Diego
Ramírez
Por
Ernesto González Barnert
Diego
Ramírez (Antofagasta, 1982) ha delineado una hábil voz poética,
llena de méritos, llamativa, y que destaca dentro del panorama de poetas
jóvenes. Una poética asentada en una territorialidad de muchachos
que juegan a seguir siendo niños. Cuya impronta escénica es la de
hacerlos bailar -pese a todo- en una pista de baile como "metáfora
de lo que sucede en un sistema violento y represivo. Y donde la violencia de estos
niños (denuncia) pasa por su baile y su estética, que son
la única protesta posible en esto tiempos, en que la molotov es reemplazada
por una extravagancia en la ropa o un nuevo corte de pelo." Por supuesto,
sin perder de vista, que ese territorio es para los niños "un espacio
de deseos y ternuras, es un juego consciente y, por lo tanto, es triste."
Y que es un territorio que defiende y lo hace sentir parte de una diferencia
hermosa. Parte de "esos niños asexuados que andan como animé
japonés (...) en que se trabaja mucho la exageración de lo femenino,
mezclado con las sutilezas de la cultura japonesa. Es muy lindo ver cómo
han pasado del mohicano punk de los ochenta a estas estéticas de desbordes
del "visual rock". Son un nuevo movimiento de niños que buscan
utilizar esa cultura como símbolo de rebeldía." Sea hoy
por hoy que Diego llame a esa territorialidad cuerpo, pista de baile, cárcel
(cómo queda explícito en su último trabajo todavía
inédito). Impone acertadamente en esa territorialidad una lengua llena
de diminutivos, una extremada adjetivización, el inquietante apelar a un
"tu" o "usted", una tensión cariñosa y llena
de ternura, al niño como víctima. La voz desde la victimización.
Y a la vez, perverso. Enrevesado a una memoria descentrada pero no excéntrica.
En fin, una obra que como muy bien dice Héctor Hernández: "es
una de las mayores de la nueva escena, en ella construye un increíble imaginario
performativo desde sus textos hacia la noche como una escenografía subjetiva
dentro del mercado humano neoliberal".
-
¿Cómo llegaste a la poesía?
- Fue solo necesidad,
siempre tímido al extremo, siempre pocos amigos. Muchos silencios, de ahí
la relación con el cuadernito y el lápiz, algo así como diario
de vida; de ahí algunas cercanías con libros fundamentales cuando
era muy chico. Pero siempre escribí, o al menos siempre lo sentí
así. También uno escribe con la mirada un poco, y si pienso en eso,
podría decir que uno siempre esta escribiendo, de ahí la relación
con el papel se formaliza en mi caso en una adolescencia desesperada como a los
14 años, y a los 16 con talleres literarios.
-
¿Qué ha significado para ti la Poesía?
- Una
determinación con la fatalidad, una relación extrema con la tristeza.
Una búsqueda desesperada por esos lugares muy terribles, muy salvajes,
mucho riesgo, miedo. Nada muy placentero. Yo no lo paso bien escribiendo, pero
tampoco lo digo de manera radical, porque para mi la tristeza y esos placeres
suicidas para enfrentar las cosas me parecen hermosos también, pero como
el significado fundamental de la poesía en mi vida, hablaría de
necesidad, de medio de expresión, de murmullo desesperado, de histeria
absoluta y tendría que mencionar el incomodo adjetivo de salvación,
sobre todo en un periodo biográfico de mi vida.
-
¿Para quién escribes?
- Pienso en dos teorías
encendidas y personales con esa pregunta. Por una parte para las madres, todas
las madres posibles, las legítimas, las inventadas, las madres ficcionadas,
las madres literarias, las madres biográficas, uno siempre les escribe
a las madres, bueno y a los padres también, pero eso es mejor no decirlo.
Y por otra parte pienso en lo amoroso, yo le escribo a la gente que quiero desesperadamente
y que nunca me entiende lo que escribo, y esa es una fantasía también,
escribir para que me entienda de alguna manera lo que no le quiero decir o lo
que no me atrevo a decir. En realidad, si tuviera la respuesta del para quien
le escribo, ya hubiera dejado de escribí y todo se volvería un poco
mas fácil.
