EL
JOVEN QUE SE SOÑÓ EN UN LABERINTO:
TRYNO MALDONADO
Elena
Méndez
Entrevista realizada el 20 de Enero
de 2007
Tryno Maldonado:
Un aire entre intelectual y vagabundo. Una mirada tierna. Un escritor que se pierde
entre laberintos de letras, soñando igualar a Borges, a quien venera.
Tryno Maldonado nació en Zacatecas, Zacatecas, en 1977.
Cursó
estudios de Música Contemporánea.
Ha publicado un cuentario,
Temas y Variaciones (1)(Prólogo
de Alberto Chimal (2), Tribunal Superior
de Justicia de Zacatecas/Finisterre/Lunarena, México, 2002); y una novela,
Viena Roja (Joaquín Mortiz, 2004). Asimismo, está incluido
en Nuevas voces de la narrativa mexicana (Joaquín Mortiz, 2003)
y Novísimos cuentos de la República Mexicana (Selección
y Prólogo de Mayra Inzunza (3), Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes -CONACULTA-/Fondo Editorial Tierra Adentro,
2005).
De 1999 a 2004 se desempeñó como subdirector y articulista
de la revista cultural independiente Finisterre (4).
Escritos suyos han aparecido en importantes revistas a nivel nacional e internacional,
como Textos, Literal, Letras
Libres, Nexos, Complot, Switch, Cine Premiere, La Tempestad, Ficticia
y Los Noveles.
Becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en el
periodo 2003-2004, categoría Cuento.
En el 2006, la revista colombiana
Gatopardo
lo nombró uno de los escritores jóvenes más destacados de
Latinoamérica.
Actualmente cursa el Taller de Narrativa en Oaxaca,
coordinado por Martín Solares; los asesores del mismo, además del
propio Solares, son: Sergio Pitol, Álvaro Uribe, Mario Bellatin, Margo
Glantz, David Toscana, Ricardo Yáñez, Juan Villoro, Jorge Volpi,
Francisco Goldman (5), Hugo Hiriart, Élmer
Mendoza, Leonardo da Jandra y Daniel Sada.
Entre las temáticas
predilectas de Maldonado se encuentran la música, el cine, el tiempo, la
muerte, la otredad, la renuncia, la traición y la Historia. Éstas
son realzadas con recursos típicamente borgesianos como la enunciación
escrita, la presencia de relatos enmarcados, notas de pie de página, alusiones
apócrifas con referentes reales, la predominancia de escenarios extranjeros,
el juego con la noción de autor y un lenguaje culto.
Conocí
a Tryno el año pasado; lo descubrí gracias a su blog.
Le escribí porque me parecía interesante conocer a un novel escritor.
No me contestó. Tiempo después, a instancias de nuestra amiga, la
escritora Eve Gil, recibí una carta suya. Aseguraba creer haber contestado
aquella misiva y ofrecía disculpas por su olvido.
Yo pensaba que
no me había respondido por mencionarle a Ramón López Velarde
(poeta mexicano a quien denosta en su blog).
Nos conocimos personalmente
en Zacatecas gracias a un amigo mutuo, Joel Flores (6).
Yo había acudido a un congreso de estudiantes de Literatura como ponente;
Joel fue mi anfitrión.
Esa noche brindamos en una legendaria cantina,
bebiendo cerveza, hablando de libros, viajes, amigos...
Al día
siguiente nos vimos en una biblioteca. Estaba mortificadísimo, entre otras
cosas, porque no había leído los libros de quienes serían
sus asesores en el Taller de Narrativa en Oaxaca.
Sus respuestas
a la presente entrevista llegan vía internet. Ya había perdido la
esperanza de recibirlas.
Aquí están, para fortuna de nuestros
lectores.
-
¿Por qué elegir la narrativa?
- Por mi necesidad
de contar historias, de imitar y descubrir los mecanismos de los libros que comencé
a leer en mi adolescencia y que tanto me fascinaban e intrigaban: Lovecraft, Bradbury,
Poe, Dickens, etc. Y también como forma de darle salida a un gran problema
mío: imaginación hiperactiva. Si no escribo historias, como ya me
pasó cuando tenía diez años, mi imaginación se desboca
por cauces muy oscuros y comienzo a alucinar y perder el sueño, entre otras
cosas. Cuento
historias para no perder la cordura básicamente.
