Cuando se cumplen 60 años desde que la
Mistral recibiera el Premio Nobel de Literatura, Luis Vera filma una
comprometida película con la figura de la poetisa. Con mensajes
de Doris Dana, su albacea intelectual, incluidos, espera resolver
lo que a su juicio es el 'enigma' que se cierne sobre la autora.
No fue fácil. Durante al menos seis meses el cineasta
Luis Vera estuvo allanando el camino para llegar hasta Doris Dana,
la albacea de Gabriela Mistral. Hasta el último minuto la cita
estuvo a borde de caerse, pero finalmente lo recibió a él
y su equipo de filmación en su casa en Florida, Estados
Unidos. Al dejarla, Vera no solo se iba con una de las entrevistas
principales de lo que será su documental sobre la poeta, sino
que además con una serie de responsabilidades insospechadas.
Por estos días, la Mistral inicia su periplo por homenajes,
coloquios y encuentros dedicados a su obra y figura: se cumplen 60
años de que la Academia Sueca sorprendiera al mundo –especialmente
a Chile- y le entregara el Premio Nobel de Literatura. Las actividades
oficiales se inician hoy, en el día de su nacimiento, con una
serie de actos en La Serena encabezados por el ministro de Cultura
José Weinstein. Por ejemplo, en la Universidad de La Serena,
Jaime Quezada, presidente de la Fundación Gabriela Mistral;
Jorge Montealegre, director ejecutivo del Consejo del Libro; Floridor
Pérez y Rolando Manzano se dan cita para recordar a la poeta.
La ocasión servirá para profundizar en un naciente proyecto:
el Premio Iberoamericano Gabriela Mistral.
En ese contexto, un documental sobre Mistral parece evidente. Sin
embargo, Luis Vera explica que su motivación para realizar
Gabriela de Elqui, Historia de una cigarra no tiene que ver
con la conmemoración de la fecha. De hecho, el filme viene
a terminar la trilogía “Los tres gigantes de la cultura chilena”
que ya consta de los capítulos Viola Chilensis y Neruda,
el hombre y su obra.
“Esta no es una reacción coyuntural ante el aniversario de
los 60 años de que se le entregara el Nobel. Coincide con eso,
pero está dentro de una propuesta más ambiciosa. Cuando
yo regreso a Chile el 2001, desde ese momento me propongo concretar
el proyecto de una trilogía sobre los tres fundamentos de la
identidad cultural chilena: Violeta Parra, Pablo Neruda y Gabriela
Mistral. Esta es una propuesta de hace muchos años, pero que
había podido llevar a cabo porque vivía muy lejos de
Chile, en Suecia, y luego porque a mi juicio no se habían dado
condiciones en el país para poder entrar en este territorio
de rescate de estas figuras y ponerlas en relación a la historia
y a nuestra situación actual”, explica Vera.
Vera,
un emisario
A ratos, Vera pensaba que Doris Dana no quería encontrarse
con él y sus cámaras. “La llame llegando a Florida y
ella me dice, ‘uy, pero va a ser difícil, tengo que llevar
a una persona enferma al hospital’”, cuenta el director de Bastardos
del Paraíso que explica que hasta el día de hoy
la albacea de Mistral está muy sentida con Chile.
No es para menos, en todo caso. Recién el 2003 el Congreso
derogó una ley promulgada en 1979 que dejaba sin efecto la
voluntad expresa de la poeta en orden a que Doris Dana (en la foto)
fuese su albacea y heredera. Por el contrario, el decreto de ley dictado
por el gobierno militar establecía que cualquier copia de un
libro de la autora debía ser autorizaba por el gobierno chileno
y suspendía el mandato de Mistral tendiente a que los dineros
recolectados por derecho de autor se destinaran a los niños
pobres de Montegrande.
“Ella (Dana) sigue teniendo la sensación de que Chile no entendió
jamás la verdadera obra de Gabriela Mistral y cree que los
chilenos han relegado a la Gabriela a un olvido y a un abandono, a
juicio de ella, muy doloroso, imperdonable”, cuenta Vera, aun un poco
afectado por la conversación con Doris Dana y en especial por
la serie de recados de envergadura que trae bajo el brazo.