- ¿Cuándo escribes
necesitas algo a tu alrededor, alguna cosa, haces algo en particular, etc?
-
Soy muy histérico cuando escribo, histérico e histérica al
mismo tiempo en el gesto inicial, en el primer corte sobre la página en
blanco. Por una parte necesito estar muy solo, porque me vuelvo exagerado: me
muevo mucho, música muy fuerte, murmullo, camino, vuelvo a escribir, hablo
solo, y escribo con anarquía absoluta, escribo muy mal, a veces no me entiendo
las palabras porque se cuelan otras letras. Jamás sigo reglas ortográficas
porque no las se y porque no me interesan. Necesito música, mucha música,
armo una lista de reproducción en el computador, que llevan el titulo de
los textos que trabajo, es como si cada poemario viene incluido con una banda
sonora, busco temas específicos a veces no puedo escribir si no tengo esa
canción interpretada por un cantante en particular, me paso hace poco con
unos temas de Amalia Rodríguez, y música muy diversa pero sobretodo
cantada por mujeres, muchas mujeres, ahora flamenco, a veces tango, muchas veces
algunos boleros locos, alguna ranchera divertida, me pase meses con Fado, incluso
como musicalización del ritmo en el texto, también enloquecí
un rato largo con bossa nova, mucho café, a veces, en realidad siempre
realizo algunos rituales, le enciendo velas a algunas imágenes de mandas
familiares que alguna vez hicieron por mi, algunas figurillas santificadas y cosas
un poco desbordadas, que tienen que ver con mi "cuarto propio"
personal, son como fragmentaciones biográficas, fotografías, decoraciones,
papeles sueltos, armo una gran escena, no por una cosa de superstición,
pero necesito creer en alguien mientras escribo. Necesito, desesperadamente creer
en algo durante el acto mismo del escribir. También esta el teléfono,
el MSN encendido, me gusta mezclar esa histeria con alguna ventanita, algún
mensaje amoroso, en general muchos referentes encima, muy encima, muy pegados,
uno sobre otro, como collage, como el metro, como la vida, como es uno también.
-
¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo trabajas hasta
concretar un poema?
- Armo una bibliografía, siempre tengo
que leer por lo menos tres libros a partir de la construcción del proyecto
escritural, casi siempre libros con los que uno dialoga, por eso muchas veces
los cito, me encantan las citas y trabajar con otros libros, porque uno no escribe
huérfano, uno tiene miles de referentes, pero siempre hay un libro, casi
siempre novela, que nada tiene que ver con el tema del libro a trabajar, como
un escape, o cruce de voces y planos, a veces también trabajo con fotografías,
y siempre hay una libretita, donde esta la estructura casi como formula matemática,
miles de flechas marcas y cuadros conceptuales donde armo el proyecto del libro,
siempre muy justificado, por partes, lugares, fundamentos, objetivos soy muy ordenado
con eso en el inicio, no me gusta saber que escribo algo desde la nada, tengo
que estructurar muy bien mi discurso del que quiero decir y desde donde lo quiero
decir, eso parecería muy mecánico y casi de oficio, sin embargo
eso se deja de lado cuando empieza la otra histeria, el gesto mismo del escribir,
ahí muchas veces esos apuntes de proyecto escritural se me olvidan o se
borran, pero siempre necesito tener un proyecto de obra antes de empezar cualquier
línea sobre la pagina en blanco. A veces pienso, que eso me lo invento
para tener menos miedo al enfrentar esa primera parte siniestra, del primer habla
en ese proceso escritural.
- ¿Qué
poetas, escritores, artistas o experiencias han marcado tu cocina literaria y
también la propia vida?
