David 
              Bustos
            
           Por Ernesto González Barnert
            
          David (1972) posee un estilo exquisito, inteligente y a la vez distendido 
            en su escritura poética. Y cuando logra hacerse de este trío de ases 
            en la mano gana la partida al lector. Que veloz y gustoso sigue este 
            inquietante juego. Pero que al seguirle –siento- tampoco lo hace incomodarle 
            demasiado. Y con esto no quiero decir que no tiene momentos de dureza 
            pero creo que es el mismo entramado suyo del verso el que acaba apaciguando 
            esos momentos. He ahí lo que yo podría decir su punto débil. O quizás 
            equivocado, sea su mayor logro. Realmente no lo sé.  Sobretodo 
            porque yo al leer sus libros –con tal muletilla por necesaria 
            en este último tiempo- termino disfrutándolos igual. Y mucho. Así 
            que mejor vamos a sus respuestas y algunos de sus poemas que yo por 
            lo menos hoy prefiero que ustedes sean los que sopesan mejor. Pero 
            desde ya seguro de su innegable excelencia como poeta. Es decir, muy 
            por encima de la media de la gran cantidad de poetas bullendo.
Sobretodo 
            porque yo al leer sus libros –con tal muletilla por necesaria 
            en este último tiempo- termino disfrutándolos igual. Y mucho. Así 
            que mejor vamos a sus respuestas y algunos de sus poemas que yo por 
            lo menos hoy prefiero que ustedes sean los que sopesan mejor. Pero 
            desde ya seguro de su innegable excelencia como poeta. Es decir, muy 
            por encima de la media de la gran cantidad de poetas bullendo. 
          - ¿Cómo entraste a la literatura?
            - No sé realmente si he entrado a la literatura. Tengo problemas con 
            la palabra literatura, además de no saber muy bien qué significa y 
            cómo se entra a la literatura. Entonces de entrar habría qué saber 
            qué es…habría que suponer que la palabra literatura es estable semánticamente. 
            Pienso que la palabra literatura es una trampa. Toda literatura es 
            lenguaje y eso más que ayudar a dar una respuesta complejiza más el 
            asunto. ¿Cómo entrar a algo que deriva en todo momento? Entonces, 
            mi actitud es de completa perplejidad. 
          - ¿Qué significa para ti la Poesía? 
            - Creo en una poesía escrita con minúsculas y no tengo una poesía 
            en mente a la hora de escribir. Disfruto desde lo más oriental y epigramático 
            hasta con los más farragozo y exuberante. En ese sentido la poesía 
            para mí es un deambular de un lugar a otro, soy lo menos militante 
            que hay, en ese sentido, ejerzo mi libertad al leer y escribir. 
            
            Dentro de las cosas que para mí son relevantes en este ámbito, está 
            el concepto de poesía civil que plantea Bolaño acerca de Millán. La 
            poesía como medida de intercambio, como parte de un engranaje social 
            sin trascendentalismos y voladores de luces, una poesía sin afanes 
            de rock star, una poesía más cercana en actitud vital a Rolando Cárdenas 
            y Jorge Teillier. Es ahí donde cobra vida la poesía para mí, cuando 
            hay una actitud oriental, una actitud zen (contemplativa). Sin sermones, 
            sin aspavientos. Pero volviendo a la pregunta ¿qué significa para 
            mí la poesía? Sinceramente no tengo idea….La única manera de saberlo 
            sería ausentándome de la poesía, amputando hasta el último gramo de 
            poesía que hay en mi vida y desde esa ausencia hablar de lo que significó 
            para mí la poesía. Pero por ahora eso es imposible, estoy metido hasta 
            el cuello.
          - ¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias 
            han marcado tu cocina literaria y también la propia vida?
            - Por ahí un poeta decía que hablar de Lihn ya era como casi un cliché. 
            Bueno, Lihn es mi poeta favorito por excelencia, aunque suene cliché 
            para algunos. Junto a él está Rodrigo Lira, Gonzalo Millán, Roberto 
            Bolaño, José Kozer; en novela: John Irvin, John Kennedy Toole, A M 
            Homes, Carver, Jerzy Kosinski, Adolfo Couve, entre otros. En ensayo 
            he estado pegado con George Steiner, Damian Tavarowsky, Noé Jitrik 
            y David Lehman y su trabajo sobre la escuela de Nueva York, etc. En 
            cuanto a música de pendejo escuché mucho Pink Floyd y Ac/ Dc y también 
            todo el rock latino. Ahora estoy pegado con Sean Lennon el hijo del 
            ex Beatles y Brian Eno, música ambiental; respecto al cine estoy viendo 
            películas de Alexandre Aja, cine gore, sangre de la buena.
           En cuanto a actitud vital, me siento bien junto a escritores como 
            Ramón Díaz Eterovic, Andrés Anwandter y Jaime Pinos, son escritores 
            con los que se disfruta una buena conversación, donde existe el diálogo, 
            y donde también el silencio toma parte. El silencio es saludable dentro 
            de un diálogo. 
          No necesito que un poeta esté muerto para poder admirarlo o sentir 
            su influencia, hay gente de mi edad o menores que admiro, no es necesario 
            llegar hasta Kafka o mencionar a Pound. Un poeta debe plantearse también 
            desde los afectos o sino todo se nos va a la mierda y no nos damos 
            ni cuenta cuando comienza el festival del codazo o las carreras de 
            caballo. 
          Otro poeta que disfruto leyendo es José Ángel Cuevas. También hay 
            escrituras de las cuales uno aprende constantemente, algo así como 
            asistir a un taller leyendo libros: Tomás Harris por ejemplo, es un 
            poeta complejo y lleno de recursos. Alexis Figueroa y Guillermo Valenzuela 
            son autores que releo. 
          De los poetas más nuevos y que he leído con sorpresa y entusiasmo 
            están: Raúl Hernández, Víctor López, Camilo Brodsky, Daniela Johanes. 
          
