conmigo, sin que yo me lo imaginara. En
cambio, personas que yo creía cercanas se han portado como una
basura.
"Una ciudad
vacía es bella" |
.....
-Usted se ha presentado en todos sus libros como "ex poeta" y
"marginal".
..... -Para explicarlo hay
que revisar la poesía de los últimos treinta años. Hasta entonces Neruda
fue el poeta, cabal, neto, que daba grandes lecciones. En contra de esa
poesía pedagógica, propia de un yo enorme, apareció entonces el yo
minúsculo del hombre de la calle, a través del cual habla Nicanor Parra.
El dice "antipoeta", pero en mi caso tampoco se trata de eso. Lo mío es
un intento de construir un personaje que dejó de ser chileno. Alguien
que lo perdió todo y volvió a empezar. Este personaje viudo es el ex
poeta.
.....
-Parra todavía habla de antipoesía. Usted en cambio, no plantea una
ex poesía. ¿no hay siquiera un proyecto?
..... -Hay que entender una cosa... Yo creo que los
lectores chilenos debieran empezar a acostumbrarse a una nueva forma de
discurso poético. Ya no va a ser la poesía romántica ni lírica. La
métrica y los sonetos son juegos preciosos, pero a mí no me interesan. A
mí lo que me importa es cómo se construye algo que, a lo mejor, no es
poesía ni prosa, pero que todavía está cargado de literatura. Pienso en
los discursos de Juan Luis Martínez, Zurita, Maquieira y, tal vez, César
Soto. Me parece que esos textos no tradicionales van a ser la poesía de
estos años.
.....
-¿Se omite sólo por modestia?
.....
-Es que yo estoy con un pie en cada lado. A mí también me gusta la
imagen y por eso admiro tanto la poesía de Teillier. También me parece
muy respetable lo que hacen autores como Armando Uribe, José Miguel
Ibañez y Alberto Rubio. Claro que no es lo mío.
.....
-¿Donde encuentra los materiales de su poesía?
..... -En mi experiencia, en la vida a pesar de
todo. Incluso en los peores momentos de persecución. Y especialmente en
ellos, porque de cualquier modo eso era algo fuerte y conllevaba una
belleza. La estatura humana alcanzó entonces una enorme consistencia
estética. ¡Suena horrible! No quiero decir que la muerte es bella,
pero... (confundido).
.....
-¿Algo así como la lucidez en medio del peligro?
..... -No. Lo bello es una ciudad vacía, sola,
donde hay un silencio absoluto y todos están encerrados después del
toque de queda. Algo terrible, que ojalá no vuelva a pasar nunca más.
Puede sonar absurdo, ¡pero esa ciudad era hermosa!
.....
-¿Está hablando de una poesía que se la sepa enfrentar con la
realidad que le toque?
..... -Tampoco.
Yo no creo en ese realismo, porque el poeta es un constructor de
realidad. Proyecto de país utiliza algunos materiales que toma de
ella, pero es un bricolage, un amarre de fragmentos numerados de
manera azarosa, procedenes de épocas y lugares distintos. Un intento de
construcción y montaje.
"En mi próximo
libro me ocuparé de la Corfo" |
.....
-¿Qué fragmentos?
..... -Hay muchas
cosas que tomo de la Epopeya de las comidas y bebidas de Chile,
de Pablo de Rokha, sobre todo en lo relacionado con la llegada de la
felicidad. También repito un verso de Enrique Lihn: "Nunca salí del
horroroso Chile", y un poquito de las Cartas de Pedro de
Valdivia, mezclado con lenguaje lumpen.
.....
-¿Lumpen?
..... -Más bien lenguaje
vulgar, el habla de la calle que siempre me ha interesado. Y en ese
sentido soy discípulo de Nicanor Parra.
.....
-¿Y todavía se siente seguidor de esos poetas beats norteamericanos
de los años cincuenta?
..... -Mira, yo
estoy muy cercano la poesía de los beats, no directamente, pero sí a
través de los viajes a dedo y el rock. Recuerda que yo pertenezco al
Pedagógico del 68 al 73. Nosotros éramos beats sin saberlo. Teníamos una
vida llena de experiencias, de juego, su poco de trago, sí... pero no de
drogas. Y ahí empiezan las diferencias. Además los beats no eran de
izquierda y nosotros estábamos más unidos a mayo del 68.
.....
-¿Cuándo conoció En la carretera (On the road), de Jack
Kerouac?
..... -Mucho después de que
se publicó. ¡Pero cuando lo leí me sentí totalmente identificado!
Nosotros también viajábamos en camión y nos gustaba la música, la
poesía, el desorden... ¡Eran cosas que se daban en forma simultánea! Y a
miles de kilometros.
.....
-Proyecto de país es la primera parte de una trilogía. ¿Hacia
dónde avanza su próximo libro?
.....
-Pretendo trabajar los grandes proyectos chilenos: la planificación de
ciudades, las primeras corporaciones de la vivienda, los programas de
industrialización... en mi próximo libro me ocuparé de la Corfo
(entusiasmado).
.....
-¡¡La Corfo!!
..... -Pero claro. Si
uno lee los estatutos de la primera Corfo, se puede dar cuenta de que
son una maravilla. Allí existe toda una concepción de país. Después se
fue al diablo, cierto, porque siempre estamos metidos en proyectos que
se derrumban.
.....
-¿Las "grandes profecías que no se cumplieron", de las que habla en
su libro?
..... -Claro, esas cosas
seguras y científicas (irónico) a las que vivimos amarrados.
.....
-¿Por qué le atraen tanto a un poeta los fundamentos de la
burocracia?
..... -El proyecto y el
lenguaje son maravillosos. Además me parece increíble que un par de
líneas pueda armar toda la vida de un país... por lo menos, durante
algún tiempo.
en El Mercurio. 5 de mayo
de 1996.