- Hay muchos referentes, artistas,
experiencias que al ser de tu cocina literaria (linda imagen para hablar desde
donde se escribe) son también de tu propia vida. Hay cruces indisolubles
entre arte y vida, para mi no existen o no debieran existir grandes diferencias,
uno vive desde lo que escribe o escribe desde uno siempre. Biográficamente,
vuelvo al imaginario de las madres, en mi caso hay una historia con lo femenino
mi madre, mis dos hermanas, son una cita que aparece dialogando siempre en mis
trabajos, también mis historias de amor, yo he estado con chicos solo porque
se que me dejaron un buen poema, en realidad hay hartos nombres anónimos,
algunos insignificantes, de un par de noches nadas mas, y otras que no me atrevería
a mencionar en una entrevista para "escritores". Pero hay muchos referentes
visuales sobre todo que se cruzan con la música, con escritores, artistas,
obras y con muchas lugares, territorios, en realidad es una cocina tan delirante
y sobrecargada que tendría que decir tantas cosas pero como imágenes
(si quiere puedes editar todo esto) podría mencionar: Rimbaud y su cara
de niño fatal, absolutamente todos los autorretratos (cortados, parchados,
rasurados y fatales) de Frida Kahlo, Reinaldo Arenas, Marissa Di Giorgio, Mercedes
Sosa, Virginia Woolf, Charly García, el trabajo de "La manzana de
Adán" y los boxeadores de Paz Errazuriz, Wilde por sobre todo, ese
bellísimo libro "Cuerpo Correcional" de Nelly Richard con las
fotografías de Leppe, Las estrategias del débil de Josefina Ludmer,
el Arte andrógino de Roberto Echevarren, Walter Benjamín, Genet
y sus sirvientas y su biografía poética, los Feminarios de Julieta
Kirkwood y su Tejiendo Rebeldías. Muchas veces Chejov, la desesperación
hermosa de la Bombal, la triada celestial de las voces más importantes
de las estéticas desbordadas de la poesía nacional: Juan Luís
Martínez, Raúl Zurita y Diego Maquiera. Simone de Beauvoir, la Yourcenar,
los lugares sin limite de José Donoso, Guerrilla Girls, la poética
brillante de Violeta Parra, Patti Smhit, todo Juan Dávila. Hay mujeres
maravillosas que he ido redescubriendo como Ana Mendieta o la acción de
arte mas hermosa que se ha realizado en este país frío (según
yo) "Zonas de dolor" de Diamela Eltit, incluyendo por supuesto toda
su pragmática de obra, lejos lo mas importante publicado por una mujer
en Chile (Lumperica, Los Vigilantes), Pedro Lemebel y Las Yeguas del Apocalipsis
bailando descalzas sobre la geografía nacional de vidrio, Mil Mesetas,
Las horas de Michael Cunningham, Cobra de Sarduy, Sobre Árboles y Madres
de Patricio Marchant, La madres de la Plaza de Mayo, Chavela Vargas, The Cure
por las noches, Siouxsie and the Banshee después de esas noches, Yoko Ono,
Marianne Faithfull, Coctea Twins, la Kristeva y sus historias del amor, Vigilar
y Castigar en un momento fundamental de mi vida, siempre la Fragmentación
del discurso amoroso, mis noches, la peluquería, Miyavi, Bjork, unos libros
japo que se llaman Paradise Kiss de Ai Yozawa, mis bailes, David Bowie, no se
tantas tantas cosas.
- ¿Cómo ves
la poesía actual chilena? ¿Y en ella a tu generación con
respecto a las anteriores?
- La poesía actual chilena la
veo con mucha gente, diciendo cosas, escribiendo, ejerciendo territorios, es interesante
como tanta gente se ha ido ganando espacios, que ya se hable de poesía
joven es un merito, por mucho tiempo uno veía a los poetas jóvenes
que en el fondo eran tres nombres talentozos de los 80', por lo mismo me parece
muy valiente, acertado e importante el espacio que se han ido ganando los nuevos
chicos y chicas poetas (también me gustaría ver mas nombres de mujeres).
