UNO SE HACE INMUNE A LOS LADRILLOS DE LOS 
            SENTIMIENTOS
          Por eso los caballos pastan en la lejana infancia
            para nutrir sus estómagos con la hierba del artificio:
            La superstición de la coherencia y su mala caligrafía:
            La alcantarilla y los atrofiados pulmones. El aire.
          Pero uno se hace inmune a los ladrillos de los sentimientos.
            Los medidores de luz en la exactitud de la cifra:
            el consumo de píldoras para el amor 
            el corte en trámite, el aumento de sitios para solitarios
            en proporción inversa al lenguaje con que sabemos.
          -El sexo iluminador de los amantes y su evidente estado de cuenta-
          Es así como caen los dígitos de la emoción
            cuentas que se acumulan como todo
            y todo
            es una maravillosa estafa. 
           
          
            ESTADO DE CUENTA
          Vendimos el alma y un par de cachivaches más 
            al sistema financiero que según la tasa de interés
            deberíamos inseminar en nombre de la comarca
            dios y la universidad privada.
          Recuerdo las motocicletas cromadas
            que llegaron a la aldea pre-garrotazo
            podíamos ver nuestro rostro ovalado en su reflejo. 
            Saltábamos de los árboles y nos íbamos por las 
            ramas 
            con el pelo chuzo y los mocos colgando 
            mezcla de guitarras eléctricas 
            y roncos tubos de escape perforados.
            Sin entender mucho qué pasaba, pero igual sacando el rollo.
          Nadie supo siquiera cuando le choreamos la estrella al Che 
            deseábamos fundar nuestra propia carretera
            donde todos tuvieran la preferencia
            algo así como una casa larga con patio frente al mar
            con parejas haciendo el amor al borde del camino 
            y un libro de Rodolfo Hinostroza en la mochila
            una bitácora envuelta en una bolsa de nylon
            bastaría -y esta vez sí que bastaría-
            para que revisitáramos todas esas postales
            que manchadas de vino colgamos con esmero
            en la juntura agrietada de los muebles de la casa.
          Sin embargo no nos dio para tanto
            la alcancía del chanchito de Pomaire
            fue brutalmente saqueada por manos castrenses
            que extremaron nuestro afán militante de estar arriba de la 
            pelota.
            La brisa tributaria conmovió el peso muerto de nuestros cuerpos 
            
            rematándolo a precio de huevo por el débito 
            de un sin número de cuotas impagas que poco a poco
            se apoderaron de la callosidad del espíritu.
          Así fuimos concesionando los sueños
            así los peajes nos fueron cercando
            tramo por tramo hasta perderlo todo.
            Ahora excedo las 12 horas diarias en la práctica
            y memoria del lavado incesante de tazas que se apilan
            detrás del muestrario de un permanente café con piernas.
            
            
          
          
            
            TRAVEL CHANNEL 
          La antena quebrada con que sintonizamos las estrellas
            es un brazo que rodea tu cadera.
            Piernas pesadas y robustas que me dejan recostado en el
            .............. costado de tu tripa.
            A veces lanzamos la ropa al suelo y encendemos 
            .............. largos cigarrillos
            abrimos un poco la ventana, donde infladas cortinas dan a luz 
            entre dos telas delgadas, así nos apropiamos del territorio
            tras fumar lo que sería algo esencial de nuestros cuerpos.
            Botones rosados que en mi lengua suelen dibujar la saliva
            con que se inicia todo diálogo
            una apertura deliciosa y cansina
            un toque en el contrabajo de éstas nuestras cuerdas.
          ¿Cuánto hemos ganado con estas improvisaciones?
            En el otro dormitorio mi mamá cambia de canal.
            Ella supone que ese crujido de tablas se trata de nosotros.
            No se nos ocurriría andar en pelotas por el departamento. 
            No se nos ocurriría ser tan felices.
            
          
          
            
            
            ESTUDIOS CONTRAPUNTISTICOS PARA AMBAS MANOS
           
             
              "Lo único que en la música 
                persiste y prolifera
                es el proceso mismo de composición"
                Gerardo Gandini 
            
          
          Un pianista insomne busca restos de un accidente aéreo.
            Son siempre pasos en la nieve:
            impresiones o partituras en una superficie blanca y desierta.
            Allí se encierra el estallido: trozos de maletas ardiendo, 
            
            ............. astillas y turbinas.
            Cosas que sobran después de la catástrofe.
            El pianista insomne cierra los ojos
            y busca con sus dedos el ángulo preciso del instante
            la cuerda tensa del brillo.
           
