La
tradición chilena. Poetas
Por Marcelo Suárez
El Deber, Santa Cruz de la Sierra - Bolivia, Sábado 3 junio
de 2006
Chile es el país invitado de la
séptima versión de la Feria Internacional del libro
de Santa Cruz. Brújula conversó con Eduardo Llanos Melussa
y Francisco Vejar, dos de los autores que llegaron para participar
de las actividades programadas. Un análisis de las letras del
vecino país
- ¿En qué nivel se encuentra
actualmente la poesía chilena?
- Eduardo Llanos (EL): Está en un nivel alejado de lo que fue
en otros tiempos, tomado en cuenta que en la poesía chilena
ha habido cierta tendencia al realismo en diversos grados, incluido
Vicente Huidobro, que era más evasivo de la realidad por su
espíritu creacionista. En ese sentido, lo que se constituye
en el filón de nuestra tradición poética ha continuado
en mínima
cantidad. Pero lo más lamentable es que se ha ido atenuando
el compromiso lírico de los poetas.
- Exponentes como Jorge Tellier y Enrique Lihn se encargaron de
mantener la hegemonía de la poesía chilena de la década
de los 50. ¿Existió quién releve sus obras?
- Francisco Vejar (FV): Lamentablemente su trabajo ya casi no se ve
en los nuevos poetas, a pesar de que Tellier y Lihn marcaron las principales
tendencias en la poesía joven hasta hace algunos años.
- (EL): Desde un punto de vista cualitativo la poesía chilena
ha perdido esa hegemonía que tuvo en la lengua hispánica,
pero no es que ya no haya poetas. La poesía chilena siempre
formó parte de un sistema de pequeñas estructuras donde
había figuras dominantes con sus respectivas polaridades, ya
sea Huidobro y Neruda o Nicanor Parra y Gonzalo Rojas.
Esa diversidad de los años 50 se mantiene y se diversifica
por un tiempo. Posteriormente un aspecto que sería fundamental
es lo que ocurre con el golpe de Estado de 1973. A partir de ese suceso
la simultaneidad de talentos dispares, variados y diversos no se da
con la misma intensidad ni con la misma frecuencia, entonces, las
generaciones posteriores de poetas se ven enroladas en una especie
de maratón de caracoles por llegar primero a una meta ilusoria
que es la figuración. El cambio principal va por ahí,
hay buenos talentos, pero la estructura y el sistema de creencias
ligado a la poesía se ha ido diluyendo.
- ¿Se podría deducir que esa diversidad es la que
ha desaparecido?
- (FV): En parte sí, porque la generación, tanto del
50 como la del 38, donde están Nicanor Parra, y los poetas
surrealistas de La Mandrágora, fueron parte de una casta muy
diversa, como también lo fueron Eduardo Anguita o Humberto
Díaz Casanueva. Gente que además de escribir poesía
también hacía traducciones y ensayos.
Lamentablemente una de las preocupaciones fundamentales de los poetas
hoy en día es el lobby, donde lo primero que se forman son
las modas. Eso es algo que considero muy nocivo para el arte, ya que
para mí las modas literarias son el refugio de los tontos,
porque son efímeras.
- (EL): Cuando uno examina la historia de la literatura latinoamericana
se da cuenta de que hasta la década del 60 hubo buena poesía
como también buena crítica literaria por parte de los
poetas. Actualmente no soy nada optimista al respecto en el caso de
Chile porque veo muchas antologías, que han aparecido en los
últimos tiempos, que equivalen a esa poesía postmoderna
que a mí no me dice nada.
Hoy por hoy existe una proliferación de distancias y validaciones
que pueden resultar muy engañosas para el público, pero
que de alguna forma funcionan, como son los premios, diversas clases
de cánones, revistas y encuentros. Lo que sucede allí
es que se reiteran nombres y al final no pasa nada, entonces, es obvio
que está ocurriendo algo que distorsiona.
- Dentro de la gran tradición de la poesía chilena
existen nombres que son esenciales, comenzaremos con Huidobro. ¿Cuál
consideran que fue su mayor mérito como poeta?
(EL): El atrevimiento, la audacia. La capacidad para sintonizar una
propuesta metafórica muy fuerte que él llamó
Creacionismo y una voluntad de liderazgo espiritual notable. Eso en
el haber, pero en las deudas que quedaron por saldar en Huidobro está
un cierto desprecio por lo que en definitiva marca la poesía
como inmortal. Deliberadamente, muchas veces se refirió en
términos despectivos a lo que podíamos llamar realismo,
pero también al compromiso emocional del poeta, que desde luego,
muchas veces se ha prestado a un emotivismo simplón. El poeta
chileno siempre ha tenido un compromiso existencial, que en el caso
de Huidobro se registra sólo en su obra más tardía,
que fue compensada con la creatividad de su etapa inicial.
