Los atributos de la Poetry Factory
Por Francisca García B.
(Artículo publicado en EXCLUSIVO HECHO PARA USTED! Obras de Guillermo Deisler, catálogo de la exposición homónima, editado por Francisca García B.
24 de agosto –26 de septiembre 2007, Sala Puntángeles de Valparaíso)
Guillermo Deisler, con formación en la escuela de artes y oficios a partir de los 14 años, llamó a su taller-biblioteca Poetry Factory. Ese espacio podría definirse desde muchas perspectivas, pero la más notable –porque proyecta una cascada de posibilidades– viene a ser el hecho de haberse ubicado siempre dentro del radio que conformó su casa. De allí que la Poetry Factory haya podido mantenerse a pesar del viaje perpetuo del artista entre Santiago, Antofagasta, París, Plovdiv y Halle/S, que se haya hecho cargo del reciclaje de los residuos hogareños, y que haya instado siempre a una participación colectiva.
Marca el comienzo de la historia la ascensión de Eduardo Frei al gobierno en 1964 y los consecuentes créditos populares que otorgó el Banco del Estado, los cuales permitieron a Guillermo Deisler adquirir lo que sería el primer fundamento de su trayectoria de oficio y producción: la prensa tarjetera. Símbolo indiscutido de la reproducción seriada, la prensa se convirtió en el broche de oro de la incipiente poética deisleriana –que ya se manifestaba a través de la xilografía y los trabajos escenográficos–, al posibilitar la invasión artística en la cotidianidad y sus objetos. De allí en adelante la producción se proyectaría fuera del espacio del hogar, y la Poetry Factory comenzaría una historia gráfica elaborada por un sinnúmero de artistas y destinada a impensados rincones del mundo.
La Poetry Factory fue un prolijo laboratorio donde se gestaron obras desde diferentes oficios y para diversas disciplinas como el teatro, los títeres, la publicidad y el campo editorial, entre otras. Una perspectiva diacrónica podría visualizar dos grandes momentos de producción. El primero estuvo marcado por la fascinación que había provocado en Deisler la técnica de la xilografía, en cuyo trabajo abundaron los motivos salvajes y oníricos, que dio pie luego al nacimiento de las ediciones Mimbre en 1963, proyecto que podría constituirse en su conjunto como su primer poema visual. La obra gráfica de Deisler, por su parte, se hizo visiblemente más compleja en un proceso evolutivo que queda grabado en sus libros/carpetas publicados durante el período por Mimbre: GRRR (1969), Texto (1971), Poemas visivos y proposiciones a realizar (1972) y Proyecto para hacer un libro (1973). El lector poco a poco comenzó a ocupar un rol crucial en la construcción de la obra, se sumaron al libro elementos que esbozaron su posterior poética del libro-objeto, el grabado dejó de ser la única técnica y nacieron primarias composiciones que añadieron textos. La publicación Poemas visivos y proposiciones a realizar puede considerarse una obra puente en la trayectoria del artista, pues allí se consolidó el uso del collage y se incorporaron rasgos fundamentales de la poesía visual. Por su parte, Proyecto para hacer un libro está construido como el gesto puro y drástico de hacer participar al lector, hasta el punto de que es solo la lectura/participación la que otorga vida a la obra. Específicamente, el poema/juego Exclusivo hecho para usted (1971), de donde toman el nombre el presente libro y la muestra, se adelantó como el primer objeto de arte conocido entre su obra de este período. Al igual que Proyecto para hacer un libro, que anticipa la desaparición del autor –no ya por la tachadura gráfica sino por el anonimato patente de la propuesta, que sí está firmada–, el tono punzante de sus instrucciones, ubicadas al reverso del objeto plastificado, no deja de recordarnos aquellas que posteriormente incluirá Juan Luis Martínez en su nueva novela de 1977:
Exclusivo hecho para usted
“INSTRUCCIONES: Tome el juego y realice el movimiento como se indica en la figura, manteniendo la vista fija en el centro. El mareo, el vacío, el asco y la náusea que experimentará le harán sentirse vivo y seguro dentro de su mundo”.