Vera se siente como un “emisario” portando mensajes claves de una
mujer de 89 años, enferma y conciente de estar al borde de
la muerte. “Ella me entrega cosas como si yo fuera una especie de
emisario y me manda mensajes a Ricardo Lagos, a Luisa Durán.
‘Dile por favor a Luisa, que esto, esto y esto’”, cuenta y adelanta
uno de los mensaje que incluirá en Gabriela de Elqui, Historia
de una cigarra.
“Un mensaje de Doris Dana al Gobierno y al pueblo de Chile: Ella
pide por favor que para que Gabriela Mistral descanse en paz realmente,
hay que poner junto a su tumba en Montegrande, la sepultura de su
hijo Yin Yin, muerto en Brasil y que allá está abandonado.
Esa es una cosa que Gabriela no va perdonar nunca”, dice, actuando
como vocero de Dana.
Gabriela,
un enigma
Juan Manuel Godoy o Yin Yin, el hijo no reconocido de la Mistral
será uno de los temas en los que profundizará Gabriela
de Elqui, Historia de una cigarra. En pleno rodaje, Vera explica
que el documental será una suerte de investigación sobre
Mistral como personaje central en la cultura chilena. Un pilar, que
según dice, es tan ineludible para entender la identidad chilena
como Pablo Neruda y Violeta Parra.
“Todo el resto son acotaciones, intenciones, buenos o malos escritores,
pero como conexión a la tierra más profunda de este
territorio llamado Chile, Violeta, Neruda y la Mistral son los más
representativos”, dice Vera, sin un ápice de duda. No obstante,
respecto a la autora de Tala, por lo menos, el cineasta apenas
se declara un “amante del personaje”.
“Tengo la certeza de lo que es el personaje, pero ahora necesito
ir encontrando las confirmaciones en el trayecto de su vida”, dice
y agrega: “No soy ningún erudito en su obra, por sobre todo
soy un gran amante del personaje cinematográfico que es Gabriela
Mistral. A partir de eso, es que estoy investigando y conociéndola,
y mi gran pretensión es poder ser un intermediario entre el
personaje y el público”.
De hecho, Vera cree que su documental podría ayudar solucionar
el misterio que se tiende sobre la obra y figura de Mistral. En ese
sentido, el cineasta suma a su labor de emisario, la misión
de hacer justicia. “Cuando se dice que Chile le entregó a Gabriela
una responsabilidad diplomática, hay una cantidad de mentiras
entre medio que yo voy a tratar de reestablecer y poner en verdad”,
dice.
“Más allá de saber cuándo nació, qué
es lo que hizo la Gabriela y qué es lo que pasó después,
aquí hay un enigma que hay que resolver. Voy a tratar de aportar
ciertos elementos en el documental, pero no voy a resolver el enigma.
Voy a aproximarme a entender la complejidad de un personaje como Gabriela,
que por ejemplo Chile aun no asume que fue madre soltera de un hijo
que murió en Brasil”, asegura.
La intención de Vera es que Gabriela de Elqui, Historia
de una cigarra esté terminado antes del 15 de noviembre,
cuando se cumplen los 60 años de que Mistral recibió
el Nobel. Además de tener locaciones en Florida, Estados Unidos,
el documental también será filmado en Italia, Francia,
México, distintos países de Centroamérica y del
Caribe y Brasil. Por ahora, ya sabe cuál será el afiche
de la cinta.
“Tal vez una de las fotos más bonitas, con una Gabriela Mistral
radiante y una de las sonrisas más hermosas que se hayan captado,
es una foto que tomó mi padre. Mi padre era periodista y fotógrafo
y cuando ella viene a Chile invitada por el Presidente Ibáñez,
le dan un gran homenaje y las calles se inundan de gente. Ahí
mi padre tomó una foto, la que está en la portada del
álbum de fotografías de Doris y que coincidentemente
también la tiene Gilda Péndola, que también fue
su secretaria”, cuenta.