Felipe
Cussen
Por
Ernesto González Barnert
Felipe
Cussen (Santiago, 1974) escribe claro, no fácil, contrarresta inteligentemente
tanto dramatismo de palabrerío hueco y no teme internarse por el cotidiano
transcurrir, sin quitarle el poto a la jeringa o sin darle el peso equivocado
al propio ego o a sus experiencias. Sin duda, Felipe, es un poeta que trabaja
intensamente los formatos, explora, ha hecho poesía visual, es cuidadoso
en los pequeños detalles como en lo que dice, respeta el silencio. Y sabe
a donde quiere llevarnos en cada texto. Y se agradece. Su poesía es una
excelente lección o parele a tanto realista sucio, a tanta grandilocuencia
barata, a tanto gargarismo surrealista. Quizás uno de los que mejor, entre
los jóvenes poetas, ha aprendido de Nicanor Parra, Claudio Bertoni, Eduardo
Llanos. Sin imitarles. Agregando su propio grano de arena. Alguien que como ellos
tres y otros, chilenos y no, tiene la sapiencia de no por eso negar las pequeñas
y grandes tragedias, las que sí realmente importan. Una escritura que tampoco
desconoce un cierto sustrato religioso, musical, de contención, humorístico,
lúdico. En fin, poesía para leer y seguir leyendo. Poesía,
a secas, de buena madera.
- ¿Cómo
llegaste a la poesía?
- Hablar así supondría
una especie de "estado" o una forma de vida particular, que, si existe,
no me interesa mucho. Tampoco le hallo gracia a las mitologías privadas
de la formación de un escritor, que intentan dar la impresión de
que se hubiera nacido destinado para ello. En mi caso, cuando chico jamás
se me hubiera ocurrido que estudiaría literatura, pero eso fue lo que hice
cuando salí del colegio, porque quería combinar mis estudios de
música con alguna carrera relacionada pero que no me exigiera tanto tiempo.
Recién ahí comenzó una dedicación más aplicada
y mantenida, pero nunca exclusiva. No considero que la poesía sea esencialmente
distinta o superior a la narrativa, el ensayo, o a las demás artes.
-
¿Qué ha significado para ti la Poesía?
- Como
te señalaba, la poesía es sólo uno de mis gustos, como también
la música, o los programas de farándula. De todos modos, la literatura
ocupa parte importante de mi tiempo laboral, pues hago clases, y también
me gusta escribir críticas o hacer entrevistas. Pero soy bastante disperso,
y no podría pasarme el día entero leyendo o hablando de poesía,
lo encuentro una lata.
- ¿Para quién
escribes?
- Para mí.
- ¿Cuándo
escribes necesitas algo a tu alrededor, alguna cosa, haces algo en particular,
etc?
- No escribo cotidianamente, la verdad, aunque suelo tener
febriles arranques de creatividad cuando tengo otras cosas importantes que hacer,
y escribir resulta una perfecta excusa para sacar la vuelta. Sólo en algunas
épocas que tengo menos trabajo me he propuesto dedicar un pequeño
tiempo fijo a escribir o corregir algún proyecto más extenso, como
autoimposición, y eso me funciona.
- ¿Cómo
es tu proceso escritural? ¿Cómo trabajas hasta concretar un poema?
-
Algunos poemas o textos narrativos los trabajo de manera convencional. Otras cosas
las trabajo como collage, recolectando citas, frases hechas, haciendo búsquedas
en google, y luego juntando eso a ver qué pasa. A veces he trabajado con
imágenes, o con programas de edición de sonido y video. Desde el
año pasado también he hecho algunas obras en conjunto con el compositor
Ricardo Luna. Últimamente la mayoría de las cosas que he hecho han
dependido de circunstancias particulares (un concierto, una lectura) y he tenido
que hacerlas con un plazo y condiciones específicas, lo que me resulta
motivante porque se acerca a las condiciones de producción de otras artes.
Lo que quisiera rescatar de todo esto, es que para mí se trata siempre
de procesos en los que prima la conciencia de que la poesía, aunque tenga
una carga emotiva, es una actividad en la que se manejan materiales y técnicas
para obtener un producto básicamente artificial.
-
¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias han marcado tu
cocina literaria y también la propia vida?
