David 
              Bustos:
              
              Meterse en 
              la pata de los caballos es algo que viene 
              dado por el oficio 
            
              Pilar González Langlois
              Periodista
              
          
          
            "Quizás nada sea cierto, pero todo es real" es con 
            el epígrafe que abre el libro Peces de Colores (Lom, 
            2006) el poeta David Bustos (34). 
          "Este libro- pecera, sitúa al lector en el centro de 
            las disquisiciones acerca de la realidad, de algunas problemáticas 
            filosóficas (sujeto objeto) como además planteamientos 
            del oficio del  escribir. 
            Hay en él textos de factura prosaica, de verso largo o desmedido 
            y también poemas con versos cortos que dada su extensión 
            me hace pensar en cierto aire oriental del haiku. Por eso mismo Peces 
            de Colores es un libro fresco que no trabaja la monotonía 
            y que cuenta con variadas entradas que dibujan cierta unidad de sentido", 
            explica el mismo creador.
escribir. 
            Hay en él textos de factura prosaica, de verso largo o desmedido 
            y también poemas con versos cortos que dada su extensión 
            me hace pensar en cierto aire oriental del haiku. Por eso mismo Peces 
            de Colores es un libro fresco que no trabaja la monotonía 
            y que cuenta con variadas entradas que dibujan cierta unidad de sentido", 
            explica el mismo creador.
          David Bustos (1972) ha publicado "Nadie lee del otro lado" 
            (Mosquito, 2001), "Zen para Peatones" (del Temple, 2004) 
            y ahora "Peces de Colores" (Lom, 2006). Sus poemas han sido 
            publicados en diversas selecciones tanto nacionales como internacionales.
          - ¿Cómo logras la madurez de un trabajo poético 
            como el que presentas en este libro "Peces de Colores" en 
            que el título seduce por lo lúdico y en el contenido 
            se juega tan astutamente con el lenguaje? 
            - Me cuesta hablar de madurez, porque eso determina cierta adultez 
            en el oficio y por ende su consecuente estancamiento. Yo prefiero 
            hablar de búsqueda de una escritura que más o menos 
            imprima cierta singularidad al texto. En cuanto al título fue 
            algo que vino tardíamente, una vez visualizado esa figura completó 
            el cuadro. 
          - Han pasado cinco años desde tu primera publicación. 
            Para Gonzalo Rojas sería apresurarse demasiado... 
            - No me puedo hacer cargo de lo que dice Gonzalo Rojas. De todo hay 
            en la viña del señor, escritores lentos y rápidos, 
            no creo pertenecer ni a uno ni a otro, pero vale hacer esa distinción, 
            como para abolir cualquier sentencia al respecto. Pero para hacer 
            un poco de cronología, Peces de Colores tiene poemas 
            que trabajé desde la época que era becario de la Fundación 
            Neruda, osea el 2001, hasta poemas incorporados en el 2005. La columna 
            vertebral del libro tiene al menos cuatro años. Pero si no 
            fuera así también estaría bien, supongo. 
            Las recetas no existen, aunque el poeta Gonzalo Rojas proponga alguna, 
            la poesía no responde a lógicas preconcebidas para que 
            un texto goce de cierta calidad. 
          - ¿Te identificas con eso de la "nueva poesía" 
            en que muchas veces se encasilla a poetas de tu generación 
            por el predominio de imágenes?.
            - No tengo idea que es la "Nueva poesía"
          -¿ Con qué ánimo literario te encuentras 
            hoy, luego de haber lanzado tu tercer libro? 
            - Mi ánimo no puede ser más fome, escribir poesía 
            no tiene ningún sentido, no deseo entrar en contabilidades 
            de producción y hacer balances, porque estoy seguro que fuere 
            cual fuere el resultado, carece de cualquier interés. Ahora 
            estoy metido en otro poemario. Eso me ocupa, me exige cosas que yo 
            no domino, por tanto no sólo debo escribir si no que investigar 
            el tema y ver cuales son las ópticas para entrarle. No me quejo, 
            meterse en la pata de los caballos es algo que viene dado por el oficio. 
            Pero en esto comulgo totalmente con Ramón Diaz Eterovic, no 
            importa la publicación o la cantidad de libros si no el compromiso 
            compositivo que uno adquiere a la hora de escribir. Ese estado es 
