Proyecto Patrimonio - 2007 | index | Ernesto González Barnert | Autores |






Carlos Soto Román

Por Ernesto González Barnert

 

Asombra de Carlos Soto Román (1977, Valparaíso) cierta maestría poética, la fuerza del discurso ético - estético que subyace tras su escritura. El despliegue clásico, elegante, bello de su pluma; sin perder un ápice de dureza, tenacidad, entereza. Sin perder legibilidad. Definitivamente, siendo más actual y necesario que nunca. Sobretodo en días en que algunos poetas jóvenes apalean el tambor de la poesía con un despliegue artificioso de marginalidad estereotipada, de "improvisaciones" repetitivas de vanguardias de principios de siglo, hacen un aprovechamiento acorazado por los discursos de las márgenes y utilizados por las universidades. Contra eso, y por mucho más, conmino a leer a Carlos Soto Román, que tiene una voz propia, trabaja sin estridencias ni corazas, viene dando de sí excelente poesía.

- ¿Cómo llegaste a la poesía?
- A través de la música. Unos amigos tenían una banda de heavy metal y como sabía algo de inglés me pedían que les hiciera las letras. Les escribí algunas tonteras acerca de catalépticos enterrados vivos, zombies, la iglesia en tiempos de la inquisición, etc. De ahí a lecturas de Lovecraft, Poe, Baudelaire, Rimbaud y luego los primeros intentos, los primeros poemas...

- ¿Qué ha significado para ti la Poesía?
- Una forma de ver y de entender la vida, pero también como dice Juan Gelman una clara manera de resistencia frente a la constante deshumanización cotidiana.

- ¿Para quién escribes?
Principalmente para mí pero creo que el hecho de publicar o hacer circular textos implica una intención de escribir para otros, lo que por lo menos para mí implícitamente lleva una cuota de responsabilidad, la que trato de no descuidar o ignorar. Al menos así lo asumo.

- ¿Cuándo escribes necesitas algo a tu alrededor, alguna cosa, haces algo en particular, etc?
- Sólo requiero de tiempo y tranquilidad. Algunos libros alrededor para ciertas consultas, mis libretas de notas/apuntes y el computador. A veces unos cuantos cigarros. Otras, té, café o algún fermentado o destilado de baja ley pero esto no es siempre. Prefiero trabajar lúcido.

- ¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo trabajas hasta concretar un poema?
- Solía escribir a mano, en cuadernos de croquis, frenética y desaforadamente a razón de un poema diario. Una vez que articulaba los tres primeros versos, podía continuar sin problemas hasta llenar una página o dos. No corregía absolutamente nada. Completé cerca de 15 cuadernos. De ahí salieron los poemas para "La marcha de los quiltros". Luego estuve un tiempo pegado con textos encontrados en boletas, panfletos, volantes, papelitos. Cosas que la gente anotaba en cualquier parte y luego botaba. Encontré escritos potentes en pizarras, diarios murales, anónimos y abandonados. Utilicé algunos en "Los quiltros". Todavía los conservo y creo que aún espero hacer algo más acabado con todos ellos.

Ahora prefiero una escritura más pausada, más reflexiva. Escojo temas específicos, me documento con lecturas, Internet y mucha prensa. Dejo decantar, madurar un tiempo, luego vuelvo, corrijo, reescribo. A veces busco opiniones de poetas amigos. Creo que es bueno circular los textos en proceso. Pedir cierta retroalimentación. Otro detalle es que utilizo muchísimo las libretas de apuntes. Religiosamente siempre ando portando una.

- ¿Es necesario que el escritor sea un hombre comprometido?
- Por lo menos con su escritura, de todas maneras. Que su literatura sea fiel, honesta y verdadera sería el mínimo compromiso que se le puede pedir a un escritor. No me interesa una literatura que no sea concebida de ese modo.

- ¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias han marcado tu cocina literaria y también la propia vida?
- Muchos. Por mencionar algunos sin un orden específico: Rimbaud, el Zurita de Purgatorio y Anteparaíso, Huidobro, Cardenal, Teillier, Rodrigo Lira, Diego Maquieira, Whitman, Ezra Pound, T.S. Elliot, Kerouac, Burroughs, Ginsberg, Georges Perec, Bolaño, Hans Magnus Enzensberger, J.D. Salinger, Claudio Bertoni, Raúl Gomez Jattin, Heirich Böll, Bukowski, Godofredo Iommi y Amereida, Cortázar, la Pizarnik.