Pero, el que existan tantos nombres antologías y libros, no dice mucho
de lo otro, es decir, el espacio me parece potente, pero los resultados no tanto,
de partida no creo que sean tantos los poetas jóvenes, en realidad, esa
lista de casi 50 nombres, para mi pasa por 4 o 5 nombres interesantes como proyectos
de escritura, como estéticas interesantes, trabajos serios, claros, que
digan algo, que saben desde donde lo están diciendo, trabajos que sobreviven,
que se inscriben. Pienso en "La Ciudad Lucia" de Paula Ilabaca, pienso
en "Coma" de Héctor Hernández, pienso en "Los Surfistas"
de Víctor López, y me cuesta pensar en mas nombres, pero también
puede ser porque no he leído mucho, no he viajado a regiones, porque no
he hecho alguna procesión por el extranjero o porque no se que pasa mas
allá, afuera, detrás de mi casa. Pero también, no estoy de
acuerdo con esos apellidos de la poesía que viene de la academia para relegar
o clasificar ciertas escrituras de las diferencias o ante cualquier discurso disidente;
eso de poesía mapuche, poesía homosexual, poesía femenina,
a veces es tan incomodo; son carteles innecesarios de orden y fortalezas de poder
casi económicos con tus trabajas de obra. Por eso, creo que es un poco,
solo un poco, peyorativo hablar de "poeta joven", porque ese adjetivo
a veces siniestro de "joven" habla de un grupo que viene recién
escribiendo, así como que en una semana decides ser poeta y publicas el
libro, y en realidad, uno lleva harto tiempo en esto, concursos, talleres, uno
empezó bien chico, por eso, al menos puedo hablar de los nombres que mencione,
me parecen que lo de joven es solo un signo, un numero, porque el trabajo es de
harto tiempo, uno no publica libros porque si. Yo al menos a ese grupo de poetas
los conozco de hace mucho en talleres literarios, cuando nadie pensaba publicar,
desde ahí entiendo que aparezcan nombres nuevos desesperadamente publicando
pegoteas, collage de libros y hojitas sueltas sin estructuras, y que por tener
una edad cercana pasen al supuesto "colectivo de poetas jóvenes de
Chile", que tampoco es tan así. Y también es cierto, que lo
digo puede ser una estupidez porque estoy seguro que hay gente anónima
de 30 o 40 años que nunca ha ido a talleres y que pueden cambiar la poesía
con un libro maravilloso. Pero insito en la historia, la biografía, los
cruces, el trabajo de la poesía que viene de hace tiempo. Y con respecto
a las generaciones anteriores, me parece que la historia va bien, porque lo que
nos interesa lo citamos y lo homenajeamos, y lo que no nos interesa por lo menos
yo ni siquiera lo leo, ahora, los padres no tienen porque ser los de la generación
anterior correlativa de los 90', en nuestro caso, creo, leímos y estuvimos
mas cerca de los 80' y los 70', aunque es tan atemporal hablar de generación,
en general rescatamos a esa gran "nueva escena" de avanzada para citar
las lecturas a esas obras desde Marchant, Brito y Richard. Ellos fueron nuestros
maestros de talleres y nuestras lecturas románticas de la adolescencia,
porque con nuestra generación anterior, hay un vacío legal y cultural.
En lo personal, siento que las obras más importantes publicadas en los
90 son de autores que venían trabajando desde la estética de la
nueva escena ochentera y de los 70. Los 90' siento que no dijeron nada de lo que
realmente pasaba, y eso me parece poco arriesgado, y una poesía sin riesgo
es una poesía sin histeria, sin discurso, no me sirven las frases bonitas
o la rebeldía como actitud de vida o en una entrevista, esa rebeldía
debería estar presente en los textos, porque es desde ahí donde
uno dice, desde donde uno trabaja. Me parece poco acertado escribir desde el paisajismo,
la montaña y la novia del barrio cuando ni siquiera aparecían los
muertos en este país. Entonces esta generación nueva del 2000 creo
que recorto, parcho y reivindico ciertas generaciones anteriores, al menos las
que podíamos releer más cercanas, más arriesgadas, más
interesantes. Finalmente, yo creo en una generación del corazón,
algo así como una unión afectiva y biográfica y terrible
con la gente que quieres y que te conoce y con quienes armas un solo imaginario
poético posible, en ese sentido yo hablaría de una generación
de mis afectos, donde estoy yo y mi amiga Gladys González.
-
¿De qué forma los talleres de poesía han sido un aporte en
tu escritura?