            el que defiendo.
          -¿Lees a tus pares o eres de los que te gusta que te lean?
            - Leo a mis pares en la medida que puedo. Leo también narrativa. 
            Me gusta mucho Claudio Gaete un poeta de 27 años que es oriundo 
            de Valdivia. Podría decirte que hay varios libros que se han 
            publicado este último tiempo y que considero clave al menos 
            para mí: El cementerio de los disidentes de Claudio 
            Gaete, Especies Intencionales de Andrés Anwandter, Calas 
            de Germán Carrasco, Criminal de Jaime Pinos, Nada 
            de Malú Urriola. También está Diego Ramírez 
            que me gusta mucho, Cristián Gómez, Julio Espinosa, 
            etc. También están los "poetas raros" que 
            plantean discusiones de lenguaje interesantes, en Chile sería 
            Martín Gubbins, el mencionado Anwandter y el desconocido, pero 
            no por eso menos importante Andrés Ajens. En cuanto a narrativa 
            Marcelo Mellado, Oscar Barrientos, Alejandro Zambra, son mis narradores 
            preferidos y no puedo dejar fuera a Alvaro Bisama que junto a Roberto 
            Contreras son feroces en su prosa. Todo esto referido a Chile, pero 
            en Perú, Argentina y Brasil, también se está 
            haciendo algo más que destacable. Para darte dos casos en poesía 
            Reynaldo Jiménez y Guillermo Daghero.
          -¿Cómo defines la influencia de Enrique Lihn?
            - Podría decir tres cosas respecto a lo que me pasa con Enrique 
            Lihn. La primera y la más importante es que leyendo a Lihn 
            decidí que quería escribir poesía. La segunda 
            cosa es que ha pasado mucho agua bajo el río desde aquella 
            vez y me sigue sucediendo que cuando tomo cualquier poema de Lihn 
            continúo descubriendo cosas, osea no se agota para mí, 
            me plantea nuevas lecturas nuevas formas de comprensión y eso 
            para mí es una gran lección. La tercera sería 
            que la gran autorreflexión que ostenta la poesía de 
            Lihn me vitaliza, Lihn era capaz de hacer meta poesía, meta 
            literatura, teorizar ciertos temas dentro de su poética y eso 
            es esencial creo yo, el poeta no sólo debe escribir versos 
            si no que debe proponer ciertas discusiones en torno a cuestiones 
            estéticas y de lenguaje. Y eso es sólo su poesía, 
            pero Enrique Lihn era mucho más que eso, era un narrador experimental, 
            ensayista, gran dibujante, además tenía todo un rollo 
            performático que no se conoce muy bien, pero que enriquece 
            más aún el personaje, demarcándolo de cualquier 
            etiqueta.
          - La musicalidad de algunos de tus versos tropieza con pedazos 
            de prosa ¿Es eso parte de tu propuesta poética?
            - Carlos Cociña dice que el poema debe sonar como un instrumento 
            de viento. Todos los poemas suenan de algún modo quizás 
            en Zen para peatones, el sonido era más bien caótico 
            más cercano a la música contemporánea, por eso 
            no se había reparado en eso, pero los poemas emiten ciertas 
            vibraciones, yo no tengo ninguna teoría al respeto, pero tengo 
            alguna conciencia. Ahora en lo que se refiere a la convivencia verso 
            corto verso largo, pienso que está dado por el poema. Hay poemas 
            que piden cierto matrimonio y otros definitivamente la separación 
            de vínculos. 
          - Cómo ves el panorama poético por estos días, 
            sube o baja la creación poética y cómo ello se 
            ve reflejado en el público lector y en la crítica. 
            - Creo que se publica más de lo que se lee, al menos en 
            poesía. La recepción crítica en poesía 
            es prácticamente nula, por eso no es raro ver a poetas haciendo 
            labores de críticos, pese a lo poco alentador del panorama 
            veo que la poesía por razones que desconozco goza de buena 
            salud. 
 Peces de Colores
(Lom ediciones, 2006)
Los peces de colores ya no existen.
Las orillas se secaron demasiado pronto.
Y luego otras orillas menos auspiciosas sedimentaron
o sea que cedimos al pantano
a la greda y de la greda
a unos tiestos de vidrio
que orgullosamente portamos
en las peores temporadas de sequía.
Decía que los peces de colores no existen:
¿has visto un pez de color untando el cristal con su nariz?
¿has puesto tu mano sobre el vidrio mojado?
¿has llegado a vislumbrar el reflejo de tus ojos en sus ojos?