- (FV): Echo de menos en la obra de Huidobro un compromiso existencial
con su gente y con lo telúrico, que se da en otros autores
como Gonzalo Rojas con el poema Carbón, por ejemplo. Sin embargo,
Huidobro se fue a París y fue allá donde vivió
el Vanguardismo, el Dadaísmo y el Creacionismo. Aunque luego
se incorpora a su tierra, en determinado momento parece que se quiere
sentir más europeo que chileno. Pero no se puede negar que
es un poeta mayor, más que considerable.
- Además de poseer un estilo refractario a la poesía
pura, ¿cómo se podría definir a Gabriela Mistral
como poetisa?
- (EL): Yo creo que Mistral es la gran incomprendida de la literatura
chilena, porque aún no se termina de dimensionar su trabajo.
Evidentemente, su obra es universal, aunque no cuenta con tantos seguidores
como se piensa. En el fondo está muy afincada con la cultura
chilena porque ella estaba sintonizada con el alma profunda, con la
realidad de su país y de América Latina. Su poesía
hoy por hoy no tiene muchos defensores, más bien hay con ella
un gesto relativamente mecánico de saludo a la bandera. Pero
entre las mujeres existe un intento por rescatar la obra de ‘la Mistral’
desde una perspectiva más renovada.
- Poemas y antipoemas (1949) de Nicanor Parra, determinó
un nuevo lenguaje crítico social. ¿De qué manera
influyó esto en los autores posteriores?
- (FV): En esta obra el lenguaje se hace más coloquial. En
el tiempo en que Nicanor Parra escribió estos poemas fue becado
en Oxford. Así fue como logra descubrir la poesía inglesa
y se abre a toda esa tradición, desde Shakespeare hasta T.
S. Elliot. Cuando escribió estos poemas fue un tremendo remezón
porque era un momento en que predominaba la obra nerudiana de grandilocuencia.
En cambio, con su obra, Parra demostró que el poeta es el hombre
de la calle, del habla coloquial. Entonces surgen obras maravillosas
como Soliloquio de individuo, Recuerdos de juventud, La víbora,
Los vicios del mundo moderno, etc.
- (EL): Pero hay un factor adicional que casi nunca se toca. Existió
una crítica que se entusiasmó con los antipoemas como
ocurrió con el abstraccionismo y el cubismo en el arte. Pero
yo creo que la verdadera perspectiva no está en los poemas
o los antipoemas sino en la 'y', es decir, la gracia de la antipoesía
mostró que la polaridad era una invitación a operar
un proceso dialéctico de integración entre esos polos,
que tenía un trasfondo psicológico y espiritual más
que esencial: en todos nosotros hay polaridades, aun en los sujetos
más sublimes. Y uno no puede sino enajenarse si desoye esas
voces interiores porque se empieza a engañar al momento de
crear.
- ¿Por qué logra trascender la obra de Pablo Neruda
más que la de ningún otro poeta chileno en el mundo?
- (EL): Es una mezcla de factores. Primero está el talento
real, en segundo lugar se encuentra un fenómeno curioso, puesto
que a él le tocó estar en los momentos clave que generaban
difusión y con la gente clave. Su amistad con la Generación
del 27 en plena Guerra Civil Española, y su posterior gestión
para trasladar a una parte de los perdedores de la guerra en un barco
a Chile, son aspectos importantes. Toda su vida tuvo una capacidad
enorme para conectarse con el momento y las circunstancias que le
daban sintonía con la realidad que vivía.
Por otro lado la maquinaria del partido comunista en el que militó
era incomparablemente más poderosa en aquel tiempo que ahora.
Todo eso contribuyó a que las traducciones de sus obras se
agenciaran por esa vía, y eran muy numerosas, lo que le otorgó
presencia en todo el mundo. Pero insisto en que el factor principal
para que trascienda su obra fue su enorme talento para componer.
- ¿La poesía de compromiso social que cultivaba Pablo
Neruda logró mantenerse en los autores chilenos posteriores?
- (FV): Considero que la poesía de compromiso social en Chile
ha desaparecido. Si queremos ver un compromiso con la tierra y con
el pueblo chileno, los podemos encontrar en los poetas mapuches, que
en definitiva ha sido una raza muy discriminada. Los autores están
escribiendo sus libros de manera bilingüe tanto en mapudungun
como en español. Esto demuestra que la poesía social
no siempre tiene que ser la que exhorte a levantarse en armas, sino
que también se puede ver reflejada de una manera de recoger
la tradición cultural de los pueblos.