Cecilia Vicuña reedita su mítico poemario "Palabrarmas"
"Mi trabajo ha sido censurado durante cuarenta años"
Por Jazmín Lolas
Las Últimas Noticias. Miercoles
18 de Enero de 2006.
Radicada desde hace 25 años
en Nueva York, la poeta y artista visual se queja por las
restricciones que su obra ha sufrido en Chile.
Después de 25 años viviendo en Nueva York,
la poeta y artista visual chilena Cecilia Vicuña dice
que, más que su hogar, esa ciudad es el centro de operaciones
desde el cual se desplaza al resto del mundo para mostrar sus trabajos.
Entre sus destinos siempre incluye a Santiago, donde ahora se encuentra,
entre otros motivos, para presentar la reedición de su libro
"Palabrarmas", a través del sello RIL Editores.
Originalmente publicado en Buenos Aires en 1984, el
volumen de poemas es la segunda obra de la autora que circula en Chile
-la primera fue "La Wik´uña", de 1990-, hecho
curioso si se considera que su producción literaria, muy apreciada
en el exterior y también entre algunos devotos seguidores locales,
llega a la veintena de títulos.
"Toda la vida he querido que mis libros se publiquen
acá, pero por una u otra razón eso no ha sucedido. Sé
que los jóvenes, sobre todo, están interesados actualmente
en que mis trabajos empiecen a conocerse en el país",
comenta Cecilia Vicuña, cuya creación poética
se ha expresado no sólo en textos, sino también en performances,
videos y exposiciones realizadas con objetos como semillas y desechos,
que ella misma recolecta.
"Mi poesía se manifiesta también
como pintura, como escultura, como performance o como cine, que son
todas extensiones de mi visión del lenguaje", explica.
- ¿Le parece interesante publicar en Chile?
- Claro que es interesante, porque uno no sabe qué puede pasar.
En ese sentido, puede ser ridículo publicar poesía acá,
porque lo más probable es que caiga en el olvido.
- ¿El olvido, en su caso, le produce ira o
le es indiferente?
- Por supuesto que he tenido ira, pero escogí no darle bola.
En Chile, mi trabajo ha sido censurado directa o indirectamente durante
cuarenta años, por erótico, porque ha mostrado mi pasión
por lo indígena
o porque ha ido a destiempo. En los años 60 yo escribía
de una forma en que nadie lo hacía.
En 1967, cuando tenía 19 años, Cecilia
Vicuña fundó la Tribu No, un colectivo que reunió
hasta 1972 a seis artistas -entre ellos Claudio Bertoni, quien fue
su pareja- y que la autora recuerda ahora, riéndose, como un
grupo que no hizo nada.
"Un día, en la soledad de mi escritorio,
inventé una cosa que se llamó el Manifiesto de la Tribu
No. Éramos tres parejas que nos juntábamos, a veces
durante dos o tres días, a hablar de poesía y a bailar.
Bueno, nadie le dio bola al manifiesto, pero el nombre quedó
como parte del imaginario", cuenta.
- Pero hubo trabajos hechos en conjunto.
- Todas las obras que surgieron en ese período (una de ellas,
de 1971, consistió en cubrir el piso de una sala del Museo
de Bellas Artes con hojas de árboles) fueron hechas por mí
con la participación de miembros de la tribu, pero no es que
el colectivo se haya propuesto hacer cosas.
Juegos de palabras
"Algo me llevó desde niña al espacio
interior de las palabras", afirma Cecilia Vicuña, cuya
poesía se zambulle en el lenguaje para desmenuzarlo y jugar
a su antojo con múltiples combinaciones. "¿qué
se guarda en los desvanes de los ríos?"/ "los desvaríos",
dice uno de los poemas del libro "Palabrarmas".
"Yo entro en las palabras como si fuera una arquitectura.
Lo que está dentro de ellas es una manera de ser humano. Las
palabras hablan de nosotros, de lo que somos y de lo que muchas veces
no queremos saber, porque estamos presionados por tareas que hay que
cumplir", explica.
- Eso es como decir que en las palabras están
todas las explicaciones.
- Exactamente, porque las palabras son como las moléculas:
tú miras en su interior y te das cuenta de que son iguales
que el espacio exterior, que se comportan de la misma manera.
Cecilia Vicuña:
Poeta y artista chilena nacida en Santiago en 1948. Vive en Nueva
York desde 1980. Creadora de lo "precario", una poética
espacial realizada en la naturaleza, las calles, y museos. De larga
trayectoria internacional, la obra visual de Vicuña ha sido
presentada en el Instituto de Arte Contemporáneo de Londres,
la Bienal del Whitney American Museum of Art y el Museo de Arte Moderno
de Nueva York, entre otros museos de Europa y Estados Unidos.
Su obra poética
se difunde ampliamente en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica,
en performances y publicaciones traducidas a varios idiomas.
Sus libros incluyen:
I tu, Tse-tse, Buenos Aires, 2004; Instan, Kelsey St
Press, 2002; El Templo, Situations, Nueva York; 2001, Cloud-Net,
Art in General, Nueva York; 1999, UL, Four Mapuche Poets, editado
por Cecilia Vicuña, LARP, 1998. QUIPOem, The Precarious,
The Art & Poetry of Cecilia Vicuña, editado por Catherine
de Zegher, Wesleyan University Press, 1997; Unravelling Words &
The Weaving of Water, Graywolf Press, 1992; Samara, Ed. Museo
Rayo, Colombia 1987; La Wik'uña, Francisco Zegers Editor,
Chile, 1990; Palabrarmas, El Imaginero, Buenos Aires, 1984;
recario/Precarious, Tanam Press, New York 1983; y SABORAMI,
Beau Geste Press, Inglaterra, 1973.