          En cuanto a influencia de grupos y dinámicas dentro de estos, creo 
            que participar en Lanzallamas, en ediciones del Temple y el Foro de 
            Escritores ha sido valioso para mí. Espero que este año salga Siberia 
            de Roberto Contreras por el sello de Lanzallamas y Kozer por ediciones 
            del Temple. Ambos libros muy importantes para mí, libros que saldan 
            deudas. En el caso de Roberto, porque propone una poesía política 
            que jamás fuimos capaces de escribir los de nuestra generación, un 
            libro muy de la mano de Millán y Bolaño. Y Kozer, porque es un poeta 
            casi inédito en Chile y que generosamente accedió a reeditar un libro 
            con ediciones del Temple. 
          - ¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo 
            trabajas hasta concretar un poema?
            - No hay una sola manera. La única constante de mi escritura es la 
            corrección. Creo que corrijo harto, hago varias versiones de un poema. 
            Pienso que corrigiendo se encuentra el poema, algo así como esculpir 
            sobre roca. Leer significa corregir también, lo que no significa “enmendar”un 
            error o una pérdida de control. Corregir un poema sería el intento 
            de encontrar la interpretación a un texto, su verdad. Me interesa 
            el dialogo constructivo y deconstructivo entre escritura y lectura.
          - ¿Cómo ves la poesía actual chilena? ¿Y 
            en ella a tu generación con respecto a las anteriores y la que le 
            sucede? 
            - No tengo claro el rollo de las generaciones. Uno dice generación 
            del 90, pero no es tan así. Por ejemplo Héctor Figueroa con su libro 
            Groggy ¿a qué generación pertenece? yo lo veo cómodo junto 
            a Guillermo Valenzuela y Malú Urriola. Alexis Figueroa por su lado, 
            también es como de la generación del 87 y Claudio Gaete se ve como 
            de los 90, entonces, eso de encerrar a ciertos poetas dentro de generaciones 
            no es exacto. Ahora por ejemplo, de los novísimos me queda claro quienes 
            son y quienes no son de los novísimos. Cosa que uno tiende a creer 
            a buenas y primeras que son todos los poetas de Santiago menores de 
            25 años, pero está el grupo de ustedes (taller de Santa Rosa 57), 
            está la gente de Balmaceda, etc. Podría decirse que la generación 
            llamada de los 90 no existe, existen dos o tres generaciones entrelazadas 
            entre sí.
           Ahora ¿qué opino de la poesía actual? bueno todo lo que se publica 
            ahora es actual. Pero si se trata de leer a poetas jóvenes menores 
            de 30 años. Creo que ya dije: Los Surfistas, Poemas Cesantes y los 
            poemas inéditos de Daniela Johanes y Guido Arroyo, de la novísima 
            Paula Ilabaca, Héctor Hernández, Felipe Ruiz, uf hay varios y muy 
            buenos. 
          - ¿Qué libros nunca has podido terminar 
            de leer?
            - “Ulises” de Jame Joyce y “Coma” de Héctor Hernández.
          - ¿Qué podrías decirme del foro de escritores?
            - Es un bar abierto donde el que quiere va y lee sus poemas y donde 
            se implementan proyectos de libros artesanales gracias a la voluntad 
            y esfuerzos de Martín Gubbins y Olaya Bacells.
           No podría decirte lo que el Foro es porque no soy vocero de nadie, 
            pero sí podría decirte que desde que voy al Foro siento que he incorporado 
            cosas que antes me causaban rechazo. Dentro de las personas que he 
            conocido gracias al Foro está Felipe Cussen que es lejos el poeta 
            más original y divertido que haya visto antes. 
          - ¿Cómo ves la política cultural del gobierno? 
            
