MAESTRANZA
Bajo la superficie de los mares
hay espacios en
blanco.
Las crestas de las olas alcanzan caracteres,
que sólo
imprimen en mareas altas.
Estas dos hojas diarias las escribe la Tierra,
Venus ninguna
aún siendo poeta,
y lee nuestra Vía Láctea.
Los juzga a todos malos,
los arruga y los lanza.
Los
agujeros negros: pura tinta perdida.
SOLTAR
LA CUERDA
Nunca aprendimos a saltar la cuerda.
Mis padres la
olvidaron
en el bazar de Presidente Errázuriz
dos nueve cero
uno.
Al techo del lugar sigue amarrada,
balanceando a mi
abuelo.
EN LA
VEREDA
Las micros trotan y son nuestras naves.
El continente
Pueblos, por pequeño,
no tiene terminales ni es
porteño.
Sentarse en su vereda a ver las aves,
ojo de pez soy sin boletos, sabes,
es prender fuego a guías
de Carreño,
al siglo y al comercio en cada leño,
ver ascuas
de tu cuerpo y de tus claves.
En la acera de un pueblo chico, hincarse
es darle un
fulminante gancho de box al tiempo,
y a la ruma de libros ......... y a las monedas ......... y a ti.
PUENTES
Los puentes son mosaicos de madera con agua
y juegan
como íconos de algún rompecabezas,
como piezas revueltas en la
mesa del aire.
Son los niños que tristes sacan los pies del lago
para onces
de leche y hallullas que se parten,
desmigando un mantel a
cuadros carmesí.
Marean estos puentes, si no se los recorre
cual jardín o
calleja de antiguas novias, novias
entre maderos fijos y líneas
de tiniebla.
Al volver, la sutil soledad de sus tablas
resume aquellos
brincos que añora nuestro paso
ya cansino de piedras: puzzles,
lagunas, pan.
HUAPI O
CUALQUIER ZONA RURAL
Abiertos como dedos de una mano, los cinco
continentes
poseen nombres de mujer.
Mi mujer es un cántaro
que cobija al viajero derramado.
En Huapi, de los cementerios sólo recuerdo cunas de
colores
dando la vaga idea de vientres que palpitan.
Porque ser seducido es una especie de muerte,
de
pausa,
mi mujer es la urna que protege nuestra falta de
lances.
............ Y bailarinas
conquistadas
concentran en su ombligo
una herida que inspira
y luego expira
lo fugaz de su acto:
caer en los espacios sin
tierra de la Tierra
es refugiarse en otros surcos, ser un
murmullo
que se esconde en las bóvedas.
La vida es el dibujo que salmones nadan desde la cuna
hacia
cunas distintas en madera tallada,
cavadas bajo tierra.
Y sobre ella nos queda tan sólo una certeza:
hay cinco
continentes embelesando a los marinos que suspenden el viaje
y
lo reemplazan por la otra muerte, sus velos y guarida.
CORAZÓN
DE PALOMA
Come cerezas sobre un plato blanco.
El roce del colmillo
y la caroza
corta el aire
.............
.... como si en sutileza
ella pinchara un globo
.................. terráqueo que palpita.
TERMINALES COMUNES
Sólo la vuelta de otras niñas en bicicleta
da origen a
la plaza en donde puedo escribirte.
Los círculos concéntricos del cielo
trazan decenas de
gaviotas
................ mientras tu mano se
esculpe a sí misma
.............. .
(vuelos de águila sobre el tocador).
Estos retoques a la piel del mar
hacen de los pelícanos
cucharas
en las pestañas del océano.
El agua es tu perfil,
oculto por la niebla de los
puertos
girando en bicicleta.
EL
CORTEJO DE ESTA ESPECIE ES UNA AUSENCIA
La mujer que uno habita
siempre es otra de la que seca
nuestros labios
hasta despertarnos con cada medianoche
.............................................................
sin estar allí.
Desvela quien se halla
danzando en inviernos azarosos de
antes
un merengue que habla de esta carnal nostalgia
........................................................
que no la albergó.
EXORDIO
A SOLTAR LA CUERDA (TENDENCIA A LA AFONÍA)
Y a estos ojos blancos, a echar la puerta abajo
a
camionazos del Goliat.
A cincelar en la garganta bordes
del
pasillo de rugby. Al padre envuelto en banderas.
Dolor de
cuello. Afuera la lengua y balbuceos,
gringo proleta o vieja
solterona
limando sus perfectos muebles. Flaco,
tendencia a
la afonía y al bostezo.
A inflamar estas naves, las
amígdalas
y las palabras graves. Modulación en
falta.
Tendencia al yeso y a perder papeles,
al mal riego
sanguíneo. A caerse en canales.
Perdimos nuestras fichas de
ludo. Se atoraron
con dulces nuestras cuerdas. Y para este
jueguito
del amor, nudos en la tráquea.