-
¿Cómo influye su pasión por la música dentro de su
obra?
- En mis primeros dos libros la injerencia de la música
es evidente en una u otra forma. En Temas y Variaciones el mismo nombre
lo dice todo. Mi intención fue jugar con los tópicos de mis lecturas
iniciáticas a la manera que hace un compositor al tomar un tema musical
de otro y desarrollarlo de una forma distinta. En Viena Roja la idea de
la novela surgió cuando descubrí que mis lecturas y mis discos confluían
hacia el período de la Segunda Escuela de Viena, cuando la gramática
de la música occidental sufrió un cambio drástico. Mi vocación
original, como la de mi personaje en dicha novela, fue la música. Y la
música académica de calidad es una profesión elitista y muy
onerosa en nuestro país. Así es que, tal como mi personaje, debí
renunciar. Esta experiencia fue traumática para mí en su tiempo.
-
¿Qué circunstancias vitales inciden para la formación de
un escritor, según su punto de vista?
- Es curioso, pero
estadísticamente en México (según un ensayo concienzudo de
Santa-Juliana y Chávez Castañeda), de alrededor de cien escritores
que comienzan en una misma generación mexicana, resulta que sólo
cinco, cuatro o tres llegan a consolidarse y a forjar una carrera reconocida en
el mainstream (si no me crees, nómbrame entonces cinco compañeros
de generación de Carlos Fuentes (7)).
Los denominadores comunes de quienes logran 'cruzar las grandes aguas' en México
por lo general son: capital cultural, capital simbólico y capital económico
heredados, familias criollas o mestizas con acceso a la información y a
ciertos beneficios con los que no cualquiera nace en México. Sólo
Rulfo, Arreola o Daniel Sada, por pensar en unos cuantos, han sido excepciones
notables a esta regla que parece romperse a partir de los nacidos en los sesentas
según el mismo estudio. Yo no tengo ni lo uno ni lo otro tampoco; ni siquiera
pude completar una carrera universitaria y en mi casa jamás hubo libros.
Mi padre fue futbolista. Mis clásicos en vez de ser Borges, Bioy Casares
y Cortázar debieron ser por fuerza Maradona, Di Stéfano y Valdano.
-
¿Cómo ha contribuido su experiencia dentro del Taller Narrativo
en Oaxaca para ayudarle a ser mejor escritor?
- Curiosamente yo
jamás había pisado antes un taller literario. Lo hago hasta ahora
que tengo un par de libros publicados. Todo lo que sé lo aprendí
de los libros. Debo decirte que siempre me he mostrado muy escéptico ante
la mecánica de los talleres por considerar que pueden volverse muy fácilmente
autocomplacientes y viciarse. Si sirven para inculcar los rudimentos y lecturas
iniciales, está bien. Pero nada más. El camino para encontrar tu
voz como artista por fuerza es individual y muy largo. No obstante, el taller
al que he estado asistiendo una vez al mes es distinto. La intención del
maestro Francisco Toledo fue reunir por concurso a un grupo de novelistas jóvenes.
En cada encuentro nos visita un escritor reconocido que comparte con nosotros
su visión de la literatura y lee algunos fragmentos de nuestra obra. Te
puedo decir que muy en especial el haber podido dialogar con Francisco Goldman
fue una experiencia muy provechosa y gratificante para mí. Me atrevo a
decirte que ha sido el primer escritor 'de verdad' que he podido conocer. Su novela
Marinero raso y su experiencia en un barco carguero antes de escribirla
me motivó a pasar una temporada trabajando en una mina de oro y plata.
(8)
Me contaba Goldman
que le parecía triste que los narradores mexicanos no quisieran ver su
realidad inmediata y denunciarla tal vez por medio a perder sus privilegios (no
conozco otra tradición donde mutuamente se involucren y enloden tanto los
poderosos con los
intelectuales). Veremos si puedo convertir esa vivencia en las minas en literatura
como lo hizo él, que es un narrador de fuelle. Eso y ver el terrible conflicto
oaxaqueño(9) de principio a fin el
año pasado. Ya escribo algo al respecto.
