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Juan Luis Martínez, visto por Tevo Díaz
Por Felipe Poblete
Texto originalmente publicado en la revista «Llave De Sol» N°2. Revista de la Universidad
Técnico Federico Santa María; aparecida en Junio de 2011.
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El año dos mil, el director viñamarino Tevo Díaz (1972) presentó el trabajo audiovisual “Señales De Ruta Sobre El Poeta Juan Luis Martínez” —más conocido, simplemente, como “Señales de Ruta”, que será la manera que, desde ahora, use para nombrarlo— en soporte VHS (acrónimo para “Video Home System”). Recientemente, dicho trabajo audiovisual fue reestrenado, el diecinueve de marzo del año dos mil diez, ahora en formato DVD (acrónimo para “Digital Versatile Disc”), en la casa-museo La Sebastiana. Este trabajo audiovisual, que explora la obra del poeta Juan Luis Martínez Holger (1942-1993), ha sido clasificado de “documental subjetivo”; lo relevante de ésta obra, es que no indaga en la figura del poeta en tanto biografía, la cual queda desplazada de la extensión de la obra, salvo por contados momentos.
Sobre el poeta Juan Luis Martínez, no es necesario repetir los datos que con bastante frecuencia ya hemos leído acerca de él, aunque, por otra parte, interesa más presentar su obra, escasa en número, pero de una densidad abrumadora. En 1977 es publicado el libro «La Nueva Novela» y, al año entrante «La Poesía Chilena», ambas obras —en especial ésta última— se sitúan en el límite entre obra plástica y libro. «La Nueva Novela» (reeditada por el autor facsimilarmente en 1985), posee algunas hojas de diferentes tipos de papel, objetos adheridos en el interior, hojas con zonas que fueron retiradas, alta cantidad de imágenes (gráficas, collage, comic, fotografía, dibujo), variedad de tipografías, además de la utilización no-ortogonal del soporte de la hoja. En cuanto a “La Poesía Chilena”, es un libro de pequeño formato apaisado guardado en una caja negra, junto a una pequeña bolsa plástica con tierra, el pequeño libro contiene certificados de defunción de los cuatro grandes poetas chilenos del siglo veinte —Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Pablo de Rokha y Vicente Huidobro— y al final otro, del padre del autor (quien, como Rodrigo Lira, falleció un 26 de diciembre), entre montones de fichas de biblioteca en blanco, junto a banderitas chilenas, que a pesar de quietas, tremolan una tras otra con el pasar de una mano lectora.
Para la publicación de ambos libros, ambas obras, objetos, el poeta debió autogestionar su propio sello, al que llamó “Ediciones Archivo”; en el que aparecieron, también, un libro de poemas de Roberto Merino (1961), llamado «Transmigración» de 1981 pero publicado en 1987, «Señales De Ruta Del Poeta Juan Luis Martínez» de Pedro Lastra (1932) y Enrique Lihn (1929-1988), del mismo año que el de Merino (entre otros). Esta pareja de libros, junto con «La Nueva Novela», conservan el formato: 18,9 × 27 cm.
Entonces, el documental sobre la poesía martiniana lleva, casi, el título del libro de Lastra y Lihn, claramente en alusión al poema “La desaparición de una familia”, que coincide en ser el poema que captó la atención del realizador Tevo Díaz, cuando éste lo escuchó por boca de la hija mayor del poeta[1] en sus tiempos de escolar. Que el documental sea adjetivado de subjetivo, da Vida, como diría Huidobro. La palabra es señera, a pesar de contradecir la expectativa común del género documental, que está caracterizado por una supuesta objetividad, construida ésta por ciertos códigos cinematográficos (tendencia a planos fijos, o bien paneos lentos; narración en voz-en-off; montaje ordenado lógicamente; abolición, o al menos atenuación, de inserciones musicales; entrevistas a personajes de reconocida importancia en el tema tratado, entre otras). No es preciso ser experto en materia de lenguaje cinematográfico para saber que toda producción audiovisual, por seria que pretenda ser, es siempre una ficción; y su vez toda ficción es también documental, en tanto documenta los medios con los cuales fue realizada la obra. Pero bueno, investigar a cerca de los límites de ficción y documental, aun limitándose al cine, queda fuera de las pretensiones del texto que avanzo.