- No sé
cuáles específicamente, pero como ya te decía, lo que he
buscado en los últimos años es trabajar con procedimientos basados
en restricciones específicas o en técnicas de otras artes, así
como la experimentación hacia lo visual, lo sonoro, etc. Para este efecto,
obviamente ha sido relevante conocer las tradiciones respectivas, y así
evitar el riesgo de creer que uno acaba de descubrir la pólvora. También
he estado leyendo sobre mística, y me interesa mucho su relación
con la literatura, precisamente porque involucra una serie de problemas expresivos
muy radicales. Estos ejercicios en el campo creativo han ido muy ligados a lo
que he intentado investigar de manera crítica.
-
¿Cómo ves la poesía actual chilena? ¿Y de tu generación
en ella?
- El concepto de generación me parece muy pobre
y estático, pues se basa en privilegiar la homogeneidad y no las vertientes
más inventivas. Lamento que muchos (no sólo en el ámbito
académico, sino particularmente en grupos de poetas) lo ocupen, porque
suele ser una perfecta excusa para encasillar a otros autores y así no
tener que leerlos.
Aunque antes me jactaba de no tener amigos poetas,
con el tiempo también me hecho amigo de algunos de mi edad, y he podido
tener diálogos bastante fructíferos, del mismo modo que los he tenido
también con escritores o artistas mayores o menores, de aquí o del
extranjero, y con los que a veces tengo opiniones completamente distintas. No
me considero, entonces parte de una generación, ni mucho menos. Algo que
sí me molesta es cuando se califica de "poetas académicos"
o "conservadores" a algunos de los que escriben a partir de los '90
y que han demostrado ser bastante más arriesgados que muchos de sus acusadores,
quienes lucen orgullosos sus grados académicos, premios y bibliografías
en las solapas de los libros y que se nota que escriben con el libro de estudios
culturales en la mano.
Respecto a esto último, observo que en la
poesía chilena actual hay un excesivo énfasis en el contenido de
los mensajes y se deja de lado la investigación formal, como si ésta
llegara por añadidura. Pareciera entenderse que un buen poema sólo
consiste en hacer una declaración supuestamente chocante o rupturista,
del tipo "fíjense que soy choro, siento todo el dolor de la patria
en mi ser", "me llevo mal con mis papás porque soy súper
rebelde", "soy bacán, porque soy marginal", "me cargan
las universidades privadas", "los cuicos son malas personas", "soy
gay y soy cool"...
A un nivel exterior, creo que está todo
muy inflado y me impresionan los decibeles del vociferío en las discusiones,
donde pareciera que para ganar hay que tirar la pachotada, y se opina olímpicamente
de otras propuestas sin siquiera conocerlas. Se cree que la poesía chilena
es lo único que importa, pero si tenemos en cuenta que incluso aquí
esto no le preocupa a casi nadie, es aún más penoso. Además,
tengo la impresión de que se carece casi por completo del sentido del humor
y que se asocia el ser poeta a una especie de seriedad y gravedad (de la que los
supuestamente "alternativos" también hacen mucha gala), como
si los poetas tuvieran una responsabilidad especial que a mi juicio no existe
y nadie se las ha pedido.
- ¿Qué
significa para ti el FDE?
- Lo que me gusta del Foro es que ha resultado
ser un buen espacio de diálogo con escritores que ya antes había
leído, y con otros que luego he conocido allí, de distintas generaciones
y con gustos bastante diversos. Me parece excelente que la discusión se
centre en los aspectos técnicos de la escritura, que se valoren las posibilidades
de experimentación y que haya una genuina curiosidad por lo que ha ocurrido
antes en estos campos o lo que se está haciendo en otros países.
Echo de menos, en ocasiones, una mayor autocrítica en lo que hacemos. Y
en ningún caso creo que el participar de este u otro tipo de reuniones
garantiza nada sobre la calidad de nuestros respectivos proyectos.
-
¿De tu obra si tuvieses que elegir un poema o fragmento... cuál?
-
No sé.
- ¿Qué libros
nunca has podido terminar de leer?
- Llevo más de un año
intentando terminar El libro del desasosiego de Pessoa, pero estoy seguro
que lo conseguiré.
- ¿Si no fueras
poeta... qué serías?
- Me carga el hecho de considerarse
poeta, porque lo encuentro una siutiquería. No considero, entonces, que
"soy poeta". Sí me siento muy contento haciendo clases de literatura.