En teatro me marcaron mucho Antonin Artaud, Samuel Beckett, Sarah Kane. En música Lou Reed, Arvo Pärt. En artes visuales Joseph Beuys, Basquiat, Pollock y Otto Dix. En fotografía Saudek, Atges y Capa.

- ¿Cómo ves la poesía actual chilena? ¿Y dentro de ella a tu promoción?
- En la última feria del libro participé de una especie de mesa acerca de las supuestas generaciones actuales de la poesía chilena. Fue un desastre. Nadie quedó muy conforme con las respuestas y al parecer a algunos les hubiera entusiasmado más ver un duelo o un pugilato a la antigua usanza. Quizá eso hubiera sido más atractivo. Pero como sostuve en esa ocasión me parece que todavía tiene que pasar mucha agua bajo el puente para empezar a hablar de generaciones. Lo que si me parece es que la poesía goza hoy de buena salud, la existencia de varios grupos o tribus trabajando bajo directrices propias y sus interconexiones dan cuenta de ello. Me gusta esa diversidad, esa heterogeneidad que es la que le da riqueza y gracia a nuestro panorama.

- ¿Qué opinión te merece los talleres literarios?
- Nunca he sido de talleres. Solo pasé por uno formalmente. Con Mauricio Redolés fueron mis primeros pasos. Luego participé en la redacción de la revista "La Calabaza del Diablo" lo cual fue como estar en un taller. Ésta fue una experiencia muy rica y formativa en términos de rigor, madurez y versatilidad. Creo que los talleres pueden llegar a ser parte vital de la formación poética. El ejercicio de abrir los textos, compartirlos, comentarlos, criticar y ser criticado sin duda que ayuda en los procesos de búsqueda y maduración. Me da la impresión que ahora muchos talleres tienen una estructura más horizontal careciendo de la figura paternal del poeta mayor o guía. Ese formato me parece notable.

- ¿De tu obra si tuvieses que elegir un poema o fragmento...cuál?
- La oscuridad es sabia /en los momentos del ocio, /es sabia / y más vale no temerla. /Que en la hora de los mártires /más valen los que callan y observan / que aquellos que luchan /sin creer en lo que anhelan.

- ¿Qué libros nunca has podido terminar de leer?
- Varios, el "Ulises" de Joyce, "La orquesta de cristal" de Lihn, "Idioma del mundo" de Pablo de Rokha. En general no soy de los que si el libro no les gustó a la pagina 20, lo botan. Si realmente me interesa el autor trato de terminarlo, aunque muchas veces abandono libros de largo aliento por alguna novedad que aparece de mano de amigos. Soy un tanto desordenado para leer.

- ¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
- "Leyendas del cristo negro" de Mafhud Massis y "El panorama ante nosotros" de Alfonso Alcalde.

- ¿Cuál fue el último libro de poesía chilena que leíste?
"Los surfistas" de Víctor López, "Consumatum est" de César Soto y 14/15 del Foro de Escritores.

- ¿Qué libro estás leyendo ahora?
- "Chang y Eng" de Darin Strauss, "What matters most is how well you walk through fire" de Bukowski y la selección de Santa Rosa 57.

- ¿Cómo ves hoy por hoy la industria editorial? ¿Como autor qué soluciones le daría a este problema?
- Por lo menos en poesía la novedad está en manos de las editoriales independientes. Las grandes casas editoras no están preocupadas por la poesía, menos de la poesía joven. Por lo mismo creo que apoyos o incentivos concretos de parte del gobierno destinados a motivar la edición de poesía y su distribución podrían ser una de las soluciones. Premiar o subvencionar grandes tirajes por ejemplo y por supuesto fomentar actividades de difusión, para que ese tiraje no termine en una bodega.

- ¿Qué piensas de los Premios literarios?
- Los veo como una buena oportunidad de lograr algún financiamiento, cierto reconocimiento quizá, pero en ningún caso los veo como indicadores reales de calidad o mérito literario.

- ¿Quién te gustaría que recibiera el Premio Nacional de Literatura?
- Pepe Cuevas, definitivamente.