- Siempre son importantes, reveladores, son un lugar
de encuentro. Yo ahora que dirijo talleres, y me resulta absolutamente reciproco
el proceso de enseñanza y el proceso creativo de poder crear dialogo y
una labor formativa en los primeros deseos, las primeras rabias, las primeras
búsquedas escritúrales, porque son lugares muy sublimes esos gestos
iniciales cuando recién te atrévase a enfrentar tu propia voz. Yo
hice muchos talleres, algunos muy diversos, desde Balmaceda 12 15 y sus talleres
gratuitos que para mi fueron muy importantes, hasta los de la Zona de Contacto
del Mercurio que tenia una lógica y una dinámica económica
muy distinta, pero también pude asistir a talleres muy relevantes como
los de Sergio Parra, Carmen Berenguer, y el ultimo que hice con Malú Urríola
hace unos años, con ella aprendí todo lo que es trabajar la unidad
poética. Pero debería empezar por mis primeros profesores, esas
primeras madres que me enseñaron y corrigieron, y a quienes sino hubiera
conocido no hubiera seguido escribiendo, así de radical. Pienso en dos
talleres literarios que fueron fundamentales paras mi, el de la Pía Barros,
con quien estuve casi cuatro años asistiendo a sus talleres formativos
Ergo Sum, a ella le debo todo lo que creo que sé, lo que tiene que ver
con formas, muchos ejercicios narrativos, que me funcionaron de manera alucinante
en poesía, porque yo escribía cuentos primero, con la Pía
aprendí mucho, muchísimo, formas, lenguaje, metáforas, atmósfera,
ritmo, su trabajo fue hermoso, y además con ella me acerque a todo un imaginario
de escritura potente, como armar a Cortazar, enloquecer con la Rosario Castellano
o la Clarice Lispector, incluso el leer a la Diamela Eltit por primera vez. Fue
muy inaugural en mi vida y mi cocina histérica y salvaje, y por sobre todo
lo afeminado del frote, y la cercanía con ese imaginario femenino, era
un taller de feministas, de pelos largos, donde todas eran mujeres, y yo siempre
fui el mas chico y el único hombre del grupo, entonces mi habla, mi primera
habla era pensado desde ahí, desde lo femenino, era como reconocer tu voz
y tu escritura al mismo tiempo que redescubrías tu cuerpo y tu historia,
se armo un dialogo con los géneros muy lindo en ese espacio de trabajo
en el taller de Pía Barros. Pero también, el taller que hice en
Balmaceda 1215 con Pedro Lemebel, yo tenia 17 años, y conocer un referente
como el fue muy potente, el Pedro me enseño a mirar la ciudad, mis cicatrices,
mi historia y la historia del país. Mas que ejercicios teóricos,
llevamos la teoría a la ciudad entera y eso cuando llevas encima una adolescencia
rabiosa, es hermoso. Ver al Pedro contando sus historias de la Gladys Marín,
de Víctor Jara, su cancionero amoroso y valiente de Las Yeguas del Apocalipsis,
tenia historias impresionantes para todo, a veces nos reíamos, nos amábamos,
llorábamos, era tan fuerte todo ahí, todas esas tardes, todos muy
chicos pero el Pedro nos entrego una rebeldía y una provocación
que yo no olvide nunca mas, a él le debo muchas cosas, sobre todo cariño
y sobretodo la belleza innencontrable detrás de la plaza o al final del
pasillo, esos lugarcitos donde nadie nos veía, o donde no nos querían
ver (los otros, los padres), al menos en mi caso, y atreverse a escribir desde
ahí, desde el deseo, es algo que solo alguien tan generoso y talentoso
como Pedro podía haberme enseñado. En realidad poca gente siguió
escribiendo, pero todos de alguna manera llevan esa cicatriz histérica
de ese taller de crónica urbana en esas ultimas tardes de fin de siglo,
y que se extendió por mucho tiempo en fiestas, visitas a su casa, complicidades
muchas.
- ¿De tu obra si tuvieses que elegir
un poema o fragmento...cuál?
- Yo Podría ser tu
Frida.
- ¿Qué libros nunca has
podido terminar de leer?