-
¿Qué poeta chileno no volverás a leer jamás?
-
Todavía me faltan varios para leer por primera vez.
-
¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
-
Me gusta mucho Llama viva de Venancio Lisboa.
-
¿Cuál fue el último libro de poesía chilena que leíste?
-
De los últimos que he leído, me han gustado especialmente
Luis XIV de Paulo de Jolly y Archivo Zonaglo de Gonzalo Millán.
-
¿Qué libro estás leyendo ahora?
- Para mi tesis,
acabo de leer Bronwyn de Juan Eduardo Cirlot. Para otra investigación,
he estado leyendo los artículos de Augusto de Campos sobre música.
Para una clase de mañana, estoy leyendo algunos sermones del Maestro Eckhart.
-
¿Qué piensas de los Premios literarios?
- Que hay
varios decentes, pero que su valor, evidentemente, es relativo: es la opinión
de algunos lectores. Si esos lectores merecen el respeto de uno, tanto mejor.
-
¿Quién te gustaría que recibiera el Premio Nacional de Literatura?
-
Claudio Bertoni.
- ¿Qué
te parece este Chile ad portas del Bicentenario? ¿Su política cultural
para con la Poesía?
- La verdad es que las conmemoraciones
de fechas siempre me resultan muy gratuitas. Sobre política cultural, si
bien hay iniciativas que a pesar de las pifias me parecen valiosas, como el Fondart,
hay otras que verdaderamente me deprimen. Hace unos días, por ejemplo,
pasé por la Feria del Libro en la Plaza de Armas y se me quitaron las ganas
de leer.
- ¿Qué palabras le dirías
a alguien que está comenzando en esto de la poesía, alguien que
ha decidido ser poeta?
- Que vea televisión. Creo que el
gran problema de los poetas es que generalmente no ven televisión. Por
eso se creen poetas.
- ¿Cuáles son
los 10 libros que recomiendas leer?
- Cualquiera.
-
¿Qué te escandaliza?
- Más que escandalizarme,
me parece de mal gusto que los poetas se quejen tanto: primero, hay mucha gente
que ni siquiera tiene la posibilidad de andar de ociosos y dándoselas de
lindos como ellos, y segundo, dentro de todas las artes, ésta es la más
barata y simple de practicar (no hay que invertir en instrumentos ni materiales,
ni depender del tiempo de otras personas o de plazos fijos). En general, no me
interesan las "sufridas" vidas de los poetas, ni menos sus infinitas
paranoias.
- Y por último ¿a qué
le tienes miedo?
- A la presentación que haga de mí
Ernesto González Barnert en esta entrevista: temo que diga "podría
ser un buen poeta pero"...
Las
olas no llevan,
las olas no nos llevan,
solas se llevan,
solas se llenan
las
olas,
van y vuelven,
nunca se devuelven,
nunca se detienen,
nos retienen,
van
y vuelven,
devuelven las horas
las olas,
no se detienen,
pero borran,
¿qué
borran
las olas?
las horas
que devuelven,
¿por qué
vuelven,
ya no llevan
suficientes horas?
no llevan suficientes,
no
son eficientes,
no son suficientes
las olas,
y nosotros menos,
somos
cada vez menos,
no nos llevan
pero nos llevan
las olas,
van y vuelven
las
olas,
y lentamente
nos borran
la mente
de la mente,
se llevan la
mente
lentamente,
lamentablemente
no se lamentan,
y lamen
las
horas,
no devuelven
las horas
las olas,
nos lamen,
nos lamen la
mente
lentamente,
las olas van y vuelven,
no se detienen,
jamás
se detienen,
¿qué traen?
¿qué llevan?
no
traen,
no llevan
nada,
sólo borran,
¿qué borran
las
olas?
las horas,
nunca traen
lo que esperábamos,
lo que esperábamos,
lo
que esperábamos,
¿vamos?
esperábamos,
¿vamos?
esperemos
las
olas,
¿qué olas?
las que esperábamos,
¿qué
esperábamos?
las olas que esperábamos,
¿vamos?
esperábamos
¿vamos?
esperemos,
nos
paramos,
dejamos
las olas
solas,
¿nos vamos?
nos paramos,
¿nos
vamos?
partamos,
no,
paremos,
no,
esperemos
las olas,
¿esperábamos?
esperábamos.
Esperamos.