-
Háblenos acerca de su devoción por Borges; por qué resulta
tan decisivo en su obra.
- Para serte franco, la primera vez que
leí a Borges lo detesté. Para mi mala fortuna mis profesores de
secundaria y preparatoria me vacunaron contra Borges. De la misma forma que me
vacunaron contra otro puñado de escritores y, en general, contra la lectura
y toda la literatura. Fue hasta mucho después que logré leerlo sin
prejuicios. Cuando leí por primera vez "El inmortal" quedé
fascinado y me maldije por haberme perdido de ese universo durante tanto tiempo.
Fue cuando supe que yo quería ser escritor. Era exactamente de esa manera
y sobre esos temas como yo quería trabajar hasta que la artritis o el Alzheimer
me lo permitieran. Leer a Borges se convirtió a partir de entonces en una
pasión incontenible, en un puntual acto de fe, en mi única religión.
Borges ha influido en mí de manera contundente. A tal grado de
que mi primer libro gira en torno a su figura, tanto en imaginarios como en estilo,
e incluso a nivel anecdótico: Borges es uno de mis personajes en un cuento
y mi narrador en otro. Todo lo que hay allí, en mi imaginario, en mi prosa,
en mi regodeo con el lenguaje, es Borges. Yo escribo ahora sólo gracias
a Borges. Sin Borges yo no existiría como escritor y muy probablemente
tampoco como lector. Yo no sería nada sin Borges. Ahora sólo me
dedico a plagiarlo. Es mi mentor, y mentor de mi otro mentor: J.M. Coetzee, que
aprendió español sólo para leerlo. A veces, y sólo
si la lluvia lo permite, Borges y yo nos sentamos a conversar en un café
porteño. Yo pido mate, aunque lo aborrezco y casi siempre termino dejándolo
enfriarse sin darle un sorbo. Él no me reprende por lo que he escrito:
apenas balbucea unas frases con sarcasmo sobre el pobre nuevo cuento que acabo
de entregarle, da un sorbo a un lady grey humeante, sonríe y se queda mirando
el infinito. Otras veces más, en cambio, y también si el clima es
benigno, jugamos largas y acaloradas partidas de ajedrez. Esas tardes terminan
mal, porque ninguno de los dos sabemos jugar ajedrez. Le digo que su nombre es
el Universo. Entonces nos despedimos. Borges es yo y yo soy Borges.
-
Nos gustaría saber sobre la novela en que está trabajando.
-
Tengo varias en el cajón y allí se van a quedar. No tengo prisas
por publicar hasta no tener listo algo que valga la pena y que represente un paso
adelante en mi búsqueda por una voz individual. Justo ahora trabajo de
manera simultánea en dos libros. El que va más avanzado es una colección
de relatos largos y un par de nouvelles que he ido recopilando desde el 2001.
En las formas cortas soy mucho más lúdico que en las novelas. Experimento
y arriesgo mucho más en todos
los niveles: desde juegos con el lenguaje y las estructuras hasta el uso de hipertexto
y del franco pastiche. Tentativamente se llamará Artefactos y, según
mis planes, debe estar listo este año. Los temas y los tratamientos son
muy variados y creo que los que me hayan leído antes se sorprenderán
mucho por esta vuelta de tuerca que sin embargo tengo en preparación desde
hace años. El otro libro que está en proceso es una novela sobre
la vida en las minas.
- ¿A
qué atribuye que el género de cuento no sea tan leído ni
tan vendido hoy en día?
- El cuento es un género que
exige más. El cuento demanda lectores más inteligentes y mejores
conocedores de las tradiciones literarias. Cada libro de cuentos es un viaje intelectual
demandante a campo traviesa por un archipiélago donde no sabemos qué
nos aguarda a la vuelta de la esquina. Las novelas, en cambio, son más
dóciles y dan mucho más concesiones a un lector casual. Por eso
son más accesibles al mercado y pueden estar dirigidas específicamente
a las masas como un producto de diseño editorial para ser vendido, como
El Código Da Vinci y todo eso. Es triste. En Estados Unidos, en
cambio, el cuento tiene una tremenda reputación. Todo narrador que quiera
dar visos de talento y de poseer una voz fuerte que merezca ser escuchada, primero
debe debutar en el cuento. Es como una regla tácita en la tradición
de EEUU. Ahí tienes desde Capote, Hemingway, Fitzgerald, hasta la inefable
A.M. Homes(10) en nuestros días,
todos cuentistas excepcionales.