          
           
            OTRA PERSPECTIVA DE LA BIOLOGÍA
          Estuve observando una flor por un lapso de tiempo.
            Nada parecía cambiar. Buda se sentaba días completos, 
            dicen
            que alcanzó la iluminación viendo el excremento de una 
            vaca
            durante una larga estadía en la inercia, nada para delante
            nada para atrás. 
            Inventamos la máquina para viajar al espacio que admitamos
            no es poca cosa, yo cuando pequeño también construí 
            la mía,
            cuarenta inyecciones en el estómago, me había mordido 
            la 
            decadencia de un clavo, que por lo demás estaba estático
            hace años en una tabla que podía ser el universo.
            Jesús, Buda, Bruce Lee, Lennon, todos maestros de algo 
            (si somos justos con mi propia escala de valores, pero mi 
            escala viajaba mucho en ese entonces al espacio vacío, que
            con mis asociaciones completaba). En algún convite debo
            haber extraviado las cartas de navegación, simples manuscritos
            arrugados por las aguas del inconsciente.
            Después fui un paladar adolorido (catador de formas tristes)
            un muchacho que portaba una linterna en pleno día
            y vagaba por plazas y mercados.
            Todas estas ideas se pasean por mi cabeza a esta hora,
            mientras la luz neón, la luz de los vagabundos, se atraganta 
            
            por tus piernas. Mi conciencia relativa es de escasa
            información, no sé qué pasa en el fondo de las 
            cosas. 
            Campos sensoriales totalmente medibles -me digo-
            desde una órbita de cifras y propuestas exactas,
            actos fallidos que otro (que puedo ser yo mismo) 
            con su lámpara al hombro ve, el conocido juego
            de los espejos, uno frente al otro ad infinitum. 
            Y entonces contemplo con verdadero asombro 
            la humedad de tu espíritu 
            cuando tus piernas totalmente abiertas
            me ofrecen otra perspectiva de la biología.
           
          
           
            LE ABRIÓ LAS PIERNAS Y MIRÓ 
            FIJAMENTE EN SU ALMA CON ASOMBRO.
          La luz neón se filtra por las cortinas, los pliegues y repliegues 
            
            de tu alma, un terciopelo lila o ciertos puntos de fuga, piernas
            como tijeras entrecortando el aire o el papel de dos actores
            en medio de un escenario demasiado conocido, la conjugación
            de los egos en la deliciosa condena, el tránsito hacia una 
            vía
            poco concurrida, pasos peatonales -te digo- escaleras
            que trepan el cuerpo, peldaños culposos que se desvanecen
            por gracia de no sé que lectura budista.
            A media máquina
            a medio morir saltando
            a medida del cuerpo giramos en la lavadora automática 
            de la conciencia, ropas deshilachadas y alertas ambientales
            en el engranaje del corazón -Nadie puede ser yo, pero yo
            puedo ser todos-
            Un pedazo de cristal al sol
            un guiño de la muerte
            cierto salvajismo reposado en los órganos sexuales
            de los que se aman, con el manual del Tantra, libros 
            que nadie conoce, donde tribus Sufis hacen el amor tendidos
            en la hierba espectral a miles de años luz de la bomba atómica.
            Pero si quieres podemos intentarlo:
            la hierba verde y aireada son estas sábanas que huelen
            ............... a tabaco.
            El archipiélago de nubes en el cielo son estos posters
            de Lennon y Yoko Ono. 
            Y el mantra, una palabrita que robaremos
            de las etiquetas de nuestras ropas.
            Entonces, respiremos hondo y pronunciemos
            el idioma estelar de las ampolletas: 
            OM AH HUM VAJRA GURU PADMA SIDDHI 
            HUM u OM MANI PADME HUM.
           
          
            ZEN PARA PEATONES 
            David Bustos Muñoz 
            
            Octubre de 2004 
           
          
            David Bustos nació 
              en Santiago en 1972. Ha publicado Nadie Lee del Otro Lado (Mosquito: 
              La Estocada Sorpresiva, 2001). Sus poemas integran las selecciones 
              Panorama de la Nueva Poesía Chilena: Al Tiro (Vox, Argentina, 
              2001), Antología de La Poesía Joven Chilena (Universitaria, 
              2003) y próximamente Cantares (Lom, 2004), además 
              de revistas como Rocinante y La Estafeta del Viento (Casa de América, 
              Madrid). Ha recibido las becas de la Fundación Pablo Neruda 
              en 2001 y del Consejo Nacional del Libro para escritores nóveles 
              en 2003. 
              Actualmente realiza trabajos como guionista.