..... A
comienzos de los 70, el profesor de litera-tura chilena Leonidas
Morales publicó en una revista universitaria una extensa entrevista a
Nicanor Parra, completada después y convertida finalmente en libro. En
aquella conversación primeriza, Morales sorprendió con dos elementos
que se alejaban del formato estrictamente académico. Ante todo, el
interrogador, lejos de hacerle el quite, alentaba el relato biográfico
del poeta, las anécdotas de su vida infantil y juvenil, el retrato de
los padres y las circunstancias de la emigración a Santiago.
..... En esta modalidad, Morales desacralizó el
concepto de la obra literaria como único referente válido para el
conocimiento de un escritor. Finalmente, se unían allí los rasgos
personales con la creación poética, su mutuo condicionamiento, los
momentos culturales chilenos del período y los antecedentes
específicos que originaron el nacimiento de la antipoesía.
..... En segundo lugar, la entrevista intentaba
recrear lo más fielmente posible la modalidad oral de Parra -su
particular forma de conversación-, reproduciendo sus giros, tics
lingüísticos, silencios expresivos o balbuceos del habla. Aun cuando
el material fue obviamente editado desde la grabadora al papel, se
preservaba la frescura del diálogo, vivacidad que también se apartaba
de un lenguaje académico más o menos pretencioso o rígido, y se
acercaba más al tono periodístico. Posteriormente, la fórmula de
Leonidas Morales fue ampliamente continuada -imitada, habría que
decir- en otras entrevistas a escritores realizadas por diversos
autores.
..... Conversaciones con
Diamela Eltit prolonga aquel estilo, ahora con una novelista chilena
de particular -aunque no masiva- voz literaria. En las extensas
entrevistas que componen este libro, el autor consigue incluso hacer
hablar a la escritora de ciertas zonas biográficas que cuidadosamente
ella había evitado hasta ahora, amparándose en el "temor a la
trivialización de cosas que son intransferibles", según declaró en
1991. Despejada dicha aprensión, Diamela Eltit recrea aquí de manera
emotiva sus relaciones con el padre casi siempre ausente, con una
madre exigente y con una abuela salvadora, aunque casi en todos los
casos dichas confesiones se conectan de una u otra manera con la
escritura de sus textos posteriores. Significativos son sus recuerdos
de determinados momentos de extrema precariedad infantil, la cercanía
con el mundo de la pobreza y sus protagonistas y cómo esa experiencia
después se convirtió en una mirada específica de su proyecto
literario.
..... También aquí Morales
recrea y respeta la distintiva oralidad de su entrevistada, a veces
interrumpida, fragmentaria en otras ocasiones, esa modalidad de ir
dejando las frases en el aire, al punto de que incluso puede resultar
agobiador para quien no haya tenido la oportunidad de escucharla: "un
control de lectura. Yo volvía, me sentaba, tomábamos once primero...,
era un ritual que teníamos ..., y después venía la ... Y yo
contestaba. Me hacía clases, me preguntaba. Vio que tenía en ese
momento bastante ... Era mi interés mayor”. El autor justifica la
opción de mantener dichas interrupciones, saltos o elusiones porque
ellas se relacionan con los modos literarios específicos de Diamela
Eltit: "Todas contribuyen a la producción de un discurso dialógico de
porfiada vocación para estructurarse mediante la ruptura sistemática
de la linealidad, lo que inevitablemente convierte al fragmento en la
pieza central de su composición", explica en la introducción al libro.
..... El texto de Morales no sigue una
cronología específica respecto de la vida y producción de la
entrevistada, sino que separa en once capítulos temas diversos que
enfrentan desde variadas perspectivas su proyecto literario, donde se
incluyen las reflexiones sobre la ciudad, el narrador y el género, las
acciones de arte realizadas por Diamela Eltit en la década de los 80,
la influencia de la sociedad sobre su escritura, la particular y
divergente mirada sobre lo feminista, las meditaciones sobre el cuerpo
y la prosa, la particularidad latinoamericana contenida en sus
relatos.
..... Conversaciones con
Diamela Eltit no es sólo la apertura al sólido pensamiento de la
escritora chilena que en estas páginas se plantea -una invitación
básicamente para aquellos que conozcan su literatura-, sino también la
propuesta a quienes no se han acercado del todo a una narrativa
experimental lejana a cierta convencionalidad novelesca. Estos
diálogos recuperan parte de la cultura chilena de las dos últimas
décadas, sintetizan una postura divergente, además de ser una mutua
reflexión -entrevistador y entrevistada- respecto de una forma
literaria que ha significado otra manera de narrar, nada fácil,
perturbadora, deslumbrante a ratos.
en El
Mercurio 5 de junio 1999