Exaltado hasta extremos que pueden ser delirantes, el "fenómeno"
de la narrativa chilena joven -abundosa, crecida, no poco publicitada-
exige ya de una reflexión serena que logre, entre otras urgencias,
distinguir las voces de los ecos. Cuando
esto se intente de un modo serio -y sé de por lo menos un estudioso,
novelista el mismo, que, bien enterado, quiere hacerlo: Poli Délano-
estoy seguro que va a destacarse la primera novela de Diego Muñoz,
Todo el amor en sus ojos, como un hito importante en tal desarrollo.
Y lo es en varios sentidos, pero fundamentalmente en uno: el haber
sabido resolver eficazmente, a nivel de escritura, de discurso, el
difícil desafio que significa enfrentar un tema recurrente
dentro de la corriente en que se enmarca, el casi insoslayable de
la situación sociopolitica de los últimos plazos. Su
máxima virtud está, entonces, no en la novedad del asunto,
sino en el tratamiento propiamente narrativo que logra darle. Y ello
sin incurrir en la falla que debilita la mayor parte de los ejemplos
de escritores coetáneos que pudieran mencionarse: el tecnicismo
superficial, la rebúsqueda de formas sin sustento real en una
materia de por si problemática para un cumplimiento riguroso,
el vacuo experimentalismo.
Aqui no: Todo e! amor en sus ojos deja sin usar muy pocos procedimientos
que los maestros contemporáneos del género (muchos de
ellos mencionados en el texto, desde Joyce y Hemingway a Cortázar
y Brice Echeñique, más otros que no necesita nombrar,
como el primer Vargas Llosa y Manuel Puig) le hayan ofrecido como
modelo.
Lo notable es que resultan modelos asimilados. En la textura narrativa
de esta obra hay tal fluidez, tanta facilidad de expresión,
que la "naturalidad" de cada artificio permite ese modo
de goce que el consumidor habitual de novelas -si es realmente exigente-
quisiera siempre encontrar: estar atento y reconocer el tratamiento
literario a que se somete la anécdota, pero sin dejar nunca
de sentirse atrapado a la vez por una trama, la del mundo ficticio
del cual cree llegar a ser co-participe. Novela para un lector activo,
cómplice si se quiere, que por ningún instante experimenta
como ajeno el universo en que es introducido. Universo que asimila
en un proceso que corre paralelo -o, mejor, integrado- al placer de
lo que es efectiva y cabalmente estético.
En la alternancia y entrecruzamiento de dos instancias temporales
(la inmediatamente anterior al triunfo de Allende y un poco antes
una, y otra la inicial de la dictadura que pretendió cortar
de un tajo el proyecto popular), se va desenvolviendo la existencia
cada vez más enriquecida del adolescente y luego joven militante
en la Resistencia que actúa como protagonista y, en la mayor
parte del relato, narrador de sus peripecias. Desde el mundo concentracionario
de los grupos de que forma parte (la pandilla de liceo, más
adelante la célula política antidictatorial en que participa)
y se nos abren perspectivas plenas de resonancias humanas, sobre una
realidad que ineludiblemente marcara a la sociedad chilena en su conjunto
en periodo de tantas y tantas convulsiones sociales. Ante la severa
gravedad de los hechos -dolor, frustraciones de mucho tiempo, muertes,
miedo cotidiano-, la visión propuesta abre, sin embargo, al
carácter total de vidas privadas y colectivas a la vez. Y esto
lo logra, entre otros medios, con el empleo magistral -por riguroso,
por mesurado y bien construido- del humor. Es, en efecto, con humor
que agiliza cada escena, cada reflexión de los personajes.
Los diálogos -y los abundantes monólogos internos, diestramente
trabajados, a veces en paralelo o solapados unos con otros- acusan
el oficio a que ha llegado un autor de quien confiamos seguirá
entregándonos muchas otras muestras de su talento.
Mención especial merece la cuidadosa edición del texto
de una editorial -Mosquito, de Santiago- que, a pesar de estar recién
comenzando a aparecer, ha tenido la osadía de lanzar al mercado
nada menos que doce títulos simultáneos en el breve
periodo de la X Feria Internacional del Libro, la mayor parte de los
cuales revelan una resolución selectiva digna de todo elogio.