Poesía
David Rosenmann-Taub:
Contra la improvisación
Por
Patricio Tapia
Artes y Letras de El
Mercurio, Domingo 20 de noviembre de 2005
Editorial LOM publicará
próximamente un quinto libro de David Rosenmann-Taub. Poeta
hermético y profundo, hay quienes lo consideran un firme candidato
al Premio Nacional de Literatura.
Es probable que la única manera de amar verdaderamente
un poema sea (no obstante el descrédito pedagógico del
método) memorizándolo. Así se apodera uno de
él, pero también él de uno. Como cierta música,
ciertas palabras se infiltran en nosotros y no es raro descubrirse,
en determinados momentos, tarareando aquélla o musitando, a
solas, éstas. La lengua inglesa lo sabe: algo "de memoria"
es algo "by heart", literalmente, cerca del corazón.
Quien haya sentido el deslumbramiento de Cortejo y Epinicio,
de David Rosenmann-Taub, de seguro
no podrá -al pasar por Echaurren- evitar repetirse: "Echaurren,
calle dormida, / Echaurren, calle sonámbula: / que no enturbie
tus veredas / el barro de mis pisadas". O en la añoranza
o entrega amorosa: "No es bastante tu cuerpo: deseo tu deseo".
Quizá no volverá a mirar las plantas de achiras sin
inquietud ("¡Salvaje, salvaje rumor!") u oír
una canción de cuna sin un pálpito lúgubre (se
canta a un niño, un hijo, muerto).
Historias
Cuando en 1949 apareció Cortejo y Epinicio, Rosenmann-Taub
tuvo lectores entusiastas -entre ellos, Alone- y siguió teniéndolos
con sus posteriores publicaciones. En Los Surcos Inundados
(1951) y La Enredadera del Júbilo (1952) ellos encontrarían
la misma voz personal, a veces desesperada, la misma intensidad. Pero
desde entonces, se abre un largo período de silencio, sólo
interrumpido por la publicación de un pequeño cuaderno
en 1962. Trabajando para mantener a su familia, escribe pero no publica,
y se transforma en una suerte de enigma en torno al cual circulan
diversas historias: que alguna vez, otros poetas intentaron atacarlo;
que su labor poética, acumulada durante años, le fue
robada; que es becado por una Fundación de Estudios Orientales;
que él no existe (sería un pseudónimo o heterónimo
de algún otro escritor). Algunas son ciertas, otras no. Por
de pronto, existe, aunque por entonces comienza a alejarse, poco a
poco, de Chile. Desde 1976 viaja bastante -publica algunos libros
en Buenos Aires- por Europa, Sudamérica y Estados Unidos, donde,
en 1985, se establece.
Su desaparición de Chile podría haber sido completa,
pero el año 2002, Editorial LOM comienza a publicar su obra.
Primero, Cortejo y Epinicio, luego El Mensajero, El
Cielo en la Fuente / La Mañana Eterna, País Más
Allá y, próximamente, Poesiectomía.
Los que hayan memorizado poemas de Cortejo y Epinicio, se
encontrarán con que LOM ha publicado una nueva edición,
y en cierta forma, es otro libro: "No es bastante tu cuerpo:
deseo tu deseo" se ha transformado en "Mansión, Gracia,
Verano: deseo tu deseo". También han cambiado los poemas
sobre la calle Echaurren o sobre las achiras... Rosenmann-Taub introdujo
algún poema, cambió unas palabras en unos pero bastantes
más en otros. Varios de ellos se redujeron a la mitad. Una
labor de concentración semejante se aprecia en sus otros libros
y los versos pueden reducirse a una o dos palabras, como chispazos
absortos. No es tan extraño encontrar poemas como este de País
Más Allá: "Pestillo/ sinuoso. Tajo / temerario.
Ligas / de astucia. / Jolgorio./ Césped. / Escotes / de hontanar.
/ ¿Carne?".