El resultado de estos trabajos otorga pistas concretas para lo que será la obra de Deisler en un segundo momento, que coincide fundadamente con su partida de Chile y su residencia en Europa. En este período de exilio, el fetiche de producción fabril se hace patente, más que por efectos seriados –como fueron de alguna forma las ediciones Mimbre–, porque la producción de objetos se torna incansable, y porque surgen sellos, nomenclaturas y denominaciones que caracterizaron y definieron el conjunto de la producción deisleriana de los 80 y 90. La xilografía devino en serigrafías y timbres sobre una diversidad de soportes; el texto se impuso con una gramática alterada cuyo núcleo se fundó en la letra; la edición de libros artesanales locales se transformó en la gestión de una revista de poesía visual de influencia y convocatoria internacional, UNI/vers(;) peacedream proyect (1987-1995), que tuvo como antecedente la antología de 1972, Poesía visiva en el mundo, editada en Mimbre; y la consigna comunista derivó en mensajes poéticos universales, grabados por medio del stencil:
Arte Correo Latinoamericano tras una esperanza; poetry need movement; touch poetry; found poetry; let me speak!; fuimos, más aún seremos; you keep the peace in your hand; please non stop!; evething is poetry; MISSIVE POETRY: poetical message throughout MAIL for a cReaTiive COmmUnICAtIOn; Guillermo Deisler/ East Zone/ Poetry Maker…
En este período la gráfica de Deisler complejizó su confección, involucrando fotografías, ilustraciones y letras, que permitieron –a través de la repetición, el seriado, la inversión, la reducción y la ampliación– la reescritura de la lengua y la multiplicidad de lecturas de un mismo texto, independientemente de su valor gráfico y fonético. Los textos deconstruidos pasaron a ser un elemento que en sus composiciones formaron obras visuales íntegras. Por otra parte, el pequeño formato de los trabajos posibilitó su circulación por el mundo, y además, se integraron en ellos todo tipo de elementos que en la combinatoria adquirieron su valor estético –plantillas, láminas, pegatinas, sellos, perforados, matrices, plásticos, rafias, envases, botones, boletos, clips, monedas, piedras, etiquetas, transparencias, estampillas. Los símbolos dispuestos fueron muchas veces reutilizados en innumerables trabajos, orientados en cada oportunidad de manera distinta; y la recepción por su parte, se proyectó conceptualmente como una propuesta estética, y formalmente como una invitación a desplegar, desabrochar, desenvolver, desatar y despegar.
Estas reorientaciones le permitieron a Deisler redefinir la poesía en términos visuales, yendo más allá de un simple ejercicio de écfrasis o de analogías simples entre literatura y pintura. Así, la obra deisleriana consiguió entrar en el sistema de intercambio, en la economía y su nueva circulación, y al mismo tiempo se enfrentó a él, exhibiendo y documentando. La síntesis más completa de todos estos atributos se plasmó quizá en los 35 números correlativos e individuales de la revista UNI/vers(;).
La obra deisleriana fue lenguaje y documento, y por ello, su poética identificó a un sinnúmero de lenguas y dialogó con la diversidad cultural de occidente, que en este intrincado terminó por ensamblar la búsqueda y el hallazgo de una cultura mayor, el univers(o), donde todos los hombres son ciudadanos en la misma ley de tolerancia e igualdad. En virtud de su vasta y diversa producción artística, Deisler no pudo –o no quiso– definirse según un solo oficio: no fue grabador, ni editor, ni poeta, ni profesor, ni financista. En sus propias palabras: me interesa el verbo: fundamentalmente hacer, eso me identifica. Llamémoslo: artesanía(1).
Guillermo Deisler murió a los 55 años, víctima de una enfermedad que lo mantuvo hasta los últimos días con un estuche atado al cuello para alcanzar a dar a luz el número 35 de su revista UNI/vers(;), imagen imborrable en la memoria de quienes lo conocieron y de quienes colaboraron para ese último propósito, y que resume cabalmente los atributos de prolijidad, constancia y trabajo colectivo que caracterizaron siempre la manufactura de su Poetry Factory.
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(1) Cuestionario de un editor, realizado por Gregorio Berchenko. Impreso al reverso del afiche que anunciaba la exhibición de los libros Mimbre en la Universidad de Antofagasta en junio de 1970, exposición que unos meses más tarde se llevó a la sala Forestal del Museo Nacional de Bellas Artes en Santiago.