«Señales De Ruta» dice aquello que dice en pajarístico... Aunque también en español, o en inglés, puesto que el DVD permite dicha (s)elección de idioma. Como iba diciendo, «Señales De Ruta» está ubicada en el Habla de la poesía de Martínez: los textos narrados en el documental (que son todos de otros autores, así como Martínez citaba y citaba, varias veces sin confesarlo), van mezclándose, alternándose, al igual que las entrevistas; también van intercaladas las secuencias que muestran los libros del poeta, los paisajes de Chile, a saber, campo y marina (tal como nos enseñara la tradición pictórica nacional). Y como si esto no fuera suficiente, también aparecen algunos poemas de Martínez, recitados por él mismo y por otros, en compañía de imágenes de archivo (de Leopoldo Castedo y Sergio Bravo), de la biblioteca del poeta y de algunas de sus obras visuales. Es ésta una obra audiovisual que invita al espectador a salir(se) de su pasividad, entrando en la obra del poeta Martínez, así como éste invita al lector a ser autor en/de «La Nueva Novela»[2]
Tevo Díaz entrevistó a tres escritores chilenos: Miguel Serrano (1912-2009), Volodia Teitelboim (1916-2008) y Armando Uribe Arce (1933), trío bien disímil, pero en rima a la estructura de «La Nueva Novela»: el propio libro inicia con dos dedicatorias encontradas en un libro de Serrano. Por lo cual éste pasa a ser, en el documental, un momento inicial. Serrano, siendo una figura de marcada orientación política derecha, aunque transfigurada ésta por una alta dosis de misticismo, convirtiéndolo en un escritor de religiosidad sui generis, algo así como Hölderlin, viene a ser una representación de un límite del libro, el “nada es real” (que aparece en la solpa). Por (la) otra parte, aunque no muy lejos, está Teitelboim, que sería la representación de la zona racional, sistemática, política y religiosamente opuesta a la de Serrano: el “todo es real”, en el otro límite del libro. Aquellas son las palabras que cada escritor va diciendo en compañía del otro, me refiero a la secuencia en que es leído el texto de las solapas de este tremendo incial libro de Martínez: ¿Qué es la realidad? ¿Cuál es la realidad? / La realidad es sólo la base, pero es la base”. Los límites “nada es real” y “todo es real” a pesar de ser contrarios, coinciden en su ubicación, paradójicamente, es cierto. Y es por esto que la figura de Armando Uribe funciona como un catalizador de esos dos sistemas; Uribe es, un poco, quizá, como Sogol en el libro, entre el inicio y el colofón, al igual que en el documental. No es azaroso que una de las entrevistas de Uribe se titule “La Paradoja”, así como no hay nada de azaroso ni menos inconsciente[3], en el cuerpo textual/visual de «La Nueva Novela».
No obstante, la herencia martiniana alcanza aun otro nivel de significación en la obra de Tevo Díaz: la materialidad. Es muy fuerte la imbricación que hay entre forma y contenido, en los “libros” de Martínez, al punto de hablar de una equilibrada importancia entre ambos conceptos. Es importante tener presente que Martínez, junto con haber sido poeta, fue también artista visual, ámbito que ha sido estudiado[4], pero que, a diferencia del poético, adolece de buena visibilidad. Situación que invalida la plenitud de su relevancia estética, incluso considerando su anticipada aparición: la exposición “Objetos” que fue presentada en Julio de 1972, en el Instituto Chileno-Francés de Cultura en Valparaíso; corolario de lo cual, bastantes años después, Nicanor Parra (1914) da a conocer publicamente sus llamados Artefactos, que no son sino objetos.