Si alguien pudo dudar en cierto momento de la existencia de Rosenmann-Taub,
ahora no le faltarían razones. Vive apartado, lejos de todo
y de casi todos, no viaja ni aparece en público. Incluso el
método de entrevista es a través de una, digamos, "médium",
a quien hay que enviarle las preguntas y quien envía las respuestas
-oraculares y enfáticas- del poeta.
-Al parecer, tiene usted un proyecto o una obra en marcha que
agrega volúmenes a los ya publicados y prepara otros. ¿Podría
indicar brevemente cómo se configura ese proyecto u obra? ¿Cómo
se integrarían, de hacerlo, sus otros libros publicados en
Chile antes de partir: "Los Surcos Inundados" y "La
Enredadera del Júbilo"?
"Siempre he tenido obra en marcha. Desde muy pequeño,
supe cuán errónea es la improvisación, porque
la asumiría factible, en caso de acertar. La casualidad es
el creador, no yo. Arte exige mi voluntad".
"Otra cosa es que la obra parezca realizada sin esfuerzo, o
sea, con el esfuerzo de la naturaleza. La naturaleza tiene conciencia
a su manera: una piedra, una fruta, son el producto de una
intensísima elaboración".
"Para que una obra sea natural, no puede ser improvisada. Jamás
voy al papel sin haber meditado lo que voy a escribir. De lo contrario,
no tendría respeto por el acto mismo y, si se lo diera a leer
a otro, constituiría una falta de respeto hacia ese lector".
"A estas alturas, en mi cabeza las obras están terminadas.
No agrego volúmenes. Cortejo y Epinicio consta de cuatro
volúmenes, de los que han sido publicados sólo dos.
Los Surcos Inundados son varios volúmenes en los que
he querido utilizar formas musicales establecidas. La Enredadera
del Júbilo es el primer capítulo de El Secreto.
Hay muchos otros libros de los que no he publicado aún ni siquiera
el primer volumen".
"Mi situación es similar a la de un padre que tiene numerosos
hijos: ¿dedicarse a uno y dejar hambrientos a los demás?
Doy de comer a todos mis libros".
Poesía
-Usted se marchó de Chile con una beca de la Oriental Studies
Foundation. Vicente Mengod, al comentar "Los Surcos Inundados",
habló de un misticismo, al parecer de raíces esotéricas.
En "El mensajero" dice: "Por resultado, versos: / paráfrasis
de Dios". ¿Existe alguna concepción religiosa o
mística identificable en su obra?
"Chile está conmigo: no lo he abandonado, ni lo abandonaré".
"Mi obra no tiene nada que ver con esoterismo. Para mí,
Dios no es fenómeno religioso, ni siquiera lo asocio a la religión.
Cuando me refiero a árboles, no hago botánica. Cuando
aludo al cuerpo humano, no pretendo anatomía o biología".
"Hace muchos años, conversando con Georg Nicolai, me
dijo: "Usted hace lo mismo que yo: usted está dedicado
al arte, y yo, a la ciencia: estamos dedicados a lo mismo".
"Y el honesto misticismo es experiencia: respuesta a posteriori,
no a priori".
"La acotación de El Mensajero alude a la capacidad
de crear".
-El vocabulario de sus libros es riquísimo. ¿El
suyo es con o sin diccionario?
"¿Cómo un escritor va a detestar los diccionarios?.
Los diccionarios, en general, son el resultado de la colaboración
de numerosos individuos; de ahí, el riesgo: la preparación
de los individuos es muy irregular. Los diccionarios atesoran suspenso
constante. Demandan del lector la desconfianza. La información
no puede nunca ser sólo de una enciclopedia o de un diccionario.
Al lado de explicaciones brillantes surgen afirmaciones equivocadas
y contradicciones".
"Cuando estoy en el poema, la etapa de los diccionarios y de
la investigación ya se encuentra muy lejana. Si me atrae una
determinada materia, todo lo que tiene que ver con esa materia me
parece útil. Y los diccionarios son menos que el principio".
"Usted emplea el término "riquísimo".