- ¿Qué te parece este Chile ad portas del Bicentenario? ¿Su política cultural para con la Poesía?
- No veo una política cultural real con respecto a la Poesía. Más bien gente dando palos de ciego. Ojala algún día se puedan implementar políticas culturales de peso, serias, consistentes que sean capaces de darle a la poesía o más bien a los poetas chilenos la importancia que se merecen. Pero me decepciona corroborar que las preocupaciones de las autoridades están más relacionadas con sus propios bolsillos que con cualquier otra cosa.

- ¿Qué palabras le dirías a alguien que está comenzando en esto de la poesía, alguien que ha decidido ser poeta?
- Que no se crea el cuento. Ser poeta es algo que se alcanza con tiempo, dedicación y atención. Por ahí va mi consejo: trabajar duro, lo que por lo menos para mí significa leer mucho y escribir incansablemente, corregir, corregir, corregir y si es posible, compartir los textos con gente que pueda dar buenos y desinteresados consejos.

- ¿Cuáles son los 10 libros que recomiendas leer?
- Es difícil quedarse sólo en 10 libros o autores pero para respetar la pregunta, los que se me vienen a la mente ahora:
El hundimiento del Titanic de Hans Magnus Enzensberger
Azul casi Transparente de Ryu Murakami
El país de las últimas cosas de Paul Auster
Especies de espacios de Georges Perec
Desgarradura de Emil Cioran
Complete Plays de ,Sarah Kane
La nueva novela de Juan Luis Martinez
Altazor de Huidobro
Los Gemidos de Pablo de Rokha
Carta a los poderes de Artaud

- ¿Qué opinas de las nuevas formas de difusión literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas sobre literatura?
- Lamentablemente sacar revistas o publicaciones implica un esfuerzo económico que no todos pueden darse el lujo de sustentar en el tiempo. Muchas buenas revistas literarias duraron sólo un par de números, otras resistieron algo más. Internet brinda la posibilidad de lograr con bajo costo una buena periodicidad, con inmediatez y mayor masividad. En términos de difusión, funciona muy bien. Me gusta ese pulso, esa dinámica. La versatilidad de formas y contenidos. La ubicuidad. Eso si hay que tomarlo con precaución, la red tanto como el papel aguanta cualquier cosa.

- ¿Qué cosa últimamente te quita el sueño?
- Haikú Minero, cuya salida se ha atrasado muchísimo más de lo que esperaba y otros proyectos de libros en los que estoy trabajando ahora.

- ¿Qué te escandaliza?
- La desigualdad en Chile. Social, cultural, económica. No tengo problemas con que exista gente con dinero, siempre la habrá, el problema es la magnitud de la brecha que se va generando y que se acepta sin reparos. Los que tienen más cada vez acaparan más y los que tienen menos deben contentarse con migajas. Eso lo encuentro aberrante. La contaminación en Santiago y la incapacidad de los gobiernos para solucionar el tema. Da pena ver la mierda de aire que estamos respirando. Las empresas que destruyen el medio ambiente y que evaden sus responsabilidades a punta de sobornos. Esa inmediatez y falta de conciencia a futuro tan común ahora. El arribismo, la prepotencia y la ignorancia del chileno me violentan.

- Me gustaría que a ti mismo te hicieses una pregunta - que nadie más te ha hecho- y te la respondieras. Una que nadie ha tenido la gentileza de hacerla.
- ¿Poesía o Química? Ambas en su justa medida, una suerte de alquimia actual.

- Y por último ¿A qué le tienes miedo?
- A la inconsecuencia.

 


- Selección de poemas de Carlos Soto Román -

 


Sin título (de La Marcha de los Quiltros, 1999)

Subestimar, subestimar
por sobre todas las cosas
subestimar

...tomando el gesto
como un sutil consuelo

 

Crónica

No hay ninguna información
hasta el momento
acerca de dónde se encontraría,
o en su defecto,
qué diablos le
habrá ocurrido
al idílico, utópico y reservado
divino amor pagano
..... ... de los hombres.
Según informaciones extraoficiales, anoche
cerca de su morada inusual
se percibió gran ajetreo
gritos, ruidos de vidrios quebrados
y luego un espantoso silencio.
La vivienda quedó - según vecinos -
aproximadamente desde las 03:00 hrs. AM
completamente deshabitada,
y destrozada en forma bestial y sádica.
Se descarta un secuestro,
así como también se descarta un suicidio.
Se ignoran pistas importantes
..... ... o influyentes.
Se presume homicidio
(con carácter de crimen pasional)
pero tampoco existen
definiciones concretas acerca
de quién sería el supuesto asesino.
Lo único encontrado
por los organismos investigadores
fue un papel
pegado a un tubo rojo,
que rezaba en forma imperativa:
- apriete el gatillo y
dirija el chorro
a la base del fuego.