            - Súper wena. 
          - ¿Qué palabras le dirías a alguien que 
            está comenzando en esto de la poesía, alguien que ha decidido ser 
            poeta?
            - ¡Todavía estás a tiempo de arrepentirte! La poesía no sirve para 
            nada, le dicen a Elicura Chihuailaf. 
          - ¿Cuáles son los 10 libros que recomiendas 
            leer? 
            - El mundo según Garp de John Irvin
            Zen en el arte de la mantención de la motocicleta de R. Pirsig
            Rayuela de Julio Cortázar
            Aforismos completos de Wallace Stevens
            Poesía de la comisión liquidadora, José Ángel Cuevas
            La Ciudad de Gonzalo Millán
            Los detectives Salvajes de Roberto Bolaño 
            La pieza Oscura de Enrique Lihn
            Una huella destartalada de José Kozer 
            Poemas y antipoemas de Nicanor Parra
            Poemas del país de nunca jamás de Jorge Teillier 
            
            Creo que me pasé, es muy complicado hacer una lista de diez, es como 
            una camisa de fuerza. 
          - ¿Cuál es el último libro de poesía 
            chilena que leíste? 
            - Campo Santo de Jaime Blistilo que acaba de ser editado y 
            está muy bueno. Le pongo cuatro estrellitas. 
          - Y por último ¿Qué autor chileno crees 
            que debería obtener el Premio Nacional de Literatura?
            - Ramón Díaz Etérovic y José Ángel Cuevas. Sería feliz si se lo dieran 
            a los dos. Es más, tiraría la casa por la ventana. Pero no me hago 
            ilusiones… parafraseando a César Soto: qué se puede esperar de un 
            país que no le dio el premio nacional a Enrique Lihn Carrasco y a 
            Jorge Teillier Sandoval, nada, absolutamente nada. 
           
          * * * 
          - Selección 
            de poesía - 
          David 
            Bustos
           
           
          El otro lado
           Ir juntando piedra a piedra
            el nombre de las cosas. 
          Alcanzar la orilla del viento. 
            Caer. 
            Resbalar por el musgo
            ser el musgo. 
            Entrar al reino de lo innombrable. 
            ¿Para decir qué? 
            Que nos ahogamos hacia dentro. 
          (De Nadie lee del otro lado, Mosquito ediciones)
           
          ESTUDIOS CONTRAPUNTISTICOS PARA AMBAS MANOS
           “Lo único que en la música persiste y prolifera
            es el proceso mismo de composición” 
            Gerardo Gandini
           Un pianista insomne busca restos de un accidente aéreo. 
            Son siempre pasos en la nieve:
            impresiones o partituras en una superficie blanca y desierta. 
            Allí se encierra el estallido: trozos de maletas ardiendo, 
            .. .. .. .. . astillas y turbinas. 
            Cosas que sobran después de la catástrofe. 
            El pianista insomne cierra los ojos
            y busca con sus dedos el ángulo preciso del instante
            la cuerda tensa del brillo. 
          (de Zen para peatones, ediciones del temple, 
            2004)
           
           ACUARIO 
          Aún cuando no me mira
            me mira.
            E.Levinas
           Uno
           Mover la mano en la pecera
            no quiere decir atrapar un pez 
            si se advierte y sabe de ante mano
            que la esquiva representación flota 
            dentro de un signo zodiacal
            por ejemplo un pez frente a otro pez
            no logran verse a los ojos. 
          Dos
           Hay versos ascendentes en la caída 
            secos de golpe, en el papel o el poema
            que no es la esquiva representación de Piscis 
            -dos peces que no logran mirarse de frente -
            si no una estrella de seis puntas.
            Una corona de espinas. 
          Tres 
          Estas digresiones o puntos de partida 
            pueden venir de una mala intencionada lectura
            de la Jenny Lind del Acuario de J.Gorostiza
            o son una súbita desesperación
            de querer ver bajo el agua.
           Cuatro
           Esta cabeza enmarañada y enraizada
            crucifica mi cuerpo. 
            Esta cabeza pierde la cabeza
            cuando observa hacia abajo 
            y dos empeines sangran profusamente.
           Cinco 
          Pero sólo logramos rozarle la nariz a la poesía. 
          Seis
           Todos quisieron quebrar la pecera alguna vez 
            todos quisimos saber más allá del vidrio 
            si el aire era agua sobre agua y aire 
            agua en la pecera, cueva o espejo
            
            dentro o fuera (a estas alturas) da lo mismo. 
           