Ni riqueza, ni pobreza: tengo mi lenguaje. Llega un momento en que
las palabras toman su lugar. No dependo de la casa o época
en que me toca vivir. El lenguaje actual es un aspecto del lenguaje.
Escribo para ayer, hoy y mañana. De lo contrario, no escribiría".
"¿La poesía? Relámpago conceptual, visual
y sonoro; incluso el silencio le es fundamental. He grabado País
Más Allá, El Cielo en la Fuente y La Mañana
Eterna, completos. No los he recitado, los he dicho. Le afirmaría
lo mismo respecto de la versión de Richter de la Appassionata:
él no la interpreta, la dice".
- "Cuán esquivos, / mis trazos". Ante su poesía
algo hermética, ¿hay una labor del lector?
"Si usted se expresa con responsable precisión, tendrá
que repetir la frase muchas veces para que se la entiendan. Al entrar
a un cuarto muy iluminado, tendemos a cerrar los ojos: obviamente,
por el exceso de luz".
"Cualquier texto serio requiere atención: si hubo esfuerzo
en el autor, es indispensable esfuerzo en el lector. Autor y lector
comunicados por mutuo talento: la percepción de la obra y la
propia obra, en equilibrio. ¿Cómo va a ser posible que
un poema, escrito de acuerdo a la voluntad y al sentido que le da
el poeta -meses, años de reflexión- sea absorbido por
el lector en una rápida lectura? Una cosa: leer. Otra: digerir
lo leído".
"Escritores considerados oscuros no hace mucho tiempo, como
James Joyce, Virginia Woolf, hoy se leen. Y escritores que pecaban
de claros, como May Sinclair o A.J. Cronin, han dejado de ser leídos".
-Entiendo que usted ha escrito un comentario a "El Cielo
en la Fuente", donde se lee: "cabalgaré, cendal deslizamiento,
/ por veinte siglos y veinte mañanas". El libro se compone
de veinte poemas o apartados. ¿Hay alguna relación con
los veinte siglos? ¿Hasta qué punto es necesaria una
interpretación?
"Los libros de Cervantes son, en apariencia, fáciles.
Sin embargo, ha habido muchas explicaciones. Todo depende de la cultura,
la curiosidad, la sensibilidad del lector".
"Mi comentario del libro El Cielo en la Fuente es para
evitar "interpretaciones"".
"Por supuesto, hay una relación entre los veinte
capítulos y los veinte siglos. El libro fue escrito
aproximadamente veinte siglos después del asesinato
de Cristo. Aunque ése no es el único nivel de sentido
de veinte".
-La reescritura, ¿es una forma de corrección? Comparando
la edición publicada por Cruz del Sur de "Cortejo y Epinicio"
y la publicada por LOM, hay diferencias menores y mayores.¿A
qué criterios responden esos cambios?
"No corrijo. Trato de ser fiel a lo que quiero decir. La
situación es más trascendente: el poema se queja: "No
soy así; esto me sobra". Cada poema tiene su ley, su particular
universo".
"Rara vez, en la vida diaria, nos perfeccionamos en algún
aspecto hasta quedar satisfechos. El artista, en su obra, compensa
esta insatisfacción. ¡Qué lástima que la
conducta del hombre no esté en manos de un artista de veras!".
-Un verso de "Los Surcos Inundados": "Donde muere
la música, otra vez las palabras". ¿Qué
significa para usted la música y cómo se vincula con
la poesía? Por otra parte, entiendo que ha grabado privadamente
parte o toda su obra pianística.
"La alteración de las palabras de Heine tiene por
objeto manifestar que la música es un lenguaje como cualquier
otro lenguaje. Cuando la música es música, es poesía.
Cuando la poesía es poesía, es música".
"Grabar para mí es como publicar: proteger la exactitud
tanto de los textos poéticos como pianísticos".
-"Poesiectomía". ¿Podría explicar
este título, con resonancias de análisis quirúrgico?
"Se trata de ablación -ectomía- de la
conciencia: extirpar para investigar. Abrir para iluminar, para constatar.