 

My Way

Dime Frank
¿Cómo es posible que un
extraño de ojos azules
pueda fumar tranquilamente
la noche neoyorkina,
sabiendo
que lleva a cuestas
la vejez prematura
y el asombro desteñido
en las solapas?

Dime Frank
¿Será suficiente
arrojar 3 sucias monedas
a una fuente de deseos marchitos
o atar una cinta amarilla
a un viejo roble podrido,
para volver a sentirse joven
y vivir noche y día
a una manera distinta?

¿Debo cometer suicidio
en Ipanema, Frank?

¿Será una maldición
lo que llevo
bajo la piel?

 

La Noche Boca Arriba (de Haiku Minero, 2006)

Ahora bien,
Sería menester aplicar
El siguiente ejercicio:
Acostarse y cerrar los ojos
Imaginando
Que no hay nada.
Que todo lo que ves
(que no es nada)
es todo,
e imaginar una espera,
insidiosa, con sabores
monumentales de hambre y fatiga.

Empezarían a aparecer sudores
Y un leve temblor esporádico
En las extremidades.

Imagina que tengas que
Imaginar tus manos.
Y que tus pasos sean torpes
E inseguros,
Como los de un viejo y pequeño Borges
Tentado en medio del laberinto.

Se puede despertar, eso sí,
Bañado en sangre,
Jadeando como un animal en celo.
Se puede despertar, eso sí,
Y correr a la cocina
Por un vaso de agua.

 

Corazón Revelador

El encierro parte del encierro.

Como de los gusanos es parte
El atravesar la superficie
(como la muerte y las raíces),
el encierro parte
del momento mismo del menoscabo.

Dicen que a metros bajo tierra
Es posible oír todos
Los rumores del mundo.
Que son sólo latidos, casi imperceptibles
Que se vuelven de un momento a otro
Como un tronar desesperante.

Dicen que la humedad
es parte del encanto,
y que ésta a veces sofoca,
Como la mesurada tristeza
Que surge de la imposibilidad
De ver el propio rostro
En el espejo.

 

El Bar de los Rematados

"De los tiburones logré escapar.
Al tigre lo derribé a tiros.
Lo que me devoraron
Fueron los piojos"

Bertold Brecht

El vocabulario es escaso
(eso hay que decirlo)
como también se extrañan
los pequeños brillos que,
como chispas que brotan
del contacto de la piedra con la herramienta,
esconden cautelosas algunas secretas ojivas.
Hay que decir también,
Que tras la espuma de todos los vasos
Alguna vez servidos en este bar,
Se podrá apreciar solemne
(bajo ciertos ángulos de la luz)
el color de los sueños de los comensales.
Pero no es sólo el seseo ágil
Y casi imperceptible
(Cual lengüeteo de víboras),
De las cartas deslizándose
A través de la mesa.
No es tampoco el estruendo,
Titánico y arrabalero,
De los dados picando los contornos.
Los parroquianos, uno a uno,
Secreteaban nerviosamente la brisca.
Con la actitud serena y sospechosa
De un extraño quiromántico,
Iban dejando la vida en el naipe.
Y las pequeñas gotas de sudor
Que brotaban mágicamente de sus entrañas,
Como perlas en medio de la oscuridad,
Fatalmente los delataba.
Uno a uno los comensales, entonces,
Abandonaban las cartas
Y dejando los vasos a medio servir
atravesaban el misterioso y críptico jardín.
Como los primeros endemoniados,
No era necesario mostrar credenciales.
Uno a uno, con palas y picotas al hombro,
Con su inventario personal de miserias,
Paso a paso

............. ... Iban
...... .. ... .. . .. .. ... Entrando
...... .. ... .. . .. .. .. . . ... . . ... . ... Al
...... .. ... .. . .. .. .... .. . . . ... . . ... . ... Frío
...... .. ... .. . Jardín.