          En una habitación a oscuras 
          A Cristián Gómez
           El techo no me deja ver nada
            ni siquiera puedo ver el piso. 
            La escala que conduce al principio
            se torna cuerda movediza
            y el mar crispa 
            en torno a un idéntico círculo. 
          No puedo ver mis manos 
            no puedo ver mis pies. 
            El techo sobrevuela el muro
            la reja el portón que flamea
            no puedo ver cómo flamea el portón
            cómo se abre el piso. 
          La soga ahorca mi vista
            y no puedo ver el vuelo
            ebrio sobre esta isla en llamas.
            No puedo enroscarme el ojo
            si todo se enrosca allá afuera. 
            
            Los carbones enrojecidos
            abrieron sus ojos en los pies
            y los pies insisto, no los puedo ver. 
          Cuando muere la vista despierta el cazador
            el gato atrapa una imagen
            una mariposa por ejemplo 
            que vuela en una habitación sin techo 
            y el techo es techo cuando la mariposa nocturna
            se estrella en llamas contra un portón que flamea.
            
            Hablo de un hombre ciego en una habitación a oscuras 
            que busca en los bolsillos de su mente
            que busca con los dedos el deseo. 
          Un hombre ciego que escarba en los sonidos
            un punto de apoyo o sea despierta 
            de su ceguera para entrar en otra ceguera 
            más vaga y luminosa a la vez.
           
           Inflexiones 
          Ábrele las piernas a ese libro de tapa dura que está sobre la mesa
            y escucha las letras que caen barranca abajo
            hasta llegar al poblado
            en que las voces pierden sus formas.
           Gira la llave de la primera línea
            baja el volumen del entusiasmo
            que la sombra de tu sombra se deje caer sobre ti
            y garabatee con sus manos frías y sucias
            bocetos de poemas 
            que enciendan la mecha de tu casa amueblada. 
          Escucha el rechinar de cadenas sobre las baldosas del verso
            cuando tragas y tragas este silabario hecho de esquirlas 
            como la vajilla quebrada de una novia frígida y furiosa. 
          (El castillo del inconsciente donde las ventanas se abren de golpe
            y los interruptores se prenden y apagan) 
          Pero la memoria arde en algún lugar de tu mente 
            como fogatas esparcidas vistas desde el aire
            como maletas en llamas después de un accidente aéreo. 
            Un paneo lento que puede llegar hasta el primer plano de tu dedo
            cuando aprietas el gatillo y el arma no dispara. 
            Porque vinieron varios antes decididos
            a explotar su lengua por los cuatro costados
            dispuestos a volarse los sesos con la plasticidad de una gota
            que se desplaza ligera por los balcones del cuerpo. 
          Permíteme entonces 
            enterrar suavemente el lápiz labial
            en la comisura de tu boca 
            despejar la garganta y restregarme los ojos
            para sentir cómo se azota
            el cielo sobre mi cara. 
           
          Peces de colores 
          Mover la mano en la pecera
            no quiere decir atrapar un pez 
            si se advierte que los peces jamás cierran sus ojos
            y el agua pocas veces sube
            aunque hay versos ascendentes en la caída
            secos de golpe
            en el instante del papel.
           Pero observen cómo huyen los peces 
            cómo nos jabonan la existencia.
            Nos reducen a especies intencionales 
            a palos de ciego
            a oídos batiéndose en ondas
            estremecedores sectores óseos
            musicales aciertos en la partitura mojada
            y cada vez más borrosa de la letra. 
          Los peces de colores ya no existen.
            Las orillas se secaron demasiado pronto.
            Y luego otras orillas menos auspiciosas sedimentaron 
            o sea que cedimos del pantano
            a la greda y de la greda
            a unos tiestos de vidrio 
            que orgullosamente portamos
            en la peores temporadas de sequía. 
          Decía que los peces de colores no existen:
            ¿has visto un pez de color untando el cristal con su nariz?
            ¿has puesto tu mano sobre el vidrio mojado? 
            ¿Has llegado a vislumbrar el reflejo de tus ojos en sus ojos? 
          (de Peces de Colores, Lom ediciones, 2006)