- Hay autores que admire en algún
momento pero que los últimos años publican cosas terribles justificados
por sus apellidos, también algunos performers visuales que creen que hacen
todo y de todo, pero no hacen nada. Hay libros bien terribles, son insoportables
hasta como ejercicios para ver lo que no hay que escribir, reiterativos, fuera
de lugar, libros de supuesta vanguardia de 1810 o autores de género que
quieren escribir como "homosexuales" como si el tema fuera comprar una
alfombra o un sillón decorativo, autoras mujeres que intentan escribir
desde el cuerpo olvidándose y negando un pedazo de bibliografía
fundamental de lo que muchas mujeres desde la Brunet o desde la Teresa Willms
Montt, ya han escrito en este país, cosas así, fuera de lugar, analfabetismo,
descoordinación, espacios vacíos, libros sin discursos, solo la
estrategia del efectismo el chiste mal hecho, la rebeldía ridícula
o la postura teórica mal leída o no incorporada a la historia personal
o el academicismo sin histeria, sin riesgo, sin poesía.
-
¿Si no fueras escritor...qué serías?
- Me gustaría
trabajar en una cafetería o tener algún almacén.
-
¿Qué poeta chileno no volverás a leer jamás?
-
Marta Blanco, por sus crónicas terribles antes del golpe y las mismas letanías
fascista que sigue publicando hoy en la prensa nacional, yo creo que personas
como ella, o como Rosasco que cenaban con Pinochet como caras visibles de la cultura
criminal de la dictadura, merecen una gran funa literaria. Quizás, también
a los señores resentidos, que no soportan que existan poetas jóvenes,
porque a ellos ya no los leyeron. Es bien siniestro esas dinastías literarias
que se arman, pero en general a la gente que no escribe, porque una cosa es escribir
poesía y otra es la gente que sueña o piensa que escribe poesía.
-
¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
-
Mas que olvidados, yo siento que todos los libros llegan a los lectores acertados,
hay libros que buscan solo eso. Pero hablaría de libros mal leídos
o libros que no se supieron leer en este país y que son maravillosos, como
por ejemplo "Vía Publica" de Eugenia Brito, "La bandera
de Chile" de Elvira Hernández, "Saborami" de Cecilia Vicuña,
"Excesos" de Maurcio Wacquez, "Exit" y "Este" de
Gonzalo Muñoz que son sorprendentes, la poesía hermosa de Bárbara
Delano, la poética de José Ángel Cuevas, la narrativa de
Guadalupe Santa Cruz, la novelística arriesgada de Eugenia Prado, son libros
que para mi no se han leído desde donde deben leerse, para dimensionar,
la significancia radical, y la inscripción estética de esas propuestas.
-
¿Cuál fue el último libro de poesía chilena que leíste?
-
"Job" de Nadia Prado.
- ¿Qué
libro estás leyendo ahora?
- "Los excluidos" de
Elfriede Jelinek, y "Memorias Visuales" de Adriana Valdés.
-
¿Qué piensas de los Premios literarios?
- Si existen,
y están ahí hay que tratar de ocupar esos espacios. Uno los premios
no se los debe a nadie. Yo he postulado como cualquier otro poeta, y he podido
vivir este tiempo gracias a premios y becas. Yo no me creo la historia del poeta
marginal que vive debajo del puente, ojalá existan mas premios, y en regiones,
y para gente mas inédita. Para mi los premios, me han servido para reafirmar
obras, para segurisarme con algunas propuestas, en general, siento que uno los
premios se los merece, son parte de tu trabajo. Yo no tengo ningún rasgo
institucional que esconder, y el que dice que uno se hace poeta oficial por ganarse
premios diversos, me parece un poco infantil como dialogo, ojalá uno fuera
oficial y tuvieras la vida asegurada económicamente, si además los
premios no son eternos, para mi fue muy importante recibir los juegos literarios
Gabriela Mistral a los 17 años, era la primera vez que participaba en algo,
y ganarlo tan chico me reforzó y me acerco mas a la escritura, lo mismo
me pasa con mis becas y todo eso, creo que me he podido ir ganando todo lo que
un poeta a los 25 años se podría ganar, y todo ha sido producto
de un trabajo. Recibir ahora hace muy poco nuevamente el Consejo del Libro por
una obra poética distinta que se llama "Mistrala", fue muy significativo
para el momento que estoy viviendo ahora. Uno los premios los agradece, pero eso
no dice nada a nivel de academia o talento, un poeta bueno o malo no se puede
medir por cantidad de premios. Yo solo los valoro, porque me han permitido vivir
de la escritura y eso para mi es un lujo que agradezco. Además, ningún
premio es tan fascista como se cree, eso depende de quien recibe el premio del
o que dice y como y desde donde lo dice, entonces es el poeta el que se vuelve
fascista, pero eso es otra cosa.