Volviendo ahora al DVD de Tevo Díaz, importa destacar su novedoso diseño exterior: en base a transparencias e inversiones de imágenes y textos; toda una materialidad en el nivel del diseño y el colorido, que se ajusta al soporte del contenedor. Aquello podría ser la forma, asimismo, el contenido del DVD ofrece una vasta gama de posibilidades al espectador además del propio documental: fotografías, obra visual, audio, libros, entrevistas. Todo ello postproducido[5] en un menú redondo, que recuerda la forma de «La Nueva Novela» (es una metáfora). Sumado a lo antes dicho, está el archivo-de-prensa sobre Martínez, al interior del disco. Se trata, por tanto, de un DVD que no es mero soporte de un documental, sino de un archivo, así como el nombre del sello editorial de Martínez. Sin duda alguna, éste es el Archivo Martínez más completo, al menos hasta la fecha. Un Archivo en el sentido primario y fundamental de la palabra: “lugar en que se guardan documentos”.
Otra zona del DVD «Señales De Ruta», corresponde a otro trabajo de Martínez, en el que habría trabajado por más de quince años, según dice el documental: hablo de «Aproximación Del Principio De Incertidumbre A Un Proyecto Poético»[6], que apareció por el sello Nómade, el año recién pasado [2010]. No obstante, el acceso a éste material tiene algunas dificultades: de partida, no se encuentra entre las opciones del menú principal, ni en los submenús, sino en un menú secreto que aparece sin aparecer visualmente y que luego de unos segundos desaparece. Este menú se encuentra en una de las entrevistas a Uribe, llamada “Estamos Siguiendo A Un Muerto”, a pesar de que el menú sea invisible, puede ser seleccionado oprimiendo la tecla Enter del control remoto, en el momento preciso.
Y por último. Y en relación a lo último que decía, en el DVD hay otro menú —éste sí es corriente— en el cual el espectador podrá encontrar un video que muestra «La Poesía Chilena», aquel libro sarcófago, siendo abierta por una mano que muestra los certificados de defunción mencionados más arriba, junto con otros, pegados también al libro, pertenecientes a otros poetas chilenos: el propio Martínez, pero también el de Eduardo Anguita, Volodia Teitelboim, Jorge Teillier, Miguel Serrano, Enrique Lihn, Rodrigo Lira y Stella Díaz Varín. Quizá sea lícito condenar ésta acción como una profanación de la obra, empero —y es a la postura a la cual me adhiero— el título tremendo de ésta obra, junto a la página replegada sobre la blancura de sí misma de las páginas en blanco, invitan a la intervención del libro, a su continuación, más bien: adjuntar y adjuntar certificados de defunción.
Felipe Poblete
Viña del Mar, Verano de 2011
[1] Alita Martínez, quien es entrevistada en el documental.
[2] En «La Nueva Novela» son reiteradas las veces en que el lector es interpelado, ya sea para resolver problemas mentales, para dibujar, para adivinar, para analizar, para hablar, para calcular, para averiguar, etc.
[3] En el documental, Teitelboim explica “Juan Luis Martínez es un poeta entrañable, muy fuerte [...] se ha exagerado, a mi juicio, una especie de irracionalidad de su poesía, yo creo, por el contrario, que es una poesía estrictamente lúcida, rigurosa, incluso con cierto aire científico, en cuanto que sus versos suenan a ratos como axiomas [...]”
[4] Me refiero al texto “El Gran Solipsismo: Juan Luis Martínez Obra Visual” del académico José de Nordenflycht (Editorial Puntángeles, Valparaíso, Chile. 2001)
[5] La nomenclatura “Postproducción” corresponde al ámbito del video, el cine y la televisión, se trata de los trabajos producidos con posterioridad a la filmación, sobre dicho material fílmico. Nicolas Bourriaud en “Postproducción, la cultura como escenario: modos en que el arte programa un mundo contemporáneo” (Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, Argentina. 2007), indaga el concepto, introduciéndolo al ámbito de las artes visuales contemporáneas en general.
[6] La presentación del libro, a cargo de los poetas Ronald Kay y Bruno Cuneo, se realizó el día 18 de marzo de 2010, en la Galería D-21 (Providencia, Santiago), cuando se exhibían los “Objetos” de Juan Luis Martínez.
