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EL
COSTUMBRISTA
ELICURA
CHIHUAILAF Poeta mapuche,
TEMUCO
..... Está decidido a que su
cultura permanezca. Y la mejor arma con que cuenta es su poesía. Lo
mismo que les dice a sus alumnos de sicología y arquitectura de la
Universidad mayor de Temuco, cada semana. El poeta Elicura (49,
casado, cuatro hijos) descubrió en su abuelo, el lonco de su
comunidad Juan Chihuailaf, la filosofía a seguir: que hay un
presente porque tras él hay un pasado que lo sustenta. "Por eso
entendí, desde niño, que nuestra cultura se basaba en el "no
olvido", consigna. A su juicio, por no aprender estas lecciones el
pueblo mapuche fue perdiendo terreno y ahora él -consciente de que
las familias crecen pero las tierras no estiran- está dispuesto a
recuperarlo. En eso piensa cada semana, a bordo de su Lada, cuando
visita a sus padres en las tierras de sus antepasados, a unos
setenta kilómetros de la ciudad de Temuco. Se deslumbra y echa a
volar la imaginación con esa soledad; con apreciar los robles,
nogales y castaños. Con un silencio acompañado por el mugido de las
vacas y, a lo lejos, el sonido de las aguas del río Allipén, "que
cuando canta hacia el oriente significa que vienen días buenos; que
cuando llora hacia el poniente, que lloverá sin parar". En la cocina
de la casa construida sólo con madera nativa, Laura, su madre lo
espera con un plato de lentejas hirviendo, y choclo con mantequilla,
su debilidad. Esa es la esencia que quiere no se desvirtúe: "No digo
que seamos la mejor cultura del mundo; pero tenemos derecho a
permanecer: nacimos en ella y queremos que nuestros descendientes
continúen el camino". Es el tema de su escritura, que comenzó de
adolescente no con el afán de publicar, porque había visto el libro
como algo ajeno. |
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..... "Me tocó ir a la escuela
y recibimos textos que prácticamente no hablaban nada de nuestro
mundo cotidiano; su contenido era ajeno". Estando interno en el
Liceo de Hombres de Temuco -recordando los esteros y bosques de su
comunidad, además de las conversaciones con su abuelo-, echó a andar
la pluma y no paró más. "Descubrí que en el papel podía oírme a mí
mismo. Y mis temas siempre han sido descubrir la naturaleza, la
llegada del otoño; los cantos propios; del aroma del pan de rescoldo
recién horneado. Es la memoria de mi infancia, que sostiene mi
pensamiento". ..... Y aun habiendo
obtenido el título de Médico Obstetra en la Universidad de
Concepción, jamás ha ejercido, porque lo suyo son las letras. Es
autor, entre otras obras, de El invierno y su imagen (1977), En el
país de la memoria (1988), Otros poemas azules (1993), Sueños azules
y contrasueños (1995), de Editorial Universitaria -reeditado en
2000- y que obtuvo el premio a la mejor obra literaria del Consejo
Nacional del Libro, en 1994. ..... Con
título en mano, Elicura sabe que podría haberse dedicado a su
profesión con mejores perspectivas. Sin embargo, seguirá trabajando
por siempre con las palabras porque es más fuerte la carga de su
cultura y la misión que sus padres al nombrarle, le encomendaron:
"Elicura significa, en mapuche, "piedra-transparente". La piedra es
el corazón, que debe ser pulida por el agua del espíritu. Entonces,
quien quiere ser transparente debe trabajar con las palabras". Y en
eso está. No para dejar grandes monumentos, sino para cultivar la
palabra en cosas tan simples como pasar por el mercado y entrar a
una picada a compartir un pescado frito y vino blanco con algún
grupo de mapuches.
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en Caras.
2001 |
Sol
viejo, sol vieja
El secreto del sol
La luna se esconde en tus ojos que miro,
tus ojos sangrantes tu alma huye de la
cárcel y de la mano te llevo me llevas
hasta el alba
Hay una mujer en la puerta de la casa,
junto al lago: me iré a desentrañar el
misterio del sol tras la montaña, madre
le dices
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Ñi
pewma mew gvman
Ka Mapu mvlepun gvmaken ñi Pewma mew rofvlenew
ti pu wechun wenu ñi pu mawizantu mew Mvte alvtuwlay
ti rvpv pu lamgen, pu peñi ka witralen mvlen tvfachi
Ko mew, pifiñ Kvpalelmu chi tamvn Kallfv Kawell
wirafkvlen wiñotuan Kamapu kvpan, welu ñi kvmel kaley
ñi piwke Eymvn mew ta choyvgen Femgechi zuguafiñ taiñ
ayin pu Che.
En
mis sueños
Lejos de
mi tierra añoro cuando en mis Sueños me abrazan las
altas cumbres de mis montañas No es tan ancho el
mar hermanas, hermanos y de pie estoy sobre
estas Aguas, les digo Envíenme vuestro
Caballo Azul, galopando volveré De lejos vengo, pero
mi corazón resplandece De ustedes soy hijo,
pues Así hablaré a nuestra Gente Amada.
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