Proyecto Patrimonio - 2005 | index | Enrique Verástegui | Salomón
Valderrama Cruz | Autores |
Extremaunción
del Ángel Negro, Enrique Verástegui (Lima, 1950)
(Dv) Salomón Valderrama Cruz
Del libro La poesía como secreto
peruano.
La poesía es para
mí una necesidad concreta como comer o dormir, pero consciente
y más inmediata, y por eso mismo mucho más trascendente
y más humana.
Si
te quedas en mi país
En mi país la poesía ladra
suda orina tiene sucias las axilas.
La poesía frecuenta los burdeles
escribe cantos silva danza mientras se mira
ociosamente en la toilette
y ha conocido el sabor dulzón del amor
en los parquecitos de crepé
bajo la luna
de los mostradores.
Pero en mi país hay quienes hablan con su botella de
vino
sobre la pared azulada.
Y la poesía rueda contigo de la mano
por estos mismos lugares que no son los lugares
para filmar una canción destrozada.
Y por la poesía en mi país
si no hablaste como esto
te obligan a salir
en mi país
no hay donde ir
pero tienes que ir saliendo
como el acné en el cascarón rosado.
Y esto te urge más que una palabra perfecta.
En mi país la poesía te habla
como un labio inquietante al oído
te aleja de tu cuna culeca
te filma tu paisaje de Herodes
y la brisa remece tus sueños
-la brisa helada de un ventilador.
Porque una lengua hablará por tu lengua.
Y otra mano guiará a tu mano
si te quedas en mi país.
(De En los extramuros del mundo, 1971)
Enrique Verástegui es a cualquier luz sorprendente.
Dueño de una poliarmonía que se despliega desde sus
versos más herméticos hasta los más palmarios
y prosaicos. Verástegui es un poeta clásico. Como lo
dice Jorge Luis Borges: Clásico es aquel libro que una nación
o un grupo de naciones
o el largo tiempo han decidido leer como si en sus páginas
todo fuera deliberado, fatal, profundo como el cosmos y capaz de interpretaciones
sin término. Precisando. Previsiblemente, esas decisiones varían.
(…) prometen una larga inmortalidad, pero nada sabemos del porvenir,
salvo que diferirá del presente. Una preferencia bien puede
ser una superstición. En todo caso: es seguro que Enrique
Verástegui está vivo y hoy más actual que nunca.
Es un poeta ingeniero, un ingeniero poeta. Como él dice: ¡El
poeta es ingeniero! ¡El ingeniero es poeta!
Ingentes problemas, Apocalipsis problemas nos da esta perspectiva,
ya que si uno medita y torpemente recuerda la historia, se dará
cuenta en ella que el ingenio lo único que ha hecho es entretenernos
y, en alguna medida, evidenciarnos como posibilidades infinitas sobre
nosotros mismos, sobre los otros y sobre, medularmente, el todo sin
nosotros. Analizando Ética IV, Albus (o libro de la gnosis):
Toda acción expresa el devenir hombre del ser.
El ser del hombre es su trabajo.
El trabajo perfecciona la cualidad de la naturaleza.
Encontramos que el hombre como ser siempre existirá a priori
de otro hombre, en resquicio o arqueología de su ser. Lo que
provoca una tecnología “más avanzada” (perfeccionada),
siempre y cuando, éste encuentre el sentido y el conocimiento.
Sabemos, por inutilidad, que cuando unos hombres (tribu) hallan a
otros hombres (otra tribu), entre ellos siempre se plantean el enigma
de La esfinge, que jamás resuelven, por carecer de sentido
mutuo y, de ésta manera, lo único que sucede es la guerra
en pos de aniquilar lo inservible. Tenemos el arquetípico ejemplo
en la invasión de Europa en América o el de EE. UU.
en Irak.
El gran poeta también nos dice en Monte de Goce (o libro del
pecado):
El amor es un cielo que cuelga del farol ¿Te parece? El
amor es un fluorescente neutro sobre el mar ¿Te parece? El
amor es un florecimiento incandescente del sentido ¿Te parece?
El amor es una ficción que se resiste a lo real ¿Te
parece? El amor es una analogía del mar bajo la piel ¿Te
parece? El amor es un acumulador de orgones cristalizado en melodía
¿Te parece? El amor es una lógica de la locura que nos
muerde ¿Te parece? El amor es un sueño que es real porque
se sueña ¿Te parece? El amor es el soporte rítmico
del sueño ¿Te parece?
