LA
COMBUSTION DE LAS CONTORSIONES OCHENTERAS
Sobre
Poesía para morder de Germán Gana Muñoz (Santiago: Garrapato
Ediciones*, 2007)
Por
Galo Ghigliotto
Poesía para morder
puede llegar a ser un buen alimento si se está a punto de emprender una
travesía delirante. Parece la descripción de un fatum arquetípico
para la construcción de un suceso conformado por personajes unidos por
nada más que las sensaciones. El texto
contenido al interior de este placard se desenrolla formando un cuerpo hecho de
papel fotográfico que será incinerado en alguna ceremonia festivalera,
en algún carnaval donde las bacantes nacen para morir incendiadas y no
tienen otro objeto que el de inspirar la figura que será combustible y
protagonista de su propio funeral.
Quienes habitan el texto existen más
allá de la barrera del deseo, sin posibilidad de retorno, en un lento y
continuo avance donde todo desaparece dejando surcos invisibles que sólo
pueden percibirse a través de su vacío: un hecho valioso es que
la extensión del texto logra evocar exactamente la duración de ese
proceso. Personajes como Billy Idol o un Gato Félix presente en su ausencia,
participan desde dimensiones complementarias iniciando un intercambio de sensaciones
que refuerzan recíprocamente sus personalidades y remarcando la figura
de objetos y sujetos opuestos sin llegar a distinguirse cual es cual ya que la
confusión consiste en que si todo ser (material o no) está en continua
retroalimentación, las polaridades del flujo se hacen invisibles, conduciendo
irremediablemente a una unidad empalagosa de la cual es imposible desertar.
En
la forma de Poesía para morder se haya una técnica inspirada
por los últimos estertores que han emitido los nuevos protagonistas de
la poesía; no hay nada de clásico en este texto (a no ser que se
esté inaugurando un nuevo clasicismo), apenas un juego de palabras como
tentación inevitable pero que de todos modos funciona. Las imágenes
contenidas aquí son como un postre en mitad de la tarde, móviles
y agraciadas, dúctiles, a un ritmo que nace directamente desde vertientes
nuevas, como por ejemplo de las escrituras de Pablo Paredes o Héctor Hernández,
un lenguaje que denota la falta del cargo de conciencia para con las vacas sagradas
al saltarse referentes que para algunos son ineludibles. El lenguaje desplegado
al interior de este placard parece el fruto de una flor que había nacido
con un adelanto evolutivo en relación a su genealogía.
mientras
yo me arreglaba la corbata
vi un dibujo de Billy Idol con forma de niña
en
la polera de una niña más alta, que sólo podía ver
cuando
los círculos de luz roja se posaban sobre su rostro
me acerqué
a ella y reconocí a La Pirómana
luciendo una gota de agua sobre
su lado inferior
que sequé con la punta de mi lengua
mientras me
daban ganas de besar sus orgasmos
En definitiva, Poesía para
morder, es un televisor abandonado sobre los escombros del holocausto, sintonizado
en una nueva frecuencia donde aparece la imagen holográfica de una virgen
kitsch quemándose a lo bonzo.
*Garrapato
Ediciones es una editorial independiente que acaba de pasar de la publicación
de fanzines a un nuevo formato para poesía llamado "placard",
que es una mezcla entre el trabajo visual del fanzine y las publicaciones poéticas
en plaquettes.
FICHA:
Título:
Poesía para morder
Autor: Germán Gana Muñoz
País:
Chile
Editorial: Garrapato Ediciones
Año: 2007
Páginas:
20 Págs.
Donde encontrarlo: Café Santo Domingo (Miraflores
esq. Santo Domingo);
Matucana 100.