 


El Museo de Cera

Aún así todo, la mesera
sigue ordenando servilletas en el mesón...

ensimismada en un vértigo infernal
que no acaba.

A ella
Nada parece
Importarle.
Nunca.

Puede que todas las cartas del mundo
incluyan solamente platos siniestros.
En sus cocinas.
(Una especie de menú fatal
Para el alma)

O puede que el bar se transforme
En un bucólico museo de cera,
llenándose de cadáveres
de parroquianos embalsamados
Con el pasmo atravesado
Cual dinamita en la garganta.

Pero no es la barra.
No son los cubiertos.
No es la agobiante quietud
De una taza de café enfriándose
Con su borra abandonada....

Es quizás ese vértigo,
esa extraña habilidad.

La sorpresa de la soledad observando
a través del falso espejo
cada destello alicaído
de quienes comparten la misma mesa .

O la austeridad remota
de los reflexivos y genuflexos comensales
Embarcados en un silencio eterno
De bocas llenas y mudas.

Todo traído directamente
Del pequeño infierno
Particular
De la cocinería.

Todo danzando en forma reiterada
Y en sincronía perfecta
Con el melancólico ondular de las servilletas.

 

Mala Suerte

Romper una pala en mitad de la faena,
Es señal de mala suerte.

La botella que no se rompe
(al inaugurar el casco de un nuevo acorazado)
es señal de mala suerte.

Un pájaro muerto en las profundidades
De una mina,
La fuga incontrolable de las ratas
En alta mar.

El extraño éxodo de las hormigas.

Un círculo dispuesto,
Sospechosamente alrededor del sol.
El agónico canto de un gallo
En un frío atardecer.

El divisar pequeños fuegos fugaces
Que clandestinos aparecen
En la inmensidad siniestra de los cementerios.

Signos de que el destino
nada bueno puede traer.

 

Oh, Carol! (inédito)

Se cerraban las puertas de todos los bares y hoteles del pueblo
Cuando al escuchar el crujido eterno de los pasos de nuestro amor maldito
Las viejas brujas, las hechiceras, las curanderas y las machis
Se santiguaban lanzando puñados de sal al aire.

Nada podía importarnos menos...

"Darling there will never be another"
rezaba fervorosamente el pequeño radio transistor
incrustado en el gigante espejo que tras la barra
reflejaba inequívoco nuestras pálidas y confrontadas
siluetas extravagantes y tímidas de jóvenes
advenedizos y estúpidamente enamorados.

Era otro el color que de todo el horizonte,
Como de una lejana y viva cartografía,
Me llegaba para tratar de ubicar
Cada una de las meditadas palabras,
Que con siniestra irresponsabilidad de novatos
Íbamos arrojando al ruedo, como si se tratara
De una inocente partida de naipes,
Marcados por el mismo demonio,
Lo que comandaba ahora nuestros apesadumbrados destinos.

Nunca supiste todo lo que pasó por mi mente
Durante el maldito encierro.

Mientras yo respiraba la oscuridad y el polvo
Tu desmigabas las eternas promesas añejas
En los brazos de otros.

Hubiera agotado con inmensas fogatas
Todo el oxígeno de aquella tumba.
Hubiera buscado a martillazo limpio
Toda la luz liberadora del grisú.

Pero tuve que salir al sol
A atragantarme con todas las verdades.

Tuve que salir al sol
A quemarme los ojos.

 

Sín titulo (de Pozo)

Y en la soledad aglutinante
De estas 4 paredes
coroné mis sueños
...... .. ... .. . .. .. .. .cual partículas nocivas
coroné mi propio despertar
...... .. ... .. . .. .. .de entre los más tocados
en el fondo del corazón
...... .. ... .. . ... . .. .. .el pozo de los desperdicios.

He aquí la verdadera caverna del hombre
He aquí el naufragio.

El sol asoma tras las rocas.
Mis manos y mi frente sangran.

 

 

 

Proyecto Patrimonio— Año 2007 
A Página Principal
| A Archivo Ernesto González Barnert | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez S.
e-mail: osol301@yahoo.es
Carlos Soto Román.
Por Ernesto González Barnert.