Diamela Eltit

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No Me Hagas Reír


La curiosa novela "María Rosa, Flor de Quillén", de Marta Brunet, escrita en 1927, revela la sensibilidad de la escritora frente a la condición psicológica de la mujer acosada por el modelo del donjuanismo criollo.


por Diamela Eltit

.....Una de las formas más relevantes que adopta el lenguaje corporal es la risa. La risa, como explosión espasmódica, como expresión desembozada o descarada o descontrolada de una pulsión irrefenable, puede distender, confirmar o alterar el curso de un determinado espacio.

.....Ya sabemos que la risa feroz, la carcajada estentórea, ha sido objeto de multiples sanciones sociales. Sabemos también que ha formado parte de un sincronizado proceso pedagógico que buscó, mediante la represión corporal, la construcción de un sujeto filiado a sus convenciones, es decir, con su sensibilidad normalizada, atenuada, para así entregarlo de lleno a las formas dominantes. Me refiero a esa orden masiva que imparte el sistema con el fin de dominar la risa. Retener, ahogar, realizar ese esfuerzo desmesurado para controlar un sonido que puede resultar hiriente, subversivo, extemporáneo.

....."La risa abunda en la boca de los tontos", nos dice el refrán que juzga la risa como un acto improcedente. Según el refrán, la risa abundante parece provocar tontera, y se transforma en una asociación lesiva para el que la ejerce. El que se ríe es tonto. Por el contrario, la escasez o la ausencia de risa, por mera oposición, no puede sino estar asociada a la inteligencia.

....."La risa abunda en la boca de los tontos", dicen. La boca, en tanto centro neurálgico, se transforma en el depósito de la tontera, la boca como tontera, la risa tonta es tonta porque, en realidad, la boca es tonta. Boca tonta porque permite la proliferación tonta de la risa. La boca abundante de los tontos. La risa como abundancia de la boca.

.....Entonces la boca en tanto orificio (me refiero a ese orificio abierto por donde escurre la risa) es sede del peligro, de la inseguridad, porque hay que recordar que "por la boca muere el pez", como nos dice otro de los consabidos refranes. Se trata de un conjunto de proverbios que conforman una especie de instructivo que viene a graficar verbalmente los costos , los riesgos, las sanciones posibles cuando se opta por determinados manejos de la boca.

.....Una boca bocona abierta e impúdica que muerde el anzuelo anfibio de la risa, que se deja arrastrar en la más que reprobable risa de los tontos. Porque, en definitiva, se trata de una risa que se devuelve hacia el interior del mismo sujeto. Un sujeto que, entregado a una acción autodestructiva, se ríe para aniquilar sus propias neuronas y convertirse en un tonto. Risa que retarda la mente, que retumba hasta enfermar de la cabeza a su propio emisor.

.....El sujeto pez de las instituciones que nada por las normativas dominantes, y que se desplaza "como pez en el agua" por el espacio social, puede ser atrapado porque sencillamente se distrae y abre su boca de pez. El descuido de una abertura que resulta perturbadora y letal para el sistema. Un sistema que lo expropia de una inserción posible, de su prestigio, de su futuro, y lo reclasifica como tonto, ahogado, sin respiración, mordedor del anzuelo de la risa. Un pez que no es capaz de dominar su propia boca irreflexiva que se abre hasta el centro mismo del anzuelo que lo atrapa.

.....Así, cuando se sigue la línea coherente y pedagógica que nos presenta la sentencia, podemos entenderla como un disciplinamiento que se ejerce disfrazado de sabiduría popular. En tanto férrea disciplina, se podría agregar que: "en boca cerrada no entran moscas". Esa boca abierta por la risa y allí al frente de la boca abierta un apretado revoloteo de moscas (que se hacen las moscas muertas) se transforman en la marca oprobiosa, en esos insectos viles e insignificantes que están dispuestos a humillar sin contemplaciones cuando se cuelan por la boca abierta del sujeto-pez.

.....Esa mosca muerta que se convierte en un anzuelo mortífero que captura al infausto, al que está mostrando la tontera que está impresa en su monstruosa boca abierta. Una abertura tramposa que se entrega al anzuelo que es, en realidad, una mosca metálica que lo lleva fatalmente a una muerte moral, a una extinción socia. Porque la risa parece ser una abertura peligrosa, un hueco, una filtración del cuerpo. La risueña boca abierta, perturbadoramente sonora, atrae moscas y anzuelos y expulsa al que la ejerce del paraíso de la inteligencia y de los circuitos consagrados por las instituciones.

La que ríe último...

....."¡Ja! ¡Ja! -rió Pancho-.
Una vieja pelleja..."
.....Este es el escenario en que se va a cursar la novela María Rosa, Flor de Quillén, que fue publicada en 1927 en la Revista Atenea, en Concepción, Chile, por la narradora chilena Marta Brunet. La escritora, que en sus inicios se filió al movimiento criollista, un movimiento literario que se caracterizó por el abordaje expresionista del sujeto rural, construye esta novela corta que está atravesada por elementos sorprendentes en los que transcurre una barroca y nada inocente picardía popular.

.....Pancho el reidor, el propietario de la carcajada, el amo de la risa, se representa en la novela como el doble del clásico Don Juan que nos heredó la tradición literaria española. Pero éste es un don Juan otro, despojado de todo atisbo aristocrático. Pancho corresponde a un campesino iletrado, pero, sin embargo, dueño de una retórica particular, y como su modelo, el Don Juan original, es un hábil creador de estrategias de seducción que resultan inapelables para su prolífica cacería sexual. Una cacería que realiza de manera audaz y sistemática sobre las incautas y febles lugareñas.