Preguntar y preguntar hasta obtener respuestas que provocarán
más preguntas y más respuestas y más preguntas,
hasta alcanzar la nada, pues todo es manifestación de nada".
"No estoy de acuerdo con la concepción de ser y nada,
ya que el ser es una manifestación, una de tantas, de la nada.
Los conceptos de principio y de final responden sólo a la idea
de ser".
-Entiendo que sus poemas tienen partituras. ¿Las incluye
este libro? ¿Existe cierta "libertad del intérprete",
como supuestamente existe en la música, en su poesía?
"No puedo entender un poema que no tenga su partitura, porque
la sustancia rítmica es esencial para el contexto: todo es
ritmo. Poesía es un fenómeno rítmico-linguístico".
"La publicación del libro Poesiectomía
no incluye las partituras de los poemas".
"¿Libertad del intérprete en la música?
Esto se debe a la incapacidad de entender el contexto. Si se lo entiende,
no se trata de libertad, sino de exactitud del intérprete.
¿La fiesta de un verdadero "intérprete"? Su
oportuna esclavitud".
"Para evitar la "interpretación" de mi música
para piano, he preferido grabarla yo".
-El subtítulo del libro es "Epidramas de Vigencia
Privada". ¿Cuánto hay de trasunto de su experiencia
personal en sus poemas? Pienso en la figura de sus padres en "País
Más Allá", o en la muerte del hijo, presente en
"Cortejo y Epinicio" y en "Los Surcos Inundados"...
"Vigencia Privada: he tomado mi persona como punto
referencial. En los otros volúmenes de Epidramas, aún
inéditos, el punto referencial es yo en los otros, para
obligarme a dar un juicio; he tomado en consideración el mundo
que me rodea y, a la vez, mi visión del pasado y mi concepción
del futuro. En Vigencia Privada me juzgo; en los otros Epidramas:
juzgo el juicio de los demás".
"País Más Allá, Cortejo y Epinicio,
Los Surcos Inundados son el trasunto de mi experiencia y mi experimentar
la experiencia de los seres que amo: mi vivir".
"Epigramas: textos breves, livianos. He creado el término
epidramas: textos breves, pero no livianos: dramas que
duran segundos eternos".
* * *
DATOS Y HOMENAJE
David Rosenmann-Taub nació en Santiago en 1927. Su
primer libro fue Cortejo y Epinicio (1949). Desde entonces,
Rosenmann-Taub ha publicado más de diez volúmenes de
poesía. El año 2000 se establece la Fundación
Corda para preservar su obra y desde el año 2002, LOM Ediciones
comenzó a publicarla en Chile. Rosenmann-Taub reside en Estados
Unidos, donde escribe, compone música y dibuja.
El lanzamiento de Poesiectomía será un homenaje
a Rosenmann-Taub, en el que 14 jóvenes poetas chilenos abordarán
en diferentes formatos textos del poeta. El lanzamiento-homenaje será
el día 4 de diciembre en el Café Literario de Providencia,
a las 19 horas. El libro será presentado por Naín Nómez
y los poetas del homenaje serán: Andrés Anwandter, Gustavo
Barrera, Ana María Briede, David Bustos, Felipe Cussen, Kurt
Folch, Alejandra González, Martin Gubbins, Mendez & Méndez,
David Preiss, Juan Cristóbal Romero, Rafael Rubio, Felipe Ruiz,
Feisal Sukni.
POEMAS DE POESIECTOMÍA.
XVIII
¡Aquel día, aquel día!
¿Un día
llegaría
el día que anhelábamos,
tras incontables rondas de añoluces,
hasta nosotros?
Y, al fin,
al fin, aquí,
nuestro, recóndito,
su radiante cardumen,
tal como lo anhelábamos,
paladín,
¡por un día!
LXXI
Te alabo. Te repudio.
No discutes. No buscas.
No creces. Te derrumbas.
Honor a ti, montón en orden: muro.
XCII
Me prolongo en el lecho.
Las rapideces, lentas.
"El lápiz", ruego, a tientas.
Escribo: "Escribo." Y fecho.