Fosa común devino en mi como un potente collage. Un ejercicio
de estirar la poesía, como un elástico, para luego soltarla
y captar como se desprende, se rearma, se rearticula en forma a veces
brutal, en trozos, en gajos...
Me refiero al hecho de una construcción poética hija
no del ya tan manoseado "azar" que de tan azaroso se congeló
en artificio y pura palabrería. No. Acá hablo de una
interesante unión de fragmentos, de piezas, de un cónclave
inesperado de ciertos detritus del lenguaje que se juntan y se potencian.
Una cita de balbuceos esquizofrénicos, que como espejos, nos
devuelven el reflejo exacto de lo que somos: Un montón de habitantes
desesperados, arañando lo inefable desde nuestras particulares
oscuridades.
Fosa Común: Punto de encuentro y de fuga. Los desechos,
las citas, las hablas en diversos registros, vienen y se aglutinan
en esta fosa, y que es común o sea democrática, por
ende los cobija a todos. Habla culta y popular se acercan, se rozan,
y más allá una cita de la alta poesía se pone
nerviosa ante la presencia de una cita ordinaria, vulgar, demasiado
cotidiana. En esta fosa, las hablas chocan, se desperdigan, y comienzan
a unirse de forma potente, revitalizándose todos los discursos....y
luego la fuga.
Si Fosa Común goza de ir epatando al lector con imágenes
rápidas y en apariencia inconexas, es también por la
pleitesía secreta rendida a quien nos enseñara a hacer
la verdadera arqueología del lenguaje: T.S Elliot. Desde ahí,
o mejor dicho desde la tierra baldía, llega el eco que también
viene a resonar en su propuesta, en esta fosa que aparece algo baldía,
pero que está tan saturada de voces que en verdad, no lo está.
Fosa Común: Un conjunto de coros, todos queriendo protagonismo,
arañándose para hablar primero, por eso la sensación
de atarantamiento de ciertos pasajes, la sensación de algo
demasiado telegráfico, que se cruza o se interfiere con otro
telégrafo y así sucesivamente...nada queda indemne en
esta fosa, pues lo que ya cayo en su reino, saldrá de seguro
transmutado. Pura metamorfosis discursiva o metamorfosis discursiva
pura. Da igual.
Fosa Común: ¿Es siempre fosa o también
es alcantarilla? Trabaja mucho con el habla degradado de la urbe.
Para qué hablar si quiera de cómo Fosa Común
se configura en el actual panorama poético, ciertamente un
tema importante, pero que ahora no me interesa destacarlo. Este texto
es solo mi impresión, seriamente vaga, tras la lectura.
Fosa común como un libro riesgoso. Una celda escondida
donde perviven voces que ya murieron con otras que recién abren
los ojos. Juego peligroso de construir, pero lo es más para
el lector, que puede quedar perplejo esperando una poesía clásica,
de esa encorsetada en la rima o en cierta tendencia, así que
este libro les devuelve el riesgo de la aventura, cosa no menor. Poesía
como oficio del trapecio: Puro espectáculo, pero con la ventaja
de bailar al filo del abismo. (y con los ojos abiertos, como señalara
Bolaño).
Finalmente, me pareció un trabajo interesante, sobre todo por
el riesgo. Por ese gesto parriano, el rescate en tan buena hora de
Elliot, y el guiño martiniano con las propuestas gráficas.
Un buen cúmulo de influencias que felizmente parecen no ensombrecer
toda la amplitud de la fosa.
Ojalá este trabajo se exhiba y más allá de las
siempre insidiosas críticas, se rescate el aspecto que señalé:
El riesgo, en tanto creación de un lugar saturado de voces
y el rescate, en tanto altar de ciertas voces mayores que otras. Creo
que desde esos dos pilares podemos emprender una lectura de Fosa Común,
que además no es la única, y eso también lo agradezco
pues la clausura gratuita de las interpretaciones es algo que detesto
altamente.
En esencia, se trata de dar solo mi impresión, y no una sesuda
opinión de hedor academicista....en todo caso, bueno seria
que esas voces también fueran a parar a esta Fosa Común,
y me gustaría estar allí para ver cómo sobreviven,
en fin...