por
Jaime Valdivieso B.
"Lo que
permanece, sin embargo, lo instauran los
poetas".
Hölderlin
..... La poesía y el conocimiento de la
cultura mapuche son para la mayoría de los chilenos un fenómeno
reciente. Y esto no es algo de lo cual debamos extrañarnos, ya que
desde los últimos gritos de orgullo de los hermanos Carrera y O'
Higgins, proclamándose herederos del heroico espíritu araucano, no
hemos hecho sino desconocer, desdeñar y hasta ocultar nuestros
vínculos raciales y culturales con el pueblo mapuche. Ahora sabemos
que no se trata de un pueblo, como se creía, que por carecer de
monumentos, pinturas u otros testimonios más perennes como los dejados
por los Aztecas y los Incas, no era digno de consideración. Cada día
vamos sabiendo más de su compleja cosmogonía, de la rica tradición
espiritual y moral de una etnia que ocupa, nada menos, que parte
importante de nuestra propia sangre, historia y
tradiciones.
.....
Hoy nombres como los de
Elicura Chihuailaf, Graciela Huinao, Jaime Huenún, Leonel Lienlaf,
Rayén Kvyeh, entre otros, y el último premio Casa de las Américas,
Lorenzo Aillapán, se han ido imponiendo y han ido enriqueciendo el
campo de nuestra poesía y de nuestro espíritu, pese a las dificultades
para su publicación en libros, diarios y revistas.
..... Elicura Chihuailaf, poeta que ahora presentamos, va
en camino de convertirse, con su última publicación, De sueños azules
y contrasueños, tanto en creador de una original, serena y acabada
construcción poética, como en el transmisor del espíritu del espíritu,
tradición y cosmogonía de su pueblo. Elicura, ya conocido en Chile y
en el extranjero como poeta e intelectual mapuche, ha ido cercando,
clarificando y cohesionando en sucesivas obras un auténtico universo
lírico.
..... Primero
fueron sus libros, Invierno y su imagen (plaquet),
En el país de la memoria, El invierno y su
imagen y otros poemas azules, al que se agrega De
sueños azules y contrasueños, ganador del premio Fondo del
Libro para poesía inédita, que a su vez fue el proyecto con que obtuvo
una de las becas de la Fundación Andes.
..... A
través de su obra aparece la voz de los antepasados que aconsejan y de
la cual él es sólo un intérprete, un trasmisor, heredero de una larga
experiencia oral:
Ponte de pie,
parlamenta en tu tierra
aunque sientas tristeza, parlamenta
como
lo hacían tus antepasados
como hablaban ellos
(me está diciendo
el anciano Julián Weitra)
..... Elicura se transforma así, sin
atenuantes, como Neruda, como Gabriela, como Whitman, como
Kazantzakis, como Vallejo, en el poeta de una nación, de una cultura,
de una etnia.
..... Curiosa
ironía y desliz de la historia. La soberbia y desprecio de un gran
filósofo por las culturas primitivas, encuentra en estas tierras, al
sur del mundo, el mejor representante del poeta que muestra, hace
visible, funda el ser y trasmite la voz de los dioses (los
antepasados), tal como concebía él, la esencia de la poesía: me
refiero naturalmente a Martín Haidegger. Y esa lengua aglutinante,
declinable que consideraba como la única digna de la poesía, es
igualmente una lengua aglutinante y declinable como el mapuzungun que,
según me contaba un estudiante de literatura alemana tiene
sorprendentes afinidades con la lengua de Hölderlin.
..... De sueños azules y
contrasueños, del título de éste, su último libro, quisiera
destacar dos cosas: que el color azul entre los mapuches es color,
signo, religión y metafísica: visión del mundo y zonas de orígenes. Y
los sueños, son instrumentos de alta precisión premonitoria y
conforman igualmente la fantasía, la añoranza, el recuerdo y la
imaginación. "Sueño azul", titula Elicura el poema en que
recuerda su niñez:
Largos
silencios, largos relatos que nos
hablaban del origen de la gente
nuestra
del primer espíritu mapuche arrojado desde el Azul
De
las almas que colgaban en el infinito
como estrellas
Nos
enseñaban los caminos del cielo, sus ríos
sus señales
..... Elicura es un privilegio para la
poesía mapuche, un orgullo para la poesía de Chile.
Poesía de Elicura Chihuailaf
WENU MAPU
TAÑI PIEL
Tripay lafken
kvrvf
Mawvnay mawvnay wirari ñi foro
tukukan kay kutran kvlelu
kechiley
apolkey rakizwam mew wampo
tromv reke ta
penoykey
wenu ko mew
Tripay lafken kvrvf
ka wayzvfyey ti pu
wampo
wente Llayma mew
Mawvnay, may, feypi ti nvmvn
nvrvflu
tañi wvlgiñ mawizantu mew
Ka alof Wenu Mapu peñif
nvlalu ñi
kallfv witrunko
ka witra pvrayey ti logko ketran
wikeñigvn!,
allkvfiñ, ayvwkvleygvn!
SEÑALES EN LA
TIERRA DE ARRIBA
Salió el viento
del mar
Lloverá lloverá gritan mis huesos
y los sembrados que
parecen enfermos
cargan de ensueños los botes
que como nubes
navegan
en el agua del cielo
Salió el viento del mar
y se han
volcado los botes
sobre el Llaima
Lloverá. sí, dice el
aroma
cerrando sus puertas en el bosque
Y veo la luz del
cielo
que abre sus vertientes azules
y las espigas levantan sus
cabezas
¡silban!, las oigo, ¡jubilosas!
MAWIZANTU ÑI
ÑVKVF NAGVN
Ñi chaw iñchiw
wvnmakeyu nvtramkam mew
pvkoto nefiyu ti pulko weñagkvn ka
pewmagen
trvrvm pelu
Mvley che ñi noytual feyti rimv nome
lafken
mapu mew tuwlu?, pienew
feyti pu lewfv
pvchikonwey
witrunkvle chi kimvn
ka wiñvm tuygvn ti nvkvfkvlechi
mawizantu
Iñchin rakizwamiyiñ taiñ fotvmmu, peñi
ka feyti
kamollfvñmapu mew
Newentun zuguyu, welu ti pu gvrv
wirarkvlen
katrv rupay taiñ lelfvn mew
Ni chaw iñchiw,
fvchalewiyu
fewla azkintuwi ta ragi kvlleñumu.
EL SILENCIO
DE LOS BOSQUES
Mi padre y yo
solemos charlar hasta la madrugada
bebiendo el vino de la pena y la
esperanza
¿Alguien puede evitar el otoño del oeste?
me
dice
los ríos van perdiendo su profundidad
el caudal de la
sabiduría
y comienzan a añorar el silencio
de sus
bosques
Nosotros pensamos en el hijo, el hermano
aún en el
exilio
Hablamos de luchar, mientras los zorros
cruzan gritando
nuestros campos
Mi padre y yo,
envejecidos
ahora nos miramos entre lágrimas.
* El libro De sueños azules y Contrasueños, (bilingue:
castellano y mapudungún), del poeta Elicua Chihuailaf, editado por
Editorial Universitaria, en la colección
Generación Espontánea, fue presentado públicamente el día 13 de junio
de 1996, en la Biblioteca Municipal e Angol. Chile.
en
revista Rayentrú, julio de 1996.