- ¿Qué
te parece este Chile ad portas del Bicentenario? ¿Su política cultural
para con la Poesía?
- No se, prefería tantas otras
cosas, pero al menos es hermoso un ad portas al bicentenario con un nombre femenino
como protagonista, eso ya es romántico, alucinante, y emocionante, para
muchas mujeres, y para muchos que agradecemos en ese gesto muchas solidaridad
con lugares y territorios cómplices con esas cercanías afectivas.
-
¿Qué palabras le dirías a alguien que está comenzando
en esto de la poesía, alguien que ha decidido ser poeta?
-
Que asuma la fatalidad, la tragedia, la desesperanza, que asuma lo terrible que
se vuelve el abandono antes de la pagina en blanco y después de terminar
de escribir.
- ¿Cuáles son los 10
libros que recomiendas leer?
- Debería mencionar obras cumbres
y celestiales, pero prefiero ser muy biográfico y mencionarte libros o
textos que me cambiaron absolutamente mi vida, en un antes y después, en
ese sentido mencionaría mis 10 libros responsables del porque escribo :
De profundis de Oscar Wilde, Rayuela de Julio Cortazar, Por la Patria de Diamela
Eltit, Desolación de Gabriela Mistral, Piedras Rodantes de Malú
Urríola, Antes que anochezca de Reinaldo Arenas, Alambres de Néstor
Perlongher, El manifiesto de Pedro Lemebel, Un Cuarto Propio de Virginia Woolf
y Paradiso de José Lezama Lima.
- ¿Qué
te escandaliza?
- El fascismo, la injusticia social, los perros,
que pueda ganar la derecha en este país, algunos chicos, mi noche, los
sistemas educacionales, la exclusión política de los presos en Chile
-
Y por último ¿A que le tienes miedo?
- A lo que escribo,
a veces, y lo que dejo de escribir muchas veces.
-
POESIA -
de "Corazoncito /noche" (2002)
YO
PODRIA SER TU FRIDA
Yo podría ser tu Frida
Porque me dejo
el pequeño resto de púber / pelillo todo femenino / barbilla toda
de machito / descuidada en mi labio superior
Yo podría ser tu Frida
Y
someterme, toda postergada a tu sonrisa para dejarte instalado el retrato de familia
con los hijos que no tendremos
Yo podría ser tu Frida
Y vestirme
con traje de caballero para que puedes unir cada pedacito ceniciento de mi pelo
/ Y llevarte en el pensamiento / Y dejar tus sueños arriba de la cama,
como la muerte / como tu cuerpo
Yo podría ser tu Frida
Para perforarme
las orejas, para sellarme la columna con tu metálica entrecruzada de piernas,
y dejarme hambrienta de Rivera, arrebatada de india / híbrida para la noche
Yo
podría ser tu Frida
Y declararme las tristezas en el pelo (me lo borras,
anudado, reconvertido, me armo trenza desperdicio)
Yo podría ser
tu Frida
Y llevarte a compartir la oralidad en los lugares públicos
donde nos encontramos casi siempre y dejarte aniquilado, perdido/ arrinconado
de besos sucios, para escribirte como si no nos conociéramos
Yo podría
ser tu Frida
Porque me tienes esperándote, para atravesarme con lo
que me queda de tu cuerpo / metal / sangrando / surcado / como marca.