-
¿Cómo vincula su declarado compromiso con las causas sociales y
su literatura un tanto fantástica (como en Temas y Variaciones)
o extranjerizante (como en Viena Roja)?
- Siento que tengo
dos alientos distintos. Uno es el que despierta en las formas narrativas breves,
mucho más lúdico y que se regodea en sus propios recursos, múltiples
referencias y diálogos con diferentes tradiciones de las que abrevan. El
otro aliento y sus intenciones particulares, se notan mucho más en mis
novelas. Y aunque es cierto que Viena Roja puede entrar dentro de esa categoría
sospechosa de 'novela histórica', pero ése no es ni será
nunca mi objetivo como narrador. No quiero hacer novelas de moda ni best-sellers
históricos que otorguen concesiones de ninguna clase. Me parece, en cambio,
que Viena Roja termina diciendo muchas más cosas sobre nuestra época
y nuestra realidad actual que sobre el periodo que tomó como mero escenario
y subterfugio. Simplemente trasladarla a la Oaxaca violenta de México en
2006 y la trama y los personajes funcionan exactamente igual, explican un mismo
estar en el mundo y pasiones, anhelos y conflictos de intereses sociales muy similares.
Ésa sí es, en cambio, una parte de mis objetivos. Seguiré
tocando temas sociales a partir de experiencias individuales, a la manera de un
Coetzee, por ejemplo, o de maestros latinoamericanos como Vargas Llosa.
-
¿Qué necesitaría la cultura en México para una efectiva
difusión?
- Comenzar por lo más elemental. La educación.
Una reforma estructural educativa (como tantas otras reformas en este país)
es urgente si no queremos que esta generación y la siguiente se estanquen
frente al crecimiento científico, tecnológico y cultural apabullante
de otras naciones de la región que están creciendo a pasos agigantados.
Lo demás vendrá solo. Tampoco puedes pedirle a alguien que lea un
libro o que vaya al teatro cuando su única preocupación no puede
ser otra que ingeniárselas para poder comer bien que mal al día
siguiente. Vivimos en un país lleno de miseria, marginación y abandono.
Esta derecha reaccionaria e ignorante que está en el poder no es una opción,
tal como lo venimos comprobando todos los días.
-
Desearíamos conocer su perspectiva sobre la literatura mexicana juvenil
actual.
- Me parece que nuestra generación (los nacidos
a partir de 1970) es raquítica y que palidece de forma horrible frente
a nuestros congéneres estadounidenses e ingleses (por poner el más
arbitrario de los ejemplos, pues son ellos quienes más me deslumbran por
su talento y habilidades). No encuentro en México a nadie con la sensibilidad
de Nicole Krauss, ni con el descaro juguetón de Jonathan Safran Foer, ni
con el virtuosismo de Dave Eggers, mucho menos con la brillantez y capacidad de
observación de Zadie Smith o Adam Thirwell (amén de que el 60% de
la nueva generación de narradores ingleses, según la revista Granta,
se graduó o bien de Oxford o de Cambridge). Eso por mencionar unos cuantos.
Ni siquiera hemos conseguido entablar diálogos y vasos comunicantes con
nuestros coetáneos latinoamericanos. Esa miopía y estrechez de miras
onanística típica de nuestro país resultará a la larga
muy dañina. Salvo una o dos voces que han apostado por forjarse una personalidad
propia (pienso en Guadalupe Nettel (11))
y desmarcarse de las modas literarias reinantes en el mercado mexicano (como la
literatura de la frontera norte, del narco y de la violencia gratuita y de franca
misoginia), creo que esta generación no dará mucho de sí.
Espero de todo corazón estarme equivocando. Antes creía lo contrario.