.....No se trata de la captura de cuerpos para obtener un placer individual, sino más bien una conquista que se ejerce como exhibicionismo. Pancho seduce a las mujeres para establecerse como conquistador frente a sus amigos. De esta manera sus amigos actúan como la cuota de relidad o de corroboración que necesita para dotarse de una existencia como seductor.

.....En este sentido, y siguiendo la línea clásica del "donjuanismo", en esta novela las mujeres constituyen un pretexto para conseguir una determinada identidad sexual-social en la esfera de los poderes masculinos. Un masculino que se debe probar -a la manera de un constante desafío- en la aceptación de una comunidad de hombres. Se trata, entonces, de comprobar incesantemente la audacia ilimitada que alcanza la virilidad. Una virilidad audaz que, a su vez, se basa en la inconsistencia y especialmente en la "debilidad" (física y no emocional) del sexo opuesto: las mujeres.

.....Desde esta perspectiva, las mujeres sólo existen como una sumatoria de cuerpos, una cifra, un catastro, un "ranking" que se acumula para incrementar los archivos sexuales de un grupo de hombres a los que Pancho abastece.

.....María Rosa se constituye en el objetivo y el mayor desafío que Pancho ha emprendido frente a sus amigos. Públicamente señala que ella formará parte de su lista de amantes. Sólo que María Rosa representa la virtud en el sentido más radical y filosófico del término. En este punto del relato, la cita al Tenorio canónico se complejiza porque el virtuosismo de María Rosa es un efecto de su propia construcción. Se trata de una virtud deliberada. El goce de María Rosa lo constituye "ser virtuosa"; es decir, tras esa condición se establece la naturaleza de su ser. Pero, al igual que Pancho, no se trata de un virtuosismo para sí misma sino que requiere ser reconocido por su comunidad.

.....El deseo de María Rosa, al igual que el de Pancho, es constituirse en una excepción, pero para conseguirlo tiene que cultivar de manera extrema los valores que se le imponen al sujeto femenino de su tiempo. María Rosa entonces, vive las condiciones de su género provista de una pureza que se confunde con un empeño místico.

.....Casada por conveniencias familiares con un hombre de sesenta años cuando ella tiene dieciocho, se entrega plenamente a cumplir la ritualidad social. Su placer radica en no rebelarse a los modelos que evidentemente la reprimen y la ordenan. Su júbilo consiste en traicionar las expectativas sociales que esperarían la aparición de signos catastróficos. Sin embargo, María Rosa, dotada de una gran belleza, funciona plenamente en la diversidad de roles -como esposa, ama de casa, trabajadora- y en cada instancia despliega una gran discreción, fidelidad, sinceridad y especialmente una constante abnegación en las tareas en las que está inmersa.

.....Pero no es que María Rosa sea fiel, casta, discreta, abnegada, sincera. Lo que ocurre es que se aboca a cumplir un programa como si su propia vida fuese una representación teatral.

.....Porque la actitud mística de María Rosa, que tanta admiración provoca en los habitantes rurales, implica también que el modelo impuesto para el sujeto femenino no es acatado por la gran mayoría de las mujeres, puesto que su pureza le ocasiona el apodo de María Rosa, Flor de Quillen.

.....Pancho, al igual que Don Juan Tenorio, lucha por profanar esa pureza. Busca multiples formas de acercamiento a María Rosa hasta que, efectivamente consigue inquietarla y vulnerar sus defensas emotivas. De manera progresiva y casi tecnológica, los mecanismos de conquista de Pancho surten efecto y ponen a María Rosa en la mira de su pequeña comunidad, en la zona irrespetuosa de la legalización de pequeñas trasgresiones que rodean lo humano. La caída de María Rosa parece ejemplificar el triunfo del poder masculino, es decir viene a avalar la teoría de la debilidad moral de todas las mujeres.

.....Inmediatamente después que María Rosa accede a las peticiones sexuales de Pancho, se da cuenta de que es víctima de una burla, que Pancho se ha "reído" de ella y que literalmente afuera está parte importante del pueblo acechando para presenciar el fin trágico de su virtud. Entonces, María Rosa consigue lo que parece imposible, que es revertir la evidencia de su entrega y convierte a Pancho (mediante gritos destemplados que alertan a los perros y obligan a Pancho a emprender una huida pública y desenfrenada) en un agresor sexual frustrado.

¿Cómo puede María Rosa dar vuelta la realidad de los acontecimientos y mantener su pureza ante los ojos de sus vecinos? o logra pues ella, al igual que Pancho, está cautiva de sí misma, de su autoimagen y, de esa manera, no se deja atrapar en las redes sentimentales asignadas para lo femenino. María osa se limita a ser fiel a su propia construcción y procede tal como si realmente hubiese sido víctima de una agresión. En esta curiosa novela, la protagonista infiel y mentirosa, no experimenta culpa, ni siquiera se expone a la sanción social. Este personaje llega más lejos, puesto que cancela su infidelidad y de paso arruina la reputación del Don Juan. La arruina porque él desobedeció el refrán y no vio el anzuelo, es decir, la imagen de la mosca muerta que iba a entrar en su boca risueña para matar su fama legendaria.

Porque lo que la novela "María Rosa, Flor de Quillén" parece decirnos es que "el que ríe último ríe mejor". Pero en este caso, y pese al risego de ocasionar una seria infracción al refrán, se podría asegurar: "La que ríe ultimo...". La mejor.

 

(Artes y Letras de El Mercurio, 15 de Octubre de 2000)
   
   

 

 

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