B : (de izquierda a derecha, con más lentitud, vuelve su cabeza:
la sensación de su lenguaje es la llamarada de la idea –con
más lentitud, de izquierda a derecha, vuelve su cabeza: el
objeto existe porque es referenciado por la idea –vuelve su cabeza,
con más lentitud, de izquierda a derecha: la lengua si no nombra
al objeto éste no existe –de izquierda a derecha, vuelve su
cabeza, con más lentitud: la ternura de la luz emerge del cuerpo
–con más lentitud, vuelve su cabeza, de izquierda a derecha:
una implosión externa en el objeto se produce se extenúa
si el ojo lo penetra –vuelve su cabeza, de izquierda a derecha, con
más lentitud: el fulgor del cuerpo se reconstruye para siempre
en el lenguaje):
Desconfío de tu analogía. No es el amor: es la muerte
el cielo que cuelga del farol. No es el amor: es la emoción
el fluorescente neutro sobre el mar. No es el amor: es la pasión
florecimiento incandescente del sentido. No es el amor: es la gnoseología
la ficción que se resiste a lo real. No es el amor: es el sueño
la analogía del mar bajo la piel. No es el amor: es el cuerpo
un acumulador de orgones cristalizado en melodía. No es el
amor: es el misterio la lógica de la locura que nos muerde.
No es el amor: es la poesía el sueño que es real porque
se sueña. No es el amor: es el cuerpo el soporte rítmico
del sueño.
Qué extraño Aleph se contiene en éste tríptico:
revolución, antología de todo lo que se ha escrito.
Pretérito, premisa de salvación intermitente como la
vida o duda. Simplemente duda, desprovista de límites y géneros.
Si no más bien como el amor totalidad y único medio
para justificar las cosas y el sentido, que se repite una y otra vez
como si necesitara fortalecer lo que, quiere o, debe creer para salvarse,
y con él al todo: humanidad. Como nos dice: Monte de Goce
es un libro sin género, aun cuando se desarrolla una estructura
abierta; un libro sin anécdota aunque como en las obras musicales
se amplifique en variaciones. Escrito, claro, no es sino “programar”
el texto que el lector debe desarrollar, anular, renegar, o transgredir.
Este libro, pues, es como un tratado de la experiencia pero
a partir del lector.
Permutaciones o liberaciones que exponen el camino infinito para
crear lo inimaginable, sino solamente lo que a cada ser (hombre =
bestia = cosa = palabra…) se le ocurre, como efecto de valor y por
lo tanto de pertenencia, propia e irrepetible.
La edición de mi primer libro En los extramuros del mundo,
presentado en marzo de 1972, me obligó a embarcarme en un libro
más ambicioso. Para esto necesitaba recluirme, emigrar de Lima.
Con algunos apuntes y muchos proyectos decidí irme a mi pueblo
San Vicente de Cañete. Trabajé fatigosamente, juntando
muchas veces noches con amaneceres, especialmente cuando caía
en el buen camino de las cosas. Claro, la distancia geográfica
entre Cañete y Lima está prácticamente anulada
por la abrumadora intensidad de las comunicaciones: colectivos a toda
hora, día y noche agitándose entre los arenales del
desierto que nos separa. Cañete es como un suburbio anticipado
de Lima: la radio, los periódicos, la televisión, las
revistas, los vespertinos, los chismes, todo te llega con tanta o
más prontitud que a las mismas urbanizaciones, balnearios o
barriadas de la gran Lima. Como se ve no necesitaba vivir físicamente
en Lima para palpar el hervor de su vida literaria, claro con la ventaja
de evitarme la sordidez de su bohemia. No dejé pues de respirar
la actualidad cultural de Lima, por más que para algunos yo
no sea más que un provinciano de mierda. (Fragmento de
Arte poética a propósito del libro Monte de Goce, por
Enrique Verástegui.)
(Dv) Salomón Valderrama Cruz,
del libro La poesía como secreto peruano.
Salomón Valderrama Cruz
nace en abril de 1979 en Chilia, departamento de La Libertad (Perú).
Realizó estudios en la Universidad Nacional Federico Villarreal
y Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Aparece su primer libro
de poemas Encrucijada el año 2002 y, en el 2003, Anemómetro.
Ha sido publicado en revistas de Perú, Argentina, Chile, Brasil,
Venezuela, Colombia, Estados Unidos, México, El Salvador, España,
Puerto Rico y Alemania.
_________________
"Poesía =
Arte por la belleza absoluta"