Perdón si me muestro pesimista ahora. Es sólo que creo que me he
vuelto mejor lector que entonces.
NOTAS
(1)-
Considerado en el 2003 por el suplemento 'El Ángel' del diario mexicano
Reforma como uno de los mejores libros del año.
(2)-
Escritor nacido en Toluca, Estado de México, en 1970. Becario de Jóvenes
Creadores del FONCA en 1997-1998.
(3)- Escritora
nacida en México, D.F., en 1975. Becaria de Jóvenes Creadores del
FONCA en 1999-2000.
(4)-
Misma que obtuvo en el 2001 la Beca Nacional Edmundo Valadés, otorgada
por el CONACULTA para la edición de revistas independientes. Dicha revista,
en su última época, llegó a publicar a renombrados autores
mexicanos como Cristina Rivera Garza, Ignacio Padilla, Jorge Volpi, Álvaro
Enrigue y Sergio Pitol.
(5)-
Escritor y periodista nacido en Boston, Massachussets en 1954. Se crió
entre Estados Unidos y Guatemala. Becario por la Fundación Guggenheim en
1998. Ha publicado tres novelas: La larga noche de los pollos blancos,
ganadora del Premio de la Academia Americana de Artes y Ciencias a la mejor novela
prima (misma que sirvió de base para el guión de la película
Hombres armados, de John Sayles); Marinero Raso, finalista del Premio
Impac de Dublín de Literatura Internacional -dicha obra estuvo considerada
entre las cien mejores novelas estadounidenses del siglo XX por la revista Hungry
Minds Review's-; y The Divine Husband (El Divino Marido). Ha sido traducido
a más de 10 idiomas.
(6)-
Escritor nacido en Zacatecas, Zacatecas, en 1984. Becario de Jóvenes Creadores
del FONCA en 2007-2008. Su blog: www.bunker84.blogspot.com
(7)-
Escritor mexicano, nacido en Panamá, Panamá, en 1928. Premio Príncipe
de Asturias de las Letras 1994.
(8)-
Ubicada en Tayoltita, Durango.
(9)- El Conflicto
Magisterial de Oaxaca se inició el 22 de mayo de 2006 con los maestros
de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación,
encabezados por Enrique Rueda Pacheco; estos solicitaban rezonificación
salarial respecto al resto del país al gobierno estatal, dirigido por Ulises
Ruiz Ortiz. Los docentes que se mantenían en plantón en el centro
de la ciudad de Oaxaca, según cálculos no oficiales, eran, aproximadamente,
70.000. El asunto se agravó al grado de exigir la renuncia del gobernador
(misma que se negó a firmar) debido a los violentos actos represivos que
éste emprendió contra los manifestantes. Ya ha costado numerosas
vidas humanas.
(10)- Amy Michael Homes: Escritora
nacida en Washington, D.C., Estados Unidos, en 1961. Radica en Nueva York. Se
le considera integrante de 'los Niños Quemados de América' (generación
de escritores jóvenes estadounidenses). Becaria por la Fundación
Guggenheim en 1988. Su obra ha sido traducida a doce lenguas.
(11)-
Escritora nacida en México, DF, en 1973. Autora de los cuentarios Juegos
de artificio, Les jours fossiles (Los días fósiles);
y la novela El huésped. Ganadora en 1992 del Premio a la Mejor Novela
en Lengua Francesa para Países no Francófonos, otorgado por Radio
Francia Internacional. Radica en París, donde realiza su posgrado en Literatura.
MÁS
DE TRYNO MALDONADO:
www.atari2600.blogspot.com
DATOS
DE LA AUTORA:
Elena
Méndez (Culiacán, Sinaloa, México, 1981). Licenciada
en Lengua y Literatura Hispánicas por la Universidad Autónoma de
Sinaloa. Narradora. Ha participado en los talleres literarios de los escritores
mexicanos María Baranda, David Toscana y Cristina Rivera Garza. Escritos
suyos han sido publicados en TEXTOS, La Pluma del Ganso, La Línea del Cosmonauta,
Expreso y Milenio; y en www.aviondepapel.com, www.letras.s5.com , www. antilibros.com,
www.revistaespiral.org y www.homines.com.