de
Cariñoniñomio (2007)
II
Bellos
y desamparados en medio del mito inaugural de las masturbaciones afectivas, el
desmonte y el acople de la larga separación carnal, y yo soy el único
responsable de esa imagen. Y el dolor parecía una película que no
vimos, en la felpa rosada y angosta que se cuela por tus manos cremosas y tus
bocas cansadas. Ahí estábamos, jugando a ser novios nuevos y lastimar
a los otros que quieren bailar con nosotros, y a pesar de lo delicado que te salen
los abrazos, a pesar del desencanto y la burla, estas felizmente discriminada,
rechazada por la ropa y mi maltrato. Muerto de miedo, despacito, siempre despacito,
te llevo a bailar donde alguna vez me dejaron solo.
Te llevo a todas las partes
de mi vida del antes que te conociera
y ese antes de conocerte se vuelve siempre
tan terrible de pensarte
en el pasado ..... . detenido
a ese inicio sin mi
ahora de lejos te veo crecer y bailar en la rutina mortuoria
de otros cuerpos
ofreciendo poemas sin terminar
Ahora te veo la cicatriz
del abuso que te gusta tanto sobre marcar como victima
para que te quieran
mas, todas estas.... . las abandonadas del continente.
de
Mi delito (2007)
Papel de antecedentes
Que
me envidie la tragedia
toda los antecedentes mal intencionados
mi historia
de amor
la forma en que beso a un chico debajo del agua
la manera crisálida
de hacernos cariño
la rabia y el desencanto de los cuerpos
de estos
cuerpos
el tuyo alejado radicalmente de mis ganas
y el mió absolutamente
distante por la pena infinita
Que le cuente al oído sobre la poeta
mas discriminada de este país
que le cuente porque no pongo acentos
porque es esta histeria desesperada cuando le escribo
la inscripción
en la espalda,
toda mi vida / su vida
el destierro
mi silencio / mi
delito
y de nuevo esos cuerpos
Una boca lastimera llorando la noche entera
como le pesa la rabia la rabia la rabia
se le pega / me mira
y se
vuelva insignificante distante pasajera
envídieme la derrota / las
malas cosas
la biografía imperfecta / el talento enfermo de tener que
esconderme en la ilegalidad
envídieme enterito / así resplandeciente
cuando me ve vestido de terciopelo
encima de la chica mas moderna de los
Juzgados del Crimen
Todos los cuerpos de Chile
toda la marca del registro
/ todas esos antecedentes terribles
y porque no dice otras cosas mas linda
:
cuéntele de que soy malo
que hago sufrir a los chicos inclasificables
que me gusta bailarle despacito sin gente
que le desarmo la radicalidad
y las creencias
que todo la vanguardia me la demuestra arrodillado
con
la boca llena con las manos sucias
Desígneme, hágame un poco
de trato perverso
envíeme relegado al final de su pieza al costado
su cama
al limite de sus zonas intimas
no me castigue tanto como para tenerlo
lejos
de alguna manera tengo que pensar en sus fascinaciones recientes
de
alguna manera tengo que sentir sus brazos deletreando figuritas
en la oscuridad
de sus cruces y sus cortes y sus prisas risueñas y sus muecas llenas de
babas
corrigiendo los errores siniestros después de las siete / después
de lavarse los frotes.
Resígneme a esta fatalidad del digito y el abuso
y el desuso
Usted no sabe como me da rabia saber que todos los que escriben
de "usted" y de "amor mío" están imitando
mi tragedia sobre adjetivada
pero, no, no se enferme,
Yo no quiero que
mi amor lo enferme
y se le pegue la mala suerte de todo lo que no me resulta
nunca
porque la escolaridad, la boca y la sangre
la calle, los golpes,
lo represivo del frío, la banalidad y mi consumo
son una misma cosa
terrible que se llama delito
y que se cruza por las fronteras despobladas
de sus pelos huachos
que le salen y me salen en la barbilla.
Y no me defienda
o no haga que me defiende cuando me ve así de solo
no me deje en silencio
/ déjeme llorarle esta rabia inmensa
que me dice antecedentes
como
una sonrisa fatal de todo este cariño que ya no siento por usted.-